Me ha dado por escribir un poco y he empezado una historia, os dejo el primer capítulo, espero que os guste, pero criticarla lo mas que podais decirme si os parece aburrido, si es una mierda, o si os ha gustado o maravillado, las formas de expresión, ortografía, etc. Necesito vuestras críticas porque la idea principal de la historia la tengo en mente, y esto es solo el principio y puedo cambiarlo y empezar de otra manera si realmente esta no es buena. Gracias por dedicar un poco de vuestro tiempo en esto :D
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http://www.pokexperto.net/foros/index.php?topic=32584.msg1150921#msg1150921Pd: El título es provisional
Capitulo 1:
A los pies del Jernial yacía un joven de no más de veinte años, que arrancaba incoscientemente la hierba, impaciente, esperando a que sucediera algo, o a alguien. Su rostro transmitía un tremendo aburrimiento, pero a ratos aparecia una debil sonrisa y, entonces soltaba una larga carcajada, pero despues venía la frustación, que podía simplemente desaparecer con un marcado resoplido resignado o evolucionar hasta convertirse en un puñetazo lleno de rabia dirigido al suelo humedo o hacia la corteza del árbol sobre el que estaba apoyado.
A lo largo del tiempo su rostro había experimentado todo tipo de expresiones, pero sin duda alguna no era un rostro cansado, a pesar de llevar varias horas despierto, a decir verdad no habia dormido en toda la noche, bueno, realmente llevaba varios días sin dormir, pero para ser sincero, el joven de no mas de veinte años llevaba dos ssemanas y tres dias sin dormir. Y no podemos decir que no lo habia intentado, más de una vez se habia puesto a contar las ovejas que saltaban sobre una una valla. Su media eran ventiocho ovejas, a partir de ahi los pensamientos eran incontrolables y le venían de todas partes, haciendo imposible que puediera atender a sus pobres ovejas, que amenudo eran perseguidas por feroces lobos muertos de hambre que no dudaban en destruir la valla de un bocado. En otras ocasiones eran silenciosos felinos los que acechaban a las presas, o aves gigantes las que llegaban del cielo y se llebaban volando entre sus garras a los caballos, sí, a los caballos, parece que no se contentaban con las pequeñas ovejas.
Despues de pensarlo mucho, y de pensar muchas otras cosas, nuestro joven de no mas de veinte años se decidió a contar todas las ovejas. Aunque a simple vista pareciera una locura, realmente no era una idea muy descabellada, ya que había podido disfrutar de largas horas para desarrollar su imaginación, ahora podía realmente visualizar en su mente practicamente cualquier cosa, puediendo describir con gran detalle los rasgos mas insignificantes. Pero también habia entrenado su mente y podía repeler los pensamientos que no quisiera. Y realmente se puso a contar ovejas que saltaban de una valla. Y pasó una hora, y seguía contando, y pasaron dos horas, luego tres, y llegó el día siguiente, siendo tres millones cuatrocientos docemil las ovejas que habian saltado la misma valla. O pensaba que esas serían las ovejas que habría contado si realmente se hubiera determinado a contarlas durante todo ese tiempo. Lo cierto esque apenas había llegado a treinta y tres cuando no pudo mas y le invadieron todo tipo de pensamientos. Aunque almenos rompió su record personal y le sirvió para estar orgulloso y feliz durante tres minutos y siete segundos.
A los pies del Jernial seguía tumbado el joven de no mas de veinte años, embobado en sus pensamientos, arrancando la hierba inconscientemente. No paraba de pensar en comida, imaginaba un banquete que no tenia fin, en el que se exibían platos de diferentes animales exóticos que no conocía o, simplemente, no existían; acompañados de sopas y frutas tan raras como su imaginación podía alcanzar. Pero sin duda alguna no estaba muerto de hambre, el joven estaba flaco, pero asi era su constitucion, no se le marcaban los huesos exageradamente bajo la piel, a pesar de llevar varias horas sin comer, a decir verdad no habia tomado nada en todo el día, bueno, realmente llevaba varios días en ayuno, pero para ser sincero, el joven de no mas de 20 años llevaba 2 semanas y 3 dias sin comer. Y no podemos decir que no lo habia intentado, pero todo lo que se llebaba a la boca desaparecia. Bueno, realmente no desparecia, de hecho podia masticar, tragar y digerir el alimento, pero no suponia ningun cambio en su cuerpo. Podía comer sin parar o simplemente, no comer. Pero siempre se quedaba hambriento, no hambriento de comer comida sino de algo más, algo diferente, algo que no es sustancial, algo que aun no sabía de que se podía tratar, por eso se dicía a si mismo que en las dos semanas y tres dias no había comido nada.
Pero el joven no siempre estuvo tumbado bajo el Jenial, disfrutando del paisaje y pensando en que hacer el resto del dia.
Hace dos semanas y tres días el joven había despertado, pensando que era un día normal, y le llevó ese día entero con su noche para sospechar que algo andaba mal, despues de todo no había despertado en su cama bajo el techo de su casa. Realmente no recordaba donde había despertado, y pasó miedo, y lloró, y gritó, intentó pedir ayuda pero no había nadie, bueno, nadie para él, porque realmente pasaban de vez en cuando un caminante o un granjero, pero debía de tener un aspecto desastroso para que le ignoraran sin nisiquiera mirarle a la cara.
Temió morir de hambre o volverse loco por no dormir, y sus temores se volvieron realidad. El segundo día con su noche fue demasiado para él y le invadió la locura, deliraba y no podia controlar sus pensamientos, llegaba a ver terribles criaturas y mantenía interesantes conversaciones con reyes de lugares que no estaba seguro de si existían. Llegó a sentirse engañado y humillado por un ratón. No paraba de maldecir a los lobos que asustaban a sus ovejas y llegó a enfrentarse contra un jabalí que triplicaba su tamaño porque no podía permitir que destrozara a su paso una pequeña fllor a la que había prometido proteger, pero que pisó sin querer queriendo, sospechaba que la flor no era del todo justa y se estaba aprovechando de él, y le vinieron sentimientos malvados y contradictorios hasta que en un acto de malicia pisó a la indefensa flor. Y le invadieron sentimientos de culpabilidad y arrepentimiento y salió corriendo del lugar lo más lejos que pudo, sin evitar que de sus ojos brotaran unas lágrimas.
El tercer dia, tras una noche en vela refujiado del mal exterior en una cueva imaginaria, llena de pasadizos secretos oscuros que guardaban tesoros; siguió delirando sin poder refugiarse, sin poder escapar ni por un momento en el dulce refugio del sueño. Los viajeros que antes le ignoraban ahora salian corriendo lo más rapido que podían, perturbados y sudoros, lejos de la presencia de aquel loco, que les hacía estremecerse. Pero no huían de el joven que deliraba, huían de su presencia, del ambiente que había a su alrededor, que les provocaban escalofrios que recorrian sus cuerpos en señal de peligro.
Llego la tercera noche y el joven loco de no mas de 20 años encontro un árbol, y se tumbó a sus pies, y pensó, y reflexionó. Y se acordó del nombre del árbol, era un Jernial, y se acordó de su propio nombre y de quien era, o lo que fue. Y despues de pensar muchas cosas, no pensó nada, y se alivió por dentro, y aunque no llegó a dormir si podemos decir que pudo descansar.
El joven permanecio otro día con su noche bajo la protección de ese árbol. Y llegó el quinto día, y un pensamiento le recorrió y le llenó de esperanza y satisfacción. Porque tras mucho pensar y reflexionar el joven de no mas de 20 años llegó a la conclusión de que todo eso era un sueño, o más bien una pesadilla. Se levantó y tras una larga inspiración pensó que estaba consciente y que ahora que sabía que en un sueño se encontraba, podría manejarlo y dirigirlo. Y pensó que podría volar, y se imaginanó volando entre las nubes junto a las aves migratorias, y entonces se elevó, y pudo volar.