Autor Tema: [FanFic] El pasado de Dusknoir (Mundo Misterioso)  (Leído 10242 veces)

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

Pyro

  • Ingeniero Pokémon
  • **
  • Mensajes: 1653
  • Karma: +1/-0
  • En caída libre hacia un éxtasis moderno
    • Ver Perfil
  • FC - 3DS: 1075-0783-6474

  • Total Badges: 33
    Badges: (View All)
    Nivel 6 Sexto aniversario Quinto aniversario
Re:[FanFic] El pasado de Dusknoir (Mundo Misterioso)
« Respuesta #20 en: 02 de Noviembre de 2014, 03:41:47 am »
Hola, fieles lectores. Bienvenidos un mes más a vuestra cita con "El pasado de Dusknoir". Sin más preámbulos, os dejo con el nuevo capítulo. Que lo disfrutéis :ook:

Capítulo 20. Vorágine (Segunda parte)

Tras cenar rápidamente, a pesar de la abundante comida que ingerí, los fundadores nos reunieron  a mis amigos y a mí en la Cámara del Sr. Crawdaunt

–Está bien, chicos. Como algunos ya sabéis, mañana iremos al lugar donde se esconde Darkrai, el Cráter Oscuro. Por lo que nos ha comentado Chatot, los pokémon que moran allí son muy agresivos, por lo que deberemos extremar las precauciones al máximo. En cuanto a los equipos en los que nos repartiremos...
–Discúlpeme, Sr. Crawdaunt –le interrumpí algo nervioso–, pero creo que lo mejor sería que cuanto menos pokémon fuéramos para allá, más seguro sería.  El mero hecho de que Darkrai no tema que podamos volver allí me hace creer que nos tiene preparada alguna jugarreta de las suyas
–Podría ser, pero no creo que sea tan valiente como para atacarnos a todos a la vez.
–Valiente no, pero si es lo suficientemente perverso como para intentar que nos ataquemos los unos a los otros, para luego rematarnos él –dijo Celebi con vehemencia
–Si tú lo dices, Celebi... En fin, supongo que esto esta en vuestras manos, Equipo Aura. Hablad con Chatot para...
–El equipo Aura no va a participar en esta expedición, Sr. Crawdaunt. De hecho, tenía pensado que fuésemos el Sabio Chatot, Floatzel y yo solos al Cráter Oscuro. Y voy con ellos sólo porque necesitaré a alguien que conozca la zona para no ir a ciegas hacia la boca del lobo.
–P...Pero, Duskull, ¿como permites que tus amigos no te acompañen en esta misión tan importante? –cuestionó el Sabio Chatot bastante nervioso
–Ellos van a investigar otras cosas con Celebi mientras yo salgo a explorar con usted. Aparte de que, aunque quisieran venir, no podríamos ir todos en un mismo equipo
–Pero si es por eso, no te preocupes. Floatzel y yo os podemos decir por donde ir de forma segura. Esta aventura debe ser vuestra, equipo Aura....
–Está decidido, Maestro Chatot –comentó Treecko– Creemos que, en este caso, es mejor que exploremos varias alternativas, por si alguna de ellas falla.
–Esa es la mentalidad del buen explorador, ¡sísísí! –añadió el Maestro Bibarel antes de que Chatot pudiera seguir replicando– A mí no me parece tan mal, Chatot. Es más, es mejor que tu idea de ir todos a por Darkrai. Nos conviene no mostrar todas nuestras cartas, y guardarnos un par de ases bajo la manga por si acaso
–Pero, pero... –comenzó a hablar el Sabio– Vale, está bien, pero que conste que no termina de convencerme la idea
–Entonces, decidido. Chatot y Duskull, junto a Floatzel, partirán mañana hacia la guarida de Darkrai, mientras que el resto el equipo Aura realizará una investigación por su cuenta. Dicho esto, podemos...
–Perdón por la interrupción –dijo la tierna voz de una recién aparecida Srta. Gardevoir– Pero me gustaría acompañar a Duskull y a Chatot en su expedición. Necesito comprobar si mi hija y Gallade están bien, necesito –dijo entre lágrimas– verles, aunque sea por última vez.
–Lo entendemos, Gardevoir, pero no creo que sea lo más...
–De acuerdo, puede venir con nosotros, Srta. Gardevoir –interrumpí al Maestro Bibarel– Este tema también le concierne, del mismo modo que a mí, ya no solo por el Frente de Rescate, sino también porque es algo personal. Sólo espero que tenga la suficiente mente fría para poder aguantar cualquier cosa que pueda ocurrir
–Muchas gracias, Duskull. No puedo evitar acordarme de tu padre ahora que te veo así. Tienes su misma capacidad de liderazgo.
–En fin, dicho esto, supongo que Gardevoir también irá a la expedición del Cráter Oscuro. Si nadie tiene nada más que añadir –hizo una pausa–, creo que podemos dar la reunión por finalizada. Vayámonos a dormir, que mañana será un día duro –dijo el Sr. Crawdaunt mientras los demás nos dirigíamos hacia nuestras respectivas habitaciones

–Oye, Duskull, espero que mañana tengas suerte en tu expedición –dijo Treecko una vez que llegamos a nuestro cuarto
–No te preocupes, Treecko, que estoy seguro que Duskull le pateará el culo al malvado de Darkrai –añadió Slugma– Aunque no termino de aceptar que no nos deje ir con él, pero bueno
–Sé que os gustaría venir conmigo, pero lo mejor es que os quedéis al margen de este asunto. Ya bastante peligroso es que vaya yo solo
–No te preocupes, que todo irá bien –dijo una invisible Celebi– Solamente, ten cuidado y, por favor, vuelve
–Volveré –respondí con convencimiento, aunque en mi fuero interno no estaba tan seguro de que fuera a ocurrir.

A la mañana siguiente, me desperté más temprano de lo habitual. En parte, porque ya no podía dormir más, y también, porque no quería tener que despedirme de Treecko, Slugma y Celebi estando ellos despiertos, para no tener que percibir su preocupación, que lo único que haría sería retroalimentar las dudas que ya me reconcomían la cabeza.
–Todavía es muy pronto– me dije a mí mismo, mientras buscaba algo para escribir en mi habitación, procurando no causar mucho revuelo– Aquí esta– murmuré mientras me disponía a escribir una carta para mis amigos, asumiendo que lo que narraba podrían ser un último adiós, a la vez que estaba deseando por dentro que no fuera así. No pude evitar sollozar un par de veces mientras terminaba de redactar las cartas de despedida.

Una vez que acabé de escribir, me dispuse a salir de mi habitación, en dirección a las cocinas, para terminar de prepararme la Bolsa y dejar a buen recaudo las notas para mis amigos. Cuando llegué allí, no me sorprendió ver a la Srta. Gardevoir en la despensa, cogiendo Bayas y Semillas para el viaje
–Buenos días, Duskull –dijo en cuanto me vio– Por lo que veo, no soy la única a la que los nervios no han dejado dormir mucho esta noche
–Buenos días, Srta. Gardevoir. Así es, me he pasado toda la noche dándole vueltas a la misión, y a todo en general.
–No sabes como te entiendo, Duskull. Ven –me indicó a la vez que cogía dos Manzanotas de la despensa–, tómate esto conmigo. ¿Sabes? No puedo evitar pensar en lo bien que estás sobrellevando esta situación, y sentir un poco de envidia por ello
–¿Envidia? –pregunté con cierto asombro
–Sí. No puedo evitar verte como a aquel niño que siempre iba detrás de su padre, sin embargo, en este momento te estás comportando como un adulto. Incluso de forma más madura de lo que me he comportado yo en los últimos días
–Pero, Srta Gardevoir, aunque por fuera parezca que estoy tranquilo y calmado, por dentro estoy completamente aterrado. Sé que no lo aparento, pero me horroriza pensar en el hecho de que, posiblemente, tenga que luchar contra mi padre. Temo no ser lo suficientemente fuerte y tenaz para dejarme embaucar por Darkrai, y no volver a ver a mis amigos y a todos los del Frente de Rescate.
–Eso es completamente normal, Duskull, pero aprovecha ese temor, y conviértelo en un motivo para luchar y salir adelante.
–¿Como hace usted?
–Yo, aunque quisiera, soy incapaz de hacerlo. Lo único que me motiva a mí para seguir con esta misión es que no tengo nada que perder. Haré todo lo posible para recuperar a mi familia, pero si me volviera un pokémon primario, honestamente, no me importaría, si con ello consigo volver a estar con Ralts y Gallade.
 –Pero eso sería terrible. Perder la esperanza en momentos así podría jugar en su contra, Srta. Gardevoir. Piense en lo tristes que se sentirían todos, empezando por el Sr. Crawdaunt, el Maestro Bibarel y el resto de los equipos del Frente de Rescate. Incluso yo mismo no me podría perdonar que caiga en las garras de Darkrai
–Oh, Duskull –replicó, mientras me abrazaba de forma maternal– Nadie te recriminaría que no volviera con vosotros. Por mí no te preocupes, pequeño. Pase lo que pase, estaré infinitamente mejor de lo que estoy ahora, sintiéndome muerta en vida, sin ninguna alegría, sin ganas de seguir adelante...
–Oh, aquí estáis –dijo un recién aparecido Sr. Magcargo– Chatot y Floatzel os están esperando en la entrada. Dicen que en cuanto estéis listos, que vayáis para allá
–De acuerdo. ¿Vamos, Duskull?
–Adelántese usted, que ahora la alcanzo. Tardo dos segundos –dije mientras la Srta. Gardevoir salía de la despensa –Sr. Magcargo, ¿podría pedirle un favor antes de irme?
–Eso ni se pregunta, Duskull
–Me gustaría que, si por lo que fuera no volviera, les diera estas cartas a Treecko, Slugma y a Celebi.
–Está bien, lo haré si así me lo pides. Aunque estoy seguro de que tú mismo se las darás en persona cuando vuelvas
–Eso espero... –anhelé– Eso espero...

–Perfecto, estamos todos –musitó el Sabio Chatot– Ya podemos irnos. Os aviso que el Cráter Oscuro está en una de las zona más septentrionales de las islas del norte, por lo que el viaje será algo largo. ¿Estáis preparados?
–Sí –respondimos la Srta. Gardevoir y yo a la vez
–Pues, en marcha

Aunque el Sabio tenía razón sobre la distancia que había que recorrer, el viaje en sí se me hizo algo corto. Principalmente, porque mi cabeza estaba abstraída, dándole vueltas a la conversación que había tenido con la Srta. Gardevoir, pensando que, en cierto modo, yo estaba en la misma situación que ella, aunque ella me había motivado para que sólo pensara en volver, por mí, pero sobre todo, por mis amigos. Aún así, pude notar que el ambiente cada vez se volvía más y más frío y oscuro mientras más nos acercábamos a nuestro destino, hasta que llegó a ser de un color marengo muy marcado, que  hacía que el gris algo plomizo que rodea al Frente de Rescate me resultase cálido y agradable. Incluso la lava que se veía sobresalir de forma estática de entre las rocas, mas que transmitir calor, intensificaba la negrura y la gelidez del entorno.

–Chicos, ya hemos llegado. Bienvenidos al Cráter Oscuro, la guarida de Darkrai.


Como curiosidad, sabed que este capi me ha resultado "raro" de escribir. No es que no me guste como ha quedado, pero sí que es cierto que me ha costado un poco el poder expresar tantas emociones y que a la vez no resultara muy pesado de leer. Si creéis que lo he conseguido, o por el contrario, pensáis que ha sido un amalgama de sentimientos sin ningún sentido, no dudéis en pasaros por el tema de comentarios y expresar vuestra opinión, que siempre me interesa. Dicho esto, me despido hasta el mes que viene ^__^
« Última modificación: 02 de Diciembre de 2014, 03:52:55 am por Pyro »

Pyro

  • Ingeniero Pokémon
  • **
  • Mensajes: 1653
  • Karma: +1/-0
  • En caída libre hacia un éxtasis moderno
    • Ver Perfil
  • FC - 3DS: 1075-0783-6474

  • Total Badges: 33
    Badges: (View All)
    Nivel 6 Sexto aniversario Quinto aniversario
Re:[FanFic] El pasado de Dusknoir (Mundo Misterioso)
« Respuesta #21 en: 02 de Diciembre de 2014, 05:37:47 am »
Buenas. Como cada día 1, me dispongo a subir un nuevo capítulo de "El pasado de Dusknoir". Dicho esto, os dejo con la primera parte del último capítulo del fic. Espero que os guste  ^__^

Capítulo 21. Giros Inesperados (Primera Parte)

–Conque aquí es donde se esconde ese granuja –comentó la Srta. Gardevoir– Curioso, aunque por otra parte, tiene su lógica.
–¿Por? –dije con curiosidad
–Porque esta zona siempre ha estado rodeada de un halo oscuro, incluso antes de que el planeta se paralizara, y  como resultaría tan obvio que un ser tan siniestro y ladino como Darkrai se ocultara aquí, muchos ni se molestarían en buscarle en esta zona –explicó– Muchas veces nos complicamos la vida cuando tenemos la respuesta frente a nuestras narices.
–Supongo –añadió Floatzel– En fin, creo que deberíamos ponernos en marcha. Aquí los pokémon primarios son extremadamente agresivos, y hay muchos nidos de monstruos, así que cuanto más rápido lleguemos a la Sima del Cráter, mejor.
–De acuerdo –respondimos todos a la vez que nos dispusimos a reanudar a exploración

A pesar de la advertencia de Floatzel, los primeros pisos fueron una auténtica tortura. Los nidos de Monstruos aparecían prácticamente en cada sala que entrábamos, y los pokémon que allí moraban (como Rhyperior, Houndoom, Manectric y Gengar) no hacían más que separarnos, acorralarnos y tendernos emboscadas a la mínima oportunidad. Pero, tras pasar el ecuador de la mazmorra, todo eso cambió. Apenas nos encontrábamos pokémon hostiles, y las escaleras que nos llevaban al siguiente piso no tardaban mucho en aparecer, lo cual me daba mala espina

–¡Qué raro! –musitó el Sabio Chatot– La otra vez que vinimos no tuvimos tanta suerte a la hora de avanzar por el territorio. De hecho, tuvimos que retirarnos y volver a entrar en tres ocasiones porque cada vez aparecían más y más pokémon
–No le des tantas vueltas, Chatot. Simplemente, ahora estamos teniendo más suerte que la otra vez, pero nada más –respondió un despreocupado Floatzel– Mirad, ya hemos llegado a la zona de descanso
–No sé, tal vez tengas razón, Floatzel. Pero esto no ha terminado todavía
–¿Cuánto nos queda? –preguntó la Srta. Gardevoir
–Más o menos, la mitad del territorio. Hemos bajado quince pisos, y la Fosa del Cráter tiene otros catorce más
–Vaya, menuda profundidad tiene esta mazmorra. No me extraña que Darkrai se oculte aquí, con lo poco accesible que es, muy pocos son capaces de encontrarle
–Pero nosotros sí, y le volveremos a encontrar. Tú por eso, no te preocupes, chaval, que cuando lleguemos abajo, ese fantoche se arrepentirá de haberse metido con el Frente de Rescate
–Chatot –susurré discretamente–, ¿Floatzel normalmente es así o es que está tratando de animarme?
–Un poco de las dos cosas- respondió– Sí que es cierto que es muy optimista, y nunca piensa que algo vaya a salir mal, pero supongo que la motivación extra que le está poniendo hoy es para haceros más fácil la travesía a Gardevoir y a ti.
–Vosotros dos –nos llamó Floatzel–, dejaros de cháchara y pongámonos ya en marcha.
–Floatzel, tranquilo, no seas impaciente. Antes que eso, habrá que comprobar si lo tenemos todo listo.
–Yo estoy lista, Chatot. Cuando digáis, continuamos la expedición.
–Por mí, adelante –añadí
–Está bien, pues si estamos todos listos, ahora sí, podemos reanudar la marcha

Nada más entrar en la Fosa, observé como el entorno ya no tenía matiz de luz alguno. Las paredes, el suelo... Todo era negro como el azabache, y apenas era capaz de discernir nada que no estuviera a menos dos palmos de mí. Parecía que la oscuridad se volvía más intensa a cada paso que dábamos. Pero ya no solo de forma física. También percibía que el ambiente se iba llenando de malas vibraciones, y se iba volviendo más y más lúgubre. Si a ello se le añadía que seguían sin aparecer apenas pokémon hostiles, esa ligera sospecha que tenía al principio no hacía más que crecer de forma exponencial. Cuando llegamos al último piso, la oscuridad era de tal magnitud que no podíamos ver absolutamente nada. Ni tan siquiera éramos capaces de vernos los unos a los otros, por lo que, para asegurarnos que ninguno se separaba del grupo, nos llamábamos entre nosotros cada poco tiempo
 
–¿Chatot? ¿Duskull? ¿Gardevoir?– comenzó a llamarnos Floatzel
–Estoy aquí –respondí mientras le cogía de un brazo
–¿Chicos? ¿Estáis por aquí? –oí que el Sabio se acercaba por detrás
–Estamos justo delante tuya, Chatot
–¿Srta. Gardevoir?– No obtuve respuesta
–¿Gardevoir? –la llamó Floatzel, pero con el mismo resultado
–No me digáis que la hemos perdido –dijo el Sabio algo preocupado– Y menos justo ahora, que nos hemos quedado sin Llamadasferas
–De eso nada. Simplemente se habrá ido por un camino distinto. Voy a buscarla. Mientras tanto, buscad las escaleras y adelantaros, a ver si, por casualidad, hubiera continuado por su cuenta. La sima no tiene salida, así que, si ha seguido adelante, tiene que estar allí
–De acuerdo, Floatzel. Ten cuidado
–No te preocupes, chaval, no me pasará nada. He salido de situaciones peores
–Vamos, Duskull

Por suerte, a pesar de ir a ciegas, no tardamos mucho en encontrar las escaleras, y llegamos a la Sima del Cráter sin muchas complicaciones. Al contrario de lo que pensé, la Sima no estaba a oscuras. De hecho, tenia buena visibilidad, pero resultó ser más extensa de lo que creía. Podía ver al fondo una especie de volcán minúsculo, del que la lava, ahora inmóvil, en su día salía a borbotones y fluía alrededor de la sima, haciendo imposible avanzar más allá.

–¿Gardevoir? ¿Dónde estás?
–No parece que la Srta. Gardevoir ande por aquí, Chatot. Será mejor que volvamos a la entrada de la sima, a ver si Floatzel aparece con ella
–¿Os vais ya, sin tan siquiera haberme saludado? –dijo una pérfida voz salida de la nada
–Darkrai –dije mientras se aparecía delante mía
–Mmmm. Qué extraño, sólo habéis venido vosotros dos. Conociendo al Frente de Rescate, supuse que vendríais en bloque a salvar a vuestros amigos.
–No sólo han venido ellos –dijo una recién aparecida Srta. Gardevoir –¿Acaso tu plan consistía en eso, en que viniéramos todos? Una pena, pero sólo hemos venido cuatro. Aunque ahora, el cuarto está desaparecido
–Aunque sois menos de los que había calculado, mi plan está saliendo mejor de lo que esperaba. Al fin y al cabo, no es lo mismo tener que enfrentarse contra un ejército que contra unos cuantos soldados descarriados, aunque admito que me hubiera gustado que hubieran venido más. Pero bueno, supongo que vuestro compañero aparecerá. Si forma parte de vuestra expedición, tendrá el oportuno don de aparecer cuando más lo necesitéis. Incluso puede que aparezca algún refuerzo inesperado. Sí, posiblemente Duskull se haya negado a aceptar toda ayuda que no sea imprescindible, pero dudo mucho que vuestros amigos se hayan quedado parados sin hacer nada. Pero bueno, no pasa nada, yo también tengo pokémon que me cubran las espaldas.
–¿De veras? –no pude evitar preguntar con cierto sarcasmo
–Por supuesto. Dicen que hay que tener amigos hasta en el infierno, y, créeme, yo cumplo a rajatabla ese dicho. Dime, ¿tú cual crees que sería el infierno para mí?. Te doy una pista, está muy relacionado contigo
–Tal y como lo dices, diría que es el Frente de Rescate, pero es imposible que haya alguien ahí que acepte ayudarte por voluntad propia. Si no, no habrías tenido necesidad de raptar a Ralts, al Sr. Gallade, a Weavile y a mi padre
–Jajajaja. Pobre iluso. Precisamente, para poder captarles he necesitado la ayuda de alguien. Un secuaz que me ayudase desde dentro, sin que levantara sospechas entre vosotros y que supiera que no me iba a decepcionar. ¿Me equivoco?
–No, amo Darkrai. Y me halaga saber que posee plena confianza en mí
–No puede ser... –dije sin poder dar crédito– Ha sido usted... Todo este tiempo...

Siento ser tan malo por dejaros con la intriga, pero es que no he encontrado un momento mejor para hacerlo :xD. En fin, la pregunta es obligada, ¿quién creéis que es el traidor (o la traidora)? Ya sabéis, si queréis responder esta pregunta, o plantear alguna duda/sugerencia/crítica, no temáis en pasaros por aquí y exponerla. En fin, nos vemos el mes que viene con el final del fanfic. Hasta la próxima :ook:

Pyro

  • Ingeniero Pokémon
  • **
  • Mensajes: 1653
  • Karma: +1/-0
  • En caída libre hacia un éxtasis moderno
    • Ver Perfil
  • FC - 3DS: 1075-0783-6474

  • Total Badges: 33
    Badges: (View All)
    Nivel 6 Sexto aniversario Quinto aniversario
Re:[FanFic] El pasado de Dusknoir (Mundo Misterioso)
« Respuesta #22 en: 02 de Enero de 2015, 09:51:13 am »
¡Feliz año nuevo! Sí, ya sé que para una gran parte del foro ya es 2 de Enero (empezando por mi mismo), pero bueno, por subir el capi pasados unos minutillos de medianoche no pasa nada, ¿verdad? En fin, dicho esto, vamos con lo que realmente importa, el final del último capítulo de "El pasado de Dusknoir". Espero que lo disfrutéis tanto como me ha costado escribirlo a mí (o sea, una barbaridad xD)

Capítulo 22. Giros Inesperados (Segunda Parte)

–Jijijiji♪. Admito que no ha sido fácil evitar que me descubrierais, pero me alegro de poder dejar de fingir ser algo que hace mucho tiempo dejé de ser –comentó el Sabio Chatot
–¿Pero cómo es posible que Chatot trabaje para Darkrai si es capaz de hablar? ¿Acaso no es un pokémon primario?
–Sí que lo es. De hecho, fue uno de los primeros secuaces que se unió a mí. Lo que ocurre es que Chatot tiene el don de poder imitar cualquier lenguaje de este mundo, por lo que no le ha costado mucho esfuerzo fingir que era un pokémon como vosotros –explicó Darkrai con cierta sorna
–Pero... Chatot... ¿c-como... cómo has podido engañarnos de esta manera? –dijo la Srta. Gardevoir mientras, cegada por las emociones, se abalanzaba sobre el Sabio– ¿Por qué lo has hecho? ¿Por qué me has arrebatado a mi familia?
–Jijiji. Ilusa. Antes o después, el amo Darkrai se hará con el control total del mundo, y de todos sus habitantes. En algún momento te tendría que tocar a ti, o a alguno de los tuyos –dijo de forma malévola– Pero no sufras más, si quieres reunirte con ellos, aquí los tienes

Mientras el Sabio decía esa frase, la sala se oscureció por un momento, tras el cual, Ralts, el Sr. Gallade y mi padre aparecieron entre Darkrai y nosotros.

–Como podéis ver, están perfectamente... Físicamente, porque sus recuerdos y sus emociones han desaparecido completamente. En lo único que piensan es en sobrevivir, como cualquier pokémon primario. Yo que vosotros tendría mucho cuidado, –nos advirtió Darkrai– es muy probable que piensen que queréis atacarnos, y no dudarán en defenderse... Jajajajaja

Saber que el Sabio Chatot era, en parte, responsable de lo que le había ocurrido a mi padre hizo que mi “yo racional” desapareciera. Sentía como la ira y la rabia invadían mi cuerpo, y en lo único que pensaba era en saciar la sed de venganza, que se iba volviendo más y más fuerte a cada instante que pasaba. Pero también notaba dolor, el dolor de saber que alguien en el que confiaba me había traicionado y me había manipulado de esa manera, lo que acrecentaba las dudas y la incertidumbre que ya tenía antes de emprender esta misión, que en aquellos momentos me resultaba suicida. Esa mezcla se sentimientos hizo que me enclaustrase, que ya no pudiera percibir nada de lo que estaba ocurriendo a mi alrededor. Hasta que noté como una mano etérea comenzaba a golpearme repetidamente. Un tacto que reconocía perfectamente

–Papá... –dije entre sollozos– Papá, soy yo, Duskull. ¿Es que ya no te acuerdas de mí?
Me da igual quien seas... Aquí no eres bienvenido. Así que márchate, o sufre las consecuencias
–Pero no quiero hacerte ningún daño. Sólo quiero que vuelvas conmigo a casa, al Frente de Rescate, con los demás
NO ME MIENTAS. Tú lo que quieres es que yo desaparezca. Todos miramos únicamente por nosotros mismos, y lo que pase con los demás no nos importa nada. Y todo aquel que lo niegue, miente...
–Te equivocas. Yo conozco pokémon que siempre están dispuestos a ayudar a aquellos que lo necesiten. Tú eres uno de ellos...Tienes que acordarte, papá –mientras decía esto, noté como una tenue luz comenzaba a brillar tímidamente alrededor de mí– Recuerda quien eres, recuerda el Frente de Rescate... Recuérdame
Recordar... mi pasado... Recordar mi sufrimiento, ¿eso es lo que quieres? ¿Que vuelva a rememorar todo lo malo que me ha ocurrido, para aprovecharte de mí? ¿Es eso lo que buscas? Pues has ido a dar con el pokémon equivocado –vi como mi padre comenzaba a cargar un Puño Sombra, pero algo se interpuso entre mi padre y yo
–Espero a ver llegado a tiempo –dijo una voz que reconocí enseguida
–¿Slugma? P-pero que...
–No hay tiempo de explicaciones. Tienes que despertar, Duskull. Esto es una pesadilla de Darkrai, y necesitamos tu ayuda para vencerlo
–Pero, si esto es una pesadilla, ¿cómo sé que no desaparecerás cuando me despierte? ¿Cómo sé que esto no es un truco de Darkrai? Demuéstrame que no eres una ilusión, que realmente eres mi amigo Slugma
–Me he encontrado con Floatzel en la entrada de la Sima del Cráter y sé que el Sabio Chatot es uno de los malos. Confía en mí, Duskull. Por favor, ¡DESPIERTA!

Nada más despertarme, pude ver que Slugma estaba justo delante de mí, con su expresiva y característica sonrisa.
–¿Que ha pasado? ¿Que estás haciendo aquí?...
–Te lo resumiré lo máximo que pueda. Darkrai te había hipnotizado, haciéndote creer que tu padre y tú estábais luchando, y, aprovechando que no te podías defender, parecía que se disponía a atacarte, hasta que aparecimos Floatzel, el Gran Bluff y yo, justo a tiempo para evitar que cayeras en sus manos
–¿El Gran Bluff?
–El maestro de Chatot, y jefe del antiguo Pokegremio de Exploradores. Por lo visto, había estado encerrado en una mazmorra mucho tiempo por culpa de Darkrai. Por eso, el Sabio Chatot sufrió la “primarización”. Claro, como te puedes imaginar, en cuanto ha visto aparecer al gran Bluff, se ha ido corriendo, pero Darkrai, no sé como, ha hecho que Chatot vuelva más “primarizado”que antes... Bueno, acabemos rápido con esto para que te pueda contar la historia con todo lujo de detalles
–¿Creéis que haber traído a más amigos e intentar anular a uno de mis siervos me iba a desestabilizarme? –dijo un Darkrai completamente iracundo– ¿De verdad pensáis que esto va a ser coser y cantar? ¿Qué acabaréis conmigo fácilmente? Ilusos. Imbéciles. Yo, que controlo desde las sombras el tiempo y el espacio. Yo, que he causado nada más y nada menos que la paralización del planeta con mis propias manos... ODIO QUE ME SUBESTIMEN. ¡¡¡Preparaos para sufrir mi ira!!!
–Estupendo, esto se pone interesante –oí decir de forma despreocupada a ese pokémon rosa de verdes ojos saltones del que me había hablado Slugma– ¡Allá vamos!

Y así comenzó la pelea que más temía, a la vez que anhelaba. Darkrai y el Sabio Chatot, con Ralts, el Sr. Gallade y mi padre de su lado, contra Slugma, Floatzel, aquel Wigglytuff al que llamaban el Gran Bluff, la Srta. Gardevoir y yo. Un duelo sin cuartel en el que Darkrai no paraba de usar Brecha Negra para dormirnos a todos, mientras que sus secuaces aprovechaban para atacarnos sin piedad mientras permanecíamos indefensos. Si bien es cierto que la Srta. Gardevoir intentaba, siempre que le era posible, usar Velo Sagrado para protegernos de las tácticas de Darkrai, y que los demás procurábamos no caer en las emboscadas de su séquito, no era suficiente, y el combate, que a priori, podría parecer igualado, estaba distando mucho de serlo. Pero, cuanto más se regodeaba Darkrai de su superioridad, más notaba como se intensificaba y se extendía aquella luz casi imperceptible que me rodeaba, la cual comenzó a rodear también a mis compañeros, y parecía que les daba más esperanzas para seguir combatiendo.

–Es inútil que os resistáis. Sabéis que yo tengo todas las de ganar –dijo de forma jocosa Darkrai– Y eso que no me estoy empleando al cien por cien
–¿En serio? Y yo que creía que te daba miedo combatir contra nosotros–respondió Slugma– Como les estás dejando el trabajo sucio a nuestros amigos y al pajarraco traidor ese que te acompaña... Pero oye, si te sirve de consuelo, nosotros tampoco estamos esforzándonos mucho
–Vaya, vaya, no dejáis de sorprenderme –añadió de forma sarcástica Darkrai– Ahora incluso estáis empezando a negar lo obvio
–No estamos negando lo obvio. Si quieres esfuerzo...toma esfuerzo –terció Slugma antes de atacar a Darkrai con un Lanzallamas, el cual me pareció bastante más potente de lo que recordaba
–¿P-Pero cómo...? –comenzó a musitar un Darkrai que parecía sorprendido de la potencia del Lanzallamas– No, no puede ser... –dijo mientras fijaba su vista en mí– ¡TÚ! Tú lo estás estropeando todo. Tu maldito don está fastidiándome el plan.
–¡Oh, qué pena! No sabes cuánto lo siento
–Ahora lo dices de forma irónica, pero pronto tendrás que decirlo totalmente en serio –terció mientras un temblor comenzó a sacudir la Sima
–¿Qué...qué está pasando? –pregunto Floatzel mientras dos haces de luz aparecían a sendos flancos de Darkrai, de cual empezaron a emerger dos titánicas siluetas
–Se acabaron las tonterías ¡Dialga, Palkia, son todo vuestros!
–TODO EL MUNDO A CUBIERTO –dije justo antes de que Palkia y su hermano comenzaran a lanzar sus movimientos

El caos se apoderó de la situación. Aquellos pokémon legendarios no paraban de atacar, y, aunque hacíamos lo posible por esquivarlos, desperdigándonos por los rincones de la estancia, la gran mayoría acertaron, dejándonos maltrechos a prácticamente todos, incluido el séquito de Darkrai. Éste abrió un portal interdimensional y, aprovechando la confusión, atrapó a mi padre y comenzó a dirigirse hacia el portal

Ya podéis parar– les ordenó a Dialga y a Palkia– Vaya, vaya, vaya, parece que ahora soy yo el que tiene la sartén por el mango.
–Suéltale– dije imperativamente
–Oh, querido Duskull, yo si fuera tú me dejaría de exigencias. No querrás que tu padre acabe entrando en un portal hacia lo desconocido y del que no podría volver, ¿verdad? ¿Qué tal si nos dejamos de jueguecitos y hablamos de como salvarle?
–¿Qué es lo que quieres?
–Me sorprende que no lo sepas ya, Duskull. Te quiero a ti. Te propongo un pacto: yo libero a tu padre y, a cambio, tú te unes a mí. De lo contrario, ya sabes lo que podría pasar
–¡JAMÁS! –oí que chillaba Slugma– ¿Me oyes, granuja? Duskull no caería tan bajo
–Tal vez deberíamos dejar que sea él quien decida, ¿no crees?
–¿Te comprometes a soltarlo y a cerrar el portal? –dije algo tembloroso
–¡Duskull, no! Seguro que es una de sus tretas...
–Por supuesto que me comprometo. Como buen amo del mundo, mi deber es cumplir las promesas que hago  –respondió Darkrai
–Está bien. Acepto tu trato, pero con una condición: déjales en paz –dije, y acto seguido, me giré hacia mis compañeros– No me odiéis por esto, por favor. Pero es que no quiero que sigáis viviendo más situaciones como ésta por mi culpa. No quiero que los pokémon que me importan sigan sufriendo pudiendo evitarlo. No quiero que todos vosotros tengáis que lamentar más y más perdidas a cada día que pase –noté como las lágrimas comenzaban a caer por mi rostro– Si tengo que sacrificarme para que vosotros estéis a salvo, lo haré.
–Duskull, no lo hagas, por favor. No lo hagas. Estoy seguro de que encontraremos alguna manera de salvar a tu padre, pero, por favor, no nos dejes –dijo mi amigo visiblemente afectado
–Está decidido, Slugma. Ya no hay nada que puedas hacer para convencerme. Sé que al principio, tú, y supongo que Treecko y Celebi también, lo pasaréis muy mal, pero sé que con el tiempo lo superaréis. Incluso puede que llegue un momento en el que no os acordéis de mí...
–No, Duskull, eso no es cierto, y lo sabes. Por favor, Duskull, no lo hagas... –suplicaba Slugma mientras la Srta. Gardevoir y Floatzel, también con gesto triste, le arropaban
–Bueno, tras este momento tan melodramático, ¿qué tal si cerramos el trato?
–Está bien, Darkrai. Suelta a mi padre.
–De acuerdo –dijo mientras se acercaba a mi posición y liberaba a mi padre– Ahora, procedamos a darte a bienvenida a mi lista de secuaces

De repente, empecé a notar como todo a mi alrededor se iba volviendo cada vez más negro. Todos los que estaban allí congregados desaparecieron, quedándome yo solo en aquella oscuridad. También noté que aquella luz que, hasta hacía poco me rodeaba, había comenzado a desvanecerse, dando paso a un halo negro que acrecentaba la oscuridad del lugar. Poco a poco, iba sintiendo como, sentimientos como la alegría, la esperanza y la felicidad abandonaban mi cuerpo, y que la tristeza, la rabia y la amargura corrían rápidas a ocupar su lugar. Pero lo que más sentía era dolor. Dolor por sentir que había traicionado a mis compañeros, dolor por saber que mis recuerdos pronto desaparecerían, y dolor por haber sido incapaz de haber recuperado a mi padre, y saber que, en cierto modo, mis actuaciones me habían separado de él. Pero cuando parecía que iba a perder la consciencia, algo detuvo el proceso abruptamente.

–No, ¿qué haces? Suéltame, maldito globo con patas –oí en la distancia a Darkrai
–Lo siento, pero no lo voy a hacer. Ya no puedo seguir viendo como haces sufrir a ese pequeño fantasma y a sus allegados. Ya vi como me arrebatabas a mi mejor amigo y no permitiré que vuelva a pasar
–Maldito chiflado, ¿eres consciente de que, aunque consigas meterme en el portal, seré capaz de volver cuando quiera?
–No si yo puedo evitarlo –oí como el portal les empezaba a absorber– En cuanto hayamos desaparecido, ¡aprovechad y romped el portal!
-¡NOOOOOOO! –gritó Darkrai mientras era absorbido por el portal, justo antes de oyera como éste parecía hacerse añicos como un cristal

–¿Hemos llegado a tiempo? –oí preguntar a Slugma– ¿O ya es un pokémon un pokémon primario?
–No lo sé, Slugma. Duskull... –comenzó a llamarme la Srta. Gardevoir
Perdonadme, chicos, pero es mejor que creáis que soy un pokémon primario –gruñí
–¡No! Duskull, por favor, resiste –oí decir a Slugma
–Déjalo, Slugma. Sintiéndolo mucho, parece que hemos llegado tarde –respondió Floatzel– Lo mejor será volver a casa, antes de que Duskull o los demás nos ataquen –dijo mientras se alejaban

Quizás os estaréis preguntando por que fingí ser algo que no soy. No es que no quisiera volver con ellos, pero creí que sería lo mejor para todos. Tal vez fuera por un instinto protector, o por cobardía, pero no quería arriesgarme a hacerles daño en un futuro. No quería que acabasen sufriendo por comprender que el Duskull que conocían ya no existía, y que un ser huraño y sombrío había ocupado su lugar.

Aclaración: La cursiva indica que el pokémon está gruñendo y no hablando normalmente

Bueno, mi último pie de página. Sinceramente, no sé que decir.
Al principio, cuando publiqué el prólogo y el primer capítulo, no estaba seguro de que fuera capaz de terminar el fanfic. De hecho, no esta seguro de si iba a pasar de los cinco capítulos. Pero, poco a poco, he visto como, aquella idea que rondaba mi cabecita loca sin apenas cuerpo y estructura, ha ido creciendo y ha llegado hasta el final. Sonará algo cursi, pero ahora mismo siento como si el fic fuera un hijo que se va de casa, como un aguilucho que emprende el vuelo por primera vez. Y todo esto ha sido gracias a vosotros. A aquellos que han ido comentando en este tema y a los que no, a los usuarios y a los visitantes, a los que les ha gustado el fic y a los que no les haya gustado... En fin, me despido, pero no con un adiós, ni tampoco con un hasta siempre, sino con un hasta pronto. Gracias por haber leído "El pasado de Dusknoir"

Pyro

  • Ingeniero Pokémon
  • **
  • Mensajes: 1653
  • Karma: +1/-0
  • En caída libre hacia un éxtasis moderno
    • Ver Perfil
  • FC - 3DS: 1075-0783-6474

  • Total Badges: 33
    Badges: (View All)
    Nivel 6 Sexto aniversario Quinto aniversario
Re:[FanFic] El pasado de Dusknoir (Mundo Misterioso)
« Respuesta #23 en: 06 de Enero de 2015, 10:20:23 am »
Ya vienen los reyes magos. Ya vienen los reyes magos caminito de Belén. Olé, olé olanda, y olé, olanda ya se ve.
Tranquilos, no es que me haya pillado la cogorza del siglo vuelto loco ni nada por el estilo. Simplemente he querido poner este villancico a modo de presentación, porque, como regalo de Reyes, y para cerrar algunos pequeños flecos que hayan podido quedar sueltos en ambas partes del último capítulo, os dejo con el epílogo de "El pasado de Dusknoir". Un capítulo que no es imprescindible para continuar con la historia principal, y que, además, es un poco especial. Primero, porque no esta narrado por Duskull, sino por Treecko. Segundo, porque es un poco más largo que lo habitual. Tercero, porque ocurre a la vez que el último capítulo del fic. Y por último, porque ocurre algo que, aunque no me lo habéis preguntado directamente (o si lo habéis hecho, no lo recuerdo), estoy seguro que la mayoría se lo habrá cuestionado alguna vez. Dicha esta parrafada, os dejo con mi regalo de Reyes. Espero que lo disfrutéis :ook:



Epílogo. Caminos separados.

Silencio. Sólo silencio. Los murmullos que solían ser habituales en aquellos momentos del día en los pasillos de los dormitorios hoy brillaban por su ausencia. Todo el mundo sabía que Duskull, el Maestro Chatot, Floatzel y la madre de Ralts habían ido a la guarida de Darkrai en busca de nuestros amigos, y la preocupación, incluso la falta de sueño en algunos de nosotros, eran palpables en el ambiente. De repente, oí como alguien entraba en mi habitación

–Buenos días, Treecko
–¿Qué tienen de buenos? –dije algo malhumorado
–Vaya, tú tampoco has podido dormir bien esta noche, por lo que veo– me replicó Celebi con su entusiasmo habitual– Pero bueno, no pasa nada. Estoy segura de que cuando Duskull y el resto vuelvan sanos y salvos con Ralts y los demás, el buen humor y la alegría inundarán de nuevo este lugar.
–¿Crees que les irá todo bien? Tú misma dijiste que Darkrai es mucho más peligroso de lo que creemos
–Lo sé, pero prefiero pensar que todo irá bien. Llámame rara
–Rara –dijo un recién aparecido Slugma
–Buenos días, Slugma
–En fin –comencé a decir–¿Qué hacemos mientras Duskull y los demás están fuera? Necesito estar ocupado haciendo algo que me ayude a no estar comiéndome la cabeza pensado todo el tiempo si estarán bien o no.
–Creo que en eso os puedo ayudar –dijo el Sr. Crawdaunt desde el otro lado de la puerta– Creo que una exploración es lo más indicado para que os despejéis.
–¡Qué bien!– dijo Slugma– ¿Y dónde iríamos?
–Al Bosque Sombrío. Es una zona bastante tranquila, y, al menos las otras veces que hemos ido, no hemos tenido muchos problemas con los pokémon que moran allí
–¿Y vamos en busca de algo? ¿O es sólo para estar ocupados?
–En principio, sería lo segundo, pero si queréis, podéis aprovechar y tratar de hallar algo de provecho –respondió el Sr. Crawdaunt– ¿Quién sabe? Lo mismo halláis algo que en un futuro nos podría ser útil contra Darkrai
–Quizás... –dije con cierta resignación
–Treecko... Entiendo que tú, particularmente, estés algo más preocupado que los demás, pero intenta cambiar ese ánimo. Sé que no es una gran expedición en comparación con otras en las que habéis estado involucrados, pero al menos, intento hacer algo que os ayude a distraeros y os haga más soportable la espera
–Lo entiendo, Sr. Crawdaunt, pero es que tengo la sensación de que las cosas se van a torcer. A torcer mucho, y siento que quedándome aquí parado o yendo de exploración no consigo nada. Simplemente hacer tiempo mientras Duskull y los demás se enfrentan a algo tan peligroso. Y si, puedo sonar incongruente cuando yo mismo le dije a Duskull que fuese sin nosotros, pero...
–...pero entiendes que Duskull no quería que nos entrometiésemos, y aunque lo comprendes y respetas, una parte de ti si querría estar luchando codo con codo con él –acabo de decir Slugma
–Exacto
–Por eso creo que la exploración es una idea estupenda –continuó Slugma– Sr. Crawdaunt, no se preocupe. Aunque sea sólo para que no nos quedemos aquí dándole vueltas a algo que ya escapa de nuestro control, haremos todo lo posible para que la exploración sea un éxito
–Así se habla, Slugma. Bueno, aquí tenéis lo imprescindible –dijo mientras nos entregaba una Bolsa– Si necesitáis algo más, no dudéis en cogerlo de la despensa. Espero que os vaya todo bien
–Gracias, Sr. Crawdaunt –dije algo más animado, mientras me disponía a mirar la Bolsa– Parece que no necesitaremos mucho más, así que, Equipo Aura, ¡adelante!
–¡SÍIIIIIIIII!– respondieron Celebi y Slugma al unísono

Y nos pusimos en marcha. La verdad es que el Sr. Crawdaunt tenía razón, la zona era bastante tranquila, y no nos costó mucho atravesar las ocho plantas del territorio. Los pokémon que habitaban en la zona, como Mismagius, Mothim y Jumpluff, más que pokémon primarios, parecían ser unos pokémon bromistas en busca de travesuras, que, más que haciéndonos daño, se divertían confundiéndonos y lanzándonos ataques de estado como Paralizador y Somnífero.

–Bueno –dijo Celebi cuando llegamos a la zona de descanso– Parece que la travesía ha sido más fácil de lo que creímos al principio
–Eso dilo por ti, que apenas te han paralizado y/o dormido –replicó Slugma
–Oye, por lo menos, cuando veía que tenías algún problema de estado, trataba de usar Campana Cura para curarte.
–Lo cual te agradezco, de veras.
–La pregunta es... ¿Qué hacemos ahora?
–Por lo que he oído comentar a mi padre, estamos en la Ciénaga Oscura. Más adelante, en el Corazón del Bosque, se yergue una colina, que, aunque forme parte del bosque, parece ser un territorio completamente distinto. Aunque dicen que hay algo que impide llegar al final de la mazmorra. Como si una fuerza misteriosa lo impidiera
–Interesante. Bueno, por seguir adelante no perdemos nada, así que...
–A...Ayuda...–oí que suplicaba una voz
–Treecko, allí –me señalo Celebi– En la base de la colina

Nada más llegar allí, pudimos ver a un pokémon rosa, con el vientre blanco y los ojos verdes, cuyas fuerzas flaqueaban, caer desmayado en el suelo

–Oye, ¿estás bien? –preguntó Slugma
–Man...Manza...
–Parece que quiere una Manzana –dije– Déjame ver si tenemos alguna en la Bolsa... Mira, parece que tu padre te ha metido una Manzana Perfecta...–mientras decía esto, aquel desconocido pareció recobrar la suficiente fuerza como para arrebatármela de las manos y ponerse a jugar con ella
–¿Pero...no se la va a comer? –preguntó Slugma sorprendido
–A lo mejor es un ritual que tiene antes de comérsela –dijo Celebi con una sonrisa, mientras aquel pokémon, por fin, comenzaba a devorar con ansia la Manzana Perfecta.
–¡Deliciosa! ¡Como siempre, en su punto óptimo! ¡Ni muy ácida ni muy empalagosa! –recitó aquel pokémon– ♫ ¡Manzanita, Manzanita! ¡Muy, muy rica! ¡Muy, muy rica!♫
–Parece que hay pokémon que disfrutan más con la comida que tú, Slugma –dije de forma sonriente
–¡Muchísimas gracias! Hacía una barbaridad que no podía degustar una Manzana Perfecta. Y todo por culpa de ese malvado pokémon... –dijo mientras se enfurruñaba
–De nada, para eso somos un equipo de rescate. Yo soy Treecko, y ellos son Slugma y Celebi, y juntos somos parte del equipo Aura, para más señas
–¡Oh, qué recuerdos! Aún rememoro cuando yo empecé a explorar territorios con el Maestro Armaldo... Por cierto, no me he presentado. Me llamo Wigglytuff

Al oír ese nombre, y tras ver como ese pokémon disfrutaba con la Manzana Perfecta, no pude evitar quedarme asombrado

–¡Gran Bluff! No puedo creerlo, está usted bien. El Maestro Chatot me dijo que había desaparecido...
–¡Chatot! –dijo con preocupación– No puede ser, ¿cómo es que lo conocéis? O mejor dicho, ¿cómo es posible que os haya hablado de mí?
–¿Por qué lo pregunta?
–Porque es un pokémon primario. Aquel ser tan malvado me separó de él mientras explorábamos esta zona, poco después de que el planeta acabara de paralizarse, y me encerró en un lugar prácticamente inaccesible. Y me aseguró que se encargaría de que Chatot cayese en sus redes. Y conociendo a Chatot, no me extrañaría que se hubiera dejado embaucar.
–Pero eso es imposible...Si fuera un pokémon primario, no podría hablar –dije– Además, no tendría sentido que me hiciese su pupilo... No lo entiendo
–Chatot siempre ha tenido el don de poder hablar cualquier lengua en este mundo, o como decía él, el Don de Babel. Muchas veces, gracias a eso, hemos logrado salir de muchas situaciones peligrosas. No me sorprendería que, aun siendo un pokémon primario, se hiciera pasar por un pokémon normal para conseguir sus objetivos. Bueno, los suyos o los de ese Darkrai
–¿Darkrai? –preguntamos los tres con cierta angustia
–Por lo que veo, lo conocéis bien
–No solo eso, sino que nuestros amigos está yendo a su guarida con Chatot –añadió Celebi
–Pero eso...eso es peligrosísimo. Se están metiendo en la boca del lobo. Tenéis que llevarme para allá ahora mismo, o vuestros amigos podrían acabar muy mal parados
–Yo iré contigo, Wigglytuff. –dijo Slugma– Vosotros, id al frente de Rescate a informar a los demás, por si acaso, Chatot volviera por allí
–De acuerdo –dijo Celebi mientras Slugma y el Gran Bluff emprendían la marcha hacia el Cráter Oscuro

Aunque estuviera de cuerpo presente mientras eso pasaba, mi mente no podía parar de pensar en lo mismo. Aquel pokémon que se encargó de mí tras la desaparición de mis padres, que me crió y educó como el hijo que nunca tuvo, en realidad, era un pokémon primario, que lo único que hacía era obedecer órdenes de Darkrai. No me era muy difícil imaginar el porqué. Aquella voz del Estrato Irisado dijo que mi aura era prácticamente incorruptible, que mi aura era como el oro puro, y que de mí podría depender el futuro del planeta. Saber que el Maestro...no, que Chatot sólo me quería para que Darkrai me manipulase me dolió. Y no solo por eso, sino por haberme sentido traicionado, y por comprobar que, aquella corazonada que tuve al despertarme estaba fundamentada

–¿Treecko? ¿Estás bien? Si necesitas llorar, o chillar, o desfogarte, ya sabes que aquí me tienes
–Vamos a la Arboleda Lóbrega –dije muy seriamente
–P...pero, ¿No deberíamos avisar a los del Frente?
–Sí, pero antes quiero detenerme allí. Tengo que hacer una cosa
–De acuerdo, si quieres te acompaño, y mientras tu haces lo que tengas que hacer, yo voy a avisar a los demás
–Por cierto, Celebi, en cuanto los avises, espérame en la entrada. Nos marcharemos de allí en cuanto haya terminado en la Arboleda. Y, antes de que me preguntes –la interrumpí–, lo hago por seguridad. Si Chatot ha sido capaz de entrar allí y no levantar sospechas, no sabemos quién más puede estar involucrado, y no quiero arriesgarme a que nos pase algo a alguno de los dos
–T...Treecko –dijo Celebi emocionada– Está bien, si es lo que quieres, así lo haré –añadió mientras íbamos hacia al antiguo Manantial Luminoso

–Os estaba esperando –dijo la Voz del Manantial cuando llegamos al Corazón de la Arboleda– Aunque sé que Celebi se tiene que ir, me alegro ver que sigue tan bien como siempre
–Gracias. En fin, me marcho. Parece que Treecko y tú tenéis que hablar de algo a solas.
–Ten cuidado, Celebi
–No te preocupes por mí. Sé defenderme muy bien solita –dijo mientras desaparecía de mi vista
–Me imagino que sabrás a lo que he venido
–Así es. Me sorprendió que no quisieras hacerlo delante de tus amigos
–No creí que fuera a ser necesario... Pero parece que me equivoqué
–No te equivocaste. Simplemente, optaste por hacer lo que creías que era lo correcto en ese momento. Y, ¿quién sabe? A lo mejor, lo que ahora ves como un error luego lo consideras un acierto... ¿Estás seguro de que lo quieres hacer? Ten en cuenta que, una vez que el proceso comience, no podrás echarte atrás
–Lo sé. Pero creo que ha llegado el momento. Creo que, si evoluciono, me será más fácil pasar desapercibido entre el séquito de Darkrai, incluyendo a mi propio Maestro.
–Entiendo. Pues, adelante –dijo mientras una tenue luz aparecía justo encima de mí– Relájate, toma aire y no temas, que no te dolerá. Sólo notarás como tu cuerpo cambia
–De acuerdo– respondí mientras me relajaba y dejaba que aquella luz fuera cambiando poco a poco mi aspecto
–Bueno, pues ya hemos terminado. ¿Qué tal te encuentras, Grovyle?
–Mejor que nunca –dije con mi voz algo más grave– Me siento más ágil
–Me alegra oír eso. Por cierto, sé que habéis estado explorando el Bosque Sombrío. Te alegrará saber que, al final del Corazón del Bosque, en la cima de la colina, hay un Pasaje del Tiempo
–Ese Pasaje...
–Os permitiría viajar en el tiempo sin que Dialga Primario os pudiera detener. Además, allí encontraréis la ayuda que le pedisteis a la Voz del Portal. Sólo sé que su nombre es Kaizen
–No sabes lo contenta que se va a poner Celebi cuando le dé la noticia
–Pues corre, ve para el Frente de Rescate. Una cosa más, Grovyle –dijo mientras me iba a poner en marcha– No trates de cambiar el mundo tú sólo. Si se te presenta la oportunidad, déjate ayudar. Entiendo que ahora desconfíes de todos, pero no cargues sobre tus hombros una responsabilidad de este calibre.
–Entiendo... Te haré caso. Espero que, si nos volvemos a ver, el mundo haya cambiado
–Eso espero yo también...Eso espero –me contestó mientras, ahora sí, volvía corriendo al Frente de Rescate.

No me equivoqué al decir que me sentía más ágil. No sé si porque me sabía el camino casi de memoria, o si en realidad fue sugestión mía, me pareció tardar mucho menos en llegar al Frente, donde Celebi me estaba esperando

–T...Treecko –dijo Celebi en cuanto me vio– Sé que eres tú porque eres el único que no ha entrado directamente al Frente, pero no te he reconocido. ¿Qué...?
–He evolucionado, Celebi. Ya he dejado de ser Treecko para convertirme en Grovyle
–Si te ha cambiado la voz y todo. Me gusta como te llamas ahora...Grovyle. Supongo que es la única buena noticia del día
–¿Por qué lo dices?
–Duskull ha caído en manos de Darkrai. Por lo que les ha contado Slugma, se quiso entregar para que el Frente de Rescate no sufriera más por culpa de Darkrai. Lo peor es que, aunque al poco de entregarse, mientras Darkrai lo hacía uno de los suyos, Wigglytuff se sacrificó, empujando a Darkrai a un portal que Floatzel y Gardevoir se encargaron de romper para que Darkrai no pudiese volver, no llegaron a tiempo para evitar que Duskull se volviera un pokémon primario. Así que, si nos lo encontramos en nuestro camino, tendremos que luchar con él
–Entiendo...En fin, Duskull ha hecho un gesto de nobleza inconmensurable, pero supongo que el destino ha querido que haya sido en vano. Pongámonos en marcha, Celebi. Aquí ya no hay nada que nos ate
–¿Y qué hay de mí? –dijo Slugma, que aparecía con la Srta. Gardevoir, el Sr. Magcargo y Floatzel– Si os vais, ya no me quedará nada. Bueno, sí, está mi padre, pero él me ha dicho que haga lo que crea conveniente. Además, me ha dado estas cartas que nos dejo Duskull antes de irnos
–Slugma, yo...–dijo Celebi
–Ven con nosotros, si quieres. Al fin y al cabo, del equipo Aura, sólo quedamos nosotros dos. Y estoy seguro de que ni Duskull ni Ralts querrían que nos separásemos.
–¿En serio? –dijo Slugma sorprendido, mientras miraba a su padre– Papá, sé que no debería, pero...
–Claro que debes, hijo. –dijo el Sr. Magcargo algo emocionado– Está claro que ha llegado el momento en el que debes salir del nido, y, aunque no te niego que me duele, no estaría bien que te retuviera aquí. No. Tu lugar es estar con Celebi y con Grovyle, para que os apoyéis los unos a los otros. No te preocupes por nosotros, estaremos bien. Y, siempre que sigamos aquí, seréis bienvenidos
–Muchas gracias, Sr. Magcargo
–No me des las gracias, pequeño. Siempre supe que había algo especial dentro de ti, y por lo que veo, no me equivocaba. Pocos pokémon hemos sido capaces de evolucionar tras la paralización del planeta, y para ello, hemos tenido que demostrar una voluntad extraordinaria. Estoy seguro de que no os pasará nada
–Tened mucho cuidado –añadió una desconsolada, aunque tratase de parecer entera, Srta. Gardevoir– En cierto modo, gracias a vosotros, el equipo Aura, y a vuestra actitud, me está siendo más fácil asimilar la perdida de mi familia. Así que, de verdad, espero que os vaya todo bien
–Bueno, supongo que ha llegado el momento de decir adiós –dijo Celebi con tristeza
–Así es. Tened cuidado, chicos
–Lo tendremos –dijimos los tres a la vez, mientras dejábamos atrás el Frente de Rescate, para lanzarnos a la aventura. Para adentrarnos a lo desconocido. Para intentar cambiar el planeta


Bueno, ahora sí que sí, doy por finalizada esta primera etapa de "El pasado de Dusknoir". Aún no tengo nada decidido acerca de la secuela, pero no os preocupéis, que, en el momento que tenga capítulos para publicar, seréis los primeros en enteraros. En fin, dicho esto, os dejo. Hasta pronto ^__^

P.D.: El nombre de Kaizen significa "cambio positivo" en japonés (eso si Google no me ha timado). No sé, aparte de que el nombre en sí me ha gustado, parece el nombre más apropiado para el humano que viene a salvar el mundo pokémon, ¿no creéis?
« Última modificación: 06 de Enero de 2015, 10:29:35 am por Pyro »