Capítulo 21: “Valor, agallas y honor (parte 2)”
El Enfurecido Infernape chillaba de ira al culminar el proceso evolutivo. Benjamin, más calmado comandó:
-¡Puño Trueno!
Infernape se aproximó velozmente a Shyer, pero este último pudo esquivar el ataque por poco. William estaba asustado, a él no le gustaba que las batallas se tornaran tan violentas. La imagen de Pablo enfurecido volvió a su cabeza distrayéndolo del combate.
-¡Ultrapuño! –Indicó Benjamín.
Shyer se elevó más para esquivar el ataque, el mismo pokémon empezó a inquietarse porque su entrenador no le daba órdenes. William se arrodilló en el piso, paralizado del miedo, en la cabeza de William no entraba que el mundo estuviese repleto de tanta maldad. Exequia, Pablo y ahora todo lo referente a Benjamín y su padre, William no lo entendía.
-¡Veo que al único que le queda su honor es a tu compañero! ¡Ja, ja,ja! –Exclamó Benjamín -¡Infernape, rostízalo con Envite Ígneo!
Infernape se arropó entre llamas intensas. El pokémon se impulsó hacia Shyer, el cual, solamente revoloteaba de la desesperación.
-¡William! –Gritó desesperadamente Natasha - ¡No has hecho nada! ¡No dejes a Shyer solo! ¡Tú tienes más honor que él, porque te preocupas por los demás!
A William le llegaron las palabras de su amiga. William rápidamente comandó a Shyer desplazarse aún más hacia atrás. Esto causó que Infernape chocará con una de las vigas del techo.
-¡Esto hará u daño adicional a Infernape por el uso de Envite Ígneo! –Declaró William -¡Shyer, Ataque del Ala!
Shyer se abalanzó elegantemente hacia Infernape, asestándole un poderoso golpe. William sonrió de orgullo y culminó dicendo:
-¡Mi honor está en los demás! Tu padre no perdió su honor, el que lo hizo… ¡Fuiste tú, Benjamín!
Benjamín se quedó perplejo ante la declaración de William. El líder se percató que su rencor e ira no estaba justificada en William. Benjamín estaba lleno de miedos, los cuales llegaron a Infernape, que generaron su descontrol. Infernape se lenvantó y se abalanzó hacia William con un Puño Trueno, pero Benjamín saltó hasta donde estaba Infernape, recibiendo el golpe en el abdomen.
Benjamín abrazó con cierta dificultad, debido a la parálisis generada por el ataque, a Infernape y empezó a llorar, esto causó que Infernape se calmara y que las llamas de su cabeza se apaciguaran. Todos los presentes se movilizaron rápidamente para llevar a Benjamín al hospital. William y Natasha asistieron y acompañaron a Benjamín, junto con su Sensei e Infernape.
Benjamín sufrió varias fracturas, principalmente en sus costillas. William estaba sumamente consternado por lo sucedido que, le apenaba hablar sobre el combate. Benjamín, ya en la habitación del hospital le dijo a William:
-William, has demostrado tener: valor, agallas y honor… Por eso te doy la medalla del gimnasio del Consejo: la Medalla Honor… Mi padre hubiese quedado realmente encantado contigo… por ahora no podré dedicarme ni a las batallas, ni mucho menos al entrenamiento físico. Gracias por todo muchachos, espero verlos haciendo grandes cosas.
William y Natasha prosiguieron con sus planes en la ciudad. Los muchachos estaban sentados en un café del sitio. Natasha se había enterado que el concurso de la ciudad se realizaría al día siguiente. La muchacha le pidió a William que la acompañase, lo cual este no dudo en aceptar. Como les quedaba la noche libre, decidieron charlar y ver televisión en el Lobby del centro pokémon. Habían convenido que la mañana siguiente irían al famosísimo mercado callejero del poblado, ya que el concurso sería en la noche de ese día.
Los jóvenes hablaron hasta no muy tarde sobre lo que les había ocurrido y de otras cosas que no se alejaban de ser frivolidades. William, ya en su cuarto acostado, con Darky al lado, como acostumbró a hacer desde que lo conoció, pensaba que debía ser más fuerte, que no podía seguir teniendo más miedo. El mundo era cruel y por eso no podía ser un debilucho.
Al día siguiente, los jóvenes se encontraron en el lobby. Ellos decidieron dirigirse al mercado inmediatamente, ya que Natasha había oído que se darían rebajas ese mismo día. Natasha es de ese tipo de muchachas que no dudan en aprovechar ofertas y, mucho menos, que les nieguen disfrutarlas, así que prácticamente arrastró a William hasta el mercado, perseguidos por un Darky que se reía de su entrenador sometido.
El mercado era un lugar cerca del domo de concursos pokémon, que disponía de múltiples puestos de vendedores, los cuales ofrecían productos de diversa variedad y de todo el mundo. El lugar estaba repleto de compradores ansiosos por obtener gran diversidad de objetos, que en su mayoría, era innecesarios. Natasha corría halando a William por toda la vía, el cual chocaba con la gente que se trasladaba a su alrededor.
Cuando Natasha paró en un puesto de una vendedora de bayas especiales para pokécubos, William se percató que Darky no estaba con ellos y, preocupado, corrió en su búsqueda. Para su sorpresa, después de recorrido un rato el lugar, halló a Darky con, nada más y nada menos que: ¡Paola!
-Hola William… -Dijo Paola impactada –Este debe ser Darky, se acercó muy emocionado cuando me vio.
-¿En verdad? –Preguntó William capciosamente –Darky, recuerda que no te puedes separar de mí así, ¡Me iba dando algo!
William volteó y se quedó mirando fijamente a Paola, así estuvieron unos segundos los dos, aún no olvidaban lo ocurrido con Beedrill y Fuzzy. En el acto apareció Natasha que, muy contenta, abrazó a Paola y empezó a hablar con ella sobre su viaje y lo que habían experimentado desde entonces. William terminó sentado en un banco cerca del mercado, aburrido, esperando que las muchachas terminaran con las compras para poder ir a almorzar.
Darky prefirió acompañar a las muchachas, por algún motivo, sentía gran afecto por Paola. Llegada la hora del almuerzo las muchachas y Darky aparecieron con muchas bolsas con objetos que compraron las muchachas. William no entendía, cómo iban a hacer con tanto cachivache. Los jóvenes almorzaron en el centro pokémon, ya que Paola estaba cansada, debido a que recién llegaba a la ciudad.
William y Natasha se enteraron que Paola también pensaba competir en el concurso pokémon de la ciudad. Ante esta afirmación Natasha comentó:
-¡Bueno, entonces ahora seremos rivales!
Paola desconocía que Natasha competía también, y esto, la motivo más a competir. William aúne estaba confundido con todo el tema relacionado a los concursos. Las muchachas decidieron explicarle:
-En los concursos, en vez de demostrar tu habilidad en combate, muestras tu talento en escena –Comenzó Paola.
-Verdaderamente, tienes que hacer que tus pokémon se luzcan por encima de los demás –Añadió Paola – Primero se comienza con una ronda de demostración.
-En dicha ronda, los pokémon combinan sus ataques para mostrar un gran espectáculo –Explicó Paola.
-Los ocho mejores actos, pasarán a la siguiente ronda: Las combates escénicos –Dijo Natasha.
-En ellos, se da una especie de torneo de eliminatoria, donde los pokémon combaten, pero deben mostrar elegancia, talento y estilo, sino irán perdiendo puntos y serán descalificados –Señaló Paola.
-La forma de ganar es: O descalifican a tu oponente o le ganas en el combate, debilitando a sus pokémon.
William estaba intrigado ante ello. De todas formas, a él le gustaban las batallas y eso él prefería dejarlo así, además tenía bien planteadas sus metas. Llegado el atardecer, los muchachos se desplazaron al domo de concursos, donde las coordinadoras participarían. William se ubicó en las tribunas junto con el resto de los espectadores. William había decidido que Shyer observará el concurso, ya que podría divertirle. El escenario estaba rodeado por las tribunas y superiormente se disponía el domo de cristal del lugar. Los coordinadores saldrían de una plataforma móvil que surgía del centro del escenario.
Los participantes se ubicaban en camerinos individuales, esperando su turno en la primera ronda, tanto Natasha como Paola estaban nerviosas, era su primer concurso. Desde el camerino podían observar las demás presentaciones desde un televisor. En total era veinte concursantes, Paola era el número cinco y Natasha la número doce. En un momento dado la animadora del concurso, surgió del centro del escenario:
-¡Bienvenidos sean todos al Concurso de Ciudad El Consejo! –Exclamó la animadora -¡Una selección de coordinadores nos presentarán el carisma, encanto y elegancia de sus pokémon! ¡Preparen sus manos para recibir con un fuerte aplauso a los jueces que recibimos este día! –Dijo señalando a los jueces ubicados en un balcón destapado por encima de las tribunas. ¡La enfermera Joey del centro pokémon del Consejo! ¡El alcalde de Maracay! Y ¡El presidente del club de fans de pokémon de esta ciudad!
William estaba impactado de ver al alcalde ese día. En cierta forma se alegró por Natasha, pero se preocupó por Paola. William quería que ganaran ambas, pero sabía que no era posible. Parece ser que los alcaldes de las capitales de los estados, que, a su vez fungen como gobernadores del estado, deben presentarse en los concursos que se den un su jurisdicción.
-¡Ahora presentamos a nuestra primera concursante! ¡Ella nació en esta ciudad, y no sólo eso, sino que es una verdadera estrella! –Dijo la animadora -¡Ella es Vanessa, la supermodelo venezolana!
El público rompió en alabanzas y gritos de sus fanáticos. Natasha estaba conmocionada desde su camerino, no se imaginaba que Vanessa, era coordinadora. Vanessa surgió con una pose alusiva a su profesión y con una pokéball en su mano. Ella saludó al público, el cual enloqueció más, y exclamó:
-¡Da tu mejor pose! ¡Mi mejor compañera! ¡Glaceon!
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