Qué condenados, estos marcianos.
No jugaré jamás al escondite con ellos. Siempre que vienen, ni un rastro.
Son los ninjas del futuro... ¡Ahora!
Eso puede ser muchas cosas.
Ahora, que la gente empiece a elucubrar millones de teorías es normal.
Es mucho más divertido pensar en complots del gobierno que en chatarra o cascos rotos.