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Lo sabía, sabía que no me estaba equivocando.
Cómo es posible, os preguntaréis. Que con solo su cuerpo sea capaz de parar un camión en marcha y solo salir herido. Tengo la respuesta.
Al conocer esta información me sentía un poco amenazada por aquellos que pudieran saber más sobre mí que yo misma, pero... Llegados a este punto, ¿qué más da? No tengo nada que perder. Al fin y al cabo...
Está muerto. El hombre al que buscaba, el culpable de que mi vida hasta ahora haya sido un infierno...
Gaston Gold está
muerto.
Al final le tendré que "agradecer" a la desviada de las bragas que casi me matase, porque la visita al hospital fue lo que hizo que recuperara mi memoria. El ambiente cerrado y gris, los pacientes, las camas, los largos pasillos... me hicieron recordarlo todo.
Mi verdadero nombre es K-0212.
He pasado toda mi vida encerrada en una habitación, sin ventanas ni conexión al exterior alguna, saliendo sólo para sufrir día a día un sinfín de pruebas y torturas para crear al ser humano perfecto. Soy una rata de laboratorio a la que se le han practicado innumerables operaciones. Debido a ello mis capacidades físicas y mentales son superiores a las de una persona normal... con la desventaja de que periódicamente mis recuerdos van desapareciendo.
Muchos de mis compañeros han muerto. Muchísimos. Todos por haber sufrido lo mismo que yo, pero... yo conseguí escapar. Intenté llevarme a varios de ellos pero no pude hacer nada por salvar sus vidas.
No tengo nada. No me queda nada. No tengo absolutamente nada que perder.
Pero eso es precisamente lo que más deseaba.
Libertad. Y en mi libertad he elegido vivir buscando
venganza contra todos aquellos que destrozaron mi vida y la de muchos más. Todos ellos, todos aquellos que experimentaron conmigo, que me cortaron las alas, que convirtieron mi vida en un infierno.
Gold Industries.
Varios de vosotros tenéis que conocer el nombre, porque os he preguntado a muchos si lo conocíais. Ellos, todos los médicos, científicos y demás investigadores que trabajan y colaboran con Gold Industries son los culpables de crear monstruos como yo a costa de destrozar sus vidas. Me dan completamente igual sus objetivos y si tienen algún tipo de beneficio para la humanidad, porque los quiero
muertos. Y me voy a encargar personalmente de
destruirlos.
Hay otros como yo. Gold Industries ha dejado a tres de sus experimentos sueltos y con vida.
El primero es aquel hombre que encontrasteis en el camión de Alexandro Varde. Su fuerza y capacidades físicas fueron incrementadas hasta límites insospechados... tanto que su sistema nervioso no pudo soportarlo, y eso le provocó una destrucción parcial del mismo haciendo que perdiese muchas capacidades cognitivas. Por mucho que lo intente, no va a ser capaz de poder hablar. Gold Industries no podía permitirse el lujo de que el mundo conociese su existencia así que se lo entregaron a Varde para que lo destruyese.
El segundo soy yo. Mis capacidades físicas y mentales fueron aumentadas gracias a una droga, con el efecto colateral de que periódicamente pierdo la memoria.
Sin embargo, consiguieron un resultado exitoso con el tercer experimento. Este sujeto consiguió mis mismas capacidades sobrehumanas... sumando a estas
la capacidad de regenerarse, creando así un ser prácticamente inmortal. Sin embargo, no todo es perfecto... porque el precio para que este sujeto pueda regenerarse es
perder sus recuerdos. Gaston Gold aprovechó esto para crear así a su más fiel lacayo, a su guardaespaldas.
Pepsi... ese eres tú.
No eres capaz de recordarlo, pero Gaston Gold te hizo lo mismo que me hizo a mí. Tus capacidades sobrehumanas no han aparecido de la nada.
Únete a mi causa. Ayúdame a destruir Gold Industries y a todas aquellas personas que colaboraron en crearnos. Y haciendo un llamamiento al resto, os pido también que me echéis una mano si sentís un mínimo de compasión por todos aquellos a quienes les han arrebatado su vida para ser tratados como simple carne de experimento.
Ahora, tened claro que si decidís apoyarles...
... Os podéis ir olvidando de recibir piedad por mi parte.
