Hola. Aunque no lo parezca, todavía sigo con el fic, no lo abandoné. Se me ha juntado el poco tiempo que he podido usar el ordenador y la falta de inspiración, pero bueno, para compensarlo, subiré éste capítulo hoy y el siguiente mañana. Espero que os guste
Capítulo 2. Las locas ideas de Slugma–Te gané –dijo Slugma mientras llegábamos corriendo al jardín de infancia.
–Claro, pero estoy seguro de que habría ganado yo si hubiésemos salido a la vez
–¡Qué mal perder tienes, Duskull! Y yo que tenía pensado perdonarte la apuesta...
–Con lo glotón que eres, lo veo imposible –dije conteniendo una risa– pero si lo tenías pensado, por mí no te cortes
–A vosotros dos os estaba buscando –dijo una voz bastante conocida– Menos mal que habéis venido, porque me estaba empezando a preocupar.
–¡Qué exagerada eres, Ralts! –le respondió– Si hasta hace nada estábamos desayunando juntos. ¿Es que acaso no puedes vivir sin mi presencia?
–¡Eres idiota, Slugma, no es por eso! –dijo Ralts bastante enfadada– Es que me resultaba raro que no hubierais venido hasta ahora, y tal y como están las cosas, pensé que habíais desaparecido.
–Si te sirve de consuelo, te diré que hemos estado un momento en mi habitación. Además, ya sabes que ni a Slugma ni a mí nos dejan salir del Frente,...
–Cosa que me parece injusta –me interrumpió Slugma
–...así que no tenías motivos para preocuparte –finalicé
–No lo haría si no fuera porque cuando a Slugma se le ocurre una idea puede ser peligroso.
–Visto así te entiendo perfectamente
–¡Pero bueno! ¿Qué clase de concepto tenéis de mí? –preguntó Slugma con cierta indignación– Mis ideas son igual de peligrosas como lo podrían ser las vuestras.
–¿Te acuerdas esa vez que intentaste hacer la comida porque tu padre estaba enfermo? –le dije
–¿O de aquella vez que le pediste a Azumarill ser su ayudante? –le recordó Ralts–
–Eso son dos casos aislados
–También está el día que le intentaste gastar una broma pesada al Sr. Crawdaunt –seguí–, y el día que te dio por hablar gruñendo como un pokémon primario, y aquel día que...
–Bueno, vale, lo pillo, mis ideas puede salirse un poco de madre, pero tampoco son para tanto
–¿Qué no son para tanto? –le preguntó– Jamás había visto a Azumarill, que no se suele alterar por nada, chillar a alguien de esa manera
–Y sólo de recordar la comida que preparaste para todo el Frente ya estoy sintiendo arcadas
–Tampoco estaba tan mala, solo porque aquellas manzanitas estuvieran “un pelín tostadas” y confundiera las bayas Aranja con las bayas Arancia estáis diciendo que fue un desastre. Y reconoced que Azumarill tuvo poca paciencia conmigo, ya sabe como soy...
–Lo que tú digas –sentenciamos al unísono Ralts y yo
–En fin, ¿sabes si Bellossom nos necesita? –le pregunté a mi amiga
–No, precisamente os estaba buscando porque la guardería está casi vacía. ¿Qué tal si damos una vuelta hasta la hora de cenar por los Dojos? Estoy segura de que al Maestro Bibarel no le importaría que nos colásemos en sus clases de tácticas de combate.
–Creo que Bibarel ha salido y que el que está en los dojos es mi padre, –dije mientras nos dirigíamos hacia los dojos– pero podemos preguntarle a ver si nos da unas clases de repaso. Tendremos que estar preparados para salir ahí fuera algún día, ¿no?
–Yo creo que estamos más que preparados, es más, tenía pensado que hiciéramos una exploración hoy–terció Slugma
–Slugma, reconozco que esa broma ha estado bien, pero sabes que no podemos salir, ¿verdad?
–No estaba bromeando, Duskull. Creo que ha llegado el momento de que nosotros tres salgamos al exterior y pasemos a la acción.
–Pero, ¿tú sabes el mosqueo que se podría pillar mi padre si se entera que hemos salido de aquí? ¿Y la regañina que te echaría el tuyo si nos viera por los Frutales Umbríos tras lo de esta mañana?
–Y ya no hablemos de mis padres– dijo tímidamente Ralts
–Dos cositas. La primera, no quiero ir a los Frutales Umbríos, sería lo más estúpido que podría hacer, sino al Monte Tétrico –explicó con una sonrisa mientras señalaba el lugar en el Mapa Mágico que colgaba de la pared del pasillo de la segunda planta– que, en comparación, está al lado del Frente. Y segundo, no hay nada que temer. Ralts, tú eres hija de Gallade, el líder del equipo As, y Gardeovir, integrante del Equipo Carisma, llevas en la sangre esto de explorar.–dijo, lo que provocó que Ralts se sonrojara– Y respecto a ti, Duskull, no te preocupes tanto sobre que dirán nuestros padres, no creo que nos cuenten algo nuevo. Además, ¿qué haría yo sin mi mejor amigo?
–Es cierto que soy el primero que quiere salir de estas cuatro paredes, pero antes de eso habría que pensar muchas cosas, como qué objetos deberíamos llevarnos y esas cosas –expliqué
–Por eso no temas, Duskull, ya tengo una Bolsa preparada. Tuve la precaución de guardar algunas Bayas y Semillas de tal manera que mi padre no sospechase nada. Ya viste un ejemplo esta mañana –dijo, mientras sacó unas Bayas Aranja que llevaba escondidas.
–Me sorprendes, Slugma, pero ¿has pensado cómo vamos a salir de aquí? –inquirió Ralts– Por mucho que hayas preparado una bolsa y te sepas el Mapa Mágico de memoria, no sirve de nada, porque no podremos salir sin que nos pillen
–Ya sabía yo que me olvidaba de algo. Pero bueno no pasa nada, se me ocurrirá algo por el camino, no os preocupéis
–Como sé que eres un pokémon de ideas fijas y diga lo que diga no te haré cambiar de opinión, ¿qué tal si esa parte del plan nos la dejas a nosotros?–le pedí– En vez de una solución improvisada, deberíamos de exponer algunas ideas, pero para eso Ralts y yo necesitamos saber más detalles del plan
–Así le daremos al plan la cordura y la sensatez de las que carece –dijo Ralts, lo que provocó que a Slugma le diera un ataque de ira y a mí uno de risa– Tú mismo dijiste que tus ideas solían ser alocadas, no entiendo porque te pones así
–Dije que a lo mejor un par de ideas fueron un poco disparatadas, no la mayoría. ¡Qué concepto tan erróneo tienes de mí, amiga mía! –dijo tratando de parecer seriamente afectado
–Mejor déjate de teatros y explícanos el resto del plan –dije
–Tengo una Bolsa preparada con seis Bayas Aranja, tres Semillas Revivir y cinco manzanitas –nos describió– Además, he cogido una Placa de Rescatador de la cámara del Sr. Crawdaunt para usarla en caso de apuro.
–Lo de la Placa está bien pensado –le expliqué– pero la bolsa le haría falta un par de Elixires Máximos para cada uno, por si nos quedamos sin movimientos, aunque no sé si tendremos espacio, porque desconozco la capacidad que tiene la bolsa
–Es una bolsa para veinte objetos. Sumando los Elixires, la bolsa quedaría llena
–Ok, pues creo que el asunto “bolsa” ya está solucionado, ¿no? –preguntó Ralts, a lo que respondimos asintiendo la cabeza– Pero, además de la Bolsa y la Placa, necesitaremos un Mapa Mágico.
–No hay problema. Deja que me encargue de eso –dijo Slugma
–Ya tenemos preparado lo que necesitamos. Creo que ahora deberíamos de decidir quién sería el “líder” del equipo, para que se encargue de todo –sugerí
–Eso está clarísimo, el líder eres tú.
–¿Y eso por qué? –pregunté incrédulo a Slugma– Sabiendo como eres, me parece muy raro que no quieras serlo tú
–Es cierto que me gustaría, pero opino que lo mejor para el grupo es que el líder sea alguien sensato, y no conozco a nadie más sensato que tú
–Pero Ralts es igual o más sensata que yo, ¿por qué no puede ser ella la líder?
–Porque, aparte de sensata, soy muy temerosa, Duskull –dijo Ralts algo apenada– Cosa rara, estoy completamente de acuerdo con Slugma, tú eres el líder perfecto. De los tres, eres el que reúne más capacidades que todo buen explorador ha de tener, un equilibrio entre sensatez e impulsividad, sentido del honor, valentía,...
–Me vais a sacar los colores –murmuré avergonzado
–Anda, no te pongas rojo, que sabes que tenemos razón. Además, tú has dicho que lo de salir de aquí es cosa tuya, cosa que sólo alguien con capacidad de liderazgo puede hacer.
–Como parece que estáis de acuerdo, seré el líder del Equipo. Sólo queda el asunto de la fuga. La salida está junto a la comisaría, por lo que no podemos salir sin llamar la atención de Hypno o Magneton, a no ser que ambos estén patrullando. ¿Qué ideas se os ocurren?
–Si lo hiciéramos por separado, tú, como eres de tipo Fantasma, podrías atravesar la pared–sugirió Ralts– Pero entonces ni Slugma ni yo podríamos salir.
–Tienes razón, pero aun siendo de tipo Fantasma, me fatigaría demasiado al atravesar tantas paredes. La mejor idea que se me ocurre para salir de aquí es distraer a quién esté en la comisaría, pero todas la formas que se me ocurren implican que alguien se quede aquí
–¿Y si mientras usáramos una Luminosfera?
–Sólo funcionaría en caso de que hubiera cierta agitación, aun así seguiría siendo muy sospechoso. Pero puede que usando otra Esfera Mágica ese plan funcionase.
–¿Y qué Esfera podría ser? –preguntó Slugma
–¡Una Señuelosfera! –exclamó Ralts– Podríamos usarla contra alguien para distraer a Magneton y a Hypno.
–Es una idea genial –dije– Lo malo es que no se me ocurre dónde podemos encontrarla.
–Yo tengo una que me regaló mi madre –dijo Ralts– Como me encantan las Esferas Mágicas, un día me la trajo de uno de sus rescates. Aunque me daría pena tener que usarla, por esta causa estaría dispuesta a hacerlo.
–Entonces perfecto. Pues hemos completado el diseño del plan, lo único que falta es llevarlo a cabo. Lo mejor será hacerlo mañana, después de desayunar
–De acuerdo –sentenciaron Ralts y Slugma
–Anda, si estáis ahí –dijo mi padre, que acababa de salir de los dojos– Qué raro que a estas horas no estéis cenando en el comedor, sobre todo tú, Slugma. Precisamente iba para allá
–¿Ya es la hora de cenar? ¡Qué rápido se me ha pasado el día! –dijo Ralts
–¡¡¡¡¡¡¡¡¡COMIDA!!!!!!!!! –exclamó Slugma a la vez que salía disparado hacia el comedor
–No lo entiendo, si hasta que has aparecido tú no ha dicho que tuviera hambre – le dije a mi padre y a Ralts mientras también nos dirigíamos a cenar
–Ya sabes la reacción que tiene tu amigo al oír hablar de comida, hijo mío. Parece mentira que no le conozcas –dijo mi padre sonriente
–Tienes razón. Aunque si te soy sincero, yo también tengo un hambre de espanto –dije mientras me serví un par de Gomis Moradas, mis favoritas
–Jajajaja. Desde luego, que dos patas para un banco
El comentario de mi padre provocó que sonriera, pero también lo hacía por la felicidad que sentía al saber que al día siguiente iría a explorar un Territorio por primera vez en mi vida.
En el próximo capítulo:"[...]–¿Adónde vais, chicos? Sabéis que aún sois demasiado jóvenes para salir de aquí.
–Bellossom, sólo íbamos a dar una vuelta por los alrededores –dijo Slugma
–Lo siento, mi pequeño Slugma, pero no puedo dejaros salir. Subid al comedor o tendré que tomar medidas drásticas
–Bellossom, por favor, estamos hartos de estar encerrados, no tardaremos en volver, lo prometemos– suplicó Ralts
–Dad media vuelta, chicos –ordenó Bellossom algo enfadada
–Lo siento, pero no vamos a hacerlo –musité
–Pues entonces tendré que dar la alarma –dijo mientras le daba a un botón que se encontraba a la entrada de la comisaría, y acto seguido, empezó a sonar un ruido ensordecedor[...]"
Y, como dije en el anterior capítulo, cualquier cosa que queráis comentar, sugerir, preguntar, criticar (constructivamente, claro) sobre el fic, clicad aquí