Yo en música nueva no estoy muy puesto porque la gente que me rodea solo escucha reggaeton (estúpido instituto). La mayor parte de música que he conocido son canciones antiguas, sobretodo con Trocitos de Cierro y Acromo, un programa de música de la 1+1. Entre mis descubrimientos (aunque no sean de este año) está la banda Tally Hall. Tiene sus más y sus menos; algunas canciones son muy del estilo "Somos una boyband amarnos baby te amo síiiii", pero hay algunas de los más bizarras y pegadizas, como Banana Man, Ruler of Everything o Turn the Lights Off. El mayor punto negativo que le veo son las letras, que tiran mucho a encajar las frases de forma extraña y a buscar la rima fácil.
También he vuelto a muchas canciones geniales: varias de SOAD, OKGO y ABBA; I believe in a thing called love, One Way or Another (la de Blondie), Fiesta Pagana, Our House, Puttin in the Ritz, Hall of Fame, Hocus Pocus, Dragonstan din tei (¿se escribe así?), Zombie, Through the fire and flames, Surfing USA...
Estoy hasta las narices del taxi y todo lo que tenga que ver con ese maldito perro de raza americana, rasgos latinos y ritmos del infierno. Ay, el taxi... Ritmo, instrumentos, letra*, ¡todo! Repetido hasta la saciedad por absolutamente cualquier otra canción del género. Además de mezcla de idiomas no solo cutre y mala sino que sirve únicamente para encajarles las medidas y rimas al autor.
*Extracto de la letra original: can I gera aquí si, can I gera hi ki you look like a freaky dame cerebro y pinky (programa de dibujos animados noventero) tú de Dominiqui te pones quinki
Desde hace varios años me resultó interesante un vídeo que resume de los defectos básicos del Reggaeton y las virtudes del Power Metal.
Y volviendo al tema, una canción que me resultó muy interesante este año fue Uptown Funk, la famosísima de Mark Ronson. Tiene un fuerte sabor a los ochenta, es una canción hecha a la imagen y semejanza de Michael Jackson, pero sin llegar a ser una imitación barata. El resultado es pegadizo y enérgico; a mí al menos me ha sorprendido el cantante (Bruno Mars) al que hasta oir esta canción no le tenía mucho aprecio pues era dulzón hasta la médula.