Jum, no creo que la culpa sea de la niña, sino de los padres, yo que sé, a mis hermanas a los 11 años no les gustaba la caza
Supongo que habrán sido sus padres, es lógico:
Supongamos que mi padre es un experto fontanero, y supongamos que tengo 11 años, me voy a morir y admiro mucho a mi papá. No sería raro que mi sueño fuera
matar tortugas con cierto fontanero italiano arreglar una fuga de agua o algo así. O si mi madre fuera pintora, mi sueño podría ser ver un cuadro mío en alguna galería de arte, yo que sé. Supongamos ahora que mi padre es un gran cazador, y yo le admiro ¿Sería tan raro que mi sueño fuera cazar un gran animal, como un oso? Los niños repiten lo que ven, y ni siquiera han forjado su personalidad; si nadie les ha dicho que cazar osos no está bien; es más, allí está visto como un acto de valor... ¿De qué podemos culpar a esa niña?