Ya hemos disputado nuestros combates Cigarro y yo.
Tras un primer combate desastroso para mí, en el que Cigarro me dio una buena paliza, y un segundo prodigioso duelo de más de siete minutos en máxima tensión que no olvidaré en mucho tiempo, Cigarro se alza victorioso sobre un Michoh al borde del infarto de la emoción de este último combate.
Confirmo pues sin pesar alguno, mas lleno de gozo, un 2-0 a favor de mi oponente, y le deseo lo mejor en las rondas que le quedan.
Nada más que reportar.