Comentábamos el otro día que pronto se acerca el vigésimo aniversario de esta prolífica -y me estaría quedando corto- franquicia. El 27 de Febrero de 2016 Pokémon cumplirá 20 años desde que los primeros Rojo y Verde vieron la luz en Japón. Puede parecer distante, pero la verdad es que un año y medio pasa antes de que te quieras dar cuenta.
Con motivo de celebración de este segundo aniversario algunas personas, entre las que me incluyo, créemos que Game Freak encontrará una buena a la par que merecida oportunidad de homenajear la franquicia, y qué mejor manera de hacerlo que yendo a la raíz, al motivo de celebración de dicho aniversario: Pokémon Rojo y Pokémon Verde. Comentábamos, remitiéndome a anteriores palabras, que una buena forma de hacerlo -y la más lógica y previsible- sería lanzando dos remakes de estas ediciones. Aunque no deja de ser plausible, estamos ante el evidente problema de que los remakes de Rojo y Verde ya se lanzaron para GBA, y pese a que sus mecánicas han quedado obsoletas -forman parte de la tercera generación, lo que quiere decir que no existía la separación entre movimientos especiales de los físicos sin importar su tipo, por ejemplo- no hallo un motivo de peso que justifique el relanzamiento de unos segundos remakes.
Es en este punto cuando surge una de las teorías más aceptadas, y trata de la creación de un Pokémon Rojo 2 y Verde 2. Y podría ser, ¿por qué no? Aunque los acontecimientos de Oro y Plata sucedan a los de Rojo y Verde, pasan algunos años y existe una pequeña brecha temporal en la que puede desarrollarse otra historia. Pero siendo más honestos; ¿a quién le importa esta cronología realmente? Pokémon nunca se ha caracterizado por su historia, y aunque está bien que se ciña a una línea de acontecimientos lógica que, no vamos a mentir tampoco, puede dotar de significado algunos de sus numerosos detalles, esta cronología no ha de ser, ni será nunca, una traba que impida crear ediciones sin ton ni son, y ya tendrán tiempo de inventar en Game Freak dónde situarlas dentro de un contexto temporal si fuera preciso.
Habiendo aclarado y comentado por encima todo esto, me gustaría dar paso mi propuesta. Pues yo no hablo de secuelas de Pokémon Rojo y Verde, sino de precuelas; y no cualquier precuela, quiero que nos remontemos a tiempo atrás, bastante tiempo atrás, a un tiempo en que los Pokémon eran un auténtico misterio y se luchaba por descubrir su origen como eje principal de la trama; un juego donde Mew tenga relevancia como el progenitor de todas las posteriores especies -o casi todas, ciñéndonos al lore sabemos que Arceus y la tríada de Sinnoh le preceden-, donde las casas sean rústicas, la región salvaje e inmersa en grotescos páramos arenosos, en tundra; terreno bruto, que no por ello menos bonito artísticamente, donde se vea que los núcleos urbanos aún no se han establecido en su totalidad. Donde los fósiles tengan otro tipo de relevancia, donde todo, desde el principio hasta el final, destile incivilización, y donde debido a esto, los personajes, la región y, como es de esperar, tu propio equipo, se vean afectados por el tiempo en el que vives. En definitiva, un Pokémon Rojo y Verde, pero no 2, sino “Orígenes”. Explotar Pokémon desde la raíz rompiendo la línea continuista por una vez, sin por ello prescindir de las mecánicas incorporadas -probablemente- en 7ª Generación.
Siguiendo la línea de lanzamientos de Game Freak, sabemos que entre generación y generación siempre han pasado 3 ó 4 años. Esto nos deja con que estadísticamente, lo más probable es que VII Generación vea la luz en 2016, casualmente, coincidiendo con este aniversario. Esto nos deja con un problema muy acusado del que seguramente ya os hayáis percatado, y es que, si mi intención es que Pokémon nos traiga al pasado, para ello debemos de prescindir de cierto tipo de tecnología que nos “facilita la vida” en el resto de entregas. Por muy interesante que sea a nivel conceptual, imaginad la cara de los aficionados, entre los que me incluyo, cuando descubran que a las ediciones de séptima generación les faltan un montón de cosas que se daban por sentadas iban a traer, arrastrando de anteriores entregas. Es por este motivo que propongo llevar a cabo la idea no en las ediciones nuevas que protagonicen séptima generación -cosa que consideré-, sino en esta especie de ediciones homenaje a Rojo y Verde, que serían versiones completamente nuevas y que, como peculiaridad, estarían ambientadas en un universo Pokémon ubicado en épocas pretéritas.
Haceos a la idea del impacto que tendría sólo a nivel artístico. Si ya Pokémon Rubí y Zafiro nos dejaron tan desubicados como… bueno, alucinando, por lo distintos que eran debido a esa integración de la naturaleza y a una región que alardeaba de biodiversidad, pensad en cómo sería lo que propongo pero con un cambio aún mayor, con una naturaleza aún mayor, una región donde las ciudades como tal no existan, donde hablemos de asentamientos y desconocimiento por parte de la gente, con una brusquedad en su flora y fauna -que vendrían a ser los Pokémon, of course- que rompan con todo lo que se ha visto estéticamente hasta ahora, y lo que es mejor, con todo lo que se podría esperar, llevándolo a un nivel diferente e inesperado. Por supuesto muchos de los ítems de siempre tendrían que verse obligados a cambiar, aunque no por ello tendrían que perder su uso. Las Poké Ball podrían ser sustituidas por otros modelos más antiguos y artesanales, que conserven los efectos de las Ocaso Ball, Rapid Ball, etcétera, bajo un nombre distinto. O que no sean exactamente iguales pero sí muy parecidas, y así quedamos todos contentos. La ropa del protagonista, y de todos los entrenadores y NPCs que encontremos en la aventura, remarcaría ese estilo anticuado que comento y, por qué no, se podrían cambiar ciertas mecánicas para adaptarlas mejor a los tiempos que corren.
A día de hoy la Mega-Evolución se nos presenta en los juegos como un misterio. Mi propuesta serviría para ofrecer una solución, o más bien una buena forma de explotar este hecho. Dado que recientemente se ha relacionado la Mega-Evolución con la Regresión Primigenia, no es complicado sopesar que existe una relación entre la Mega-Evolución y el cómo eran los Pokémon en el pasado, en tiempos donde su instinto estaba más afilado, viviendo por y para la caza o la supervivencia pero que, sobre seguro, eran tiempos en los que todavía el ser humano no gozaba de pleno dominio sobre ellos. Aunque ciertos diseños pueden intentar desechar este razonamiento, la excepción nunca confirma la regla, y es fácil considerar a las Mega-Evoluciones como un “así era antes esta especie”. Si esta es la línea que deciden seguir en Game Freak, la posibilidad de relacionar esta información con dichas versiones está ahí, y yo desde luego, como aficionado a ella, no veo el momento de que decidan mojarse y lanzarse con unas versiones de propuesta similar a la que aquí expongo.
¡Saludos!