Me he encontrado por El País con la noticia de que las nuevas directrices que deberán seguir los productores de series chinas, para evitar que en ellas se muestren lo que entiendo que consideran como
escenas de mal gusto. como vemos, no solo van a prohibir que aparezcan personajes homosexuales, lo cual ya supone algo difícil de tragar desde un punto de vista liberal basado en occidente, sino que la lista de prohibiciones va mucho más allá: nada fuera del matrimonio, nada de amor adolescente, bebida, peleas o brujería. La noticia es esta:
Una nueva guía sobre contenidos de las series de televisión chinas prohíbe personajes homosexuales, así como escenas sobre relaciones extramatrimoniales, encuentros amorosos de una sola noche o amor entre adolescentes.
La normativa, publicada el 31 de diciembre pero difundida en los medios chinos esta semana, ha sido elaborada por la Administración de Prensa, Radio, Cine y Televisión, el órgano responsable de la censura en los medios, en un momento de creciente limitación a la libertad de expresión en el país.
Otros muchos contenidos, como argumentos que hablen de supersticiones, reencarnaciones y brujería, o que revelen las estrategias de la policía para resolver casos, también quedan vetadas según la regulación.
Estos y otros aspectos, como imágenes de adolescentes fumando, bebiendo o peleándose, "exageran el lado oscuro de la sociedad" y deben evitarse a partir de ahora, según reza el documento, que ya ha recibido muchas críticas de colectivos homosexuales en China.
La guía de los censores se hace pública pocos días después de que Adicción, una popular serie china emitida en Internet sobre la vida de cuatro jóvenes gais, se retirara de las redes después de haber cosechado audiencias millonarias.
China está avanzando en la aceptación de la homosexualidad, que hasta 2001 era oficialmente considerada como una "enfermedad mental", pero las autoridades todavía intentan que este colectivo tenga escasa o nula presencia pública.
Resulta que allí la censura viene del gobierno y nunca es una buena idea burlar la ley para quien quiere vivir en paz. No obstante, si nos miramos un poco el ombligo nos damos cuenta de que hace no mucho se recurría muy a menudo al estereotipo para retratar a muchos personajes homosexuales, resultando muchos de ellos bastante planos y arquetípicos. Además, no han sido pocas las veces que hemos visto llamadas al buen gusto, no solo como pretexto para invisibilizar a homosexuales sino también para expresar el malestar por la aparición de muchas de estas cosas que los chinos acaban de prohibir en sus series.
Esto explica, entre otras muchas cosas, la autocensura que ha hecho que los personajes homosexuales hayan sido un completo oasis en las series españolas hasta hace relativamente poco, cuando muchos han aparecido asociados al cliché. O que, en general, se hayan producido demasiadas comedias de situación y pocos dramas en los últimos años, recurriendo al humor fácil y a personajes bastante normales, sin que haya nada que pueda ofender a nadie.
¿Debe primar el
buen gusto sobre la libertad de expresión? ¿En qué medida los espectáculos pueden servir para denunciar y para normalizar cosas que no son aceptadas por la sociedad?