La cuestión es sencilla: con los móviles, como con los portátiles para gamers, como con más cosas, sacan un juego o aplicación o lo que sea que es la polla y que usamos constantemente, que cuando lo corremos en nuestro nuevo y caro cacharro, va bien. Añaden cosas a la app o juego, o sacan uno nuevo, nuestro portátil sigue tirando bien pero ya no es tan espectacular. Años después acaban saliendo otro nuevo juego con el que nuestro portátil simplemente no puede y lo tenemos que cambiar por uno nuevo y muy caro.
Pues pasa lo mismo con los teléfonos: cada vez con más características y cada vez con más funcionalidades cada app. Cada vez tira más de recursos hasta que el teléfono no puede y es insufrible. El teléfono se hace insufrible justo a los dos años o así, que es cuando el compromiso de permanencia típico termina y pueden volver a colocarte otro de una forma u otra. Esto es lo que pasa en un mercado donde todo avanza tan rápido que el que sale del Apple Store con su flamante y nuevo iPhone sabe que dentro de una semana habrá un móvil mejor que el suyo, o cuando sales del concesionario al volante de tu flamante BMW Serie 7: sabes que dentro de dos semanas, Mercedes presentará el nuevo Clase E y tendrá 10 CV más que tu coche...
¿La solución? Comprarlos libres y comprar el móvil que necesitamos. ¿Realmente necesitamos que What's App cargue en 0.1 segundos en vez de 0.4? ¿Realmente necesitamos esa cámara de 14 MPx? Y así sucesivamente. Si compramos con cabeza un móvil libre, pagaremos de primeras más de lo que quiere nuestra compañía pero tendremos la tarifa que realmente queremos, podremos irnos cuando nos apetezca y al final de los dos o tres años, habrá salido más barato. Y de paso, aprenderemos que no tenemos que tener el móvil más rápido y con la mejor cámara y con pantalla retina.
Enviado desde mi Sony Xperia P, que tiene casi 3 años y me costó un ojo de la cara en su día. Sé de lo que hablo con el tema del ahorro en la tarifa ^^