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Mensajes - Daedalus

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Mi opinión es que, por lo general, no. Las personas suelen ser lo suficientemente maduras intelectualmente para distinguir entre la realidad y un videojuego, por lo que pueden jugar sin consecuencias en su entorno social. Ahora bien, quizás un niño bastante pequeño que se ponga con el GTA o alguno por el estilo...

Para eso está Pegi +, ahora bien los que tienen que controlar a los niños pequeños (digo pequeños, porque hay chavales de catorce o quince años que pueden jugar a juegos +18 sin ningún problema) son los padres, no me vale eso de "vamos a censurar los videojuegos, nadie piensa en los niños, tal y cual" Por la misma regla de tres tendrían que suprimir el porno, las películas y los libros violentos, cuando hay personas perfectamente capaces de acceder a este tipo de material sin ningún tipo de consecuencias negativas.

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El Rincón del Jugón / Re:La Batalla Final!!!!!!!
« en: 15 de Febrero de 2013, 09:32:16 pm »
Yo solo juego en PC y es de lo mejor que hay. El problema que tiene es la cantidad de pasta que te tienes que gastar para tener un ordenador decente, además de que dejan de lado algunos juegos como Red Dead Redemption, que sacaron para Play y Xbox pero no para PC.

En cuanto a consolas, si la Wii U entrase en la misma generación que Ps3 y Xbox360 probablemente las superaría, pero en cuanto salgan las próximas consolas de Sony y Microsoft se va a quedar muy atrás en gráficos.

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Estrategia Smogon / Re:Duda sobre pain split
« en: 15 de Febrero de 2013, 09:17:22 pm »
A mi también me pasó, lo solucioné con un Gengar. Otra posibilidad es sacar púas o trampa rocas para anular la habilidad de Aron

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Literatura y Fan Fiction / Re:[Relato] Sentimientos
« en: 15 de Febrero de 2013, 06:41:42 am »
¡Uauu! Lo he leído con la música y me he emocionado. En serio, no suelen gustarme este tipo de relatos románticos, pero este me ha encantado. Por un momento llegué  a pensar que acabaría mal, pero al final todo perfecto xD.

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Old Gens y Discusión General / Re:¿Cuál fue tu primer juego de pokemon?
« en: 13 de Febrero de 2013, 11:47:38 pm »
El mio fue el amarillo, y también fue el primer juego que tuve para la game boy. Fue bastante gracioso, porque me regalaron la consola para navidad y el juego para reyes. Mis padres pensaban que ya traia juegos incorporados y cuando se lo dije empezaron "Vaya, Papa Noel ha debido de olvidarse" xDDD me lo pasé como un enano jugando.

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Estrategia Smogon / Re:Pokémon Online. Foreros PxP
« en: 13 de Febrero de 2013, 09:08:40 am »
Yo suelo conectarme por la tarde temprano o por la noche. Entro siempre en el de server de Pokémon Online, que siempre es el que más gente tiene. Juego en OU y mi nick es Daedalus11.

Estaba pensando... ¿No podría crearse un server propio para que entren los usuarios de pokexperto? Stats tiene el suyo propio.

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Estrategia Smogon / Re:Duda movimentos huevo Ferroseed
« en: 13 de Febrero de 2013, 03:47:18 am »
Según lo que he leído por ahí, creo que si la madre sabe un movimiento huevo puede pasárselo a la cría, así que también puedes solucionarlo criando dos veces.

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Quinta Generación / Re:¿que os parece este team para VGC?
« en: 13 de Febrero de 2013, 03:37:23 am »
El ataque al que te refieres es contoneo, aunque no suele usarse mucho así que no te recomiendo que le pongas a Scizor esa baya.

Yo también tengo un Scizor en el equipo, este es el set que le tengo

Scizor@ Cinta fuerte
Naturaleza: Firme
Habilidad: Experto
EVs: 252 At. 128 PS 128 Def.
Ataques:
-Puño Bala
-Picadura
-Fuerza Bruta
-Danza Espada

Puño bala con STAB Y Experto tiene una potencia de 90 y prioridad +1, Picadura llega a los 120 con STAB y Experto también. Si logras hacer un SD puedes llegar a ownear con facilidad a un equipo rival que no tenga un buen counter para Scizor. Fuerza Bruta para Heatran y demás tipo acero.

Antes le tenía Relevo en vez de Fuerza Bruta, pero como Scizor es bastante lento no llegaba a aprovecharlo así que lo cambié.

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Literatura y Fan Fiction / Re:[Fanfic] Memorias de un Entrenador
« en: 13 de Febrero de 2013, 12:45:56 am »
Capítulo 3

   Media hora más tarde me encontraba ante la puerta del laboratorio, con la mochila al hombro y todavía mareado por la impresión de los últimos acontecimientos. Por hacer algo, saqué la pokédex que había guardado en el bolsillo de mis pantalones. Era un instrumento más útil de lo que parecía a simple vista. No sólo contenía mi identificación como entrenador y un mapa detallado de la región. También me daba acceso directo a una amplia base de datos sobre cualquier pokémon que se me ocurriese, lugares y hechos históricos importantes que habían tenido lugar en Aurora desde su descubrimiento. A su lado, la pokédex que aparecía en mis videojuegos era una birria. Tan sólo con ese aparato podría entretenerme durante días, si no tuviera cosas más importantes que hacer.

   Deslicé un dedo por la pantalla y un mapa detallado de Aurora apareció ante mí. En aquel momento me encontraba en Pueblo Origen, la primera zona que habían colonizado los humanos en el mundo pokémon. Se encontraba en el extremo sur de la isla, de modo que si caminaba un poco a través del pueblo en aquella dirección no tardaría en alcanzar la playa. Sin embargo, la playa limitaba con el mar, y el mar no llevaba a ninguna parte en aquella región. El océano se extendía quilómetros y quilómetros alrededor de la isla. Todavía no se había descubierto otra porción de tierra en todo aquel mar inmenso, quizás ni siquiera hubiera ninguna más. Mi camino estaba al noreste, a través del bosque, hasta Isis, la segunda de las siete ciudades de Aurora.

   En pocas palabras, mi misión consistía en llegar hasta Iza y averiguar qué había detrás de todas aquellas desapariciones de científicos, y si los dragones tenían algo que ver con ello. Lo más sencillo habría sido coger un barco e ir directamente hasta las montañas heladas, pero solo se permitía la entrada en el pequeño islote a los campeones de la Liga Pokémon, aparte de quienes estaban trabajando ya allí.

   __No tendrás que ganar __me había explicado Cris__. Bastará con que te inscribas y participes en al menos un combate.

   __¿Sólo tengo que participar? Parece bastante sencillo __comenté. Cris movió la cabeza de un lado a otro.

   __No es tan sencillo. Los aspirantes a entrenadores pokémon viajan desde todas las ciudades de Aurora hasta pueblo Origen para empezar su aventura, del mismo modo que Satoshi comenzó su viaje aquí. La temporada de entrenadores empieza cada seis meses. Del mismo modo, el campeonato se celebra un par de semanas antes de cada temporada. No vas a necesitar medallas como en tu juego para poder presentarte, pero tendrás que superar algunas pruebas antes de llegar allí.

   Cris no había querido decirme en qué consistirían aquellas “pruebas”, pero supuse que tendrían algo que ver con el entrenamiento pokémon. No podía ser que permitiesen apuntarse al campeonato a cualquiera que pasase por allí. Volví a pasar el dedo por la pantalla hasta dar con la agenda. La Profesora Cris me había dado un número de contacto para cualquier duda que tuviese o, según ella, “cualquier molestia física que notase”. Todavía no estaba muy seguro de que la transformación que la profesora había obrado en mí fuese totalmente inocua.

   Todavía en la agenda, decidí marcar el número de mi casa en la Tierra. Me llevé la pokédex a la oreja, pero en vez del familiar pitido, escuché una voz robótica informándome: “Usted no tiene permiso para llamar a esta región”. Con un suspiró, colgué y volví a guardar la pokédex en el bolsillo de mis pantalones. La Profesora Cris había enviado un mensaje desde mi correo al de mi madre explicándole que me había apuntado a un campamento de verano, cuyo nombre no llegaba a mencionar. Seguro que se enfadaba, aunque fuera sólo por no haberle pedido permiso, pero al menos no llamaría a la policía y aquello me daba una coartada de tres o cuatro meses. Mi pokédex tampoco tenía permisos para navegar por la red virtual de mi mundo, pero podía pedirle a Cris que le mandase otro correo en cualquier momento para mantenerla tranquila.

   No quería pensar más en ello, así que me puse en marcha hacia el norte. Hasta entonces no me había dado cuenta de lo pequeño que era Pueblo Origen. Limitaba al este y al oeste con el bosque, y al sur con la playa y el mar. Incluso desde allí podía ver el sendero que salía de entre los árboles, internándose en el amplio bosque. A excepción del laboratorio, el resto de las casas eran totalmente de madera, cada una cercada por una valla y con su propio jardín. El suelo no tenía ningún tipo de asfalto, era totalmente de tierra sobre la que crecía una pequeña mata de hierba. Parecía un entorno mucho más natural y puro que las ciudades de mi mundo.

   Caminé durante unos diez minutos. A medida que avanzaba dejaba atrás las casas de madera y la hierba parecía hacerse más alta. El claro sobre el que se asentaba el pueblo se iba haciendo cada vez más estrecho, hasta que la hierba bajo mis pies se convirtió en un sendero de tierra batida y el bosque surgió de repente a mi alrededor. Los árboles no tardaron en tapar parte de la luz solar, y entonces aparecieron los primeros pokémon.

   No es que salieran directamente a saludarme, pero ahí estaban. Casi los podía sentir, observándome, fundidos en su entorno. Un Metapod permanecía pegado a un árbol, con los ojos entornados siguiéndome desde su espalda. De vez en cuando alcanzaba a ver un Pidgey dando saltitos sobre  una rama antes de echarse a volar. Una vez hasta llegué a distinguir a un Pinsir, oculto tras las hojas de un árbol, pero cuando me giré hacia él retrocedió rápidamente entre el follaje.

   Aquello era fascinante, un sueño hecho realidad. No podía evitar volver la vista de un lado a otro cada vez que veía a alguna de esas criaturas. Iba tan distraído que ni siquiera me di cuenta del enorme tronco de árbol que atravesaba el sendero y tropecé con él. Por fortuna, logré extender las manos a tiempo y no llegué a caerme. El tronco debía de haber pertenecido a un árbol enorme. Era tan ancho que me llegaba hasta el pecho y cruzaba el sendero de un extremo a otro. La madera era vieja. Probablemente una tormenta hubiera derribado el árbol. Me quedé observándolo unos instantes, hasta que se me ocurrió una idea, y sonreí.

   Una persona con un mínimo de sentido común hubiera rodeado el árbol caído, incluso podría haberlo escalado directamente hasta el otro lado. Primero me aseguré de que no hubiera nadie por los alrededores, aunque tampoco hacía falta. Según Cris, la temporada de entrenadores había comenzado dos semanas atrás y ya no quedaría nadie en la ruta que iba desde Pueblo Origen a Ciudad Isis. Sólo los pokémon, desde sus refugios entre la vegetación del bosque, podían observarme. Me agaché delante del tronco, introduje las manos en la pequeña ranura que lo separaba del suelo, respiré hondo y tiré hacia arriba con todas mis fuerzas.

   Bien, no fue el resultado que había esperado. Nunca me había sentido más fuerte desde que Cris me había administrado el suero. Sin embargo, tan solo pude elevar el tronco unos centímetros en el aire antes de tener que soltarlo. Me dio un tirón en la espalda y los músculos de las piernas y los brazos protestaron por el súbito esfuerzo. El tronco hizo un sonoro crujido al volver a caer al suelo y yo retrocedí unos pasos, todavía medio agachado. Tuve que esperar unos instantes hasta que el dolor de espalda comenzó a remitir. Entonces me incorporé, mascullando entre dientes. Me sentía decepcionado por haber descubierto tan pronto los límites de mi nueva capacidad física. Al final apoyé una mano en el tronco y salté hacia el otro lado sin atreverme con ninguna otra filigrana. “Bueno, una persona normal ni siquiera habría podido moverlo” traté de consolarme.

   __¡Wartortle, pistola agua!

   El ataque me cogió de improvisto cuando ni siquiera había avanzado dos pasos desde el tronco del árbol. El chorro de agua me golpeó con tanta fuerza en la cabeza que me tiró al suelo. Me quedé ahí tirado, tosiendo, con la cabeza empapada y la sudadera chorreando, y entonces vi aparecer al chico entre los árboles.

   __¿Quién anda ahí? __preguntó. A su lado iba el pequeño pokémon tortuga, enseñando los dientes. Emitía un sonido que me recordó al bufido de un gato__. Ah, vaya, solo es un mocoso.

   Me levanté del suelo de un salto. Aquel remojón inesperado me había enfadado.

   __¿A qué ha venido eso? __pregunté. El chaval se echó el largo pelo negro hacia atrás. Debía de tener aproximadamente mi misma edad, aunque era más alto y delgado y sus ojos azabache rezumaban desdén.

   __Eh, tranquilo, no hay por qué alarmarse __dijo con una sonrisita maliciosa__. Wartortle y yo escuchamos un ruido, así que vinimos a investigar. Pensé que debería de tratarse de un pokémon tremendamente grande, pero sólo era un muchachito, un muchachito empapado según parece…

   __También soy entrenador __repliqué, tragándome la furia. El chico abrió los ojos, sorprendido.

   __¿Otro entrenador? ¿En serio? Pues parece que has empezado un poco tarde. Los demás salieron de Pueblo Origen hace más de dos semanas, todos alegres y confiados con sus nuevos pokémon. Parecía que querían recorrerse toda Aurora en un sólo día. Pobres imbéciles __el chaval soltó una risita__. El campeonato no lo gana el más rápido, sino el más fuerte. Fíjate __señaló con la cabeza al Wartortle, que se hinchó de orgullo dentro de su caparazón__. Apenas había pasado la primera semana cuando mi Squirtle evolucionó. Sólo es cuestión de tiempo que alcance a los demás y derrote a la Guardiana de las Puertas de Piedra.

   No tenía ni idea de quién podía ser esa tal guardiana, pero no iba a preguntárselo. Era la primera persona que conocía en Aurora a parte de Cris y, aunque no hacía ni un minuto que nos habíamos encontrado, ya lo empezaba a odiar.

   __Ojalá tengas suerte __dije en lo que esperaba que fuera un tono despectivo__. Ahora, si me disculpas, tengo prisa…

   Di un paso hacia delante para pasar por su lado, pero se colocó en frente de mí impidiéndome avanzar.

   __Eh, espera, ¿por qué tanta prisa? __preguntó con una sonrisa socarrona__. Ya que estamos, echemos un combate. Llevo bastante tiempo en este bosque y echo de menos un buen reto con un entrenador.

   __¿Un combate? __se me hizo un nudo en la garganta. Me vino a la mente la imagen del pokémon que me había dado la Profesora Cris. “No puedo aceptar, todavía no” pensé.

   __Sí, habías dicho que eras entrenador, ¿no?

   __Sí… __titubeé__. Pero me gustaría prepararme algo más antes de una batalla con otro entrenador, así que creo que lo mejor será que lo dejemos para otro día y…

   __¿Dejarlo para otro día? __el muchacho se cruzó de brazos y frunció el ceño__. Parece que no sabes muy bien cómo funcionan las cosas por aquí. Mira, cuando alguien te reta, tienes que aceptar, sí o sí. De lo contrario __chasqueó la lengua y el Wartortle se puso entre nosotros de un salto, enseñando los dientes y lanzando un bufido. No debía de llegar al metro de altura, pero sus afilados colmillos me hicieron cambiar de opinión. Estaba dispuesto a soportar una humillación con tal de evitar algo peor que un pistola agua.

   __Está bien __dije, retrocediendo unos pasos hasta chocar con el tronco que interrumpía el sendero. Metí una mano en el bolsillo de la sudadera, donde guardaba la pokéball con el pokémon que me había dado Cris para comenzar mi viaje. La agrandé tal como me había enseñado en el laboratorio y la lancé al aire. La esfera giró un par de veces antes de abrirse con un fuerte chasquido, y regresó al guante de mi mano derecha como atraída por un imán. El haz de luz blanca se condensó sobre el suelo del bosque. Era una figura pequeña, de cuerpo agusanado, de color verde y un par de antenas rosas en la cabeza.

   Sí, mi primer pokémon era un Caterpie, todo lo pequeño y esmirriado que podía llegar a ser un Caterpie. La primera vez que lo vi salir de su pokeball, en el laboratorio, había protestado.

   __¡No es justo! ¡No voy a poder hacer nada con esto, ni siquiera voy a poder llegar al Campeonato!

   Pero la Profesora Cris había hecho oídos sordos a mis quejas.

   __No puedo prescindir de ningún otro pokémon, tendrás que conformarte con este. Además, no es del todo inútil. Los pokémon bichos son muy adaptables y evolucionan rápidamente. Hace quince años, Shiren se convirtió en la cuarta campeona de la Liga Pokémon usando un Beautifly, así que deja de quejarte. Si no quieres entrenarlo, captura a otro pokémon. Los hay a montones en el bosque que va de Pueblo Origen a Ciudad Isis. Incluso puedes usar tus propios poderes para debilitarlo, siempre que nadie te vea, por su puesto.

   __Aún así… __repliqué__. Ya llevo dos semanas de retraso respecto a los demás. Comprendo que no queden ninguno de los quince pokémon iniciales pero… ¿qué me dices de ese Charizard que atrapaste en el descampado?

   La Profesora Cris soltó una carcajada.

   __¿Charizard? Debes de estar de broma. Es la quinta vez que ese canalla escapa de su pokéball. Un pokémon no es una mascota, no pasa a ser un perrito faldero solo por estar en una cajita redondeada. Los pokémon obedecen a un entrenador que los captura porque se gana su respeto al derrotarles, en algunos casos ni aún así. Fíjate en Charizard, lo capturamos a las afueras de Monte Ignis cuando ya estaba en su última etapa evolutiva, y de no ser por Blastoise no habría forma de domarlo. Las preevoluciones suelen ser más dóciles, recuérdalo cuando captures a tu primer pokémon.

   Y ahí se había acabado la discusión. No tenía muchas esperanzas de poder entrenar a Caterpie para poder convertirlo en un pokémon decente, aunque evolucionase, pero tampoco había atrapado a ningún otro pokémon todavía. “Un pokémon es un pokémon” pensé. “Tengo un montón de datos útiles en mi cabeza, quizás pueda ganar de todas formas”.

   El muchacho no parecía tener la misma opinión. Lo primero que hizo al ver al pequeño pokémon agitar las rosadas antenas ante Wartortle fue abrir la boca, sorprendido. Luego se echó a reír. Estuvo carcajeándose cerca de un minuto.

   __¡Un Caterpie! __gritó limpiándose las lágrimas de los ojos__. ¿Esto es serio? ¿Un Caterpie? ¡Vaya! Debes de ser un entrenador estupendo para que hayan dejado en tus manos un pokémon de tal magnitud __volvió a reírse__. En fin, soy un hombre de honor, así que trataré de no aprovecharme de tu debilidad. Wartortle, deja que sea él quien haga el primer movimiento.

   Rechiné los dientes con furia, pero ya tenía una estrategia elaborada en mi mente. Si lograba inmovilizarlo con disparo demora, Wartortle no podría defenderse a tiempo y Caterpie podría golpearle con placaje hasta dejarlo fuera de combate.

   __¡Caterpie, disparo demora! __ordené, mi primera orden en una batalla pokémon de verdad.

   El pokémon gusano echó la cabeza hacia atrás y lanzó un hilo de seda desde su pequeña boquita. Durante un momento pensé que tendría la velocidad suficiente para llegar a su objetivo, pero entonces se levantó una ligera brisa de viento, suave como la piel de un bebé, y el hilo de seda cayó a un palmo del pokémon tortuga. El chico esbozó una sonrisa despectiva y gritó una orden. Un instante después un potente chorro de agua lanzaba a Caterpie varios metros hacia atrás. Mi pokémon rodó hasta toparse con mis pies. Se quedó de espaldas contra el suelo, agitando sus diminutas patitas al aire. Durante un momento intentó volver a levantarse, pero al final se encogió sobre sí mismo formando una bola. Un olor apestoso comenzó a emanar de las antenas de su cabeza. “Lo que faltaba” pensé. “Ahora se hace el muerto”.

   Lo devolví rápidamente a su pokéball para ahorrarnos la vergüenza. Estaba claro que había perdido. El muchacho se acercó a nosotros con las manos en los bolsillos y una sonrisa de suficiencia en la cara. El Wartortle se mantuvo a su lado.

   __Bueno, parece que el señor de los gusanos ha perdido __dijo, y acto seguido levantó una mano con la palma hacia arriba en frente de mí__. Vamos, ya sabes lo que toca ahora.

   Mire la mano, sin comprender. Aquel había sido mi primer combate pokémon de verdad y no tenía ni idea de lo que tenía que hacer a continuación. A Cris se le había olvidado explicármelo.

   __¿Qué…? __empecé.

   __¿Es que eres imbécil? __espetó, irritado__. Después de una batalla, el perdedor tiene que darle a su rival la mitad de todos sus créditos. ¿Ni siquiera sabes eso? __hizo un ademán impaciente con la mano__. Venga, dame tu pokédex, no tengo todo el día.

   Entonces lo recordé. Cris había mencionado algo sobre el dinero. Aurora no tenía moneda de curso legal. La gente compraba todo lo que necesitaba mediante créditos virtuales que se podían almacenar en tarjetas magnéticas, teléfonos móviles, o incluso en las pokédex, en el caso de los entrenadores. No tenía ni idea de cuantos créditos podía llegar a tener un euro, pero suponía que debían de ser bastantes, ya que Cris había introducido diez mil junto con mi documento de entrenador.

   El Wartortle comenzó a enseñarme los dientes otra vez y su entrenador parecía impacientarse por momentos, así que saqué la pokédex del bolsillo de mis pantalones y se la entregué. A pesar de todo, había sido un combate justo. Tendría que acostumbrarme a aquello a menos que lograse encontrar un nuevo pokémon.

   El chico sacó su propia pokédex y la conectó a la mía a través de especie de clavija. Tras teclear durante unos instantes en ambas pantallas sonrió, satisfecho.

   __A esto le llamo yo dinero fácil __se burló. Me tendió la pokédex, pero cuando fui a cogerla la dejó caer al suelo deliberadamente__. ¡Uy! Que torpe soy.

   Me agaché a recoger el aparato rechinando los dientes, tratando de no escuchar las carcajadas del chico mientras se alejaba. Por suerte el suelo del sendero era bastante blando y la pokédex no había sufrido ningún daño, aunque me había quedado con la mitad de los créditos que me había dado Cris. Trasteé un rato con la pokédex para comprobar una vez más mi documento de entrenador. Me sorprendí al descubrir que se habían quedado guardados los datos del muchacho con el que había luchado. La máquina debía de haberlos copiado al realizar la transferencia. Efectivamente, había comenzado su viaje dos semanas atrás, y su primer pokémon había sido un Squirtle. Repasé los datos un rato más hasta encontrar su nombre. “Alberto”, así se llamaba. No lo olvidaría. Algún día volvería a encontrarme con él y le daría una lección.

   Pero pensarlo no me consolaba demasiado. No hacía ni medio día que había comenzado mi aventura y ya había sufrido mi primera derrota. Lo peor era que no sería la última, a menos que consiguiese atrapar a un nuevo pokémon. El desastroso resultado del combate me había convencido de que entrenar a Caterpie sería una pérdida de tiempo. “No debí de haber aceptado ese combate” pensé. Alberto prácticamente me había obligado a pelear. Sabía que era mucho más fuerte que yo y se había aprovechado de ello para timarme. Tendría que haberme defendido “Si al menos supiera controlar mis poderes…”

   La furia volvía a bullir dentro de mí. Sentí el mismo ardor en mi interior que había notado en el laboratorio de la Profesora Cris. El calor subió por mi brazo izquierdo, desde el codo hasta mi puño cerrado, que estalló en llamas. El fuego no me quemaba en absoluto, pero el estallido me cogió tan sorprendido que lancé un grito y estampé el puño contra el árbol que tenía más cercano, a apenas medio metro. Las llamas se apagaron antes de prender en la corteza, pero el golpe llevaba más fuerza de la que había pensado. El tronco crujió de forma alarmante y, aunque no llegó a romperse, el árbol entero se tambaleó como si un gigante lo hubiera agitado con furia. Una lluvia de hojas y ramitas cayó desde la alta copa. Apenas duró unos instantes antes de que el árbol volviera a quedarse en calma. El silencio volvió a asentarse en el bosque, durante apenas un segundo.

   Entonces comenzaron los zumbidos.

   Aparecieron de repente, y se extendieron por todo el bosque en un santiamén, como una tormenta de verano. Pude distinguir varios pares de ojos rojos entre las hojas de los árboles. Se contaban por decenas, puede que superasen el centenar. El zumbido aumentó súbitamente de intensidad cuando los Beedrills salieron de sus escondites, todos al mismo tiempo. Había despertado a todo el enjambre.

   No necesitaba ver sus aguijones agitarse furiosamente en el aire para adivinar sus intenciones. Me di la vuelta y eché a correr a toda velocidad. De no haber estado tan asustado podría haberme dado cuenta de lo rápido que podía mover las piernas. Cada zancada me impulsaba con fuerza hacia delante, de modo que avanzaba casi dos metros con cada paso. Sin embargo, los Beedrills eran muchísimos y podían volar. Se concentraron en torno a mí, zumbando furiosamente, y comenzaron a pincharme con los afilados aguijones de sus patas. Uno de ellos me perforó la pernera del pantalón y otro llegó a cortarme en la mejilla. Me cubrí la cabeza con las manos para tratar de protegerme y aumenté la velocidad. Empecé a alejarme de ellos, pero de repente otra docena de Beedrills más apareció de entre los árboles que tenía en frente. Me habían cortado el paso.

   No pude hacer otra cosa que encogerme en el sitio y protegerme lo mejor que podía mientras el enjambre de insectos se abalanzaban sobre mí. Los aguijones se clavaban sin piedad, atravesaban mi ropa hasta llegar a la piel, llenándome de picaduras por todas partes. Con cada ataque se hacía más intenso el dolor, y junto con el dolor, también crecía mi furia.

   Volví a notar aquella corriente de calor abrasador en mi interior. Esta vez el fuego emanó de todas partes, rodeándome. Las llamas ascendían formando espirales que quemaban todo lo que encontraban a su paso. Los Beedrills retrocedieron a toda velocidad.

   Las llamas desaparecieron tan pronto como cesó el dolor. Volví a incorporarme, y miré a mi alrededor. Los Beedrills todavía zumbaban a pocos metros de mí, cautos, pero en cuando desapareció el fuego volvieron a lanzarse contra mí con mayor fiereza.

   En esta ocasión no dejé escapar la corriente de calor en mi interior. Levanté las dos manos hacia ellos y, sin saber muy bien como, canalicé aquella energía que sentía en mi interior a través de las manos. Las llamas volvieron a brotar con gran intensidad, formando una columna que atravesó el enjambre de Beedrills. Los pokémon más cercanos cayeron chamuscados al suelo, y los demás se apartaron con rapidez. Detuve el flujo de fuego durante unos instantes, y volví a acometer nuevamente a los insectos que quedaban a mi espalda. Los Beedrills comenzaban a estar más asustados que furiosos frente a las terribles llamas, y tras unas cuantas ráfagas más de fuego se alejaron a toda velocidad para volver a sus escondites entre los árboles.

   El bosque quedó repentinamente en silencio tras apagarse los zumbidos. Estuve unos instantes de pie, sin moverme del sitio, jadeando. Estaba tan agotado como si me hubiera pasando corriendo toda la mañana. De no ser porque todavía me dolía todo el cuerpo de los aguijonazos de los Beedrills, habría pensado que estaba soñando. Lentamente, con el cuerpo magullado y la ropa hecha jirones, me di la vuelta y continué caminando.

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Anime / Manga / Cine / Televisión / Re:Hagure Yuusha no Estetica
« en: 13 de Febrero de 2013, 12:04:59 am »
Uf, menudo fallo, esto en realidad iba en el tema "Grandes frases del anime". Debí de haberle dado a próximo tema sin darme cuenta y respondí aquí. Perdón por las molestias, el post ya lo he borrado.

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Anime / Manga / Cine / Televisión / Re:Grandes frases de anime
« en: 13 de Febrero de 2013, 12:01:48 am »
No sé si alguien la habrá puesto ya pero...

¡¡KAIZOKU ONI ORE WA NARU!!

Luffy - One Piece

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Anime / Manga / Cine / Televisión / Re:¿No odias al anime de Pokémon?
« en: 11 de Febrero de 2013, 10:38:34 pm »
TODO, sería mucho mejor si fuera así:

http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=8QrXSuo0WfI

Pikachu debilita a un Latios y no puede con un simple Snivy  :shock:

Los fans crecen pero la serie no. Si matasen a Ash o algo e hicieran una nueva temporada con este estilo de animación tendrían muchos más seguidores.

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Literatura y Fan Fiction / Re:[Comentarios] Memorias de un Entrenador
« en: 11 de Febrero de 2013, 10:24:10 pm »
Gracias por tu comentario, Leroy, siempre me anima a seguir escribiendo xD. Pues sí, tuve un fail ahí, en realidad era "la resistencia de Blastoise". Iré ahora a editarlo.

Espero poder tener el tercer capítulo entre esta tarde y mañana. Mientras tanto, podéis seguir publicando cualquier comentario o duda que tengáis y responderé encantado.

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Estrategia Smogon / Re:Dudas sobre la mecánica.
« en: 10 de Febrero de 2013, 06:52:28 am »
Ya que estamos con estas curiosidades, Descanso no cura el efecto de la maldición lanzada por un pokémon fantasma. Mi Snorlax lo ha descubierto hace un par de batallas xD

15
Estrategia Smogon / Re:Dudas sobre la mecánica.
« en: 09 de Febrero de 2013, 08:59:21 pm »
Acabo de echar unos combates en PO y no, vidasfera no hace daño de retroceso si el rival usa protección o si el usuario falla el ataque.

En cuanto a lo segundo, no lo he comprobado, pero estoy casi seguro de que shendija caería debilitado.

16
El Rincón del Jugón / Re:El mejor juego de DS que hayas jugado
« en: 09 de Febrero de 2013, 09:04:59 am »
Dejando a un lado pokémon, New Super Mario Bros. Clásico, simple y muy entretenido.

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Rate My Team / Re:Mi equipo del torneo de la copa solsticio
« en: 09 de Febrero de 2013, 09:01:49 am »
Puedes llegar a ownear con Dragonite y Velocidad Extrema si le pones a Gliscor Relevo y Danza espada.

Gliscor@ Restos
Naturaleza: Alegre
EVs: 252 Vel. 128 PS 128 Def.
Ataques:
-Danza Espada
-Relevo
-Terremoto
-Roca Afilada

18
Rate My Team / Re:My team
« en: 09 de Febrero de 2013, 07:42:46 am »
Está bastante bien, aunque yo le pondría a Tyranitar Danza Dragón o Llamarada para Skarmory si lo prefieres. A Garchomp también le vendría bien Danza Espada por Protección, si es Alegre, o Danza Dragón si es Firme

19
Estrategia Smogon / Re:Que le cambio?
« en: 09 de Febrero de 2013, 07:39:17 am »
Alud puede llegar a 120 de poder si es golpeado antes de atacar. Swampert ya es bastante lento de por sí., y con maldición podría aguantar casi cualquier cosa, mientras no sea un ataque tipo planta...

20
Estrategia Smogon / Re:Que le cambio?
« en: 09 de Febrero de 2013, 01:05:53 am »
Mmm si lo vas a usar simplemente para sacarlo de vez en cuando dejalo como está, pero si vas a meterlo en la torre batalla, por ejemplo, yo criaría uno con EVs naturaleza y demás

Swampert@ Restos

Naturaleza: Firme
EVs: 252 At. 128 PS 128 Def. Esp.
Ataques:
-Cascada
-Terremoto
-Alud
-Maldición

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