Una última aportación y lo dejamos.
El conocedor de Ortega sabe (aparte de que se copió descaradamente de otro pensador cuyo nombre no me sale ahora mismo porque tengo un cacao mental impresionante) que Ortega rara vez habla de la libertad en sentido absoluto, y nunca cuando la asocia a la palabra vida. Ortega es fatalista, cree que no podemos tener una libertad absoluta en nuestra vida porque estamos condicionados por demasiadas cosas. Como la teoría te va a ir de bien poco, voy a coger la frase que me has dado, que no conocía:
Vivir es libertad. Por ende, puedes elaborar por ti mismo (hablo en neutro) tus actos.
Bien. La explicación de que hablas en neutro déjala para las feministas radicales no-conocedoras de las normas de la lengua castellana.
Efectivamente, vivir conlleva una libertad. En todos sus sentidos, que no creo obligado explicar si hemos llegado a este punto (responsabilidad, obligación de elegir...). Se vive a través de una serie de actos que, al no ser esclavos de nadie, elaboramos por nosotros mismos. Porque tenemos la vida como una sucesión de actos que eleboramos desde nuestro interior por nosotros mismos (que ya podemos estar condicionados), se llevan a cabo (en un medio que se rige por unas normas que seguimos para poder ser libres) y tienen unas consecuencias (que implicarán la elaboración de un nuevo acto).