Holaa. Siento no haber podido conectarme más, pero he estado bastante ocupada con los estudios (sobre todo con los de mi hermano, que es vago como él solo). Se me ocurrió escribir un Fic y, hale aquí estoy. Ahora posteo el Prólogo y el primer capítulo de mi
parida Fic.
Pokémon:
The Last TrainerPrólogo Hay varios mundos paralelos al nuestro. Uno de ellos es el Mundo Pokémon, comandado por el legendario Arceus, dios de los Pokémon.
Él nació de un huevo que estaba en medio de la nada. Tras ver el eterno vacío, creó el Mundo Pokémon con su enorme poder.
Después, creó a los Pokémon. Ellos eran criaturas con poderes cuyo instinto de lucha estaba ligeramente elevado a los demás. Al derrotar a alguien, subían de nivel y algunos evolucionaban al llegar a cierto nivel, al tocar algún objeto o tener una gran amistad con alguien.
A cada uno le dio el poder de uno o dos elementos existentes: Planta, Fuego, Agua, Normal, Volador, Siniestro, Hielo, Lucha, Dragón, Psíquico, Roca, Tierra, Eléctrico, Acero, Veneno, Fantasma y Bicho.
Tras hacer eso, viajó a nuestro mundo y, al ver a los humanos, se llevó a algunos y creó un mundo paralelo al de los Pokémon donde ambos vivirían en completa armonía.
Una tradición de ese mundo era que los humanos, al tener 10 o más años, podían salir a vivir aventuras con sus Pokémon, persiguiendo el sueño de ser el mejor Entrenador, Coordinador, Criador, etc…
Los humanos y los Pokémon hicieron fuertes lazos en esas aventuras, entendiéndose a pesar de no hablar un mismo idioma, uniendo fuerzas por perseguir su sueño.
Pero no todo es felicidad. Hay humanos que se aprovechan de los Pokémon y los tratan como herramientas deshechables, usándolos y deshaciéndose de ellos cuando terminan de serles útiles.
Sin embargo, y gracias a los que se amistaron con los Pokémon, los demás no están dispuestos a esa clase de planes e intentan detenerlos viviendo una gran aventura en la que tendrán que contar con la ayuda de los Pokémon trabajando como si fueran uno.
Esa es la experiencia que vivirá cierta muchacha de apariencia normal, pero de bravo corazón…
Capítulo 1:
¡Empieza la aventura! Era un día como otro en Pueblo Folklor, en la región Alpha. En una pequeña casa, blanca como la cal, con tejado de pizarra, dormía una chica en una gran cama, totalmente tapada por unas sábanas turquesas. Era alta, de piel morena, con un pelo de color castaño claro, cuyos rizos caían gracilmente. Sus ojos almendrados estaban cerrados suavemente por sus párpados. Entonces, un sonido estridente, molesto, inquietante, venido del peor castigo arcano posible, despertó el dulce sueño de la muchacha:
Ti, tiririrí, tiririrí, tiririrí…
-… Pero… ese sonido es…- dijo con voz suave la muchacha.
Abrió los ojos lentamente. Allí estaba, el maldito causante de tal semejante tortura: el despertador digital de la chica. Marcaba las 7: 45.
-¡Aaah! ¡Oh, no! ¡Llego tarde, llego tarde!
La muchacha se levantó corriendo de la cama y se vistió lo más rápido y bien posible, o sea, fatal. Tras unos intentos más, logró vestirse correctamente: camiseta de manga corta blanca, chaleco sin mangas y corto de color azul marino, vaqueros cortos y unas deportivas azul marino con cordones celestes. Para rematar, se puso una gorra con visera celeste que contrastaba con su vestuario.
Una vez vestida correctamente, corrió como una loca escaleras abajo, llegó hasta la cocina y dijo rápidamente:
-Buenos días, mamá. Buenos días, papá.
Se tomó de un sorbo la leche caliente que reposaba en un largo vaso.
-Al fin te levantas, Akira. Creía que te ibas a despertar mañana- dijo una mujer mayor, de unos cuarenta años, castaña como la muchacha y de los mismos ojos castaños.
-¿Por qué no me habéis despertado?- se quejó mientras le daba el mordisco final que hizo que su tostada de mantequilla pasase a mejor vida.
-Es el último día de clase. Tampoco te va a pasar nada- dijo el padre, de pelo negro como el azabache y ojos castaños.
Akira cogió la última tostada que reposaba es el plato y se la metió en la boca.
Cogió su ligerísima mochila de diez kilos y se la subió a la espalda.
-Ajta luego, mamá y papá. Tengo que jalir pitando hajia el injtituto. ¡Adioj!- Akira se despidió sin quitarse la tostada de la boca.
Corrió rapidamente mientras devoraba su tostada. Si su madre la veía, la castiaría por correr comiendo. Llegó hasta una casa y paró en seco. Llamó a la puerta y esperó. Una chica de pelo rubio como el oro, ojos azules como el mar, una piel pálida y una sonrisa pilla en su boca.
-Tienes migajas de tostada por toda la cara- dijo ella, intentando aguantar la risa.
-¡Rayos! Gracias por avisarme, Celia- ella se limpió rápidamente.
Las dos chicas corrieron hacia el instituto, apresurándose para no llegar tarde el último día de clases. Sí, al día siguiente comenzarían las vacaciones de verano.
-Oye, Akira. ¿Qué vas a hacer durante este verano?- preguntó Celia.
-Deprimirme y ver por la tele cómo todo el mundo se convierte en entrenador Pokémon y yo me quedo aquí pudriéndome- se quejó Akira.
-No te deprimas, Akira. Lo que pasa es que en esta región los Pokémon están a muy alto nivel y es casi imposible conseguirlo. Lo que deberías hacer es viajar a otras regiones y conseguir allí a tus Pokémon.
-Sí, pero mis padres creen que es muy peligroso. Nadie me comprende- suspiró Akira.
Caminaron hacia el instituto. Tras seis largas horas de trabajo, charlas y algunas burlas de los compañeros, al fin la directora dio su discurso de fin de curso:
-Hemos estado casi un año entero juntos. Habéis hecho un gran esfuerzo. Bueno, algunos- una mirada indiscreta se posó en los rostros de los típicos matones de turno (alias canis)-. Al fin, el camino ha terminado. Podréis tener un gran período de descanso para perseguir vuestros sueños sin interrupciones y…
-BLA, BLA, BLA…- se quejaron los demás .
-… Bueno…- siguió la directora, un poco avergonzada-… ¡Felices vacaciones, alumnos!
-¡¡¡HURRA!!!- los alumnos salieron del salón de actos al tropel.
Durante el camino de vuelta, Celia y Akira empezaron a charlar animadamente.
Llegaron hasta la casa de Celia, la cual se quedaría también todo el verano en Alpha. Después de despedirse de ella, se fue hacia su casa, suspirando. Un pequeño Rattata salió de un arbusto y se escondió en su madriguera.
-Algún día… algún día seré la mejor Entrenadora de todos los tiempos- murmuró Akira mientras lo miraba con cariño.
Entró en la casa. Sin embargo, un fuerte ruido la asustó:
-¡¡¡Felicidades, Akira!!!
-WTF?!
-Akira, estamos muy orgullosos de tu gran esfuerzo en los estudios- dijo su madre.
-A pesar de que tus sueños no podían hacerse realidad- continuó su padre.
-Por eso… hemos decidido darte esto- dijo su madre, entregándole a su hija una pequeña bolsita.
-Hay mucho dinero… y un boleto para un viaje en avión - se asombró Akira, al abrirla- ¿Para qué es?
-Para tu viaje a Kanto- dijo su padre.
-WTF?! ¡¿Kanto?!
-Sí, Akira. Puedes ir a Kanto a vivir una “aventura Pokémon”. Allí, los Pokémon tienen un nivel más bajo y te será más fácil atraparlos. Incluso te dejamos que vayas a otras regiones si el dinero te puede dejar ese capricho. Hemos hablado con el Profesor Oak, el Profesor Pokémon de esa región, y hemos quedado en que te dará tu Pokémon inicial - señaló su padre.
-¿En… en serio?- preguntó Akira, con los ojos brillantes.
-Lo decimos en serio- sonrió su madre-. Mañana sale un avión hacia Kanto.
-No… no puedo… no puedo creerlo…- Akira corrió a abrazar a sus padres-. Gracias. ¡Gracias, gracias, gracias! ¡Millones de gracias!
-Deja de darnos las gracias y ponte a hacer las maletas.
Akira salió corriendo a su cuarto. Abrió un enorme armario de madera y sacó una maleta verde fosforito. Llamaba mucho la atención, pero bueh. Metió de todo: ropa de paseo, ropa de noche, camisón, bañador, neceser, ropa interior, maquillaje, libros… vamos, de todo. Después, tocó lo más importante para Akira, su corazón, su alma, su objeto más valioso: su bolsa. Era una bolsa azul, casi normal. Pero dentro cabían muchas más cosas de las que aparentaba. No solía llevarlo por miedo a perderlo, pero era una ocasión especial, había que reconocerlo.
Tras tener todo preparado, bajó a la cocina a comer. Pollo asado con patatas. Un excelente menú. ¿Qué de dónde sacaron el pollo si estaban en el Mundo Pokémon? Bah, detalles sin importancia. Lo que importa es que era la comida favorita de Akira, sólo superada por la pizza. Tras ese almuerzo, Akira se conectó al Messenger para hablar con Celia:
.:Akira the Best:. dijo: ¡No te lo vas a creer lo que voy a hacer este verano!
Princess of Shadow dijo: Adivino: deprimirte y ver por la tele cómo todo el mundo se convierte en entrenador Pokémon y tú te pudres en tu casa.
.:Akira the Best:. dijo: Has fallado xD. Me voy de viaje a Kanto.
Princess of Shadow dijo: WTF? ¡¿Kanto?!
.:Akira the Best:. dijo: Voy allí a ser la mejor entrenadora Pokémon.
Princess of Shadow dijo: ¡No me lo puedo creer! Al fin harás tu sueño realidad. ¿Me conseguirás un Pokémon tipo Agua? Porfa…
.:Akira the Best:. dijo: Ya veremos ¬¬. Por si acaso, le sacaré fotos a los Pokémon tipo Agua para dartelas ^^.
Princess of Shadow dijo: Pero si vas a Kanto, no nos veremos en una temporada. No te pasará nada, ¿no?*.*…
.:Akira the Best:. dijo: No te preocupes por mí. Además, voy a viajar a otras regiones Pokémon. ¡Quiero verlos a todos! Pero no te preocupes, no me voy a morir ni nada (espero) o.O
Princess of Shadow dijo: Más te vale xD. Bueno, me tengo que ir. ¡Dew, Dewgong!^^
.:Akira the Best:. dijo: Bye!^^
Akira apagó su portatil. Hecho esto, decidió escribir en su diario, además de meterlo en el bolso. Sí, ella tenía un diario en el que contar sus experiencias, emociones y…
-¡Oye, que esto no es un diario! Son mis memorias.
Lo mismo es.
-Grrr…
Vale, vale, son tus memorias…
-¿Lo ves? No es tan difícil.
…
Bien, las horas pasaron rápidas y veloces. Cuando quiso darse cuenta, eran las 23: 30. Se acostó tras darle las buenas noches a sus padres. Su última noche en Alpha. Estaba a punto de comenzar su aventura.
-No puedo dormir… pero tengo que descansar para mañana…- decía.
Poco a poco, los ojos de Akira se fueron cerrándose, hasta que al fin cayó en las dulces garras del sueño.
A la mañana siguiente, Akira se despertó a las 7:00… ¡por voluntad propia! Algo que no había hecho desde… nunca. Cuando sus padres se levantaron unas cuatro horas después, quedaron atónitos al ver a Akira vestida, con la bolsa y la maleta.
-Akira… ¿eres tú? ¿No eres un espejismo?- preguntó su padre, restregándose los ojos.
-La misma que viste y calza.
Después de que sus padres desayunaran, con la ayuda de Akira, que le era imposible resistirse a una tostada de aceite de oliva, se vistieron y llevaron a Akira al aeropuerto. El vuelo hacia Kanto salía en media hora.
-Que tengas suerte, Akira- se despidió su padre.
-Envíanos una postal- dijo su madre.
Al fin, tras largas despedidas, Akira metió su maleta en el portaequipajes y subió al avión. Por fin (¡Aleluya!) despegó sin problemas. Akira miraba por la ventanilla, observando el cielo azul. De vez en cuando veía a los Swablu, incluso algún que otro Altaria volaba magestuosamente con sus alas parecidas a nubes.
-Vaya, es increíble…
Akira, para entretenerse, miró todo lo que tenía en la bolsa: su diario cuaderno donde estaban escritas sus memorias, su cámara de fotos, si mp3 y su cartera. Aún cabían muchos objetos más, por muy imposible que pareciese. Pequeño por fuera, inmenso por dentro. Sacó su mp3, se puso los auriculares y empezó a elegir alguna canción que escuchar.
“Llegaré a ser el mejor
El mejor que habrá jamás…
¡Pokémon!” -¡Uf, cómo detesto esta canción! La voy a borrar.
“Canción borrada” -Mejor escucharé esta.
“La mano arriba,
Cintura sola,
La media vuelta.
¡Danza Kuduro!” -¡Mucho mejor!
Y así, el avión se dirigió hacia la región Pokémon que daría comienzo a la entrenadora Akira: Kanto.
Akira creía que sería una aventura normal: capturar unos Pokémon, ganar Gimnasios y ser la Campeona de la región. Pero algo más la esperaba… una aventura que nunca olvidaría.
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Aquí termina el Prólogo y el capitulo 1. Comentarios, críticas y demases en su tema correspondiente:
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