La Dr. Eva Rosalene y el Dr. Neil Watts tienen trabajos bastante peculiares:
Les dan a las personas otra oportunidad para vivir. Literalmente.
Existe una tecnología que le permite a los doctores crear memorias artificiales, de modo que un paciente pueda solicitar intentos de alterar su mente, y despertar con recuerdos de cosas que realmente no sucedieron.
Sin embargo, ya que estas memorias son permanentes, el conflicto entre ellas y las memorias auténticas existentes colisionan en tal forma que cesa la habilidad de la persona para funcionar adecuadamente.
Por lo tanto, la operación es realizada solamente en personas que estén ya en su lecho de muerte., con el fin de lograr lo que ellos hubiesen querido hacer con sus vidas… pero que al final no lograron.
Pero forjar una nueva memoria no es tan sencillo como oprimir un botón.
Esta tecnología requiere que los doctores se adentren en las memorias del paciente, que a su vez son reconstruidas como escenas interactivas. Entonces, los doctores viajan gradualmente hacia atrás por las memorias de la vida del paciente, hasta llegar a su niñez — y es en ese momento, que el deseo del paciente en el presente es transferido.
Gracias a la influencia de ’ los doctores, el paciente (como niño) podría entonces llevar una vida enteramente distinta en su cabeza, trabajando hacia, y logrando su último deseo por sus propios méritos.
De salir todo bien, el paciente despertaría, habiendo vivido esa vida de ensueño que nunca tuvo, y con la oportunidad de abrazar un breve momento de total satisfacción.
Poco tiempo después, tomaría su último suspiro.
Cada cierto tiempo, surge una vida que resulta bastante peculiar.
Esta historia particular sigue la historia de la Dr. Rosalene y el Dr. Watts’ en su intento de cumplir el sueño de un anciano moribundo, Johnny. En su misión de lograr esto, viajan hacia atrás por las memorias de este hombre, revelándose la curiosa historia de su vida ante sus ojos.
Con cada paso que retroceden en el tiempo, un nuevo fragmento del pasado de Johnny es descubierto. Y a medida que los dos doctores van uniendo los pedazos del gran rompecabezas que forman los eventos de toda una vida, ellos intentan comprender por qué el frágil anciano escogió que su último deseo fuese lo que es.
Y el último deseo de Johnny es, por supuesto… el ir a la luna.
Bien, este es el nuevo walkthrough que voy a hacer en mi canal, seguramente todos los sábados.
Os dejo el primer episodio: