De (más) joven practicaba esgrima, pero el panorama de la competición era bastante desolador... En contadas ocasiones era realmente un "deporte de caballeros".
También he practicado la natación, de niño para aprender a nadar, y de adolescente y adulto por puro vicio. No le he perdido el gusto y sigo practicándola, pero tal vez sea porque nunca me la tomé tan en serio como la esgrima; voy a nadar entre dos o tres veces al mes (bastantes más en el verano, eso sí).
Y desde hace dos años y medio, practico
wushu; práctica de la cual estoy por cierto bastante satisfecho.