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Literatura y Fan Fiction / [Novela] -15 días sin internet-
« en: 11 de Abril de 2011, 11:47:13 pm »
Bueno... se puede decir que he regresado y que mejor forma de volver que escribiendo algo... con un toque de ironía. A ver si os gusta. (No está basado en hechos reales, creo).
Todo comenzó cuando acabé de comer y, como siempre, me senté en el ordenador dispuesto a entrar en el tuenti, como haría cualquier adolescente normal, en una hora normal y en un día normal. Sin embargo cuando entré en el Internet Explorer ocurrió algo muy normal, que no iba. Hasta ahí todo normal. Busqué en mis CDs, saqué el Mozilla, lo instalé y a la hora de entrar en internet ¡Tampoco iba! Sólo quedaba hacer algo, algo que harían todos los hombres de pelo en pecho... suplicar a papá para que me ayudara.
-Papá, papá- dije con unas lágrimas ficticias en los ojos- el ordenador no va.
-Ahora no puedo ayudar, estoy a punto de tomar mi "lecitaína" hijo.
-Papá ¿Qué coño es la lecitaína?
-Me la chupa tu madre y la vecina ehehehehehehehe.
Normal, mi padre había entrado en CuantoCabrón, algo muy normal en él, y a veces le llega la venada de trolldad... Sólo podía hablar con alguien, mi madre.
-Mamá ¿Qué le pasa a mi ordenador?
-A tu ordenador nada, hijo, lo que pasa es que no irá internet.
-¿Por qué no?
-Porque hemos cambiado de compañía y tardarán dos semanas en arreglarlo.
Se me quedó la cara como si me hubieran estirado la lengua... estaría sin poder despedirme de mis seres más queridos, o sea, los users de los foros en los que estoy...
¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
Odiaba esta vida, sólo habían pasado cinco horas y había estado toda la tarde intentando entretenerme. Para empezar hice algo que a nadie se le hubiera ocurrido nunca hacer, algo tan macabro que la sóla idea de hacerlo podía matar al más débil... hacer los deberes.
Abrí la libreta, abrí el libro, puse la página de los ejercicios y, cómo no, tenía que hacer un ejercicio entero. Veinte minutos después ya estaba llorando del cansancio... había hecho más trabajo que en toda mi vida (y no es que fuera vago, sólo que era alérgico a trabajar) y estaba orgulloso de ello ¡Había puesto la fecha! Ha sido mi mayor logro hasta el momento. Y claro, para no sobresaturarme, decidí que ya lo acabaría en otro momento, o mejor en otro siglo.
Dado el aburrimiento que siempre tengo, sólo se me ocurría una cosa, hacer un puzle. Cuando lo acabé, fuí a contárselo a mi padre, ya que no era normal que yo pensara, y se sentiría orgulloso de mí (Que sería raro, pero bueno...).
-Papá, papá, mira, he montado un puzle de diez piezas.
-Muy bien, hijo.-Dijo mi padre-¿Cuánto has tardado?
-Dos horas, papi. He batido el récord de este puzle.
-¿Cómo?
-Si papi, en la caja ponía "de uno a tres años".
No comprendía la risa que vino después de mi comentario, así que lo dejé pasar. Aún quedaba un rato para cenar, no sé que hacer... Y, en ese preciso instante, se me ocurrió la mayor idea que alguien loco pudiera tener, ir... a una biblioteca.
Tras decidir lo que seguramente sería mi muerte, decidí ir a la biblioteca, el lugar más siniestro del mundo (después del retrete de Maradona, claro). Nada más entrar, sin embargo, vi una luz que me iluminó, la sala de ordenadores. Al son del ¡Aaaaleluyaaaa!¡Aaaaaleluyaaa! mientras bajaban ángeles del cielo... se trataba de... Internet.
Todo se arruinó cuando, de repente, el bibliotecario me dijo que como era semana santa y yo era el único chalado que entraba allí, había decidido apagar los servidores para ahorrar energía.
-Sois imbéciles-le repliqué- ¿A quién coño se le ocurre eso?
-A Jesús.
-¿Dios?
-No hijo, a mi escoba, así que o te callas o te arreo con ella.
Dado esto, decidí hacer algo, y como los deberes me la pasaban por el forro del sobaco (?), intenté entretenerme, y descubrí el juego al que más gente ha jugado y se ha viciado en el mundo, más que al Call of Duty, que el Mario Bros o que el todopoderoso Pokémon, se trataba de... !El buscaminas!
Claro, a la gente no le parece tanto, pero yo como soy retrasa...digo... muy imaginativo, después de explotar minas, me pareció que era un soldado en Afganistán, intentando cruzar la frontera... todo se arruinó, cuando pasaba la procesión por la calle, y Jesucristo tuvo que tocar con la mano los cables de la luz. A él no le pasó nada, porque resucita, pero a mi... me quitaron la vida...
-Jesús, cabrón. -Me apresuré a chillar-.
Entonces apareció un cura que había oído el grito diciendo:
-Arrepiéntete, blasfemo.
-No conozco esa palabra, y aunque la conociera no le haría caso a usted.
-¿Por qué no?
-Porque su padre es el cardenal y su madre el arzobispo de Cuenca.
Me salió una trolleada perfecta, de no ser porque cuando llegué a casa noté un pequeño bulto de 3...30 cm cuadrados morado en mi cara.
Nunca más volvería a la iglesia.
-¡Hijooooo!
-¡Qué quieres!
-¡Mañana es la comunión de tu primo!
Sólo se me ocurrió una palabra:
estaba yo tan tranquilo aburriéndome en mi ordenador, mirando la mayor película que jamás alguien haya visto (o sea, el letrerito de sin conexión) cuando mi madre dijo:
-Hijo, sabes que el domingo es la comunión de tu primo ¿no?.
Mierda, se me había olvidado, cogí lo más necesario (O sea, el dinero, el móvil y una foto de Lucia Lapiedra) y salí corriendo para comprar algo, que, con las prisas, se me olvidó comprar a mi amado primo.
El primer paso que dí ya lo hice mal, por supuesto, me conocéis. Resbalé y me fui de cabeza a las escaleras. Mientras me quejaba salió mi padre y dijo:
-Hijo ¿La vecina es Peter Pan?
-No papá.
-Ah, es que me la chupaba hasta la campanilla.
Fuuuuu x10 elevado a infinito. Casi me parto una costilla y mi padre con sus habituales chistes de tontos.
Dado que no tenía mucho dinero, se me ocurrió ir al mayor sitio de regalos de tooooodoooo el mundo, un sitio mejor que el corte inglés, que el centro comercial o que cualquier hipermercado. Se trataba de...el bazar chino.
Entré por la calle "san", travesé la calle "dia" y llegué al bazar. Ohhh, era una maravilla, todo tan lujoso, tan seguro, todo con las máximas pruebas de seguridad... era un paraíso de tranquilidad y armonía. Y lo habría sido mejor si el dependiente hablara español, pero bueno.
Miré todo lo que había... y encontré el mejor regalo. A mi primo le encantaban las videoconsolas, así que le compré...¡La wiiwi!
Era una consola espectacular, gráficos mejores que los de la ps3 (O eso suponía, ya que no la tenía), cantidad de juegos jugables (2, una pasada), posibilidad online (o sea, la cuelgas en eBay cuando no la quieres) y todo eso que tienen las mejores.
Le pagué al dependiente 20€, juas, le he engañado como un chino. Y nada más salí, se partió la caja y se rompió la wiiwi. Volví a entrar y salí chillando:
¡Ya estoy preparado!
Lo mío ha sido siempre la puntualidad, por ejemplo, los deberes siempre los hago y los llevo a la escuela en tiempo ( exacto, en septiembre ) y todo eso que a la gente se le da tan bien . El caso es que estaba yo tranquilamente desesperado jugando al buscaminas cuando de repente, mi madre pregunta:
-Hijooooo ¿Qué te vas a poner para la comunión de tu primo mañana?
¡Mierda! No me había acordado. Ahora mismo era más tonto que el clip que iba por la calle y de repente dijo ¡Mierda, mis papeles! Me sentía tan tonto que, por mucho que bajara mi autoestima, creyendo que no podía más, entraba en internet y salía el fallo de conexión....
-Si, mamá, ya lo verás, ya... me voy a comprar pan.
Y era verdad, iba a comprar pan-talones y una camisa y unos zapatos... y como no tengo ni puñetera idea de moda, pues fui al mejor sitio donde alguien puede comprar la más fashion de las ropas, la más sutil de las camisas, la más de la más, el Decathlon.
Entré y una maravillosa luz se posó ante mis ojos ( y después un olor extraño, y un viento aún más, y un señor que buscaba un pedo que se había escapado por los alrededores) y después ya estaba inmerso en ese mundo mágico que las mujeres llaman "mi hogar", la sección de ropa. Allí había chándales, camisetas, pantalones, calcetines, y todo con una maravillosa sutileza de deporte, que si tenis, que si fútbol, que si... y claro, yo andaba buscando el apartado de comuniones... pero como no encontré... pues fui a jugar al ping-pong a las mesas de exhibición.
Tres horas después y con mucha hambre entré en una cafetería de camino a casa, con la intención de comprar lo más caro que había en la carta, un café y una tostada.
El camarero preguntó:
-¿Qué le pongo en la tostada?
-Póngale after-sun, que está más negra que la cara de bin-laden.
-¿Me está diciendo que soy mal cocinero?
-No-dije- Le estoy diciendo que su madre es babosa y su padre un dromedario, así ha nacido baboso y jorobado.
Claro, dicho esto él se cagó en todo lo que se tenía que cagar ( le entró gastrointeritis cuando le obligué a comerse la tostada) y a mí no me hizo falta autobús para volver a casa (del pedo que se tiró, que al otro lado del mapa hubo un tsunami en ... Japón o algo así).
Cuando llegué a casa... me vestí y se lo mostré a mi madre: Llevaba una gorra de ferrari, una sudadera rosa, unos pantalones de fútbol y , por supuesto, unas zapatillas verdes fosforito, aunque todo cambió de color de la colleja que me dio mi madre... se pusieron rojas, imaginad de qué.
Y con esto, a las 12 de la noche, estaba preparado.
Muy bien, esto es lo que se llama estar al loro, y con lo del loro me refiero a super atento, tan atento como es puede estar el día de la comunión de mi primo. O sea, que después de estar hasta las 12 de la mañana intentando que cambiara el "interné" de Error 404 Server not Found a Error 000, viva el interné, decidí evacuar los restos alimentarios que había en mi persona (en lenguaje coloquial me podían haber hecho un chiste: "Va un tío tan tonto que entra en el retrete y derrapa"). Yo soy muy perfeccionista, así que si algo no sale, se aprieta hasta que salga (No continuar leyendo si padeces problemas de digestión)el cuerno de toro ese de olor pestilente. No se si os había contado que de pequeño me encantaba cagar en la bañera y comer algo...
El caso es que ya estaba de camino a la parroquia cuando me crucé con él. Enseguida me apresuré a ponerme a su lado y a pegarle y a pegarle y a pegarle tal cantidad de tundas que no le reconocería su madre ni en el DNI. Al acabar dije:
-Me decepcionas, Batman.
Sería de menos el andoba, el muy tonto se había disfrazado de monja.
-Voy a quitarle la máscara.-Dije.
-No es una máscara -Mierda, mi padre entraba en acción-Es un antifaz.
-Cómo tiene que ser un antifaz si lleva orejas, gilipollas.
-Pero tiene la boca destapada. ¿Desde cuando una puñetera máscara lleva la puñetera boca destapada?
-Ven aquí h*** de p*** .
Después de esto, una gran pelea, llena de sangre por las dos partes, con muchos huesos rotos y todo eso... O sea, que mi padre no se hizo ningún rasguño, fuimos al hospital... bueno, mi madre y yo fuimos al hospital.
En la ambulancia se oyen todo tipo de conversaciones, vas pasando y se oyen conversaciones curiosas:
-Jefe-Dijo un indio-Yo no quiero llamarme "Enviador de mensajes por el aire".
-¿Y cómo te quieres llamar?
-Fax.
Si, conversaciones que oyes todos los días pero que hace tiempo que no oía (normal, las buscaba en internet (maldito mundo)).
En repaso: Estaba en el hospital con mi madre mientras el resto de la familia estaba en la comunión. ¡Menudo premio!
Bueno... dado que no tuve internet en final de curso, aprobé todas las asignaturas, y como recompensa, mi querido padre me compró un ordenador nuevo. Me encantaba ese ordenador, era lo que más me gustaba: Un portátil con Micdows 7 con 4 Gigas de ram, etc.
Me aburría, era verano, necesitaba ese internet que mis padres me habían quitado, y todo eso, decidí jugar al buscaminas...
-*clic,clic* Vamos a ver... juegos, buscaminas *clic,clic* . ¿Qué es esta pantalla? ¡Papáaaaaaaaa!.
-¿Qué quieres hijo?
-¡El ordenador no va!¡Sale una pantalla que dice: Necesita aceleración gráfica de hardware para jugar a este juego!
-¿Estas jugando al buscaminas?-Dijo mi padre-.
-Si-contesté-.
-De acuerdo...-Ya empezábamos con sus charlas, esas que siempre acababan en una trollface por su parte.- ¿Recuerdas cuando te compramos esta maravilla de ordenador? Pues es del chino, así que te conformas...
Eso fue un golpe duro para mí, no sólo no podía jugar al buscaminas, sino que encima, no tenía internet. Sólo quedaba una opción, la más arriesgada de todas, algo con que la mayoría de los hombres no puede ni soñar (Esto me suena), hacer una siesta. Por supuesto no una siesta cualquiera, sino una de esas en las que tienes que ser técnico en descanso y bienestar/ dormilón.
Me fui al sofá, me acomodé, me puse la radio y ya sólo quedaba dormir, hasta que:
-¡¡¡¡Hijooooo!!!!
-Uhm...¿Q..qué?
-Nada- Otra vez mi padre- Digo... nada.
A tomar por culo todo, mañana me marcho de casa.
Bienvenidos otra vez a mi show del humor, aunque ya no estoy para tanto humor, dado que me tengo que ir de casa.
En las últimas semanas no lo he podido soportar, y entre diferentes motivos he tomado esa decisión tan difícil (No, no es si elegir matemáticas A o B en la matrícula del instituto... bueno, en parte si) de marcharme de casa.
Así que... he cogido lo imprescindible: Una linterna, dado que seré seguramente okupa y no tendré luz; Chicles, un vicio; Condones, los llevo de bulto; y agua, "pá bebé".
Pues eso, que con todo preparado para irme va y me encuentro al amor de mi vida (ese no correspondido), María (Qué casualidad, hace un rato era otra).
-¡Hola!-dijo-Oye... estaba pensando...
-¡Lo que tú quieras, mi amor!-Contesté, sin pensar en nada ni en nadie... y trajo consecuencias.
Al poco rato no sé que pasó que estaba yo con el amor de mi vida haciendo el amor con mucho amor, yo debajo y ella arriba, escondidos en un pino.
No sé cómo, ella deja de mirarme para ver que se acercaba un niño
-Cariño-dijo ella- viene un niño.
-Claro que no, María, que llevo condón.
-No, mi amor, me refiero a que nos está mirando un niño.
De repente sentí una vergüenza espantosa, la dejé allí tirada y me fui colocando la ropa poco a poco...
Ya que no estaba en casa, tenía hambre, pero no tenía comida. Me apetecía jamón, así que fui a comprar a la charcutería más cercana:
Oiga- pregunté- ¿Tienen jamón de pata negra por un euro?
A lo que ella coge el cuchillo y me suelta:
-Anda hijo, huele el cuchillo y vete.
-Hija de p***- estaba muy cabreado, tan cabreado que podría matar a un toro con los cuernos... espera... el toro me mataría a mi.-¿Cómo quiere que lo huela si lo acaba de limpiar? Estafadora, canalla.
-Hola ¿Policía? Escuche, escuche.
-Sinvergüenza, manzana de mac...
Y eso, que a los cinco minutos vino la policía y me llevó a casa.
¡A volverme a escapar, leñe!
Cap.I EL PRINCIPIO DEL FIN
Era un horrible día, había suspendido los exámenes, me había olvidado el almuerzo, había morreado a alguien (Que resultó ser el suelo, y me partí un diente, pero en fin), y todo eso que odias que te pase... Sin embargo, eso se podía considerar como una maravilla comparado con lo que me pasó al llegar a casa. Todo comenzó cuando acabé de comer y, como siempre, me senté en el ordenador dispuesto a entrar en el tuenti, como haría cualquier adolescente normal, en una hora normal y en un día normal. Sin embargo cuando entré en el Internet Explorer ocurrió algo muy normal, que no iba. Hasta ahí todo normal. Busqué en mis CDs, saqué el Mozilla, lo instalé y a la hora de entrar en internet ¡Tampoco iba! Sólo quedaba hacer algo, algo que harían todos los hombres de pelo en pecho... suplicar a papá para que me ayudara.
-Papá, papá- dije con unas lágrimas ficticias en los ojos- el ordenador no va.
-Ahora no puedo ayudar, estoy a punto de tomar mi "lecitaína" hijo.
-Papá ¿Qué coño es la lecitaína?
-Me la chupa tu madre y la vecina ehehehehehehehe.
Normal, mi padre había entrado en CuantoCabrón, algo muy normal en él, y a veces le llega la venada de trolldad... Sólo podía hablar con alguien, mi madre.
-Mamá ¿Qué le pasa a mi ordenador?
-A tu ordenador nada, hijo, lo que pasa es que no irá internet.
-¿Por qué no?
-Porque hemos cambiado de compañía y tardarán dos semanas en arreglarlo.
Se me quedó la cara como si me hubieran estirado la lengua... estaría sin poder despedirme de mis seres más queridos, o sea, los users de los foros en los que estoy...
¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
CAP. II MI PEOR TEMOR
Odiaba esta vida, sólo habían pasado cinco horas y había estado toda la tarde intentando entretenerme. Para empezar hice algo que a nadie se le hubiera ocurrido nunca hacer, algo tan macabro que la sóla idea de hacerlo podía matar al más débil... hacer los deberes.
Abrí la libreta, abrí el libro, puse la página de los ejercicios y, cómo no, tenía que hacer un ejercicio entero. Veinte minutos después ya estaba llorando del cansancio... había hecho más trabajo que en toda mi vida (y no es que fuera vago, sólo que era alérgico a trabajar) y estaba orgulloso de ello ¡Había puesto la fecha! Ha sido mi mayor logro hasta el momento. Y claro, para no sobresaturarme, decidí que ya lo acabaría en otro momento, o mejor en otro siglo.
Dado el aburrimiento que siempre tengo, sólo se me ocurría una cosa, hacer un puzle. Cuando lo acabé, fuí a contárselo a mi padre, ya que no era normal que yo pensara, y se sentiría orgulloso de mí (Que sería raro, pero bueno...).
-Papá, papá, mira, he montado un puzle de diez piezas.
-Muy bien, hijo.-Dijo mi padre-¿Cuánto has tardado?
-Dos horas, papi. He batido el récord de este puzle.
-¿Cómo?
-Si papi, en la caja ponía "de uno a tres años".
No comprendía la risa que vino después de mi comentario, así que lo dejé pasar. Aún quedaba un rato para cenar, no sé que hacer... Y, en ese preciso instante, se me ocurrió la mayor idea que alguien loco pudiera tener, ir... a una biblioteca.
ESPECIAL SEMANA SANTA:
CAP. III PERDIDOS EN AFGANISTÁN
CAP. III PERDIDOS EN AFGANISTÁN
Tras decidir lo que seguramente sería mi muerte, decidí ir a la biblioteca, el lugar más siniestro del mundo (después del retrete de Maradona, claro). Nada más entrar, sin embargo, vi una luz que me iluminó, la sala de ordenadores. Al son del ¡Aaaaleluyaaaa!¡Aaaaaleluyaaa! mientras bajaban ángeles del cielo... se trataba de... Internet.
Todo se arruinó cuando, de repente, el bibliotecario me dijo que como era semana santa y yo era el único chalado que entraba allí, había decidido apagar los servidores para ahorrar energía.
-Sois imbéciles-le repliqué- ¿A quién coño se le ocurre eso?
-A Jesús.
-¿Dios?
-No hijo, a mi escoba, así que o te callas o te arreo con ella.
Dado esto, decidí hacer algo, y como los deberes me la pasaban por el forro del sobaco (?), intenté entretenerme, y descubrí el juego al que más gente ha jugado y se ha viciado en el mundo, más que al Call of Duty, que el Mario Bros o que el todopoderoso Pokémon, se trataba de... !El buscaminas!
Claro, a la gente no le parece tanto, pero yo como soy retrasa...digo... muy imaginativo, después de explotar minas, me pareció que era un soldado en Afganistán, intentando cruzar la frontera... todo se arruinó, cuando pasaba la procesión por la calle, y Jesucristo tuvo que tocar con la mano los cables de la luz. A él no le pasó nada, porque resucita, pero a mi... me quitaron la vida...
-Jesús, cabrón. -Me apresuré a chillar-.
Entonces apareció un cura que había oído el grito diciendo:
-Arrepiéntete, blasfemo.
-No conozco esa palabra, y aunque la conociera no le haría caso a usted.
-¿Por qué no?
-Porque su padre es el cardenal y su madre el arzobispo de Cuenca.
Me salió una trolleada perfecta, de no ser porque cuando llegué a casa noté un pequeño bulto de 3...30 cm cuadrados morado en mi cara.
Nunca más volvería a la iglesia.
-¡Hijooooo!
-¡Qué quieres!
-¡Mañana es la comunión de tu primo!
Sólo se me ocurrió una palabra:
CAP IV. ORIENTE OCCIDENTAL
estaba yo tan tranquilo aburriéndome en mi ordenador, mirando la mayor película que jamás alguien haya visto (o sea, el letrerito de sin conexión) cuando mi madre dijo:
-Hijo, sabes que el domingo es la comunión de tu primo ¿no?.
Mierda, se me había olvidado, cogí lo más necesario (O sea, el dinero, el móvil y una foto de Lucia Lapiedra) y salí corriendo para comprar algo, que, con las prisas, se me olvidó comprar a mi amado primo.
El primer paso que dí ya lo hice mal, por supuesto, me conocéis. Resbalé y me fui de cabeza a las escaleras. Mientras me quejaba salió mi padre y dijo:
-Hijo ¿La vecina es Peter Pan?
-No papá.
-Ah, es que me la chupaba hasta la campanilla.
Fuuuuu x10 elevado a infinito. Casi me parto una costilla y mi padre con sus habituales chistes de tontos.
Dado que no tenía mucho dinero, se me ocurrió ir al mayor sitio de regalos de tooooodoooo el mundo, un sitio mejor que el corte inglés, que el centro comercial o que cualquier hipermercado. Se trataba de...el bazar chino.
Entré por la calle "san", travesé la calle "dia" y llegué al bazar. Ohhh, era una maravilla, todo tan lujoso, tan seguro, todo con las máximas pruebas de seguridad... era un paraíso de tranquilidad y armonía. Y lo habría sido mejor si el dependiente hablara español, pero bueno.
Miré todo lo que había... y encontré el mejor regalo. A mi primo le encantaban las videoconsolas, así que le compré...¡La wiiwi!
Era una consola espectacular, gráficos mejores que los de la ps3 (O eso suponía, ya que no la tenía), cantidad de juegos jugables (2, una pasada), posibilidad online (o sea, la cuelgas en eBay cuando no la quieres) y todo eso que tienen las mejores.
Le pagué al dependiente 20€, juas, le he engañado como un chino. Y nada más salí, se partió la caja y se rompió la wiiwi. Volví a entrar y salí chillando:
¡Ya estoy preparado!
Cap. V ROPA, ROPA EVERYWHERE
Lo mío ha sido siempre la puntualidad, por ejemplo, los deberes siempre los hago y los llevo a la escuela en tiempo ( exacto, en septiembre ) y todo eso que a la gente se le da tan bien . El caso es que estaba yo tranquilamente desesperado jugando al buscaminas cuando de repente, mi madre pregunta:
-Hijooooo ¿Qué te vas a poner para la comunión de tu primo mañana?
¡Mierda! No me había acordado. Ahora mismo era más tonto que el clip que iba por la calle y de repente dijo ¡Mierda, mis papeles! Me sentía tan tonto que, por mucho que bajara mi autoestima, creyendo que no podía más, entraba en internet y salía el fallo de conexión....
-Si, mamá, ya lo verás, ya... me voy a comprar pan.
Y era verdad, iba a comprar pan-talones y una camisa y unos zapatos... y como no tengo ni puñetera idea de moda, pues fui al mejor sitio donde alguien puede comprar la más fashion de las ropas, la más sutil de las camisas, la más de la más, el Decathlon.
Entré y una maravillosa luz se posó ante mis ojos ( y después un olor extraño, y un viento aún más, y un señor que buscaba un pedo que se había escapado por los alrededores) y después ya estaba inmerso en ese mundo mágico que las mujeres llaman "mi hogar", la sección de ropa. Allí había chándales, camisetas, pantalones, calcetines, y todo con una maravillosa sutileza de deporte, que si tenis, que si fútbol, que si... y claro, yo andaba buscando el apartado de comuniones... pero como no encontré... pues fui a jugar al ping-pong a las mesas de exhibición.
Tres horas después y con mucha hambre entré en una cafetería de camino a casa, con la intención de comprar lo más caro que había en la carta, un café y una tostada.
El camarero preguntó:
-¿Qué le pongo en la tostada?
-Póngale after-sun, que está más negra que la cara de bin-laden.
-¿Me está diciendo que soy mal cocinero?
-No-dije- Le estoy diciendo que su madre es babosa y su padre un dromedario, así ha nacido baboso y jorobado.
Claro, dicho esto él se cagó en todo lo que se tenía que cagar ( le entró gastrointeritis cuando le obligué a comerse la tostada) y a mí no me hizo falta autobús para volver a casa (del pedo que se tiró, que al otro lado del mapa hubo un tsunami en ... Japón o algo así).
Cuando llegué a casa... me vestí y se lo mostré a mi madre: Llevaba una gorra de ferrari, una sudadera rosa, unos pantalones de fútbol y , por supuesto, unas zapatillas verdes fosforito, aunque todo cambió de color de la colleja que me dio mi madre... se pusieron rojas, imaginad de qué.
Y con esto, a las 12 de la noche, estaba preparado.
Cap. V EHHHH... MACARENA
Muy bien, esto es lo que se llama estar al loro, y con lo del loro me refiero a super atento, tan atento como es puede estar el día de la comunión de mi primo. O sea, que después de estar hasta las 12 de la mañana intentando que cambiara el "interné" de Error 404 Server not Found a Error 000, viva el interné, decidí evacuar los restos alimentarios que había en mi persona (en lenguaje coloquial me podían haber hecho un chiste: "Va un tío tan tonto que entra en el retrete y derrapa"). Yo soy muy perfeccionista, así que si algo no sale, se aprieta hasta que salga (No continuar leyendo si padeces problemas de digestión)el cuerno de toro ese de olor pestilente. No se si os había contado que de pequeño me encantaba cagar en la bañera y comer algo...
El caso es que ya estaba de camino a la parroquia cuando me crucé con él. Enseguida me apresuré a ponerme a su lado y a pegarle y a pegarle y a pegarle tal cantidad de tundas que no le reconocería su madre ni en el DNI. Al acabar dije:
-Me decepcionas, Batman.
Sería de menos el andoba, el muy tonto se había disfrazado de monja.
-Voy a quitarle la máscara.-Dije.
-No es una máscara -Mierda, mi padre entraba en acción-Es un antifaz.
-Cómo tiene que ser un antifaz si lleva orejas, gilipollas.
-Pero tiene la boca destapada. ¿Desde cuando una puñetera máscara lleva la puñetera boca destapada?
-Ven aquí h*** de p*** .
Después de esto, una gran pelea, llena de sangre por las dos partes, con muchos huesos rotos y todo eso... O sea, que mi padre no se hizo ningún rasguño, fuimos al hospital... bueno, mi madre y yo fuimos al hospital.
En la ambulancia se oyen todo tipo de conversaciones, vas pasando y se oyen conversaciones curiosas:
-Jefe-Dijo un indio-Yo no quiero llamarme "Enviador de mensajes por el aire".
-¿Y cómo te quieres llamar?
-Fax.
Si, conversaciones que oyes todos los días pero que hace tiempo que no oía (normal, las buscaba en internet (maldito mundo)).
En repaso: Estaba en el hospital con mi madre mientras el resto de la familia estaba en la comunión. ¡Menudo premio!
Cap.VI ORDENADORES NUEVOS
Bueno... dado que no tuve internet en final de curso, aprobé todas las asignaturas, y como recompensa, mi querido padre me compró un ordenador nuevo. Me encantaba ese ordenador, era lo que más me gustaba: Un portátil con Micdows 7 con 4 Gigas de ram, etc.
Me aburría, era verano, necesitaba ese internet que mis padres me habían quitado, y todo eso, decidí jugar al buscaminas...
-*clic,clic* Vamos a ver... juegos, buscaminas *clic,clic* . ¿Qué es esta pantalla? ¡Papáaaaaaaaa!.
-¿Qué quieres hijo?
-¡El ordenador no va!¡Sale una pantalla que dice: Necesita aceleración gráfica de hardware para jugar a este juego!
-¿Estas jugando al buscaminas?-Dijo mi padre-.
-Si-contesté-.
-De acuerdo...-Ya empezábamos con sus charlas, esas que siempre acababan en una trollface por su parte.- ¿Recuerdas cuando te compramos esta maravilla de ordenador? Pues es del chino, así que te conformas...
Eso fue un golpe duro para mí, no sólo no podía jugar al buscaminas, sino que encima, no tenía internet. Sólo quedaba una opción, la más arriesgada de todas, algo con que la mayoría de los hombres no puede ni soñar (Esto me suena), hacer una siesta. Por supuesto no una siesta cualquiera, sino una de esas en las que tienes que ser técnico en descanso y bienestar/ dormilón.
Me fui al sofá, me acomodé, me puse la radio y ya sólo quedaba dormir, hasta que:
-¡¡¡¡Hijooooo!!!!
-Uhm...¿Q..qué?
-Nada- Otra vez mi padre- Digo... nada.
A tomar por culo todo, mañana me marcho de casa.
Cap.VII ME MARCHO
Bienvenidos otra vez a mi show del humor, aunque ya no estoy para tanto humor, dado que me tengo que ir de casa.
En las últimas semanas no lo he podido soportar, y entre diferentes motivos he tomado esa decisión tan difícil (No, no es si elegir matemáticas A o B en la matrícula del instituto... bueno, en parte si) de marcharme de casa.
Así que... he cogido lo imprescindible: Una linterna, dado que seré seguramente okupa y no tendré luz; Chicles, un vicio; Condones, los llevo de bulto; y agua, "pá bebé".
Pues eso, que con todo preparado para irme va y me encuentro al amor de mi vida (ese no correspondido), María (Qué casualidad, hace un rato era otra).
-¡Hola!-dijo-Oye... estaba pensando...
-¡Lo que tú quieras, mi amor!-Contesté, sin pensar en nada ni en nadie... y trajo consecuencias.
Al poco rato no sé que pasó que estaba yo con el amor de mi vida haciendo el amor con mucho amor, yo debajo y ella arriba, escondidos en un pino.
No sé cómo, ella deja de mirarme para ver que se acercaba un niño
-Cariño-dijo ella- viene un niño.
-Claro que no, María, que llevo condón.
-No, mi amor, me refiero a que nos está mirando un niño.
De repente sentí una vergüenza espantosa, la dejé allí tirada y me fui colocando la ropa poco a poco...
Ya que no estaba en casa, tenía hambre, pero no tenía comida. Me apetecía jamón, así que fui a comprar a la charcutería más cercana:
Oiga- pregunté- ¿Tienen jamón de pata negra por un euro?
A lo que ella coge el cuchillo y me suelta:
-Anda hijo, huele el cuchillo y vete.
-Hija de p***- estaba muy cabreado, tan cabreado que podría matar a un toro con los cuernos... espera... el toro me mataría a mi.-¿Cómo quiere que lo huela si lo acaba de limpiar? Estafadora, canalla.
-Hola ¿Policía? Escuche, escuche.
-Sinvergüenza, manzana de mac...
Y eso, que a los cinco minutos vino la policía y me llevó a casa.
¡A volverme a escapar, leñe!