Hola a todos. Siempre quise publicar un FanFic, y tras mucho pensando cosas, he decidido abrir uno. ¡Espero que os guste!
Ni se os ocurra comentar aquí, tema de comentarios aquí:
ComentariosIntroducción.
Ésta historia se narra en un mundo que tal vez conoces, el mundo Pokemon. A lo largo de la historia aparecerán personajes que tal vez conozcas o te suenen de algo, concretamente de MM3. No te asustes, pues la historia apenas tiene algo que ver con aquella. Narra los hechos que ocurrieron hace unos años en éste mundo después de que éste se salvara de la parálisis temporal.
Actuales personajes principales.
Galén. Pareja de Galia. Un Gallade famoso por sus hazañas junto a Galia como Equipo Explorador.
Lin y Yun: Dos hermanos cuyo mayor sueño es convertirse en exploradores.
Spinda, Wynaut y Wobbuffet: Dueños de la cafetería Spinda, en la Aldea Tesoro, aunque no por mucho tiempo...
Mimi: Compañera de Garu y Coton en Ciudad Urbe, una Jigglypuff astuta y divertida. Recurre a cantar en determinados momentos
Garu: compañero de Mimi y Coton. Suele ser bastante sigiloso y travieso al robar.
Coton: compañero de Mimi y Garu, rápido y despreocupado.
MapaEn rojo el itinerario de Spinda.
En verde el itinerario de Galén
En amarillo destacado (todo tiene amarillo) el itinerario de Lin y Yun
En morado el itinerario de Mimi, Coton y Garu
En negro la Aldea Tesoro, Ciudad Urbe, Gremio Experto y el Pico Oniris
Capítulo 1La ventisca arreciaba furiosamente en las heladas cumbres de los Picos Gélidos. Una sorprendente capa de nieve y escarcha cubría el anterior manto que fue el suelo.
???: Venga, ya queda poco…
???: No sé si podré seguir, Galén
Galén: Es solo una tormenta de nieve, hemos aguantado situaciones peores, mi querida Galia.
Galia: La tormenta es bastante fuerte, un paso más y quedaremos congelados…
Galén: Solo nos quedan unos metros que subir para conseguirlo…
Galén tira de la mano de Galia, pero ésta se resiste.
Galén: Cariño, confía en mí, la Flauta Hielo está casi en nuestras manos.
Galia accedió. Apretó la mano de Galén y siguieron juntos en la ventisca de aquel infierno helado.
Anduvieron y anduvieron por el paso, escalaron las laderas de aquella montaña. Hasta que llegaron a un punto… vacío. Parecía la cima, pero encima de ellos la montaña seguía. Era como un enorme cráter dentro de la montaña, sin embargo, el suelo estaba cubierto de piedra, y no de nieve. En el centro, algo brillaba con una luz cristalina, Galén y Galia sonrieron a la vez, como dos almas gemelas.
Dieron unos pasos hacia delante, la tormenta parecía haber amainado en el momento que entraron. La sala brillaba con un fulgor frío de un tono celeste, en el centro parecía haber un objeto del cual provenía aquel destello de luz. Ese brillo… en efecto, era la Flauta Hielo.
Llenos de emoción, corrieron hacia el bello tesoro, pero justo cuando la rozaron, la Flauta emitió un extraño resplandor que mandó a Galén volando por los aires.
Galia: ¡Galén! –Exclamó preocupada viendo donde había aterrizado.
Giró la cabeza de nuevo, y la Flauta seguía ahí, brillando con un leve tono celeste. Una voz sonó en aquel sitio, el eco se formó en la sala.
???: ¿Pretendíais robar la reliquia de los hielos? Me temo que no puede ser así.
Galén incorporándose: ¿Qué?¿Quién habla?
Un destello se iluminó en la sala. Cuando se volvió visible se descubrió al hablante delante de la Flauta.
???: Mi nombre es Froslass, y guardo la Flauta Hielo del gran Articuno. No puedo dejar que os la llevéis. Si hace falta, mi cólera se mostrará ante vosotros.
Galén: no nos puedes detener, somos un equipo explorador y hemos venido a conseguir ese tesoro, rápido Galia ataquemos.
Galia: ¡Psíquico!
Galén: ¡Psico-corte!
Froslass: Estáis cometiendo un error… ¡Rayo Hielo!
El Rayo colisionó con el Psico-Corte y Froslass logró esquivar con rapidez aquel Psíquico en forma de rayo. De repente, vi que Froslass estaba a unos metros delante de mí, levantó la mano sombría e inerte apuntándome y de ella salió una nube grisácea.
Froslass: ¡Ventisca!
Todo se volvió negro… y frío. Lo último que vi fue el rostro de mi Galia interponiéndose entre aquel ataque y yo.
Cuando desperté, estaba al pie de la montaña. El frío no era igual de extremo que antes. Miré hacia los lados en aquel campo de hielo, una sensación de miles de agujas en el estómago se clavó en mí, Galia no estaba conmigo.