Visto que no hay nadie que se parezca posicionarse en contra de que el turno termine un día más tarde,
el fin de las votaciones se pasa a las 21:00 horas del 1 de enero. La verdad es que a mí también me viene bastante mejor, así que os lo agradezco chicos.
13 de abril - 09:34Os despertáis a la luz de un nuevo día, esperando que este no traiga tantos sobresaltos como el anterior. De momento decidís continuar con vuestra vida como si nada hubiese ocurrido... pero tenéis presente en todo momento que no podéis estar a salvo en ningún momento. Sentís que podéis hacer algo, que está en vuestra mano pararlo, pero... ¿cómo?
En cualquier caso, lo mejor que podéis hacer es seguir hacia adelante. La línea de metro a Shibuya ha sido por fin reestablecida, así que Lucy Ariol, Ian Glazy, Dionisio Feeviol y Gonzalo Karpiya deciden pasar el día allí. Sin embargo, esperáis a que Lucy termine las cosas que tiene pendientes por Yongen-Jaya antes de salir.
Lucy se pasa por la tienda de antigüedades una segunda vez para ver como los productos de la tienda... apenas han cambiado. Piensas que es una lástima, pero no pierdes la emoción por ver unos muebles rústicos y de época, que te ayudan a inspirarte para escribir tu historia. Le preguntas al dependiente cual es su procedencia y por desgracia no es capaz de recordarlo, pero sí te comenta que los objetos que recibe suelen ser normalmente de las mismas personas. Por ejemplo, todos los muebles rústicos eran propiedad de una señora mayor que tuvo que venderlos después de que su hijo se endeudase hasta las cejas... una serie de posavasos y la vajilla a juego eran propiedad de una joven extranjera muy agradable que apenas tardó en adaptarse al barrio, y todos los utensilios tecnológicos como el móvil Nokia son de un chaval que encuentra baratijas tiradas por ahí (te dice que no quieres saber de donde) y se las vende a él por un buen precio.
13 de abril - 09:53Más tarde, te pasas por la clínica. Allí te encuentras a la doctora, que te dice que si quieres ver a Shiho pases dentro, que ya tiene compañía. En la habitación te encuentras con Sabrina Hamasaki, la cual tiene cogida la mano de su amiga, y también se encuentran presentes David Kizarde, Rosa Gosélez y Simón Ichijou.Sabrina... por alguna casualidad, no sabrás algo sobre este anillo, ¿verdad?
No... lo siento, David, pero no me suena de nada. Rosa, ¿qué ocurre? Parece como si quisieras preguntarme algo tú también.
Sabrina... eres la mejor amiga de Shiho, ¿verdad? Me imagino que tú podrás decirme algo sobre esto.
Rosa le enseña el documento con la denuncia.¿¡Qué...!? Rosa, ¿¡cómo has conseguido esto!?
Tengo mis medios, y por tu reacción creo que no me equivoco en pensar que tiene que ver con ella también.
... Supongo que ya no tiene sentido alguno ocultarlo, al fin y al cabo la persona por la que la vida de Shiho estaba siendo un infierno... está muerta. Y bien muerto está, para qué vamos a mentir.
Shiho pertenecía al club de voleibol de la escuela. Al ser una chica Kamoshida se permitía hacer lo que quería con ella, estaba constantemente encima de ella... hasta el punto de invadir su espacio personal, por poner un eufemismo. Y no sólo eso, sino que también la agredía cuando hacía algo que le parecía mal, aunque fuese un simple gesto. Nadie levantaba un dedo por ella. Es por eso por lo que yo... por lo que yo...
... No, eso no importa ahora.
Shiho estaba aterrorizada. Hablé con ella muchas veces para que insistiese en denunciarle, porque decírselo al director no servía para nada. Al final me hizo caso, pero no sé cómo esa denuncia llegó a manos del director... y nunca llegó a entregarse a la policía.
Vamos, que tu amiga tenía un buen motivo.
... ¿Qué insinúas?
Ah, nada. Sólo pensaba en voz alta, no me tengas en cuenta.
El silencio inundó la sala, y la tensión de la misma era tan palpable que todos podíais notarla. Lucy miró a David y decidió dejar las preguntas y la investigación de la clínica para otro momento. David acompañó a la dama a la estación, y allí estaban Ian, Dionisio y Gonzalo esperándola.Bueno chicos, ¿vamos? ¡Me apetece muchísimo hacer un poco de turismo por la ciudad! ¿Vosotros qué vais a hacer?
Quiero saber qué hay en esa hamburguesería en la que todo el mundo parece interesado... no entiendo por qué a la juventud le llama tanto la atención la comida basura.
Pues yo visitaré la librería. Me interesa saber qué aficiones tenéis los humanos en esta época. Espera... ¿he dicho eso en voz alta?
Eh... sí. Yo me voy al gimnasio. Por motivos no homosexuales, por supuesto.
Y yo a echar suertes a la lotería. Hoy tengo la corazonada de que me va a caer algo gordo.
Gonzalo Karpiya compra un boleto en el puesto de la lotería, te dicen que lo compruebes al día siguiente así que te lo guardas en el bolsillo.
Dionisio va a la librería de Shibuya, allí te encuentras una gran cantidad de libros de actualidad y de varias categorías. Parece que la gente de la tienda se te está quedando mirando, pero cuando diriges tu mirada hacia ellos la desvían nerviosos. Decides ignorarlos y centrarte en los libros. ¿Cuales quieres mirar primero?
Ian Glazy se dirige al gimnasio. Allí llega a recepción, paga un par de horas, le dan la llave de su taquilla y entra. Como esperaba, está todo lleno de hombres fornidos, así que sus instintos homosexuales quedan satisfechos para todo el día. Allí te parece encontrar una cara conocida, pero al cruzar miradas con él se gira nervioso y se dirige rápidamente al otro extremo del gimnasio. ¿Qué quieres hacer?
David Kizarde llega a la hamburguesería, la cual tiene un gran cartel en su puerta con las palabras BIG BANG BURGER. Allí, nada más entrar una música pegadiza inunda tu cuerpo, la dependienta te aborda antes de que te des cuenta y te lía para que te pidas la hamburguesa más grande del local. Te ha parecido entender que si consigues comerte la hamburguesa entera no te cobrarán por ella, así que aceptas un poco confundido. Esperas un poco y te la traen... ahora tienes delante de ti una hamburguesa con un tamaño descomunal, que no sabes cómo vas a ser capaz de comerte. Empiezas, notas como su sabor inunda tus papilas gustativas, pero al decimoséptimo mordisco has dejado de saborearla, lo único que tienes en mente es terminarla. Por desgracia no eres capaz de hacerlo... te quedas a mitad del camino y te ves obligado a pagarla.
(Tu valor, sabiduría y carisma han aumentado en un punto, ¡felicidades!)
13 de abril - 13:02¿Carolina, estás en casa? Soy yo, Elaria. Me preocupaste el otro día así que te traigo algo para que comas, creo que te podría gustar.
No escuchas respuesta tras la puerta, pero sabes que Carolina se encuentra dentro, escuchabas una música venir del interior de la casa que ha parado de repente. Esperas pacientemente unos minutos hasta que la puerta se abre.Anda, vamos... no te quedes fuera. Pasa.
Pero... ¿¡pero hace cuanto que no limpias, muchacha!?
No sé... ¿un mes? Me da pereza limpiar, y además no me molesta. Sé donde está cada cosa.
¿¡Cómo que sabes donde está cada cosa...!? ¡No puedo permitir que tengas la casa así! Deja, te voy a ordenar todo. Sólo dime donde guardas cada cosa y te lo dejaré limpio, si no vas a ir a clase no puedo soportar que vivas en un espacio así.
¿Qu-? ¡N-no hace falta, de verdad! ¡Tampoco quiero que te molestes en limpiarme la casa, encima que me traes comida
y que por fin puedo comer!
Aish... diligente hasta el final. Sin duda, la perfecta delegada. Saca las mejores notas, tiene el apoyo de todos los profesores, es popular con la gente... no puedo entender por qué se siente tan acomplejada como para publicar esas cosas.
¿Decías algo?
¿Eh? Ah, no, nada. Pero de verdad, no hace falt-
Elaria ignora completamente a Carolina y le ayuda a limpiar toda la casa hasta que la deja como nueva.
(Tu proficiencia ha subido en un punto, ¡felicidades!)