Es que criticar esto y no criticar el personaje de Samus (por ejemplo) demuestra mucha ironía e hipocresía. Se critica porque va en plan kawaii no porque sea una mujer sexualizada, porque si esto provoca revuelo y otros casos tan descarados o más si cabe no, pues básicamente se demuestra con lo anterior. En estos casos pesa mucho un fanservice, ¿o si no para cuando una mujer gorda y granuda como tanque defensivo para algún juego de estos?
El problema está en que hemos llegado al punto en el que da igual lo que hagas, es sexista. Esta chica es mona, ergo es sexista. Eh, esta chica es gorda, se estan riendo de la mujer, es sexista. Altas, bajas, delgadas, gordas, negras, blancas... lo que te de la gana, pero siempre va a haber una critica. Siempre. Y si no pones ninguna para no tener que comerte el marrón, pues también, porque no hay ninguna.
Estamos ante una generación de mojigatos e hipócritas. De blancos que buscan el más mínimo atisbo de racismo en tus palabras para echartelo en cara y montarte un pollo aunque luego ellos vean un negro por la calle y se cambien de acera. De mujeres que critican el machismo y la diferencia de sexos para luego exigir tratos preferentes y discriminar al sexo opuesto. De gente, en general, fanática de todo lo políticamente correcto aunque a la hora de la verdad se comporten como todo lo que critican.
Lo repito bastante, pero aún sigo abrumado del día en que leí en una discusión completamente seria a gente defendiendo con completo convencimiento que ser gay era machista, porque estabas discriminando a la mujer en tu sexualidad. Llevar las cosas al extremo nunca es bueno, y se está haciendo cada vez más con respecto a estos temas.
En cuanto al personaje: la polémica no es porque esté sexualizado, ni porque sea moe, ni porque sea rubia, ni por nada. De eso no se han vista tantas críticas. Y ni siquiera es una censura como tal, y lo más probable al final sea incluida en América igualmente. La polémica es simplemente que a los occidentales el personaje les parece demasiado neko-girl y demasiado japonés, no casa con sus gustos y arma follón. No por un revindicativo de igualdad, si no simplemente porque no les gusta.