[size=8]¿Qué es una leyenda urbana?[/size]
Las leyendas urbanas, son las historias mitológicas de la actualidad. Esto, ya que se basan en historias, que supuestamente habrían ocurrido. Las cuales muchas veces, por el narrador, son dadas como verdaderas. Las leyendas urbanas, se basan en personajes urbanos, como lo dice su nombre. Por lo mismo, las leyendas urbanas, siempre ocurren en ciudades o pueblos, los cuales uno conoce. Toda la historia, se cuenta de una manera, para crear la sensación de realidad, que haga pensar, que realmente ocurrió.
El pretexto perfecto, para que sean verosímil, es el hecho que la historia fue dada a conocer, por un amigo cercano. Y tiene que ser así, ya que al igual que los mitos, del pasado, estas leyendas urbanas, son contadas de boca en boca. Con lo cual, se han transformado, casi en verdaderas tradiciones orales. Ya que estas han circulado, desde no hace poco. Ya que se conoce de ciertas leyendas urbanas, que nacen a comienzos del siglo XIX. Pero por lo general, la leyenda urbana, no ocurren un pasado muy lejano. Siempre se da en un tiempo cercano al presente que se está viviendo. Con lo cual, la leyenda urbana, se hace más próxima al oyente.
La gracia de las leyendas urbanas, es que pueden sobrepasar la frontera, del país de donde se originó. Por lo mismo, no es raro escuchar la misma leyenda urbana, en América o en Europa. Esto se debe en gran parte, a la globalización que estamos viviendo.
[size=8]Tails Doll[/size]
Corría el año de 1983 en Los Angeles, California (EUA), la policía se encuentra con la escena de lo que fue una masacre. El resultado: 5 muertos y 2 heridos. Lo más impactante no fue el descubrimiento, sino el mismo ambiente de la escena del crimen. En el pecho de uno de los cadáveres escrito con lo que al parecer fue un cuchillo estaba la leyenda: "TD". Las mismas letras escritas en sangre sobre las paredes del lugar del asesinato. En cuanto a los sobrevivientes, ellos nunca volvieron a ser los mismos. Sufrían de alucinaciones constantes y convulsiones. Cuando al parecer uno de ellos estaba lo suficientemente cuerdo para testificar, éste respondió: "Era como un oso de peluche, con ojos de fuego, cubierto de sangre y no paraba de saltar". A los días, él murió. El único sobreviviente jamás quiso testificar y fue llevado a un hospital mental por el resto de su vida. Los siguientes meses, la gente de la ciudad vivía asustada creyendo que un asesino maniaco estaba suelto por las calles. La policía solía dar con él debido a que a su rastro dejaba gotas de sangre en el piso. Al igua, se descubrían por las calles estructuras marcadas con las letras "TD". Con el tiempo ocurrían más y más asesinatos marcados con la insignia "TD" y la policía no paraba de buscar al asesino. Pero todo cambió en 1984...
En ese año, en una noche aparentemente tranquila, un trío de oficiales hacían recorridos de guardia por la ciudad. Entonces, a lo lejos, vieron a una figura escribir sobre una pared la leyenda "TD". Sin pensarlo, comenzaron a seguirlo mientras la figura salió corriendo. Se trataba sin duda del asesino. Su desesperación por atraparlo era tan alta que cometieron el grandísimo error de no pedir más apoyo. Siguieron el rastro de sangre de la criatura hasta el cementerio. Entraron corriendo y de pronto uno de los oficiales termina siendo degollado por el lanzamiento de un machetazo que le fue lanzado. Obviamente, muere al instante. La criatura ya casi estaba a punto de escapar, cuando uno de los oficiales decidió sacar una cámara y tomar una foto a la zona donde se encontraba el ser. Al revelar la foto, el oficial quedó pálido al ver la imágen: se podía apreciar a un oso de peluche cubierto de sangre con un machete en la mano saltando para escapar. Desde entonces, la policía no vio al "TD" como un asesino psicópata sino como un demonio hambriento de sangre. Ocultaron la verdad para no asustar a la población. Para ese entonces, los expertos ya buscaban la explicación para el caso pero por más que intentaban no encontraban explicación coherente. La apariencia del ser ya estaba totalmente revelada: un demonio con forma de oso de peluche cubierto de sangre y con una antena cuya punta estaba cubierta de una luz rojo sangre.
[size=8]Polybius[/size]
El videojuego “Polybius”, presentado en una cabina de arcade tradicional, fue lanzado al mercado en 1981 por una semidesconocida compañía llamada Sinneslöschen. La remesa inicial fue de tan solo siete máquinas recreativas, que se distribuyeron en algunos salones recreativos de los suburbios de la ciudad de Portland, en el Estado de Oregón, EE.UU.
Según dicho relato, adornado con cierta intención de engrandecer la leyenda del juego, al día siguiente de su salida al mercado las máquinas ya tenían largas colas para jugar frente a la cabina, consistente en un mueble de color negro que, como interfaz de control, contaba con un solo botón y un joystick, siendo el único adorno de la misma la marquesina con el logo del juego.
Las historias que circulan sobre el juego coinciden en señalar que había algo siniestro en el mismo: algunos de los que lo probaron acabaron odiando los videojuegos por completo. Y es que los relatos sobre sus efectos eran demoledores.
El juego consistía en una combinación de luces y gráficos vectoriales estroboscópicos, con mensajes subliminales incluidos. En este sentido era similar a la recreativa “Tempest”, lanzada por Atari un año antes.
En el juego manejábamos una nave, aunque no era la nave lo que se movía, sino la pantalla, que podíamos girar con el único mando disponible. Esto, unido a los vistosos gráficos vectoriales y un sonido sintetizado muy superior al de otros arcades de la época, convertía a la recreativa en todo un logro técnico tremendamente adictivo, según aquellos que la probaron.
No obstante, sus efectos eran demoledores en el subconsciente humano: brotes epilépticos, mareos, pérdidas de memoria, naúseas, alucinaciones, e incluso terribles pesadillas. Hay quien habla incluso intentos de suicidio propiciados por los supuestos mensajes subliminales del juego, e incluso algunos aseguraban ver caras demoníacas al mirar indirectamente la pantalla de juego que desaparecían al fijar la mirada, oían voces ininteligibles, gritos aterradores, quejidos de dolor o pánico y hasta voces femeninas diciendo entre sollozos frases como: “¿por qué me haces daño?”.
La máquina era enormemente adictiva al principio, pero al poco tiempo despertaba en el jugador un odio irracional hacia la misma. Cuanto más se jugaba, más se generaba en el jugador un odio atroz hacia la máquina y al mismo tiempo, la capacidad de recordar en qué consistía o cómo era el juego disminuía, hasta el punto de que el jugador prácticamente no llegaba a recordar nada del mismo.
El nombre de la supuesta compañía creadora del juego era de por sí una advertencia: Sinneslöschen, un vocablo alemán que podría traducirse como “pérdida de memoria” o “inhibición sensorial”. No obstante, hurgando un poco más encontramos que el juego fue programado por Ed Rottberg, un empleado de Atari creador de “Battlezone”.
Algunos dueños de salones recreativos de la época cuentan que era frecuente ver a señores trajeados de negro supervisando y controlando el estado de la máquina, tomando notas en sus libretas y hablando con los jugadores sobre su experiencia. Esto acrecentó la sospecha de que la máquina pertenecía al gobierno estadounidense.
Por aquellos tiempos se creía que Atari tenía contratos secretos con el gobierno y que la supuesta compañía alemana Sinneslöschen no era más que una empresa fantasma bajo la que se escondía la propia Atari. Una tapadera para enmascarar un experimento secreto llevado a cabo por el gobierno sobre el sector más joven de la población.
Todo acabó tan súbitamente como había empezado. Transcurrido tan solo un mes desde la colocación de las máquinas, ocurrió la tragedia. Un niño de apenas 13 años murió de un ataque epiléptico mientras jugaba al juego. Al día siguiente, empleados de la compañía, vestidos como siempre de negro, acudieron a todas las salas en donde se había instalado el juego y desmantelaron todas las unidades, haciéndolo desaparecer para siempre.
[size=8]El síndrome de Pueblo Lavanda[/size]
Muchos de los que leéis esto habréis jugado a cualquiera de
las ediciones de Pokémon de la 1ª Generación (Rojo, Azul, Amarillo). Más
allá de los fenómenos Missingnº, Mew bajo el camión, etc. existe un
rumor aterrador.
¿Te acordás de Pueblo Lavanda? ¿Esa pequeña
localidad donde estaba el gran edificio que albergaba las tumbas de los
Pokémon fallecidos? ¿Recordáis la tétrica musiquilla que sonaba al pisar
esa misteriosa zona?
Pues aquí reside (aparentemente) el origen de un trágico evento.
EL SUCESO:
Corría
el año 1996. La compañía Game Freak acababa de sacar al mercado ni más
ni menos que la primera edición de Pokémon Rojo y Verde. Por lo visto,
informes policiales indican que, durante los meses de verano de ese
mismo año, se dieron la friolera de 104 casos de suicidio en niños de 7 a
12 años (franja de edad objetivo de ventas del juego).
En todos los
casos, se investigó el por qué de su comportamiento. Los padres alegaban
que sus hijos estaban enganchados al juego. Se analizaron varios de
esos cartuchos y en todos la memoria interna del juego situaba el último
estado del jugador en Pueblo Lavanda.
Los síntomas que sufrían
los niños previamente al suicidio parecían ser inducidos por la música
que sonaba al entrar en Pueblo Lavanda. Al parecer, la melodía poseía
unos picos de intensidad tonal que sólo los niños pre-púberes pueden
escuchar. La combinación de sonidos estridentes y agobiantes producían
en los jugadores fuertes dolores de cabeza o incluso migrañas,
acompañadas de insomnio. El siguiente estado que se padecía era
irritabilidad, acompañada de insomnio, adicción al juego y, en muchos
casos, sangrado de nariz. Finalmente, los afectados sufrían náuseas y
vómitos, y una depresión muy fuerte (algo impropio en niños de esa
edad).
Era esa pérdida de apego a la vida y ese malestar lo que
llevó a muchos niños al suicidio. Se informó a Game Freak de los
supuestos efectos producidos por esa música, y corrigieron la melodía en
las siguientes versiones del juego incluidas las versiones (Rojo y Azul
de Europa y EE.UU) que todos conocemos. Nuestra melodía es muy
parecida, al parecer sólo carece de un supuesto "murmullo" que causa
melodías bitonales en la canción original, incluyendo los tonos que
nosotros ya no podemos escuchar debido a la edad.
Incluid algunas más.