Había pasado un día después de aquella pelea en la zona de batallas de Bosque Blanco. Terad esperaba con ansias la batalla contra Celsius y el joven investigador la esperaba con más ganas aún. Kredan llevó a Celisus de nuevo a la zona de batalla. Era temprano, a penas había gente alrededor, rondaban las ocho de la mañana.
C - Despertarse temprano para entrenar se siente muy de película no crees? - Dijo mientras se preparaba al otro lado del campo.
K - Si bueno, yo antes solía entrenar por las mañanas temprano.
C - ¿Con tu hermana?
K - Con mi hermana, con mi padre, con los amigos de mi pueblo, aunque éramos pocos…
C - Nunca me has contado nada de ti, de cuando eras más pequeño. Yo te conté la historia de Lapras, así que supongo que te toca contarme tu historia, antes de embarcarte en toda esta locura… - Sonrió algo forzado.
K - Te lo contaré si vences a Terad. Si le ganas te contaré como era mi vida antes de los sucesos que me llevaron a viajar a Hoenn.
Celsius había obtenido un mayor aliciente para vencer a su rival, ahora además tenía la motivación de conocer mejor a Kredan, aunque sabía que lo más probable es que se lo fuera a contar de todas formas.
Los chicos hicieron ejercicios con sus respectivos pokémon. Corrieron alrededor del campo de batalla, entrenaron la precisión, los reflejos, la fuerza, la concentración. Todo mediante pequeños ejercicios en los que empleaban los recursos a su alrededor para mejorar.
Una vez terminados los calentamientos técnicos empezaron los combates. Kredan empezó usando a Binks. Celsius sacó a Servy, sabía que era el que necesitaba más entrenamiento.
K - Lo más importante es algo que tu mismo ya sabes, analizar el terreno en el que combates. La última vez usaste muy bien a tu favor el escenario en el que transcurrió la batalla, pero confiaste mucho en las mismas estrategias. Un buen entrenador ha de desarrollar nuevas estrategias en el transcurso de la batalla, y aunque te diga esto, es probablemente tu punto fuerte. Si consigues desarrollar aún más tu potencial en ese aspecto podrás sortear obstáculos de gran envergadura sin mucho problema.
C - ¡Vaya! Gracias. - dijo algo sonrojado.
K - No te confíes solo por eso. Otro punto muy importante es analizar el pokémon del rival. Algunas veces has pecado de no tener demasiada idea de a qué te enfrentas, es lógico que te suceda, pocas personas son capaces de memorizar todos los pokémon que se conocen hasta el día de hoy, sus características más destacables y que tipo de movimientos pueden usar. Pero es importante intentarlo. Ayer cuando enfrentaste a Terad dejaste que Simipour ganara mucho ataque especial y dejaste caer a Lapras en vano. Si hubieses hecho un cambio en ese momento podrías haber acabado con su racha fácilmente.
C - Ya, pero el también pudo cambiar… ¡Claro! Al entrar en la pokeball perdería la subida de poder… Lo entiendo.
K - Dicho esto, empecemos a pelear.
Binks levantó rápidamente Reflejo y Pantalla Luz. El daño que iba a recibir por parte de Servy no sería mucho. Kredan jugó a una batalla de resistencia. Binks mermaba a Servy poco a poco con Poder Pasado y Fuerza Lunar y cuando sus movimientos defensivos dejaban de tener efecto los volvía a usar. Poco a poco Servy se adaptaba a los movimientos de Binks, la batalla duró veinte minutos, Celsius iba cediendo poco a poco al estrés de aquella pelea constante sin apenas resultado. Así pues dejó de lado su estrategia inicial y cambió a Lapras. Kredan no dejó que aprovechara su ventaja de tipos, rápidamente cambió a Yami. Pero Yami se lanzó corriendo a la cabeza de Kredan y empezó a jugar con su pelo.
K - ¡Vamos Yami! Deja eso, luego puedes jugar con mi pelo si quieres, pero ahora vamos a enfocarnos en la batalla. - El pokémon algo deprimido fue al campo de batalla.
Lapras era un pokémon poderoso, lleno de confianza en sus capacidades. Sus ojos siempre eran desafiantes, parecía disfrutar de los retos, había nacido para luchar contra las adversidades.
Yami no esperó a que su rival moviera ficha, se lanzó hacia Lapras, lanzó Fuego Fatuo reaccionando al grito de su entrenador. Lapras no lo pudo esquivar y terminó quemado. No afectaba del todo a Lapras ya que daba uso de su ataque especial para golpear. Sin esperar ni un segundo Celsius ya le había dictado su siguiente movimiento. Lanzó Rayo Hielo directo a Yami, este no pudo esquivarlo. Pero era un pokémon muy osado, resistía cualquier golpe sin apenas tambalearse. Casi sin respirar ya le estaba lanzando Infortunio a Lapras. Su máscara brilló con un intenso color morado, y de sus pequeños brazos llamas del mismo color emergían sin parar. Celsius sabía que no sería bueno recibir aquel ataque, intentó contrarrestarlo con Hidrobomba, pero Yami lanzó su movimiento por ambos flancos, el cuerpo de Lapras ardió en llamas violetas y azules, pero no se había debilitado, seguía en pie. En cambio Yami había recibido de lleno el Hidrobomba de Lapras y había quedado fuera de combate. Kredan lo devolvió a su pokeball.
K - Muy bien. Vamos a ir con todo. - Lanzó un silbido al aire.
Noivern volaba con mucho entusiasmo sobre el campo de batalla, al oír el silbido de su entrenador ejecutó algunas piruetas, elevándose aún más en el cielo y dejándose caer en picado. Justo antes de llegar al suelo abrió sus alas y de un solo golpe frenó levantando una enorme cantidad de viento en todo el campo de batalla.
K - Vamos Noivern, demostremos quienes son los reyes aquí. - Dijo confiado.
C - No te olvides que peleas contra un prodigioso investigador. - Sonrió también con mucha confianza.
Noivern era mucho más rápido que Lapras, en tan sólo unas milésimas de segundo le lanzó Pulso Umbrío a Lapras, que fue incapaz de contrarrestarlo y quedó fuera de combate.
C - Bien hecho. Vamos con el siguiente.
Servy volvió a la batalla, Celsius lo sacó aún cuando sabía que no sería capaz de hacer demasiado. Servy no se había enfrentado a un pokémon tan grande jamás y quedó muy impactado al ver la enorme silueta de Noivern. A pesar de eso no se amedrentó.
K - Noivern vuela alto.
El dragón negro empezó a volar por encima del terreno de batalla. Sin ejecutar ningún movimiento. Celsius sabía que Kredan lo probaba. Y iba a demostrar que podía con el reto.
C - Servy, usa látigo cepa para impulsarte con los árboles.
El pokémon se agarró en los árboles que tenía más cerca, se lanzó de uno a otro y cuando estuvo cerca de Noivern se impulsó verticalmente hacia el cielo. La cola de Servy se iluminó al ir en dirección a Noivern, Kredan se dio cuenta de que era el movimiento Hoja Aguda, Celsius también y le ordenó golpear a Noivern con su nuevo movimiento. Noivern lo esquivó fácilmente. El pequeño Servy empezó a caer desde aquella gran altura, pero no parecía estar en pánico, parecía esperar alguna idea de su entrenador, lo miraba, expectante.
< Que puedo hacer, Malicioso, Hoja Aguda, Látigo Cepa…> Celsius buscaba entre sus posibilidades. Sus ojos se movian rápidos por el campo, buscaba la solución a aquella caída que dañaría gravemente a Servy. Pronto encontró respuesta a sus preguntas.
C - ¡Servy! Espera el último momento y golpea con Látigo Cepa el suelo, impúlsate hacia adelante con ellos.
El pokémon recibió alto y claro el mensaje, del cuello de Servy asomaban los pequeños látigos, esperando el momento exacto para golpear. Y a pocos metros del suelo los alargó y movió su cabeza hacia adelante mientras lanzaba el movimiento hacia el suelo. Golpeó con éxito el suelo y aprovechó la fuerza para girar y amortiguar el impacto.
Kredan no daba crédito, la sincronía entre Celsius y Servy era extraordinária. No podía evitar emocionarse.
K - Noivern, lanza ráfagas de viento, no dejes que suba con tranquilidad la próxima vez.
Noivern empezó a aletear con fuerza en la dirección de Servy, que por su ligereza se veía arrastrado con facilidad por el viento. Pero Celisus no se iba a detener por un poco de viento. Recurrieron a la misma estratégia de antes, y para luchar contra el viento de Noivern añadieron un poco de movimiento. Cuando se había posicionado bajo su rival Servy volvió a lanzarse con sus dos látigos, pero esta vez lo hizo mientras rodaba, usando Hoja aguda en su cola, cortando así el aire y la resistencia que le impedía saltar. Servy logró golpear a Noivern una vez. Después de eso Kredan se puso serio y con Vendaval lo dejó fuera de combate.
C - Muy bien, vamos con Raida.
Raida era el último pokémon de Celsius. Kredan cambió a Noivern por Binks. El pequeño Binks levantó una Pantalla Luz para evitar daños de Raida. El pokémon de Celsius no tenía muchos movimientos con los que vencer a Binks, así que decidió asediarlo con tantos Rayos como fuesen necesarios. De nuevo fue una batalla de resistencia, Binks logró dos o tres golpes certeros sobre Raida, que se movía rápido por el campo de batalla. A pesar de su resisténcia, Binks terminó perdiendo, pero lanzó una última Pantalla Luz para proteger a Noivern.
La batalla final fue entre Noivern y Raida. Ambos pokémon eran veloces, Noivern apenas había recibido daño de Servy y Raida estaba algo malherido por los movimientos de Binks.
C - Este es el tipo de escenario donde quiero estar Kredan. - Dijo gritando.
K - Te veo muy motivado, espero que te mantengas así de firme siempre. - Lo desafió.
Celsius hizo un gesto a Raida, el pokémon lo entendió, Kredan esperaba con ansias lo que iba a llegar.
C - ¡Alcanza la velocidad de la luz, alzate por encima de tus enemigos, ruge con la fuerza de un trueno! ¡Mega Evoluciona! - Una luz blanca salió de la piedra que Celsius llevaba en su gorra y una luz arcoíris salió del collar de Raida. Se mezclaron cambiando la forma de Raida.
Allí estaba, la esperada mega evolución de Raida. Kredan se había emocionado enormemente al verlo. Sentía que por fin iba a poder enfrentarse a un verdadero reto.
C - ¡Raida, usa Rayo! - Gritó rezando para que su compañero le hiciese caso.
El pokémon lo miró fijamente, sonrió y se lanzó sobre Noivern sin pensarlo dos veces, pero esta vez haciendo caso de su entrenador.
K - Veo que por fin os entendéis. Si es así entonces no voy a dejaros respirar ni un poco.
Noivern esquivó con dificultad el movimiento, se posicionó sobre Raida y lanzó Pulso Umbrío. La oscura onda que salió del cuerpo de Noivern impactó sobre Raida. Pero este no se iba a detener. Se siguió moviendo más y más rápido. Celsius tenía claro que su mejor opción era presionar a Noivern desde varios ángulos con Rayo. Raida siguió la orden. Kredan y Noivern eran presionados por segunda vez de mano de aquella pareja entrenador-pokémon. Noivern lanzó Vendaval, aquel vendaval oscuro que arrasaba con todo. Golpeó a Raida pero se impulsó sobre un árbol para acortar distancias con Noivern que fue alcanzado por un Rayo. Su potencia era increíble, pero no iba a ceder. De nuevo lanzó Pulso Umbrío y Raida contraatacó con Rayo de nuevo. Ambos pokémon recibieron el movimiento del rival. Ambos cayeron debilitados.
Raida volvió a su estado normal, a pesar de que había terminado ambos levantaron la mirada, no querían ceder, pero sus entrenadores sabían que ya era suficiente. El resto del día descansaron.
Se pasaron toda la semana entrenando como locos para que Celsius fuese capaz de vencer a Terad.
El día había llegado, hacía calor, los chicos llevaban horas despiertos, habían calentado un poco antes de que llegara su oponente.
Terad llegó al fin. Se demoró un poco, pero no se disculpó por ello, era orgulloso.
C - Quiero pedir algo esta vez. - Dijo sin tan siquiera saludar.
T - Que pasa, no quieres que use a Virizion porque te da miedo perder. ¿Verdad? - Se rió.
C - Lo contrario, quiero un combate uno contra uno y quiero que uses a Virizion.
T - Entonces esta vez supongo que usarás la mega piedra. De acuerdo, vamos a ello sin más precedentes.
Terad se posicionó en uno de los lados del campo. Celsius ya lo esperaba en el otro. Kredan se sentó a mirar cómo transcurría la batalla en uno de los bancos de piedra que rodeaban el lugar. Unos pocos niños y otros entrenadores se acercaron a ver la batalla. La mayoría personas que se habían quedado por allí con tal de ver otra vez a Virizion después de cinco días. Sin duda había generado expectación.
Virizión salió a pelear, por el lado de Celsius Servy era la elección.
T - ¿Intentas reírte de mí? - Gritó indignado.
C - En absoluto, además no deberías tener problemas para enfrentarte a mi recién evolucionado Servine. ¿O es que tienes miedo? - Sonrió.
T - ¿¡ De verdad !? No me tomes el pelo, si no me dura más de un movimiento exijo que uses a tu Manectric.
C - Como quieras, vamos a ir empezando.
Virizion miraba altanero a Servy, pero el pokémon de Celsius no se dejaba intimidar, todo lo contrario, parecía tener muchas ganas de enfrentar a aquel pokémon legendario. Y su entrenador estaba tan excitado como él.
La batalla dio comienzo. Virizion empezó de nuevo con Espada Santa. Servy lanzó uno de sus látigos a uno de los árboles de detrás para poder evitar el golpe, que dejó una marca profunda en el suelo.
C - ¡Servy acércate a él con tu Látigo Cepa y gira!
El pokémon empezó a lanzarse de un lado a otro por el campo Virizion lo seguía con la mirada. No recibía órdenes de su entrenador. Servy se lanzó sin más hacia él y cuando estuvo al lado usó Hoja Aguda. Virizion no sufrió prácticamente daño.
T - ¿Eso es todo lo que tienes? No me hace falta decir nada para que mi pokémon gane esta batalla. - Se sentó en el suelo a ver cómo se desarrollaba el combate.
Virizion se abalanzó sobre Servy usando Hoja Aguda, que aparecía a los lados de su cabeza, como dos grandes cuernos afilados. Al estar tan expuesto después de su ataque no pudo evitar recibirlo. Con un solo golpe y poco eficaz la batalla estaba casi decidida. Servy había quedado contra las cuerdas en un momento. Virizion esperó al siguiente movimiento de su contrincante, lo menospreciaba, se podía ver en su forma de hacer.
C - ¡Vamos con el plan Servy!
El pokémon volvió a usar el entorno a su favor, pero esta vez empezó a elevarse. Virizion simplemente lo seguía con la mirada. Esperaba a tenerlo a tiro de nuevo para acabarlo con su propio ataque. Pero tanto él como su entrenador estaban equivocados si pensaban que seguirían sin hacer cambios. El pequeño pokémon empezó a girar mientras subía cada vez más alto y cuando llegó a estar por encima de la copa de los árboles aumentó su velocidad de giro a la vez que se impulsaba hacia su objetivo, esta vez ejecutando Golpe Aéreo. Las hojas de su cola se alargaron y se volvieron de un color azul celeste muy intenso. Se había vuelto una hoja circular que se abalanzaba a toda velocidad. Virizion se dio cuenta del peligro y su entrenador le dio un grito, pero era demasiado rápido. Cortando ramas a su paso y arremolinando el viento a su alrededor Servy golpeó con fuerza a Virizion que se vio gravemente afectado por el movimiento de aquel pokémon que parecía tan inofensivo.
C - ¡Lo tenemos! ¡No dejes de moverte Servy! - gritó emocionado.
T - Maldito idiota. Virizion Agilidad.
La velocidad de Virizion aumentó drásticamente, seguido de esto el pokémon empezó a arremeter usando Hoja Aguda contra los arboles que quedaban hechos pedazos a su paso. Servy huía tan rápido como era capaz de aquella estrategia desesperada.
C - No podemos parar ahora. Sube alto Servy, ¡Salta al cielo!
El pequeño Servine de Celsius saltó igual que cuando peleó con Noivern, pero esta vez ya estaba girando en el aire.
C - ¡Usa tu cuerpo y tus látigos para aumentar tu velocidad de giro!
Con un látigo por delante y el otro por detrás empezó a aumentar la velocidad de la fuerza centrífuga. Se había convertido en una enorme hélice verde. Virizion aceptó el reto. Terad lo vio y le gritó su siguiente movimiento, Espada Santa. Una hoja enorme apareció en su cabeza, Virizion saltó para acortar la distancia que recorrería Servy y así disminuir el poder de su siguiente movimiento. A pesar de eso sus giros eran cada vez más y más rápidos. Cuando estaba a punto de llegar al punto de impacto retiró ambos látigos y ejecutó de nuevo Golpe Aéreo.
Ambos pokémon salieron despedidos. El resultado estaba por salir a la luz pronto.
Kredan llevaba rato de pie, todo el mundo allí estaba emocionadísimo, unos animaban a Terad otros se decantaron por la valentía de Celsius.
Pero el resultado era claro, Virizion seguía en pie, a pesar de que casi no tenía fuerza para ello y por su lado Servy no podía mover ni un solo músculo.
La gente gritó, hubo aplausos por todos lados, a medida que se había sucedido la pelea se había agrupado aún más gente y todos se habían vuelto locos al ver aquel espectáculo. Un buen grupo de gente empezó a vitorear a ambos entrenadores.
C - Un trato es un trato, si quieres usaré a Raida. Pero creo que no te conviene.
T - Nos sobra energía para vencerte. Adelante, ven con todo lo que tienes. - Se había encendido totalmente.
Celsius no pudo rechazar aquellos sentimientos, además realmente sentía ganas de seguir peleando, tenía ganas de seguir poniendo a prueba su voluntad y la de sus pokémon.
Raida salió al campo de batalla, sus ojos lo decían todo. Virizion estaba muy malherido pero siguió amenazante, incluso sonrió al ver el espíritu de batalla de Raida.
La batalla estaba a punto de empezar, pero alguien decidió detenerla, de la peor forma que se podía.
Un cañón de energía enorme impactó sobre una de las ramas del enorme árbol que daba nombre a aquel pueblo. La rama empezó a caer, algunos entrenadores dieron buen uso de las habilidades de sus pokémon para evitar que la rama cayera en la zona de las casas. Alrededor de treinta pokémon se coordinaron para desplazar aquella enorme rama fuera del área. A pesar de eso se temía por la vida de algunas personas y pokémon.
La gente empezó a preguntar de dónde venía aquel ataque, todos alzaron la mirada al cielo, allí estaba, como una pesadilla que no puedes sacar de tus sueños. Aferrándose a destruir todo lo que había en el camino de Kredan y Celsius. ¡Lugia y su entrenador!
Terad no tenía idea de lo que sucedía pero se había enfadado mucho y Celsius estaba en la misma situación.
¿? - ¡Jajaja! ¡Seguro que así vienes a por mi! - gritó el niño a lo lejos.