* Si pensáis que este capítulo es intrascendental para la historia, os equivocáis. Pero tendréis que esperar para verlo
CAPÍTULO 7. LA MANSIÓN FANTASMA
Bosque VetustoRyo llevaba ya varios días entrenando duramente con sus pokémon en la ruta 205, así como Amaia y Dani; y ese día decidieron tomárselo de descanso. A la luz del sol, se tumbaron en la orilla de un río y sacaron a sus pokémon para jugar. Sin embargo, el cielo no tardó en cubrirse de negras nubes.
- Deberíamos buscar refugio, parece que se avecina una tormenta.
Los entrenadores recogieron a los pokémon y echaron a correr, dejando las cordilleras que los rodeaban atrás. Una densa lluvia había empezado a caer y no tardaron en estar empapados.
- Chicos, ¡mirad! - Dijo Amaia señalando un tupido bosque a medio kilómetro. Echaron a correr hacia allí y se protegieron a la sombra de los enormes árboles. Estos eran tan densos que no dejaban pasar la lluvia. Los entrenadores se adentraron entre los árboles y la tupida vegetación; estaba tan oscuro como si fuera de noche.
- Chimchar - Dani sacó a su pokémon para iluminar un poco.
- Buena idea - Dijo Ryo. - Shinx, ayuda a Chimchar.
Con la luz de los pokémon pudieron apreciar un viejo y desgastado cartel, casi cubierto por la vegetación. Amaia apartó las ramas que lo tapaban y pudieron leer, a duras penas: "Bosque Vetusto".
- Bosque Vetusto... Eso quiere decir que vamos bien, si lo cruzamos llegaremos a Ciudad Vetusta y al segundo gimnasio.
Así que se adentraron entre los árboles. Llevaban horas caminando, y seguían totalmente desorientados. Al final llegaron a la conclusión de que estaban totalmente perdidos. Amaia sacó a Starly para ver si podía ver algo; el pokémon Volador, tras planear por encima de los árboles, volvió a donde estaban y los empezó a guiar en una dirección.
- ¡Bien! Parece que ha encontrado algo.
Lo que vieron cuando Starly paró los dejó de piedra. Se encontraban ante una enorme y vieja mansión que debía llevar decenas de años abandonada. Las paredes estaban agrietadas y los muros carcomidos por el musgo. A falta de encontrar un lugar mejor para pasar la noche, los entrenadores se adentraron en ella, tras empujar la gruesa puerta de vieja madera y provocando un molesto chirrido. Nada más entrar los tres entrenadores, seguidos de Shinx, Chimchar y Starly, la puerta se cerró. Dani se lanzó para abrirla, pero fue imposible.
- Chimchar, Ascuas contra la puerta - Ordenó a su pokémon. Pero Chimchar no se encontraba allí, ni tampoco Shinx. Los entrenadores se dieron la vuelta. Se encontraban en un grande salón de entrada de una lujosa casa, llena de muebles viejos y cubiertos por una densa capa de polvo. Frente a ellos, se extendían unas amplias escaleras que daban a un segundo piso. Escucharon un grito arriba, así que allí fueron. Cuando subieron las escaleras, se encontraron con un corredor que se dividía en tres pasillos. Acordaron dividirse para buscar por cada pasillo, junto a sus pokémon para sentirse más seguros.
Ryo tomó el de la derecha, acompañado por Ralts y Turtwig. Vio un cuarto con la luz encendida al final del pasillo, y fue hasta allí. Se adentró en un cuarto que parecía una habitación de bebé, con una vieja cuna y varios armarios y juguetes. Cuando entró, la luz se apagó y la puerta se cerró. En el centro de la habitación vio a Shinx, pero su mirada no era normal. Sus ojos estaban en blanco, y gruñía. Sin avisar, empezó a lanzar violentas Chispas a Ryo, así que este envió a sus pokémon para defenderse. Ralts usó Confusión contra Shinx, provocando que se desplomara. Una sombra salió del cuerpo de este y se metió en la cuna. De repente, la cuna pareció cobrar vida y se elevó en el aire, lanzándose hacia Ryo, quien la esquivó a duras penas. Se estampó contra la pared y se rompió en mil pedazos, pero acto seguido los trozos empezaron a flotar y la cuna se regeneró, frente a los ojos atónitos del entrenador. Ryo devolvió a Shinx a la pokéball, Turtwig derribó la puerta con un Placaje y salieron corriendo de allí, seguidos por la cuna.
En frente de las escaleras se encontró con Amaia, Piplup y Starly, que escapaban de un gran sillón flotante que también los perseguía. Regresaron al primer piso, pero la puerta principal seguía cerrada y no se podía derruir. Ryo se asomó por la ventana, que estaba cerrada, y se giró justo a tiempo para ver cómo Dani, que había llegado corriendo, caía encima suyo, tirándolo al suelo.
- Chimchar... ¡Chimchar me está atacando! - Gritó Dani, señalando detrás suyo. En efecto, un Chimchar con los ojos en blanco lanzaba Ascuas a diestro y siniestro, situado entre el sillón y la cuna flotantes.
- Ralts, ¡Confusión!
- ¡No lo ataques!
- Tranquilo, Dani, es para liberarlo como hice con Shinx. - Ralts hizo lo que le pedía Ryo, y Chimchar se desplomó como había hecho Shinx, separándose de una extraña sombra oscura. Ralts, sin esperar ninguna orden, hizo de nuevo Confusión contra la sombra, que empezó a tomar forma hasta convertirse en un...
Haunter, pokémon Gas. Tipo Fantasma/Veneno. Haunter está formado por gas, por eso flota y atraviesa obstáculos. Es muy juguetón y le encanta divertirse asustando a las personas. Puede desaparecer y crear ilusiones, además de controlar a otros pokémon.
Dani y Ryo se miraron y ordenaron a sus pokémon que atacaran a los muebles flotantes, rompiéndolos y descubriendo en su lugar a otros dos pokémon.
Misdreavus, pokémon Chirrido. Tipo Fantasma. Le gusta hacer travesuras como gritar y aullar por la noche, para asustar a la gente. Es un pokémon nocturno y solitario y, al parecer, usa las esferas rojas para absorber los sentimientos de miedo de los enemigos y son su fuente de energía.
Gastly, el pokémon Gas. Tipo Fantasma/Veneno. Casi invisible, este gaseoso Pokémon cubre al enemigo y lo adormece sin previo aviso. Las corrientes de viento suelen arrastrar su gaseoso cuerpo, así que prefiere vivir en cuevas o edificios en ruinas. Habla telepáticamente el lenguaje humano.
Claro, por eso Ralts los detectaba y los atacaba con Confusión. Los pokémon Fantasma y Psíquico son enemigos por naturaleza. Los tres pokémon Fantasma rodearon a los muchachos y empezaron a atacarlos. Haunter usó lengüetazo, Gastly Tinieblas y Misdreavus Rayo Confuso.
- Turtwig, Hoja Afilada
- Starly, Ataque Ala
- Ponyta, Ascuas
Los pokémon fantasma esquivaron los ataques fácilmente, pero parecían disfrutar con el combate. Los entrenadores dieron órdenes de nuevo, y el Ascuas de Ponyta acertó de lleno a Gastly, derrotándolo. Misdreavus también acabó cayendo con Ataque Ala de Starly. Sin embargo, no podían con Haunter. Este no tardó en acabar con Starly. Después se cargó a Ponyta con Lengüetazo. Ahora era un combate de uno contra uno: Turtwig contra Haunter. Las Hojas Afiladas de Turtwig atravesaban el cuerpo del fantasma sin causarle daño alguno. Este, con Rayo Confuso, le quitaba la vida poco a poco. Turtwig empezaba a sentirse débil, le fallaban las piernas. Haunter empezó a cargar una bola de energía oscura. ¡Bola Sombra! El ataque impactó contra Turtwig, que estaba tumbado en el suelo, muy herido por el ataque. El Haunter se acercó al pokémon sigilosamente, aparentemente estaba preocupado. Pero en ese momento el cuerpo de Turtwig empezó a brillar, haciéndose más y más grande, hasta que volvió a ponerse de pie, lanzando un grito al aire. Ryo sacó la Pokédex para informarse sobre el pokémon que estaba frente a él.
Grotle, el pokémon Arboleda. Tipo Planta. Es la forma evolucionada de Turtwig. Vive en los bosques cerca del agua. Por el día, sale a que les dé el sol a las plantas de su espalda. Su caparazón está formado por tierra y minerales. Le gusta tomar el sol para que las plantas de su lomo crezcan y den bayas en primavera. Es de naturaleza tranquila y resistente.
- ¡Guau, Grotle! - Ryo estaba impresionado con la evolución de su primer pokémon. - ¡Hoja Afilada! - La imprevista evolución de Turtwig y la fuerza del ataque acabaron con Haunter. El pokémon se acercó a Ryo.
"Humano" - Ryo miró a todas partes. Una voz sonaba en su cabeza, pero no era de Dani ni de Amaia... - "Soy Haunter" - Ryo dio un salto hacia atrás.
- ¿Puedes hablar?
"Puedo comunicarme telepáticamente, así como leer tus pensamientos." - Esto último intimidó a Ryo. - "Hacía mucho tiempo que nadie se pasaba por la Vieja Mansión, perdonad si os hemos asustado al principio. Divertirnos asustando a humanos y pokémon está en nuestra naturaleza."
Al parecer, los pokémon Fantasma tan sólo habían querido divertirse un poco, y el combate los había entusiasmado. Pasaron la noche con ellos y muchos otros pokémon Fantasma que había por el resto de la mansión. Rodeados por varios Gastly, Haunter y Misdreavus durmieron, hasta que se hizo la mañana.
Los muchachos dejaron atrás la Vieja Mansión acompañados por Haunter, quien se ofreció a ayudarlos a salir del bosque. Gracias a este, que se sabía el bosque de memoria, pudieron encontrar la salida bajo la sombra de los árboles y ver un retazo de luz que los llevaría a Ciudad Vetusta.