La votación anda ajustada (por el momento, 10-11 a favor de sincebollistas y esto va camino de alargarse mucho y el día que a los niños les cuenten cómo empezó la tercera guerra mundial, les enseñarán esta discusión...
Ahora en serio. No solo es que me guste sin cebolla (y que no pueda comerla con cebolla y yo sí me doy cuenta cuando lleva). Es que es muy importante que esté bien hecha y el grosor. Tiene que ser finita y tener cierta consistencia. Ese delicado equilibrio en el cual la tortilla se parte bien y aguanta sostenida en el tenedor pero que la pones en la lengua y con poco esfuerzo se deshace. ESE equilibrio tan complicado. Dios, me dan ganas de ir a asaltar mi nevera ahora mismo.