Sinceramente, mientras no tenga un uso que lo justifique, no.
Un uniforme cuesta dinero, y por ejemplo, en el colegio, instituto o universidad ya bastante se arruina uno con el material y los libros (los libros del instituto no bajan de los 30 euros y por lo visto en la universidad tampoco son baratos...).
Por supuesto, es preferible vestir acorde a la situación.