¡DIOS! ¡Casualmente me han envíado el relato 13 users! El número de la mala suerte... D:
Bien, al final voy a poner todos los relatos juntos y quien se los quiera leer para votar, pues que se los lea.
1er Relato(I):Era una noche como otra cualquiera,Sally estaba en el ordenador como de costumbre y al lado su pequeño lobo Agallas el cual tenia desde que nacio.
Su madre seguia llamando a Sally para comer pero estaba muy ocupada mirando sus cosas en el ordenador y no se queria mover de alli.
-Sally,si no vienes a cenar luego no comeras nada.
-Dejame en paz mama,eres una pesada siempre me dices lo mismo.
-Porque llevas ya mas de 1 mes sin dejar el ordenador.Agallas quiere salir a pasear y si tu no lo llevas no podra hacer nada.
-No seas pesada mama,ya ire mañana.
Sally en ese momento estaba de los nervios,no podia parara de pensar en que solo la molestaba a ella y no se preocupaba en sus asuntos.Habia momentos que Sally huebiera preferido estar muerta,pero lo que Sally no sabia esque habeces los deseos se cumplen!
*RING,RING*Esa mañana el despertador sono muy amargo para Sally ya que se quedo hasta tarde con el ordenador y queria dormir mas pero,tenia que ir al instituto y con eso su madre era muy inflexible.
-Sally vistete rapido que llegaras tarde.
-Que siii,preocupate mas en tus cosas mama porfavor.
-Que quieres que haga Sally tienes que ir al Instituto y tienes que salir 20 minutos antes para poder llegar a tiempo.
-.No me lo recuerdes,el instituto es un asco,mis compañeros unos raros,toda mi vida es una asco,ojala no hubiera nacido.Te odio!!!
*PLAFFF*Sally dio un portazo y mientra se iba corriendo con su lobo agallas al instituto se le cruzo su abuela y le dijo:
-Que te pasa Sally?
Le pregunto preocupada por ver a Sally con una cara que nunca habia visto en ella.
-No quiero hablar.
Dijo Sally mientra seguia corriendo.
La abuela entro en su casa para hablar del comportamiento estraño de Sally.
Segun la madre de ese comportamiento nunca lo habia visto en ella.
La madre empezaba a pensar que su hija era bipolar pero no pensaba que fuese a llegar a un puto tan extremo.
Mientras sally se iba al instituto enfadada un gato negro se cruzo enfrente del Agallas y sin pensarlo un momento,este,lo persiguio hasta el bosque negro.Un bosque que los ancianos de la ciudad decian que siempre ocurrian cosas malas en el y que si entrabas no volvias a salir con vida.
Sally no se lo penso y fue corriendo a buscar a Agallas.
Despues de media hora de busqueda encontro a Agallas en una casa abandonada.Esa casa daba mucho miedo,tenia telarañas en las esquinas,las paredes de madera estaban cubiertas de moh y desgastadas por el tiempo y ademas tenian pequeños agujeros echos por cucarachas mas grandes que las manos de Sally.
En esa casa habia algo en especial,en una de las paredes habia numeros romanos.como si alguien hubiera estado contando los dias que habia estado en esa casa.Por lo demas la casa estaba perfecta incluso tenia electricidad.Ya era de noche y decidio quedarse con Agallas en esa casa abandonada y para pasar el tiempo decidieron poner la tele.
Sally puso las noticias para enterarse si habia pasado algo interesante y en una de las noticios aparecio el presentado diciendo:
-Perdon por las molestias,pero nos han informado que un Loco anda suelto en el bosque negro.Si lo ven no duden en llamar a la policia ya que es extremadamente peligroso.
Estaba muy asustada ya que ellos estaban en el bosque negro y buscaban alguna manera de poder dormir sin tener miedo o almenos sentirse protegidos.
Ah Sally se le ocurrio algo,le dijo a Agallas esto mismo:
-Si olles algo,lameme la mano y me despertare.
No estaba muy segura pero tenia fé en Agallas asi que se puso a dormir.
Sally sentia algo en la mano,era Agallas avisandola.Pero no pasaba nada asi que siguio durmiendo.
Otra vez sentia algo en la mano,era Agallas otra vez avisandola pero no pasaba nada.
Sally se desperto y cuando se desperto al cabo de 1 minuto se ollo un tremndo golpetazo.Era Sally estaba en el suelo tendida con los ojos llorosos incluso se podria decir que tenia una gota de sangre en la cara.Algo pasaba en la pared habia algo...Estaba la cabeza de Agallas colgada en la pared.
Y al lado ponia algo muy facil de leer:
Los locos no sabemos lamer.
2º Relato(II):Era una nublada mañana de otoño.Era sábado y podía quedarme tranquilamente en la cama, durmiendo.
Pero había un ruido incesante que no me lo permitía.Miré por la ventana y resultaba ser una ambulancia y varias personas llorando o intranquilas.
Bajé rapidamente para ver lo ocurrido, el edificio de enfrente se habia incendiado durante la noche y varias familias murieron abrasadas por las llamas, y se llevaban los cádaveres calcinados.
Observé que habian muerto muchos adultos, pero solo un niño, tenía 3 años.
Volví rapidamente a mi habitacíon, no queria seguir observando ese terrible espectáculo.
Fuí a la cocina a beber algo, encontré una cucaracha y la maté.
Sin más dilación encendí la televisión y me puse a ver las noticias.
Estaban enseñando imagenes del edificio incendiado, resultaba que el niño era hijo de una familia adinerada que lo habían dejado a cargo en la casa de su canguro.
La pobre abuela del niño lloraba amargamente suplicando a dios que su nieto reviviera, sus padres querían saber a toda costa quién causó el incendio y hacérselo pagar.
Yo seguí con un día completamente normal, comí, dormí estudié...
Entré en internet y observé una cosa que me llamó muchisimo la atención:
Ví imágenes del culpable del incendio de anoche...Era yo.
¿¡¿Como iba a ser yo el culpable de aquel incidente?!?
Era oficial, al parecer lo tomaron de una camara de seguridad...
Pero era imposible que yo fuera el culpable de aquel incidente, ¿cómo llegó esa foto ahí?¿Quién la ha hecho?
Eran muchos enigmas y me lo estaba preguntando con todas mis fuerzas.
La guardia civil estaba enfrente de mi edificio y parecía saber donde estaba, debía huir,¿pero cómo?
Recordé que tenia una escalera extensible y una ventana que daba hacia el patio y no era visible hacia afuera.
¡Genial, podía escapar por ahí!Corrí hacia la ventana pero...
¿¡¿Que era eso?!?Había una pila de cádaveres en el patio, lenos de sangre y mordeduras junto con arañazos.
Solté la escalera...ahí estaba mi familia, pudriendose entre los cádaveres de la gente...
Caí hacia el suelo, lloré amargamente y grite:"¡¿¡Porqué te los has llevado, señor, porqué!?!"
La Guardia Civil entró por mi puerta y me arrestó, la persona que me arrestó era...¿Mi hermano?Esto no tenía sentido.
Me llevaron a un calabozo y allí tuve que esperar 2 días antes de que me juzgaran, vino mi hermano y me dijo:
"Ve a tu juicio, engendro"
Fuí a la sala, pero...¿Que habia pasado ahora?
Habían otra vez muertos descomponiendose unos encima de otros.
Me eché hacia atrás y corrí, no sabía hacia donde pero corrí, corrí con todas mis fuerzas hasta el ultimo aliento y llegué hasta un cementerio.Entré.
Grité a todo pulmón:"¿Por que me atormentas, señor?¿Porqué haces que mi vida sea tan agotadora y horrible, señor?"
Apareció un gato negro lleno de sangre, de su boca caían gotas de sangre que teñían el suelo de rojo.
Dije para calmarme:"Hola, gatito..."
El gato habló:
"Vida que debo extinguir, acompañame al altar donde tu vida conocerá su final..."¿Era...la parca?¿Así se aparecía a sus víctimas para extinguirlas?
No tenía mas remedio, subí al altar y me tumbé.
Al gato se le cayó la carne y la piel, dejando un esqueleto, el esqueleto adoptó forma humana e invocó una guadaña, el cual su filo ponía "Die infelix anima"...
Tenía miedo, mucho miedo, mi vida llegaría a su fin...
El esqueleto levantó la guadaña y...
¿Me desperté?Debía de ser un sueño.
En mi ventana había un gato negro que dijo:
"Fuit enim somnis anima infelix ..."
3er Relato (III):
Escuela De Monstruos
Me desperté, todavía tenia sueño por desvelarme anoche y acabar mi disfraz para hoy. Era la primea vez que en la escuela iban a hacer una fiesta de disfraces en la noche y por nada del mundo podía faltar.
Me pare y baje a la sala para ver mi disfraz que gracias a la habilidad de mi abuela en la maquina de cocer se pudo hacer realidad, al llegar ahí no vi mi disfraz en el sillón donde lo había dejado, emprendí su búsqueda por toda la casa y al entrar a la cocina descubrí lo que le había pasado, Scott mi perro lo había rasgado y usado como cama. Ahora no tenía con que ir a la fiesta ya que no me daba tiempo de hacer otro y en la tienda ya no quedaban más disfraces.
Corrí al teléfono a llamar a mi amigo Toby y pedirle un consejo.
-¿Estas seguro?, me sentiré raro si voy así.
-¡Claro que si!, nadie te dirá nada acerca de eso, aparte la maestra dijo que aunque la mayoría fuese disfrazado no era necesario para entrar a la fiesta
-Esta bien, iré y espero que no sea el único que vaya sin un disfraz, por cierto, ¿como quedo el tuyo de cucaracha?
-¡Excelente!, ya lo veras en la fiesta, te veo ahí, bye.
-Ok, bye-Colgué-Bueno, ahora solo falta esperar a la noche- Me dije a mi mismo.
Al llegar la noche me fui hacia la escuela, cuando llegue me detuve para esperar a Toby y Martha, mientras lo hacia veía los magníficos trajes de los alumnos que pasaban por ahí. De pronto vi una cosa enorme y café que se acercaba a mí, era Toby en su disfraz de cucaracha.
-¡Vaya!, si que te a quedado bien.
-¿Verdad que si?, pero bueno entremos a la escuela.
-Espera, ¿Y Martha?
-Oh cierto, cuando pase por ella todavía no estaba lista y me dijo que la viéramos en las gradas, al parecer no le dio tiempo de terminar su disfraz.
Entre con mi gran amigo cucaracha y vimos bastantes disfraces, había muchos vampiros, hombres lobo, brujas y abundaban los zombis.
En las gradas solo había una niña sin disfraz.
-Genial, no soy el único, voy a ir a hablarle-dije entusiasmado-¡Hola!, ¿no quieres acompañarnos?
-Claro, por cierto, me llamo Karla.
-Yo Damián, bueno vamos y en lo que esperamos a una amiga te presento a esa cucaracha que esta sentada.
-Wow, que buen disfraz, ¿Tu lo hiciste?-pregunto Karla.
-Si, con un poco de ayuda de mi mamá.
-¿Un poco?-dijo una voz desde atrás nuestro.
-Esta bien, ¡Mucha ayuda! De mi mamá-dijo Toby al ver que era Martha la que lo había dicho.
Martha tampoco tenía disfraz, nos explico que cuando se probó su atuendo de faraona se le rompieron las costuras y no logro conseguir otro.
Después de que Martha llegara nos fuimos al segundo piso de la escuela, donde se podía ver todo. Toby bebía ponche y bebió tanto que tuvo que ir al baño.
Yo empecé a fijarme en un pequeño gato negro que estaba en el techo, tenía los ojos cerrados y con la cabeza hacia arriba, de repente los abrió y le brillaron, parecía que decía algo y de repente desapareció. Parece que fui el único que noto lo que hizo ya que los demás veían donde estaba la fiesta.
No le tome importancia y le dije a Martha que Toby se tardaba mucho, ella fue a echar un vistazo, de pronto un grito se escucho y Martha regreso rápidamente.
-¡Hay algo ahí!, ¡en el baño!-dijo muy asustada.
Fuimos todos con cuidado. Dentro del baño se veía una sombra avanzar.
-Vamos Toby, no lograras espantarnos-le dije en forma de burla.
Decidí entrar para así poder hacerlo salir pero lo siguiente que vi no era Toby.
Había una extraña criatura, tenía brazos, piernas y cara de humano pero lo demás era el cuerpo de una cucaracha.
Salí corriendo del baño con esa extraña criatura siguiéndome lentamente, después de que ellas lo vieran nos fuimos de ahí.
-¿Que era eso?-grito Karla aterrorizada
-Al parecer era Toby pero, que le había sucedido-dijo Martha.
-No lo se, y lo mejor será encontrar a un profesor y contarle lo sucedido-dije todavía asustado.
Bajamos las escaleras hasta la planta baja y vimos que varias personas estaban agachadas rodeando algo que estaba en el suelo, nos lo quedamos viendo hasta que uno de ellos volteo ferozmente enseñando sus dientes. Estaban rojos y de ellos caían gotas de sangre. Nosotros no hicimos absolutamente nada y el se volteo hacia la cosa que al parecer los demás estaban mordiendo y en ese momento nos percatamos que eran vampiros y que lo que estaban mordiendo era la maestra Legna, la encargada de cuidar lo que pasaba abajo en la fiesta.
Nosotros seguimos nuestro camino en silencio pero de pronto algo agarro a Martha por el cuello, era un hombre lobo, con sus garras muy afiladas se las incrusto a Martha justo en el estomago haciendo que sus órganos y sangre salieran, eso llamo la atención de los vampiros y se abalanzaron sobre el cuerpo inerte de Martha y sobre el hombre lobo.
No podía creer lo que sucedía, todos se convertían en lo que iban disfrazados, Karla y yo quedamos en que lo mejor era salir así que nos dirigimos hacia la salida. Por donde quiera que pasáramos había monstruos atacando a los que no llevaban disfraz o atacándose entre si mismos, esto se había convertido en una carnicería, los zombis estaban siguiendo al profesor de historia que inútilmente trataba de huir de ellos, pero al final lo atraparon y empezaron a desollarlo.
Por fin llegamos a la salida la cual estaba cerrada.
-Tenemos que subir por ella, hay que escapar de aquí en cuanto antes –me decía Karla impacientemente.
Subí yo primero para así poder ayudar a Karla desde arriba, estábamos tan apresurados que no nos habíamos dado cuenta de que había un hombre con un costal en la cara y con un hacha detrás nuestro, se acercaba a hacia nosotros, yo me apresure a subir a Karla pero el hombre lanzo su hacha hacia la mitad de la puerta cortándole así los brazos a Karla. Ella cayó gritando del dolor y el hombre la agarro y la azoto contra una pared dejándola sin vida. Asustado, me baje del otro lado de la puerta y corrí lejos de la escuela mientras lloraba la muerte de mis dos amigas y la transformación de mi mejor amigo en una cucaracha mutante. Al estar en la esquina de la escuela voltee hacia el techo y vi que el gato negro al que no le tome importancia estaba sonriendo felizmente mientras me observaba.
4º Relato (IV):LA MATANZA DEL MONJE
Hace 300 años, existía un niño de aspecto desagradable, le caían los mocos, la baba, y todo eso que a la mayoría les da asco ver mientras comen porque les produce una vomitera impresionante.
Este niño creció solo, sus padres murieron en un accidente de coche causado por un asesino fugado de la cárcel, de un modo terrorífico para la mayoría de los que estamos reunidos, terrorífico incluso para los asquerosos fantasmas sin zona orbicular.
Ya a los 18 años ingresó en un monasterio y murió, donde no se había vuelto a oír nada de él. HASTA AHORA.
Estamos en 2010, en un pueblecito de Galicia, cerca del mar. Unos enamorados se han ido a pasar allí la noche, sin saber que sería su trampa mortal.
Era un pueblo pequeño y bonito, agradable para la vista de muchos, con un hostal, caminos rústicos y una taberna, donde nuestros enamorados habían ido a pasar el día. Piden la comida y el camarero les advierte con una voz temeraria de sus palabras:
-Señores, no vayan al bosque de noche, es peligroso...
- Pero nosotros nos íbamos a casar mañana en ese bosque por la noche, es la noche de Halloween y a mi amada y a mí nos encanta ese bosque y más por la noche, lo hace tan original...-replicaba el muchacho- Además, ¿Por que le tenemos que hacer caso?
- Se lo recomiendo.
Se miraron los enamorados y cuando giraban la cabeza ya se había ido. Más tarde le preguntaron a la dueña de la taberna quién era ese y le dijo que ese allí no trabajaba, solo trabajaba ella.
Por el camino se encuentran a uno de los invitados, un amigo suyo de hace tiempo que les dijo que eso sería bonito y les contó que había oído las historias de un viejo monje loco cuya crueldad solo era comparable al conde Vladimir Draculea. Según la leyenda, el monje empaló a todos los monjes del monasterio ( empalar: meter una estaca por el ano hasta que llega a la laringe sin atravesar los órganos vitales, normalmente mueren al 3r día.) y por ello al morir el diablo le hizo su demonio preferido.
Los amigos se despiden hasta la noche de mañana.
Ha pasado un día y medio, están todos reunidos en una pequeña zona sin árboles donde hay montado un pequeño altar. Desde el principio se notaba que algo iba muy mal.
Había una densa niebla como hecha por una máquina espectral mientras los discursos del raro cura que no se había quitado su capucha eran escuchados por una muy diabólica muchedumbre.
El cura dice que si quién quiere oponerse a la boda hable ahora o se calle para siempre cuando se quita su capucha y se ve una horrorosa cara medio zombie llena de cucarachas en descomposición como nacida de las tripas del diablo, entonces como por arte de Lucifer aparece una guadaña y le corta la cabeza al novio como se mata una mosca, tan rápidamente que el muchacho no tuvo tiempo de notar sobre su fría carne el tacto helado del hierro oxidado del arma afilada.
La chica, temeraria por su vida divisa una torre en lo profundo del bosque y se dispone hacia allí para salvar su vida
La chica, temeraria por su vida, empieza a correr perseguida por el sádico monje cuando tropieza con un gato, un gato negro, señal de la mala suerte que le iba a tocar, el monje suelta un guadañazo mientras la muchacha consigue esquivar la guadaña, aunque esta le a arrancado una gota de sangre de la cabeza.
Consigue ponerse en pie con dificultad mientras el monje cogía la guadaña clavada el el fango húmedo y mortal mientras la pobre muchacha se mete en un edificio algo peculiar. ¡UN MONASTERIO!
Enseguida consigue darse cuenta de su mortífero error. Aunque ya era demasiado tarde para lamentarse, entró en una de las tumbas donde había muerto una monja empalada mientras con una furia descomunal el monje fantasmalmente horrible entra sobre una nube de esqueletos muertos, entonces, como por arte de magia coge la guadaña, abre la tumba y se encuentra a una chica vestida de novia desmayada por un corte en la cabeza, entonces agarra la guadaña y se la mete por el ojo izquierdo donde toca el cerebro y muere.
Desde entonces, los vecinos del pueblo cada noche pueden observar como una figura blanca llora por los pasillos del monasterio.
5º Relato (V):HABLA CONMIGO
Otro lunes más en mi horrible vida. Yo solo pretendía llevarme bien con todo el mundo, pero al parecer ni siquiera debería haberlo intentado. Lo único que he conseguido ha sido quedarme totalmente sola. Mi vida consiste únicamsnte en ir de decepción en decepción. Aquellas que consideraba mis amigas se callaron y bajaron la cabeza cuando más las necesitaba. Realmente lo sabía desde hace tiempo, ya sabía que no eran mis amigas de verdad, pero no quería admitírmelo a mí misma. Es muy duro encontrarte sola.
Como ya no tenía a nadie con quien hablar, me dediqué a visitar los foros en busca de algún tema de conversación interesante, y entonces recordé que mi abuela me decía que no me fiase de nadie.
Comencé a hablar en un foro bastante interesante, pero realmente lo que más me llamó la atención fue cierta persona, un chico. Culto, simpático, gracioso... nos dimos el messenger y comenzamos a hablar. Me caía genial, parecía un chico fantástico. Debido a que se acercaba halloween nos estuvimos contando historias de miedo, pero lo único que conseguimos fue reirnos. Esa noche soñé muchas cosas extrañas... soñé que conocía a aquel maravilloso chico y salíamos a dar una vuelta, pero tenía algo extraño, el ambiente estaba enrarecido a su alrededor... no sabía por qué, pero me desperté entre las sábanas revueltas.
Al día siguiente me costaba concentrarme en clase, no era capaz de quitarme el sueño de la cabeza. Esa tarde volvimos a hablar, y por la noche volví a soñar. Pero esta vez fue diferente. Fue una pesadilla. Al despertar no podía recordarla bien, pero sabía que había sido horrible. Los días siguientes ocurrió lo mismo, pero las pesadillas iban a más. Cada vez lo pasaba peor, yo corría huyendo de algo que jamás podía ver claramente, cuando me daba la vuelta tan solo alcanzaba a ver una sonrisa demoníaca, y entonces despertaba empapada en sudor frío.
El jueves, cuando hablaba con el chico, este me confesó que desde el primer día que hablamos, trataba de introducirse en mis sueños para poder conocernos mejor. Una duda me asaltó de repente, ¿sería él la criatura que me perseguía en sueños? Me disponía a contarle mi sueño, pero se me adelantó y me dijo que no había sido capaz de hablar conmigo porque yo no hacía más que huir. Me pidió por favor que esa noche no escapase, que le dejase darme alcance.
Ese día pasé toda la tarde pensando en qué debía hacer, ¿le dejaría alcanzarme o seguiría huyendo? Estaba ansiosa. Deseaba que llegase la noche, pero a la vez la temía. Cuando por fin llegó la hora de dormir, pensé que lo mejor sería esperar a ver que ocurría en el sueño. Antes de darme cuenta, me dormí. Estaba en la calle por la que paso todos los días para ir a clase, un largo paseo. Estaba oscuro porque solo una farola funcionaba en el centro del paseo. Me acerqué a la luz para poder ver bien lo que tenía alrededor, pero la visibilidad seguía siendo nula fuera del radio de la farola. Noté algo detrás de mí, y me di la vuelta al instante. Era una persona, pero solo podía ver su figura entre la penumbra. Y esa persona sonrió. Era el mismo de las últimas noches. Comenzó a caminar hacia mí y yo empecé a temblar, aunque no sabía si de frío o de miedo. En el fondo quería correr como hacía cada noche, pero esa noche la curiosidad pudo conmigo y decidí quedarme a comprobar de una vez quién era esa sombra de sonrisa demoníaca. Él seguía acercándose a mí con su sonrisa, y cuando llegó a la luz y pude verle con claridad me sentí algo mejor. Era un chico normal y corrinte. Pronunció mi nombre y un escalofrío me recorrió la espalda. Era él. Sin duda era él. Seguía acercándose a mí. Yo quería correr pero mis piernas no me obedecían. Traté de decirle que se detuviera, pero no me salió la voz. Se detuvo a mi lado y me rozó la mano. En ese instante sus ojos se volvieron rojos y su sonrisa aún más siniestra. Me desperté sobresaltada.
El viernes en el instituto algunos alumnos habían colgado sus dibujos por los pasillos. Había algún gracioso que había dibujado una cucaracha y otro se había limitado a dibujar una gota de sangre, pero la mayoría eran retratos y tenía la sensación de que me seguían con la mirada cuando pasaba frente a ellos. Cuando íbamos hacia el laboratorio, me llamó la atención el dibujo de un payaso triste, con unos ojos de un profundo azul. Después de una ajetreada mañana volvimos a pasar junto al payaso... sonriente. Podría haber jurado que el payaso estaba triste, pero mostraba una amplia sonrisa. Sentí pánico y pasé rápidamente para evitar estar segundos de más frente al dibujo. Le miré de refilón al pasar, y sus ojos rojos me siguieron... pero en cuanto me di la vuelta volvía a tener unos tristes ojos azules. Llegué corriendo a casa y me encerré en mi habitación. Ni siquiera encendí el ordenador. No quería hablar con él.
Esa noche traté de no dormir para evitar tener de nuevo esas pesadillas, pero fue imposible. Sin embargo, no tuve ninguna pesadilla. El sábado estuve más tranquila. Pasé el día con normalidad y sin sobresaltos.
El domingo ya estuve mucho mejor. Ya no temía encontrarme esos ojos en cada esquina o espejo. Vi la tele antes de acostarme, y a las once me fui a la cama. Tuve un sueño. Todo era muy bonito, un día soleado y todo repleto de coloridas flores. Estaba tranquilamente sentada bajo un árbol, disfrutando del paisaje, cuando me fijé en un extraño gato negro que me miraba fijamente, y entonces oí las campanas. Sin duda era un reloj dando las doce. El pánico me inundó y comencé a correr entre las flores. Con cada campanada el cielo se oscurecía y las flores se marchitaban. Me detuve en seco. Allí estaba él de nuevo. Con su sonrisa y esos ojos rojos. Nuevamente no recibía respuesta de mis piernas y mi voz, tenía demasiado miedo. Pude dar la vuelta pero me lo encontré de frente, apenas a dos centímetros de mí. "¿Dónde vas? ¿No quieres quedarte conmigo a hablar? Soy tu amigo" Dijo con una voz fría y distante. "Tranquila, no debes temerme. No soy más que una mera ilusión. Puedes irte ahora si quieres, no me importa. Pero si te vas, nunca podrás escapar, te quedarás en el olvido como yo. Aunque también puedes quedar conmigo a jugar, solo esta noche". Deseé con todas mis fuerzas huir de allí y logré despertar.
Esa noche no volví a soñar nada extraño. Me levanté y fui al baño a lavarme la cara como cada mañana. Pero, cuando me miré en el espejo, lo único que vi fue una silueta recortada contra la luz del pasillo... y unos profundos ojos rojos. Nadie volvió a saber de mí, nadie me recordaba... había caído en el olvido y no volvería hasta que alguien me prestase atención y jugase conmigo, aunque solo fuese un rato...
Desde entonces me dedico a hablar en foros y otros sitios similares esperando que alguien se fije en mí...
6º Relato (VI): Como todos los 31 de octubre, mis amigos y yo salimos de fiesta, hasta altas horas de la noche. Lo de siempre: calabazas, gatos negros, etc.
Normalmente nos lo tienen prohibido, por el problemilla de hace unos años, pero lo ignoramos igual...
Me explicaré: hace unos años, éramos uno más en la pandilla, pues había un chico un tanto tontorrón e inocente al que gastábamos bromas de mal gusto. Hasta que un día nos pasamos. Se nos ocurrió encerrarle en una casa abandonada en Halloween, como vimos en una película. Se nos fue la mano.
Empezaré desde el principio: este mismo día, hace un par de años, dijimos que íbamos a jugar a la gallinita ciega. Como era infantil, aceptó.
Una vez le vendamos los ojos, le empujamos y le encerramos en una caja.
Le llevamos hasta una fábrica abandonada en las afueras del pueblo (al dueño lo encontraron ahorcado, aunque se sospecha que no fue suicidio, sino asesinato, cosa que pone de los nervios a mi colega).
Le metimos dentro, y, como producto de su asma, salió corriendo hacia dentro nada más abrirle (nos ahorró el perderle en ella). Salimos de ahí. Un lugar con tantas cosas aciagas y cucarachas no mola en absoluto.
Era divertido. Le veíamos cómo corría por dentro de la casa a través de las ventanas, aunque se le notaba más por sus gritos que por su silueta, pues no había luces encendidas. Nos reíamos a más no poder. Algo raro pasó, porque de pronto salieron sus gafas disparadas por una ventana, como si las hubieran lanzado, pero no teníamos ni idea de por qué lo había hecho. Luego empezó a gritar cosas extrañas, como refiriéndose a alguien. Pensamos que nos tomaba el pelo.
Mientras observábamos desde fuera, una ventana se encendió, y vimos unas sombras seguidas de un grito de nuestro amigo. Luego, en esa misma ventana una persona se nos quedó mirando…
Y alguien me pinchó por detrás con algo afilado. Me oriné encima yo, y la mitad de mis amigos por mi grito…
Era mi abuela con sus tijeras de costura, pero pasamos de ella. Directamente, llamamos a la policía, pero era tarde…
Murió por un infarto. Su cara era extraña. Como si hubiera visto al diablo…
Desde entonces su hermano (su único familiar con vida) nos dice que nos matará, pero nunca le tomamos en serio (lo dice a modo de broma, en el fondo le caemos bien). Y no volvimos JAMÁS a dicha fábrica.
Volviendo al presente, hoy es Halloween, como ya dije, y he salido con mis amigos de fiesta aun a pesar de lo que dijeran mis padres.
Eso sí, era muy raro, este año el hermano nos envió una invitación a su casa, y aceptamos…
Su calle era normal, casas de pueblo, niños pidiendo golosinas… Pero su casa era la única que tenía las luces apagadas. En la invitación ponía que pasásemos sin llamar, que la puerta estaría abierta.
Estaba completamente a oscuras, y según entramos, nos chocamos contra un saco, o algo colgando del techo. Estaba húmedo, y todos nos mojamos. Haciéndome el valiente, lo toqué con los dedos y lo chupé. Era algo salado…
-Qué gracioso… Así no nos va a dar miedo… Creo.
Un rayo de luz iluminó la habitación…
-¡¡¡Ay, Dios!!!
Era la cabeza de nuestro amigo, decapitada, colgando, con la misma expresión que cuando se le halló muerto, con la piel podrida, con los músculos del cuello arrancados, chorreando de sangre. Sangre que yo probé voluntariamente…
Nos giramos hacia la puerta para abrirla a toda velocidad, pero nos sacudieron por detrás. Nos noquearon…
Las siguientes horas están en blanco…
Me desperté. Seguía oscuro, pero estaba muy estrecho… Seguramente era un coche, por el movimiento y el ruido, pero… ¿Por qué estaba en el maletero?
¿Y por qué hay tanto líquido desparramado? Tenía la nuca sangrando, así que estaba un poco mareado y no sentía parte de mi cuerpo. Me desperté tumbado y apoyado en algo duro, pero viscoso.
Saqué una linterna de mi bolsillo, que siempre llevo por si acaso.
…
Vi una mano… una muñeca… un brazo. Un… No. No hombro. Era un brazo. Sangrando.
MI brazo. Luego 6 cabezas. Las de mis amigos. Sin cuerpo por debajo... Más bien detrás de mí hechos pedazos…
No podía más, quería salir, me empezaba a doler el brazo, tenía náuseas, estaba histérico, pedí ayuda, esputaba sangre, temblaba.
El coche paró…
Abrió el maletero y pude ver los trozos de mis amigos…
Miles de gotas de sangre esparcidas…
Una persona, oculta tras la noche, me sacó de ahí a la fuerza.
Me tiró a un foso, y me empezó a arrojar arena y los restos de los cadáveres… Me estaba ahogando, no podía salir, estaba llorando…
Lo último que oí fue una voz siniestra diciendo:
- Te lo advertí…