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« en: 01 de Julio de 2014, 01:49:11 am »
NO SE COMENTA EN ESTE TEMA BAJO NINGÚN CONCEPTO.
LOS ELEGIDOS
Bien, antes de empezar con la historia en sí, quisiera comentaros que esta historia está basada en el ecosistema mediterráneo y en mi experiencia en supervivencia en la naturaleza, por lo que si menciono algún animal, planta, o cualquier tipo de objeto del cual no habéis oído hablar nunca, solo tendréis que buscarlo en Google para haceros una idea de que es.
Capítulo 1: La piedra miesteriosa.
Hoy, 20 de Mayo de 2014, a 1 mes exacto del final de curso, un día completamente normal, había quedado con mis amigos para subir al colegio. Los presento, Armando, es ecuatoriano, tiene un año más que yo y es uno de mis mejores amigos, el otro es Mario, pero ya os lo presentaré luego. Alicia, digamos que mantenemos una relación de amor-odio desde chiquititos, y Lucia, su mejor amiga y mi prima tercera, su tía es sobrina segunda de mi abuela… o algo así.
Íbamos subiendo y hablando tranquilamente hasta llegar al banco de la avenida donde esperamos cada mañana a dos chicas, María, la mejor amiga de Lucía y Alicia, y a Nuria, con la que llevo coincidiendo en cada curso desde la guardería.
Llegamos al instituto, y Armando y yo nos fuimos con los demás chicos, y las chicas con las demás chicas.
Tocó el timbre y subimos todos a clase para esperar al profesor que nos iba a llevar de excursión al monte que hay al oeste de la ciudad, llamado El Vedat.
Al llegar a clase saludé a los demás chicos. Los presento, Christian, mi mejor amigo de la infancia, Guille y Joaquín, argentinos los dos y bastante majos, Marcos, siempre hemos sido amigos desde los 3 años, pero desde que se junta con los ‘canis’ del colegio va cada vez a peor, y probablemente repita, y a Quique, que a pesar de ser repetidor tenemos un montón de cosas en común, entre ellas la pasión por la naturaleza, la pesca y el ciclismo.
Después de unos minutos de risas y cachondeo, entró a clase la profesora de Biología con ese objeto del que nos llevaba hablando tantos días atrás, era una especie de roca púrpura con forma de pirámide irregular, parecía el pico de una montaña del himalaya en escala 1:10000,de un palmo de alto y dos de ancho.
Estaba hueca, pero en su interior parecía tener un mundo en miniatura, con un gran prado, rodeado por un bosque frondoso y atravesado por un río ancho y, con el agua cristalina, la cual desembocaba en un lago profundo, con un color azul oscuro precioso. Un mundo idílico vaya.
Estábamos todos fascinados con esa roca, no dábamos crédito a lo que veíamos, lo que no sabíamos, es lo que nos depararía ese pedrusco tan extraño…