Empieza bien, entra en un bucle de relleno de anime estereotipado que ponen con calzador cualquier excusa posible (oye, iros a la playa, que las muchachas muestren pechuga, y para que parezca que un anime de 24 capítulos puede perderse un capítulo en semejante chorrada, haz una pequeña misión y presenta un personaje importante), y cuando parece que el argumento va viento en popa, destrozan cada centímetro de la poca coherencia que les quedaba.
Los personajes son planos y estereotipados (y en caso de evolucionar, se nota mucho la mano de los guionistas, no es una evolución pausada, de esas que no se detectan, sino abrupta, por exigencias del guión), y abusan del fanservice para ganar audiencia. A los guionistas no les llegaba para comer y se dedicaron a comerse la coherencia argumental.
Al final, parece que hacen una bacanal, y terminan la serie como pueden, pues no podían dejarla a medias.
Eso si, el dibujo muy bonito.