Tardes interminables haciendo el gilipollas sólo interrumpidas por clases o evasión mental con los amigos. Noches acostado en la cama mirando al techo analizando mentalmente siempre lo mismo. Llevaba un tiempo bastante carcomido mentalmente y la verdad es que por muchas vueltas que le daba, no encontraba una explicación al vacío existente pese a tener una vida acomodada, carente de grandes lujos pero en absoluto humilde. El cerebro puede ser el peor enemigo de uno mismo cuando se revela contra ti. Lamentable pero también afortunadamente, el mío ya lo ha hecho. Soy de los que dicen primero las cosas buenas antes que las malas. Digo afortunadamente porque he conseguido quitarme esa nebulosa de la cabeza que no me dejaba pensar y ahora se ha aclarado un sentimiento que existía pero que yo mismo ignoraba y reprimía; craso error. Lamentablemente porque cualesquiera que sean las circunstancias, lo que pudiera pasar es imposible. Te quiero en mi vida, y te daría la mía, pero lo nuestro son como las trenzas del pelo, por mucha unión que tengan, al fin y al cabo siguen siendo mechones distintos. Hablo de distinción claramente porque... a mí no me gustan cosas que a ti te gustan y a mí me gustan cosas que tú odias. Pero más de eso, siempre he sido una persona esperpéntica, alguien que sentimentalmente es bastante irregular, inefable, incomprensible. No es una justificación, sino más bien, un intento bastante minimalista de sincerarme.
Quieres que te dé respuestas pero sabes que en estas circunstancias no podría hacerlo, o bueno... a lo mejor no sabes que en esta situación me es imposible, pero si supieras lo que "de veras sucede", comprenderías mi silencio relativo al respecto. No puedo ser un aliciente en tus decisiones, no activamente. Tienes a alguien a tu alrededor que te hace feliz, más de lo que podría hacerlo yo, al menos por ahora. Por eso, yo simplemente debo limitarme a alegrarme por ambos, porque una de las personas a quien más quiero es feliz con alguien a quien quiere y este amor parece ser correspondido. Así pues, se deduce que yo tan sólo una persona que se limita a comerse los mocos desde la sombra por si pudiera cambiar algo, en ti, en mí, que pudiera juntarnos. Pero ni aun así, aunque digan que la distancia une a las personas, mi relativa distancia contigo me corroe por dentro lentamente, saber que eres alguien a quien quiero que quizás nunca pueda abrazar, saber que eres alguien que posiblemente nunca se fije en mí con otros ojos, limitarme a comer helado dentro de la depresión de mi friendzone.
Parece que siempre estamos bromeando, que lo nuestro es una amistad más, como puede haber entre dos personas más de este vasto mundo. Pero mi corazón reacciona ante tu presencia, es como una droga, necesito una ración de verte al menos una vez al día aunque sean cinco minutos escasos, porque si no lo hago, con el paso de los días me siento invadido por la locura, dejo de pensar coherentemente y empiezo a hacer tonterías. Quien está contigo es alguien que seguramente te valore, ni comparación con el desdén con el que te había tratado, o más bien con indiferencia, una amistad más. En ese pasado tanta gente que te trató, y te menospreció, y aunque yo no hubiera sido tan interesado como ellos, lo cierto es que no te di el afecto que una persona como tú se merecía. No traté de hacer nada, no moví los hilos, me limité a pensar que las hormonas sólo es algo pasajero, cosas de jóvenes, pubertad o cualquier excusa apresurada que se pasara por mi mente que me convenciera a mí mismo de algo irreal. Pero no comprendía que el amor son mucho más que hormonas, electricidad, alma, espíritu o lo que demonios sea. El amor se siente, y se vive, independientemente de su origen porque es buscar algo en ninguna parte. No tendría sentido. Es algo que está ahí aunque sepas el origen, aunque no lo sepas. Por eso, aun a sabiendas de que descubriendo su origen no se irá, ¿por qué no disfrutar del sentimiento en lugar de obsesionarme por buscar su origen? Pues sí, me ha costado meses, años incluso en darme cuenta, pero por fin lo he hecho. Puede no ser fácil lo que me espera, pero si no lo intento, habré fracasado como persona. Por venderte una idea de mí equivocada, por decir relativamente alguien que no soy. Eres mucho para mí, y yo no sabía qué tan importante eras para mí. Debo repetirlo de nuevo, la verdad es que lo siento, lamento haber sido una persona que realmente no soy.
Pues eso... te quiero mucho.