En la cantina del instituto. El último día de curso, los alumnos que ya se iban ese verano a la universidad pagaron un chocolate-caliente-colectivo el año pasado. Pues eso, los alumnos van entrando, y, de repente, la olla con todo el chocolate se cae al suelo, ¡Con un alumno delante! Bueno, acabó negro, pero negro, negro. gafas y todo.