Seré claro: estos partidos, movimientos o candidatos populistas surgen cuando hay un gran desencanto con lo que tenemos ahora. Especialmente si dos alternativas se llegan a ver como cosas muy parecidas o hay una gran falta de liderazgo.
Cuando una persona ve que hacer siempre lo mismo (votar a la gente de siempre) no da resultados que le resulten tangibles, llega un momento en el que decide cambiar y apostar por ese que le está prometiendo que el estado se va a ocupar de su caso. Seamos sinceros, ¿a quién le importa un carajo que el IBEX suba o baje? ¿Cuántos de nosotros nos preocupamos por el cambio GBP:EUR:USD? Supongo que los que vivan de eso. Lo que nos preocupa es tener trabajo, poder ir seguros por la calle y llevar una vida digna. Si las cosas se tuercen, una respuesta normal es dejar de votar azul para pasar a votar rojo, o viceversa. Si resulta que el rojo se acaba pareciendo demasiado al azul y que sus líderes dan la impresión de ser candidatos azules, pueden pasar dos cosas: o bien la gente de partido rojo se harta y pone de candidato a un tío mucho más rojo o, al menos, que no se parezca en nada a nadie (hola, Jeremy Corbin, hola, Donald Trump) o bien ponen de candidato a alguien que parezca de siempre pero sea más joven y guapo (todos sabemos a quién me estoy refiriendo, aunque también sirve para François Hollande) para deshacerse de él cuando deje de serles útil. En este segundo caso es cuando suele aparecer un partido que dice que es el verdadero partido rojo porque el actual rojo se ha vuelto más bien rosita o morado.
Cuando esto que cuento arriba sucede, se acaba hablando de la casta, el bipartidismo, en contraposición al pueblo. ¿Qué es el pueblo? Nadie lo sabe, pero se insiste mucho en lo que no es. Ese 'anti-pueblo' acaba siendo cualquiera al que le vaya bien (políticos de esos partidos, grandes empresas, los inmigrantes en según qué casos, etc) y así es como tenemos el voto por el Brexit como una forma de rebelión contra las élites, el Frente Nacional de Francia, AfD, Die Linke, Syriza, Movimiento 5 Estrellas (Italia), Trump... Y, por qué no, Podemos y parte de la izquierda latinoamericana. Aunque los casos español y latino tengan muchas peculiaridades.
Hay populismo a ambos lados del espectro político. Aunque, debo confesarlo: nunca me ha terminado de gustar el eje izquierda-derecha...
Me gusta mucho el ejemplo de Roosevelt. Tenía experiencia previa (en el momento de ser elegido, era, de hecho, gobernador de New York) y un pasado bastante prístino. Sobrino de Teddy Roosevelt y con cualidades de liderazgo. Su adversario, Hoover, era un político competente al que le estalló la crisis y no estuvo a la altura. Roosevelt ganó en una avalancha, llevándose todos los estados salvo 5 o 6. Además, la candidatura era bastante sólida (Cactus Jack, el candidato a vicepresidente, era el speaker de la Cámara de Representantes). El resto, como suele decirse, es historia.