Capítulo 4. Resurgimiento.
Pasaron dos horas desde el incidente en Ciudad Porcelana. Eran ya las once de la mañana, el tráfico vehicular cortado por el cerco de la policía en muchas calles, causando muchos embotellamientos y estrés en los ciudadanos, aunado con el calor causado por el sol del medio día, helicópteros de seguridad sobrevolando la ciudad en busca de movimientos sospechosos, y Rangers vigilando los muelles y cualquier acceso al exterior. Mientras tanto, Handsome se encontraba con Liza, Rizzo y Matís en una sala de interrogatorio de la comisaría de Porcelana, lugar donde había mucho movimiento de los oficiales debido al incidente de antes, todos haciendo lo suyo en sus respectivos puestos, con la tensión y nervios presentes en cada uno. La sala de interrogatorio era simple: muros grises sin brechas, una ventana polarizada donde al otro lado podían observar los detectives al presunto culpable, una puerta metálica que conducía hacia la zona detrás de la ventana, focos de luz blanca cilíndricos en el techo, una mesa rectangular con cuatro sillas repartidas a lo largo, donde se encontraban sentados Handsome y los jóvenes entrenadores. El agente llevó a ese lugar a los protagonistas para darles toda la información que la INTERPOL disponía hasta entonces, antes de ir directo al grano dejó que sus invitados curaran a sus Pokémon heridos con medicinas, y luego comenzaron la reunión.
- No hay tiempo, no sabemos el próximo movimiento del Team Chaos, así que haremos esto rápido. – dijo Handsome, dejando sobre la mesa un portafolios abierto con documentos en su interior.
- Bien, adelante. – respondió Liza, cruzando la pierna derecha con la izquierda y recargándose en el respaldo de la silla blanca plástica.
- Empezaré primeramente con el asunto de los híbridos. – comenzó a explicar Handsome, con los dedos de las manos entrelazados y sus brazos apoyados sobre la mesa. - Bien, lo que sospechaban es verdad, los científicos del Team Chaos lograron de alguna manera fusionar ambos ADN, humano y pokémon, dotando al sujeto de habilidades, poderes y apariencia de los genes del pokémon que se le extrajo la cadena. No lo creíamos al principio, pero la fuente de la noticia era más que fiable, y ahora que los hemos visto con nuestros propios ojos…
- Espere. ¿Esto ya lleva tiempo? ¿De qué fuente vino la noticia? – interrumpió Matís.
- Esto solo poca gente lo sabe. Hace tres días, después de que Kanto expulsara al Team Chaos de dicha región, los líderes mundiales decidieron lanzar una ofensiva contra la guarida de estos criminales, Kanto iba a ser el primero en atacar y así lo hizo, mandando a una parte de su flota marina y de la fuerza aérea. – explicó Handsome, sacando del portafolios algunos documentos que mostraban la autorización de ataque, en realidad siendo copias de los textos originales.
- ¿Qué pasó después? – preguntó Rizzo, leyendo los documentos.
- Fue un fracaso, toda la tropa enviada fue destruida casi por completo, a causa de seres similares al que vi en el muelle. Posiblemente algunos fueron capturados, pero no lo sabemos. Ahora. ¿Cómo sabemos lo que sucedió? Escaparon dos entrenadores, Red y Blue, seguro que han escuchado sobre ellos: los eternos rivales y los más fieros entrenadores de Kanto. Ellos fueron testigos de lo sucedido, pues participaron en el asalto, y luego fueron forzados a huir. Esto que les estoy diciendo no salió a la luz pública, de lo contrario todos entrarían en pánico. – explicó Handsome.
- Ya veo, aunque algo no cuadra. Hasta ahora el Team Chaos no ha actuado como lo hizo ahora. ¿Qué tendrán en mente? – dijo Matís, sin saber la respuesta.
- Suponemos que, debido a las constantes derrotas que han sufrido, y el mantener sus operaciones y soldados activos, han quedado en bancarrota, y posiblemente utilizaron lo último que les quedaba para hacer realidad eso de la hibridación. Robaron una cantidad enorme, se estima que lo suficiente como para mantenerse por un año. Creemos también que les servirá para crear más de esas bestias. – explicó Handsome.
- Si son capaces de lograr algo así quiere decir que tienen científicos muy bien preparados, podrían lograr más cosas que no nos imaginamos. Si esto sigue así, acumularán más poder y se nos irá de las manos. – dijo Rizzo, devolviendo los papeles sobre la mesa.
- Si, por eso también los traje aquí. Necesitaremos toda la ayuda necesaria para hacer frente a este enemigo, los necesitamos a ustedes, los mejores entrenadores de esta región. – dijo Handsome, recogiendo su portafolio junto con los documentos. – Esto ya no es sobre policías y ladrones, esto ya es una guerra; claro, esto no lo decidimos nosotros, si no desean participar, pues adelante.
- Bueno, creo que es obvia nuestra respuesta. Esto tiene pinta de ser más serio que aquella vez con el Equipo Plasma, tenemos que frenarlos a como dé lugar. – respondió Liza, levantándose de su asiento.
- Rizzo y yo estamos con ella. – contestó Matís, hablando por su amigo.
- Muchas gracias, de verdad. – respondió Handsome, agradeciendo la ayuda de los tres entrenadores. Ahora escuchen, el consejo mundial está analizando la situación, y pronto se tomará una decisión de lo que se hará contra el Team Chaos; por ahora ustedes deberán viajar a Jhoto, en Ciudad Trigal.
- ¿Ciudad Trigal? ¿Qué hay ahí? – preguntó Rizzo.
- Como ustedes, también hemos recibido la confirmación de otros jóvenes entrenadores que quieren unirse a la lucha. Rojo y Blue, de Kanto; Gold y Silver, de Jhoto; Brendan y May, de Hoenn; Lucas y Barry, de Sinnoh; y por último Serena y Kalm, de Kalos. Seguramente los conocen a todos, junto a ustedes son los mejores entrenadores del planeta. Todos deberán encontrarse en Ciudad Trigal, y ahí Red les dirá toda la información que deseen conocer. – explicó Handsome.
- Él será nuestro jefe, ¿eh? – dijo Liza, mostrando poca sorpresa.
- La reunión será mañana, partirán todos a las seis de la mañana desde el avión federal 02 en Ciudad Loza, y llegarán a Ciudad Trigal alrededor de las doce del medio día. Este conflicto no se resolverá pronto, así que les sugiero que se despidan de sus familias, tienen todo lo que resta de este día para eso y descansar. Buena suerte. – dijo Handsome, levantándose y dirigiéndose a la salida, abandonando ese lugar junto a su maletín.
- Volveremos a desmantelar otra organización, igual que en los viejos tiempos. – comentó Matís.
- Si, pero con esos mutantes correremos un riesgo mayor. – respondió Liza.
- Como sea, Hadsome tiene razón, iré a casa a prepararme. Nos vemos. – dijo Rizzo, saliendo por la puerta.
- También yo. ¿Vienes, Liza? – preguntó Matís.
- Si, vamos. – respondió Liza, siguiendo a sus amigos.
Los tres salieron de la comisaría y emprendieron rumbo a sus hogares con ayuda de sus Pokémon que conocían Vuelo, en el camino Liza estaba pensativa por lo que estaba por suceder: ser partícipe de una guerra de escala mundial. Pero eso no era todo, había algo más en su cabeza, y era que entre ella y sus dos amigos faltaba uno más.
- Espero que sepas lo que está pasando, necesitaremos tu ayuda. Te veremos en Ciudad Trigal, N. – pensó Liza, recordando a su antiguo rival, quien fue alguna vez un títere de Ghetsis para pretender ser el líder del Equipo Plasma. Él y Liza se han reencontrado algunas pocas veces desde entonces.
Pasaron las horas, a las seis de la mañana, cuando el sol comenzó a mostrarse, los tres fueron al aeropuerto de Ciudad Loza, mismo cuyos hangares se encontraban llenos, y en las pistas despegaban y llegaban aeronaves de diversos tipos. Ambos abordaron el avión federal de Handsome, siendo este en el exterior blanco, con ventanas polarizadas, equipado con la mejor tecnología para viajar segura y rápidamente. En el interior era con capacidad para cien personas, y con muchos servicios a bordo como televisiones, cafetería, baños, asientos cómodos, etcétera. Cuando todos tomaron sus lugares, la torre de control del aeropuerto dio luz verde para despegar, y el avión partió directo a Johto.
El equipo prefirió ir a la cafetería, pues tenía una mesa redonda rodeada por un largo sillón de tela, bastante cómodo, y con una ventana detrás de ellos que daba vista al amanecer. Se sentaron, y luego ordenaron a la mesera que los atendía un plato de donuts para todos, y un café para cada uno. Mientras esperaban la orden, conversaban.
- Lo mejor de ser un avión federal, es que no tardaremos una eternidad en llegar a nuestro destino, y todo está de lujo. – dijo Matís, rompiendo el silencio.
- Claro, pero estar seis horas volando sin ningún entretenimiento... Aunque no importa, puedo dormir hasta que lleguemos. - replicó Liza, quien se encontraba somnolienta por haberse levantado más temprano de lo habitual.
- Por eso vine preparado, miren lo que encontré anoche. – dijo Rizzo, sacando un aparato morado de su bolsillo del pantalón.
- Eso es… ¿un Game Boy Advance? – preguntó Matís, reconociendo el diseño de la máquina.
- Un Game Boy Advance en buenas condiciones, lo encontré con mi juego favorito: “Galaxy Adventures: Fusion”. Trata de una cazarrecompensas espacial, llamada Aratroid, que debe destruir un parásito mimetizador, con el fin de que no acabe con la civilización de la galaxia. – explicó Rizzo, quien inmediatamente encendió la portátil y comenzó a jugar dicho juego. – Es muy bueno, pero me gusta más la precuela, donde Aratroid se enfrenta con Father Brain.
Liza bostezó y contestó. – Nunca tuve una de esas, solo una DS y un Wii, me la he pasado bien con esos.
- Je, yo también tengo un Wii, antes una Game Cube que regalé a mi hermana menor, y nada más. - respondió Matís.
Y así los tres continuaron conversando sobre videojuegos, estuvieron así hasta casi las doce del medio día, no hablando del mismo tema, sino de varios que salieron mientras platicaban. De esta manera el tiempo pareció recortarse.
A pocos minutos de su destino, del exterior un ser volador se acercó al avión. Este ser tenía forma humanoide, alas con plumas de color café oscuro, pelaje café claro, cabello de color rojo y amarillo, y garras en lugar de uñas, similar a un Pidgeot. Al estar cerca, vio el número tatuado en la aeronave, e inmediatamente supo que era un avión del gobierno, puesto que sólo esos y los del ejército están numerados. Tras eso, se alejó a un rumbo desconocido.
Mientras tanto, Liza y los demás habían arrasado con todos los donuts del plato, y terminaron su café, solo les quedaba esperar.
- No está mal lo que ofrecen en esta cafetería. – dijo Liza, relajándose en su asiento.
- Sólo probamos una cosa del menú, no sabemos cómo está lo demás. – respondió Rizzo, comiendo las migajas sobrantes que cayeron en la mesa.
En ese instante entró Handsome por la puerta, y saludó a los entrenadores.
- Buen día, solo vine a avisarles de que llegaremos a Ciudad Trigal en cinco minutos, y también espero que no haya habido problemas con el personal de este avión, o con sus instalaciones. – dijo Handsome.
- No hay problema, señor. – contestó Matís.
Justo en ese momento, las bocinas del avión se activaron desde la cabina del avión, pero no para dar un aviso cualquiera, sino un aviso de emergencia dirigido a Handsome y a los entrenadores.
- Habla el piloto Neil, algo anda mal, tratamos de abrir comunicación con el aeropuerto de Ciudad Trigal pero… - avisó el piloto interrumpiéndose a sí mismo, para luego reanudar. – Oh cielos, vengan aquí los cuatro, deben ver esto.
Handsome y los entrenadores fueron deprisa a la cabina, y quedaron atónitos al observar el escenario que se presenciaba desde el cristal. En el corazón de la ciudad se alzaba humo y fuego en muchos edificios, y también explosiones; inmediatamente los cuatro pensaron en el Team Chaos.
- ¡Imposible! ¡No pudieron recuperarse tan rápido como para reanudar sus ataques! – exclamó Handsome, quien se mostraba sorprendido y alarmado por el caos.
- ¡Debemos apresurarnos, por lo que se ve ya llevan un buen rato haciendo sus cosas! – dijo Rizzo impaciente.
De pronto, una criatura humanoide voladora de tez azul, con alas rojas en forma de cuchillas curvadas, y una cola, se aproximó al avión federal. Y habló consigo mismo.
- Este debe ser la aeronave que 578 debió haber detectado, sea quien sea que esté ahí, debe ser derribado. – dijo la criatura, que era un soldado Chaos modificado con genes de un Salamence. Con su brazo derecho apuntó al avión, y comenzó a producir una esfera de energía de color morada, un Pulso Dragón.
- Red debe estar luchando ahí, pronto nos… ¡OH DIOS! – dijo Matís, interrumpido por una explosión en la lateral derecha del avión que provocó una brecha, el aire comenzó a jalar todo en el interior hacia afuera, las alarmas de peligro resonaron, y los respiradores de emergencia se liberaron de cada asiento.
- ¡Nos atacan! – gritó Liza mientras se sostenía de la puerta, pues el aire la estaba jalando. Justo cuando ya estaba firmemente sostenida, vio en la brecha cómo el personal del avión salió despedido afuera. Pero no se quedó de brazos cruzados, pues con su brazo derecho sacó una Pokéball de su bolso. - ¡Maldición, no dejaré que mueran! ¡Ve, Sigilyph, sálvalos!
El Sigilyph de Liza fue a rescatar al personal que fue arrastrado por la corriente de aire, gracias a sus poderosos poderes psíquicos podría llevarlos a tierra, pues quedaba muy cerca, y así lo hizo. Por otro lado los pilotos trataron de elevar el avión que poco a poco estaba perdiendo altura.
- ¡Handsome, tenemos que saltar, o nos estrellaremos! – advirtió Rizzo. – Mi Braviary, y el Flygon y Unfezant de Matís podrán sostenernos a todos.
Handsome se quedó pensativo por un segundo, hasta que le dio la razón a Rizzo. – De acuerdo. ¡Señores, nos vamos ahora! – ordenó a los pilotos.
Handsome, los entrenadores, y los pilotos dejaron arrastrarse por el aire; Rizzo y Matís sacaron a sus respectivos Pokémon, y estos cargaron con todos en el aire, con el fin de aterrizar en la costa. Matís, quien se encontraba en el lomo de su Unfezant, volteó hacia el avión y observó una figura sobrevolando a su alrededor.
- ¡Eh! ¡Allá! – avisó Matís, señalando con su dedo a la figura.
Todos lo vieron, era la criatura que causó la brecha, y lo volvió a hacer pero ahora con ambas manos, volando el vehículo en mil pedazos. Pero no acabó ahí, el ser se dio cuenta del grupo que estaba en el aire, y fue tras ellos.
- ¡Ahí viene! – avisó Liza, quien la sostenía el Braviary de Rizzo con sus garras.
- Tiene forma humanoide, y de un Salamence. ¡Es un híbrido! – dijo Handsome al ver con detalle a la criatura, él se encontraba sostenido en las garras de Unfezant.
- ¡No podemos enfrentarlo ahora! ¿¡Qué haremos!? – preguntó Rizzo, alarmado.
- ¡Ya tengo mi cena! – exclamó la criatura.
El híbrido disparó varios Pulsos Dragón de sus manos con el fin de derribar al equipo, pero estos lograran esquivar los rayos con maniobras de emergencia. Aun quedaba unos metros para llegar a tierra, y el híbrido no dejaba de atacar.
- ¡No podemos seguir así! ¡Cada vez que dispara mejora su puntería! – dijo Rizzo, quien se encontraba en el lomo de Braviary.
- ¡Son míos! – dijo el híbrido, a punto de disparar otros dos Pulsos contra Flygon y Braviary, pero fue interrumpido por un ataque psíquico sorpresa que vino desde su lateral derecha, era el Sigilyph de Liza.
- ¡Lo hiciste, amigo! ¡Acaba con él! – comandó Liza, con la esperanza de regresar con él tras aterrizar en la costa.
- ¡Fuera de mi camino! – gritó el híbrido, a la vez que se abalanzó contra el ave psíquica.
Mientras Liza y los demás continuaban su rumbo, ambas criaturas comenzaron una batalla. El híbrido atacó con Garra Dragón, pero falló su golpe, y Sigilyph respondió con Psíquico, y con eso hirió levemente a su oponente. El enemigo contraatacó con Triturar, pues a pesar de tener mandíbula humana no le impedía usar ese ataque, y Sigilyph trató de detenerlo con Rayo Hielo, pero el híbrido lo evitó con un tonel y prosiguió su ataque, que fue bloqueado luego con Protección del ave psíquica. Luego, Sigilyph volvió a atacar con Rayo Hielo, y esto hirió seriamente al híbrido dragón/volador que cayó al agua salada, pero en unos segundos volvió a emerger.
- Ave endemoniada. ¡Muere! – dijo el híbrido, quien cargó todo su poder en sus manos y disparó una gran esfera al aire, misma que se disipó en muchas llamaradas. Era Cometa Draco, y era lo suficientemente potente como para atravesar la Protección de Sigilyph.
Antes de que las cometas impactaran con el ave de nazca, el Flygon y Unfezant de Matís destruyeron los proyectiles, y el Braviary de Rizzo atacó con Pájaro Osado al híbrido. El equipo llevó a los tripulantes y a Handsome a tierra, y regresaron a luchar contra el enemigo, ahora comandando a sus Pokémon desde el mar, gracias a la ayuda del Carracosta de Liza y el Samurott de Matís.
- ¡Maldita sea! – exclamó la criatura tras el golpe de Braviary.
- ¡Flygon, Pulso Dragón! – ordenó Matís a su dragón libélula.
El ataque de Flygon atravesó el cuerpo del enemigo, y este se hundió en el fondo del mar. Y para no perder tiempo, el trío fijó su rumbo a la ciudad, para enfrentarse de nuevo contra el Team Chaos, y muy posiblemente contra más híbridos.