De pequeño les tenía un poco de miedo, pero nada preocupante.
Con el tiempo, hasta me llegaron a gustar. El único miedo que aún les tengo está nada más en que la persona aplicando la inyección se equivoque de lugar al querer ponerla, pero aparte de eso, hay algo interesante en que algo tan pequeño y simple pueda ayudar tanto a la salud de uno. En realidad, me gusta mirar cuando la ponen ahora.
Lo mismo con cosas como extracción de sangre, en tanto no sea mucho. Uno o dos viales de sangre están bien.