Este relato es una continuación de
éste. Es tan chorras y absurdo como el anterior.
Ésta historia se centra nuevamente en el apacible país Taladro Rosado, muchos años después de su liberación gracias a Greddie y a Fornicorn, los cuales murieron también hace mucho. Sin embargo, para evitar que el país cayese nuevamente en malas manos idearon un sistema de seguridad implacable. Crearon cientos, miles de copias robóticas de Fornicorn, a los cuales bautizaron como Fornibots. Éstos unicornios robóticos fueron programados para mantener la mentalidad de Fornicorn. Eran copias perfectas.
Sin embargo, en la actualidad, la cosa es muy distinta. Un virus informático creado por el malvado Phill Puertas ha infectado a todas las unidades Fornibot, haciendo que ignoren las órdenes preestablecidas en su programa e implantando unas nuevas órdenes: exterminar la vida en Taladro Rosado.
Todo parecía perdido para las formas de vida de este idílico lugar. La gente intentaba huir, aunque de manera inútil, pues los Fornibots levantaron un muro electrocutado alrededor de Taladro Rosado. Sin embargo había gente dispuesta a enfrentarse al mal. Un par de jóvenes se atrevieron a desafiar a su destino, sus nombres eran Peku y Pochua. En realidad, contaban con más ayuda. Les acompañaba una unidad Fornibot defectuosa, la cual fue desechada. Curiosamente esto le impidió ser infectado por el virus. Ésta unidad fue bautizada con un nombre especial otorgado por los dos jóvenes, Chain Bow Crash.
El grupo partió hacia la guarida de Phill Puertas, Microchof. En la entrada les esperaba un increíble grupo de quince Fornibots, pero entre los tres consiguieron reducirlos a cenizas y entrar en el edificio.
Siguieron avanzando a toda velocidad derrotando más y más Fornibots hasta llegar a la planta más alta del edificio, la tres cientos ochenta y cuatro. Allí les esperaba el más temible enemigo que habían contemplado hasta el momento, el Fornibot de más alto rango, montado por el mismísimo Phill Puertas.
Los jóvenes montaron en Chain Bow Crash, pues no tenía sentido luchar si la batalla no estaba igualada. Finalmente comenzaron.
Phill Puertas lanzó su primer ataque. Su unidad Fornibot lanzó un gigantesco rayo negro por la boca. El grupo consiguió esquivarlo, pero Peku casi cae de Chain Bow Crash. Afortunadamente consiguió agarrarse de su cola. Pochua le pidió a Chain Bow Crash que lanzase su mejor ataque contra Phill Puertas. Lamentablemente, éste no podía hacerlo debido a que era defectuoso. Phill los tenía acorralados. Su unidad Fornibot comenzó a cargar un nuevo ataque. En ese instante los ojos de Chain Bow Crash comenzaron a brillar.
El Fornibot de Phill lanzó finalmente su ataque,el cual impactó de lleno en Chain Bow Crash. Una humareda negra se levantó debido a la explosión., Phill había ganado. O eso parecía. Repentinamente la humareda tomó un color rosado y comenzó a ser absorbida por el cuerno de Chain Bow Crash. Tras ser absorbida totalmente un aura arcoiris comenzó a rodear al robótico unicornio. Era la hora del ataque final.
Chain Bow Crash comenzó a correr a una monstruosa velocidad, dejando una estela arcoiris tras de sí e impactando de lleno contra Phill y su unidad Fornibot. No sólo eso, también impactó contra el computador central que controlaba a las unidades infectadas y destrozó la pared, causando una gran explosión.
Y así, el maquiavélico plan de Phill Puertas se fue al traste. Todas las unidades infectadas quedaron inutilizadas y Taladro Rosado volvía a ser libre de nuevo.
Debido a la ausencia de Fornibots que mantuviesen la ley, el índice de criminalidad ascendió a niveles inimaginables, causando la muerte de millones de inocentes.
FIN.
