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Maléfica nace en 1959 como la antagonista de la versión animada de La Bella Durmiente de Walt Disney, un personaje destinado a encarnar el mal sin un atisbo de piedad, que se convertiría por méritos propios en la mayor villana de la franquicia.

El atractivo de su personalidad oscura, su estética estilizada, y tener un perfil de personaje mucho más atractivo que el de sus compañeros animados, guindado por ofrecer un espectacular clímax donde se transforma en un poderoso dragón, la hizo merecedora de una legión de fans. Y en ellos Dinsey ha visto un filón para ganar millones y lucir sus efectos digitales, como viene haciendo con sus últimas películas. Así nace Maléfica, una película que promete ser la precuela de La Bella Durmiente y que se centra en la historia del hada malvada, lanzando tráilers donde se referencia a la versión animada, acompañados de una oscura adaptación de “Once Upon a Dream” cantada por Lana del Rey como banda sonora.

Las expectativas no eran altas. Las últimas películas de Disney, con un guión y números musicales flojos, sólo se centran en lucir vestuario, efectos especiales y actores consagrados, como fue Johnny Deep en Alicia en el País de las Maravillas  dirigida por Tim Burtony Anglina Jolie en este caso. Sin embargo, el desarrollo de la historia excede con creces todo mal augurio.

Cualquier referencia a la versión original es pura coincidencia, resumiéndose en una adaptación de la escena en la que Maléfica lanza la maldición a Aurora, infinitamente menos grandiosa y espectacular que la versión animada. Pero toda licencia es permitida si no desvirtúa el producto original y crea uno paralelo que lo iguale en calidad. Nuevamente, no es el caso.

Durante el film se nos quiere presentar a una Maléfica bondadosa que ha caído en la oscuridad a raíz de una traición de su amor, el rey Stefan. Sin embargo, la química entre Angelina y Shartlo Copley es nula, y aunque podemos ver a una Maléfica enamorada, no se ve ni un sólo sentimiento en el rey Stefan hacia Maléfica, a quien trata durante toda la historia como una desconocida. Tras la traición y la maldición a Aurora, bastante floja de por sí, empieza todo el descalabre de la película, llena de incongruencias y personajes estúpidos y absurdos, con una banda sonora que se oye pero no se escucha, haciéndola casi inexistente.

Y es que la intención de presentarnos a Maléfica como un hada bondadosa pese a las adversidades, hace estragos en la historia y desvirtúa por completo la versión original del personaje, haciéndolo insalvable hasta para las dotes actorales de Angelina Jolie, y de paso obliga a los secundarios a actuar como auténticos lunáticos. Ese el caso de “Flora”, “Fauna” y “Primavera”, que ya no se llaman así y no son dulces hadas cuya comicidad reside en su inocencia, si no mujeres irritantes y egoístas con un serio retraso mental que actúan como animadoras de un espectáculo infantil. O el caso de la princesa Aurora, que cambia su rol de bella doncella que necesita ser salvada por el de pánfila con problemas de riego sanguíneo en el cerebro. Mención a parte merece el príncipe Philip, que cabalga al ritmo de “Story of my life” de One Direction y no tiene ningún rol en la película excepto el de ser un adolescente con incipiente bigote que se enamora de la princesa porque es guapa. Ni siquiera actúa de héroe salvador porque su beso no la despierta.

Y es que Disney se esfuerza en mostrar personajes y guiones más modernos, como princesas que no necesitan de un hombre para ser salvadas (aunque acaben casadas con él igualmente) e historias de amor que no se centran en el amor carnal entre un hombre y una mujer, y ceden el protagonismo a las relaciones de índole paterno-filial. La idea es buena, y en Frozen pudo funcionar (a medias), pero repetir la misma fórmula de forma tan descarada en Maléfica, es insultante para el espectador. Además, han creado una tendencia a legar el clímax en una batalla cargada de efectos digitales, que en este caso concreto se limita a copiar a El Señor de los Anillos y Matrix, ofreciendo un desastroso desenlace con Maléfica vestida a lo Catwoman con leggins de cuero. Con todo, siempre se mantiene la máxima del final feliz, lo que en una película centrada en la historia de un villano, no puede llegar a buen puerto... Veáse esta película para comprobarlo.

En conclusión, es una película para pasar la tarde si no se conoce o no importa la historia del filme animado original, o si simplemente se siente devoción por Angelina Jolie, lo que hará que evites centrarte en otra cosa de la película que no sea ella, a la que se han esforzado en caracterizar para explotar todo su atractivo y se le conceden muchos primero planos para lucir el efecto de sus lentillas. Sin embargo, si se espera ver algo de la Maléfica original o simplemente una película digna de perdurar en el tiempo, no es en absoluto recomendable.

P.D: Lo mejor de la banda sonora, la versión de "Once Upon a Dream" de Lana del Rey se deja para los créditos, que vienen a ser lo mejor de la película.