En primer lugar, siento la espera, apelo a vuestra paciencia y espero que el nivel de los relatos compense la espera.
Ahora ya centrándose en el concurso, procedo a poner las reglas a seguir en las votaciones. Para que no haya problemas como en ediciones anteriores, amplío algunos apartados.
1)Para votar, se establece una nueva norma:
Por cada 5 relatos se puede dar un voto extra. Esto es, al haber 11 relatos en este concurso todos los votantes tienen 2 votos. Por otra parte, resulta obligatorio consumir todos los votos, para que el concurso sea equitativo. Por supuesto, el autovoto queda prohibido, así como votar al mismo relato 2 veces.
2)Ambos votos deben tener razones sólidas que los acompañen.
No se admitirán votos sin razonar o con motivos incongruentes, y se prohibirá la rectificación de votos así. El típico "está bien escrito" no se permite. Tiene que haber alguna razón por la que destaque sobre los demás: te parece más gracioso, crea una mayor sensación de terror, tiene un argumento más elaborado... no es tan difícil pensarlo. Cuidado: si no se dan motivos para ambos votos, se anulan los dos.
3)Se prohíbe la coacción de votos. Si hay sospechas de que alguien convence a otros de que voten, se anularán todos los votos obtenidos de esa manera y se sancionará al usuario emisor del voto, y, si procede, al que intentó que votara de tal manera.
4)Todos los participantes están obligados a votar. Si un participante no ha votado, su relato se descalificará, independientemente de su posición final.
5) El ganador del concurso recibirá una Cinta Historia, siempre y cuando se cumplan las siguientes condiciones:
·Haya ganado con un total de 7 votos o más.
·Haya un total de 30 votos o más en el concurso (recuerdo que todos votan 2 veces, es decir, mínimo 15 votantes)
·No tenga ya una Cinta Historia.
·No haya pedido votos a otras personas.
Por regla general, si el primer participante no gana una Cinta Historia, ésta no pasa a pertenecer al segundo. En casos excepcionales, como una descalificación por votos falsos o por no votar, se podría hacer una excepción, siempre y cuando cumpla los requisitos.
6)Al primer y segundo puesto se les reserva
un premio especial que será revelado tras las votaciones.
7)Las votaciones se cerrarán el día 15 de Diciembre a las 23:59. Si se prorrogan, las fechas de la prórroga se especificarán más adelante.
Dicho esto,
¡que den comienzo las votaciones!~1~
Mis dedos intentaban buscar el calor de mis bolsillos. Pensé durante unos instantes que tenía témpanos de hielo por dedos. Se hacía tarde, y esa cabaña vieja no me daba confianza. Veía salir de sus ventanas almas pidiendo piedad. Veía salir de sus ventanas gente llorando desconsoladamente. Pero prefería morir en una cabaña a hacerlo en medio de la nieve. Así que armado de valor, me adentré en esa jaula de madera. En el momento en el que crucé la puerta, envuelta por una enredadera casi deshojada, pensé que me convertía en uno de esos listones de aquel suelo. Que pasaba a ser una de esas almas que me pedía socorro cuando contemplaba la cabaña. Cabaña que por muy solitaria que aparentase, un anciano, arrugado por el tiempo, habitaba. En su mano sostenía un periódico. Antiguo, muy estropeado. Tenía la fecha del mes de Octubre del 1934. El titular mostraba la muerte de un joven. Comencé a leer:
" El joven muchacho padecía una enfermedad cerebral crónica. Se llamaba John Adams. Tenía once años recién cumplidos y se encontraba en un hospital. A la mañana siguiente, el chico fue encontrado en el cuarto de baño de su hospital, junto a una persona de tercera edad. Al parecer, todo sucedió tras una explosión provocada intencionadamente. El hombre hallado junto al cadáver del niño llevaba años muerto. Los investigadores siguen buscando explicación a este extraño caso. "Dejé de nuevo en sus manos el periódico. Intrigado. Pensativo. Asustado. Divisé tras los sucios cristales que allí se usaban como ventanas a mis amigos. Cuando pisé la alfombrilla el anciano alzó la mano y balbuceó:
~ Truco o... ¡trato! ~ flexionó su dedo pulgar y la cabaña quedó destrozada. Afortunadamente sigo vivo para contar esta extraña anécdota. ~2~
La niña.
Aquella noche de 1952 no fue tan feliz como para el resto de familias. Un rayo caído… una chispa de fuego… y todo se volvía rojo, en llamas. La familia Rose no soportó la pérdida de su hija.
La llamaron Jessica. La niña solo tenía siete años. Una melena de pelo azabache, la piel pálida, y los ojos grises del invierno. Aquel día, su mirada no se volvió a ver entre las ruinas de la casa carbonizada. Sin embargo, ella seguía allí.
Hoy, la noche de su muerte se vuelve a rememorar.
***
Aquella noche había bebido mucho. Era una noche de fiesta, y el 31 de Octubre nunca nos lo perdíamos. La Luna emitía un resplandor blanquecino, siendo tapada por algunas nubes. Casi ni rastro de estrellas, todo a oscuras. Andaba mareado. La cabeza me daba vueltas y sentía ganas de vomitar.
Tras un rato andando por la calle, llegamos a las ruinas de lo que parecía ser una casa. Todo estaba negro, parecía más un montón de leña que una antigua vivienda. La escasa luz de la Luna reflejaba algunos vestigios de la madera negra, quemada.
-Sentaos. –Nos ordenó plácidamente Ronald mientras nos pasaba unas botellas para pasarnos.
-No sé por qué nos has traído aquí, si no veo ni hostias por donde sentarme… -Murmuré.
Me acomodé en el sitio, y Ronald encendió la linterna del móvil, que soltaba un destello blanco. La vista de luz en medio de aquel campo oscuro casi me cegó. Ronald se enfocó con su linterna a la cara. Mientras, nos pasábamos uno a uno la botella de alcohol, echando trago por trago.
-No sé si sabréis qué pasó aquí. –Negamos cada uno- Bien, este sitio, es la antigua casa de los Rose.
Ahora caía. Una historia viejucha extendida por el pueblo para dar miedo a los niños. Aun así, no intervine en las palabras de Ronald.
-Cuentan, que esta misma noche, la casa de los Rose fue partida por un rayo. La familia logró sobrevivir, excepto Jessica Rose. –Todos asentimos- Sin embargo, ella sigue aquí.
Bebí un largo trago y le pasé la botella al de al lado.
-Cuentan, que el espíritu de Jessica sigue en las ruinas de la casa, morando como un alma perdida, esperando a la llegada de alguien que la ayude. Y ella, sigue aquí.
Se escuchó el silencio. Nadie habló. Como si nada fuese, se escucharon ligeros crujidos entre la madera. –“Bah, habrá sido algún bicho…” –Pensé.
-Desde entonces, nadie en el pueblo ha visitado las ruinas de la casa, o no ha salido de ella. ¿Os acordáis de nuestro antiguo vecino? ¿Os acordáis que un día desapareció repentinamente? -Ronald señaló con el pulgar la casa en ruinas- Él fue una víctima.
Bebí otro trago.
-Sin embargo, ella sigue aquí, esperando la llegada de alguien.
-Bah, tío, escuché esa historia cuando era un crío. ¿Nos cuentas ahora la del Ratoncito Pérez o nos vamos? –Preguntó uno del grupo- Anda… vámonos…
Todos se levantaron, y se fueron a paso relajado entre risas, Ronald les siguió. Sin embargo, yo me sentía demasiado mareado, ebrio.
-¿Tú no te levantas? –Me preguntó.
-Luego… Luego os alcanzo.
Se fueron todos. Escuché otra vez aquellos crujidos en la casa. Debía de haber bebido demasiado.
-Sin embargo… ella estaba allí… -Me murmuró una voz al oído. Una voz fría, y poco humana.
Me giré. Un rostro pálido me recibió en la cara. Los ojos eran dos motas blancas en la oscuridad, sin rastro de la pupila, y todo se desvaneció.
Aquella noche, no volví a despertar.
~3~
Una última
Me senté en la mesa, con calma, para mostrarle a los sirvientes que no soy alguien de quien deban temer, pues no tengo intenciones de llevármelos, ¿quién tomaría semejantes muebels baratos? Miré al dueño de la casa amablemente, y me respondió con un sonrisa sincera, mostrando lo infantil que podía ser confiando en los demás. Su arrugada cara mostraba el cansancio de los años, y la nieve de la edad decoraba su cabeza. Ordenó con calma que nos trajeran nuestros platos, y se dedicó a verme con interés, tratando de ver qué quería.
Me invitó a probar el vino, que al parecer, era el mejor de la cosecha. Según me contó, estaba hecho con la sangre de los niños recién nacidos, quienes prometían ser la mejor cosecha en años; preparado por las madres de los mismos, y aderezado con sus ojitos, estaba dulce, como la inocencia de un niño, y aún podías sentir el sabor de sus futuros, ¡un festín! Tras deleitarme con semejante bebida, llegó la entrada. Eran dedos hervidos con salsa ágria. Me pareció extraño, porque es muy difícil conseguir carne humana de calidad. Le di un mordisco, y pude ver mi error: era carne de calidad, ¡y bien cocida! Sonreí, y el anfitrión me sonrió en respuesta.
Hablamos un poco sobre los tema de época, ya saben, los conflictos en los territorios. Me fijé en la decoración del lugar, que a simple vista parecía seca, era una especie de fusión entre dorado y esmeralda. Inusual, y de mal gusto. Jamás mencioné que lo fuera en la cena, pero creo que debo resaltarlo. Al llegar el plato principal, le pedí disculpas al señor, pero los ojos fritos son algo muy desagradable: son crocantes, pero sueltan un líquido muy salado.
Pedí que se llevaran las velas, el olor que soltaban era muy desagradable. Me recordaba al aroma de la canela, la cual odio. Preferí que trajeran una pila de cuerpos, los cuales le dieron un ambiente especial a la cena. Le di otro sorbo al vino mientras esperaba otra cosa para comer. Sacudí mi túnica, y empecé a conversar, sólo para romper el hielo.
Pasaron... treinta minutos exactos. Me dieron una sopa, y no supe de qué era hasta que la probé: ¡hígado y corazón, qué delicia! Casi riendo, le comenté a la persona al otro lado de la mesa que me diera más vino, que estaba delicioso. Casa sorbo de la sopa me hacía sentir más y más vivo, ¡y aún habían trozos de arterias llenas de sangre!
Pero no me podía quedar más tiempo, así que me levanté. Los sirvientes ya se habían ido, y mi acompañante también se levantó. Me acerqué, y con delicadeza, le arranqué la cabeza. La sangre saltó por todo el lugar, y hasta me manchó. La escena parecía una de esas pinturas de arte moderno, con un cuerpo sangrando en la alfombra. Me limpié un poco, y me llevé unas botellas de ese vino. Agarré mi hoz y me fui, pues una casa abandonada no es el mejor lugar para mí.
~4~
Taladro Rosado, 3:44 de la madrugada. El joven y prometedor Robustiano Ataulfo paseaba alegremente por el cementerio mientras saboreaba un exquisito pudding de persiana. Al chico le encantaba contemplar los ridículos nombres de las lápidas. "¿Cómo puede alguien llamarse Florencio?" pensó hacia sus adentros mientras esbozaba una sonrisa de oreja a pelo.
Cuando Ataulfo se disponía a abandonar el cementerio no pudo evitar fijarse en una pera tirada en la puerta. Decidió cogerla para lanzársela posteriormente a un cubo de rubik. Sin embargo, al posar su delicada mano sobre la pera sintió un escalofrío. Robustiano se alejó de manera precipitada dando un enorme salto mortal triple hacia la diagonal izquierda en un ángulo de cero coma cinco radianes. No era para menos, pues resulta que la pera en realidad era la cabeza de un musculoso ser que estaba enterrado para atrapar a sus presas. Aunque su cuerpo gozaba de un gran atractivo, Ataulfo no podía concentrarse, pues tener una pera como cabeza le cortaba el rollo. Para su sorpresa el musculoso bastardo le dirigió la palabra.
-"Tú debes ser Robustiano..."- Pronunció el desconocido individuo. -"¡Sí, ser del averno!"- contestó con fuerza el joven a secas. -"¿Y tú quien corchopanes eres?"- Preguntó Robustiano.
-"¡Soy
Halloweeen! ¡Y he venido para comerme tu pudding de persiana! ¡Adoro ese sabor!"- Gritó Halloweeen a los catorce vientos. Ataulfo estaba horrorizado. No podía ni respirar de forma correcta. Tragaba saliva de forma continuada, pues ver la pera le dio más hambre.
Envuelto en pánico, el afeminado joven golpeó duramente a Halloween en la pera. Sin embargo ésto sólo provocó la ira de Halloween. Repentinamente su pera empezó a temblar de manera brusca. Finalmente la pera reventó, revelando que dentro de la susodicha había una calabaza. Ésto enfureció mucho muchísimo muchisísimo a Halloween, quien entró en su forma definitiva. Entonces, el musculoso calabazoide destruyó toda su ropa, dejando solo un descarado paño a modo de faldín. Ataulfo, quien se preguntaba si las calabazas estaban ricas, comenzó a huir usando su técnica ancestral de desnudarse para aligerar el peso. Sin embargo ésto no le sirvió para escabullirse de las fauces del enorme engendro que le perseguía.
Halloween, sin dudarlo ni un segundo, sacó su arma definitiva, un anciano morado de bolsillo que disparaba gatos verdes armados con teteras de gran pitorro. En apenas unos instantes los gatos se encargaron del desafortunado joven. Sus gritos de terror y dolor eran cómicos entre tanto maullido. Finalmente, los gatos se dispersaron, sin dejar ni rastro del pobre Robustiano Ataulfo.
Y así, Halloween, tras tomarse su tiempo para comerse el pudding de persiana, emprendió de nuevo su viaje al subsuelo.
Y con ésto y un gazpacho, ancianos de bolsillo para todos.
FIN.
~5~
¡Hoy es el día! Esta noche, los niños recorrerán las calles disfrazados de monstruos, pidiendo caramelos con esa característica frase; ‘¡Truco o trato!’. Y los monstruos, transformados en niños, harán lo mismo. Esta noche es una celebración más para los humanos, pero para los monstruos es un día realmente especial; sus cuerpos y almas vuelven a la niñez y durante un día pueden comer dulces humanos.
Ella, por ejemplo, muy coqueta, se prepara para la ocasión. Hoy su rostro muestra una bonita sonrisa infantil, diferente, pero con el mismo encanto de siempre. Mas con esa verruga en la nariz, fuente de su magia y delatadora de su identidad, al menos cuando una bruja por la calle no pasa inadvertida. Llama a Misifú, que hoy parece un lindo gatito negro, coge su escoba que hoy no usará para volar y se dispone a partir para celebrar un día tan especial.
Él no puede verse en un espejo, pero observa sus pálidas manos. No parecen las manos de un asesino chupasangre. Y, efectivamente, no lo son. Hoy pertenecen a un niño que, como los demás, saldrá a la caza de caramelos. Hace siglos que solo se le permite comer (en el sentido estricto de la palabra) una vez al año. Recordar el sabor dulce de las chucherías, tan parecido y diferente al de la sangre, le hace la boca agua. Esta noche, como siempre, se hará más corta de lo normal. Y, como siempre, deseará más que nunca que nunca amanezca.
Como ellos, muchos otros monstruos se preparan para esta noche. Mañana todo volverá a la normalidad, y volverán a su vida en la que sus acciones cotidianas son tremendamente discutibles desde la ética humana. Quizá un cadáver aparezca en una esquina, con el cráneo brutalmente arrancado y abierto, pues un zombi haya saboreado un rico tentempié. O esa chica tan alegre se muestre sin felicidad ni emoción; puede que un demonio le haya robado el alma en un trato del que ella se beneficiará menos de lo que esperaba…
Pero no es hora de pensar en eso. Al fin y al cabo, ¡hoy es el día! Los niños jugarán a ser monstruos, y los monstruos jugarán a ser niños. Y todos juntos pasarán una noche inolvidable, al menos para alguno.
Así que… ¡¿Tuco o trato?!
~6~
Todos hemos tenido miedo alguna vez. Es cierto que la seguridad desaparece con el chirrido de una bisagra o el crujir de una rama, y que hasta el más valiente cede bajo un cierto grado de tensión. Cuando cedes ante la oscuridad, y olvidas lo que eras bajo la luz diurna, entonces es cuando no tienes escapatoria, y el miedo te convierte en su muñeca de trapo. Una fuerza tan poderosa y temible como el miedo es la que cambia el curso de la historia: Nerón culpó a los cristianos de su delito, por miedo a la muerte. Los hombres de poder tachan a idealistas de delincuentes, por miedo a la desacreditación. El miedo llega a todas partes, se asienta en cualquier mente y es capaz de lograr cualquier cosa, por un sencillo motivo: nadie se atreve a cuestionarle. El miedo hace que olvides todo y no te queda más remedio que creer en su dictamen.
Pero no tiene por qué ser así. El miedo tiene el control sobre todo y todos porque nadie se atreve a desobedecerle. El mundo es la dictadura del terror, y todos obramos por y para él.
Pero yo no. Yo comprendo al miedo y lo desafío, le amenazo con destruirlo. Es sencillo: el miedo no puede dañarte si no eres nadie. Puedes unirte a mí: renuncia a tu ser, despídete de todo lo que eres, y abraza al miedo, porque el precio a pagar es una nimiedad comparado con la recompensa. Y cuando te unes con el miedo, cuando entiendes su naturaleza, es cuando puedes actuar de manera que nada ni nadie te dé miedo. Debes estar sobre la cordura, lograr que hasta el propio miedo te tema. Ódiate a ti mismo, haz que todos te tengan miedo porque todo lo que sale de ti es miedo.
Entonces, y sólo entonces, cuando controles el caos y cuando no le debas explicaciones a nadie, cuando descubras que el crujido de una rama indica dónde está tu presa y cuando la oscuridad sea tu lugarteniente, es cuando lo logras todo. Cuando dejar de ser un hombre y te conviertes en una imagen. Perderás el miedo a la muerte, el miedo a tus superiores o iguales, incluso el miedo al propio miedo.
Porque entonces el miedo serás tú, al igual que ahora el miedo soy yo.
~7~
*La vampira de Seúl*
Esta es una historia que ocurrió no hace mucho, en el año 2010. Un día como otro cualquiera, el joven Park Du Wong, salía de clases y se dirigió a la peluquería con sus dos mejores amigos, Byon Seung y Park ming. Una vez en la peluquería, estaban hablando sobre firmar una película de miedo en la universidad y hacerse famoso junto a sus dos amigos. Una vez terminada la larga sección de manicura, desenrizado, etc, fueron a pagar. Pero el futuro joven actor, Park Du Wong, siempre estaba en su mundo y no tenía dinero para pagarle a la peluquera, se había gastado todo el dinero que le dio su abuelo en una preciosa moto. De pronto, se encuentra cara a cara con el abuelo, obviamente este estaba muy enfadado con lo que había echo su nieto. Le pregunto alteradamente -¿Qué has hecho con el dinero que te dí para la matrícula? Y el le contestó muy seguido sin pensarlo mucho, me gasté el dinero que me diste en una preciosa moto. El abuelo casi se desploma ahí mismo. Luego en media discusión , para que no fuera a peor, el joven le dijo a su abuelo que haría lo que fuera para vender la moto, y así con el dinero que reciba aprovecharlo para la matrícula. El abuelo le pagó la sección de peluquería. Más tarde, el joven se dirigió a una sección de practicas para la película de miedo que quería firmar en su universidad. Después de completar todas sus escenas, bebió junto con sus amigos unas famosas bebidas de Seúl, con mucho gas, llamada Soda. Después de risas y fiestas, el teléfono del joven empezó a sonar, él vio que era un número que no conocía, que no reconocía. El joven contestó - ¿Quién es? Y se escuchó un extraño ruido y golpes. Entonces, las luces de la sala de la universidad donde se encontraban empezaron a apagarse una tras otra perdiendo todas sus energías. Y se escuchó un extraño ruido y golpes nuevamente. Los chicos, terriblemente asustados, lógicamente, se quedaron todos paralizados por el miedo. Pero de pronto todos reaccionaron al mismo tiempo y fueron directos a la otra esquina de la sala que se encontraban las escaleras que conducían a la salida de la universidad. Pero desgraciadamente, no todos corrieron la misma suerte, la joven Park Ming, al estar asustada y las luces apagadas, tropezó con una de las colchonetas del rodaje y poco después fue asesinada por ese extraño ser, chupándole la sangre y arrancándole los ojos como si nada, fue una escena horrorosa que quedará grabada en mentes de sus amigos. Al día siguiente, todo el barrio de Seúl, estaba de luto y los estudiantes sin clases, debido a la pérdida de su amiga que quería ser famosa también. El joven protagonista, al llegar a casa , subió corriendo a su cuarto , y vió como si de tachas se trataran los ojos de su amiga clavados en la pared . Justo al lado se encontraba un corazón, que pertenecía a Byon Seung, ese extraño ser se lo había arrancado. Fueron pasando los días, y el número de muertes aumentaba, todos eran jóvenes amigos del futuro actor. A la semana de morir todos sus amigos, él se preguntaba que porqué él no había sido víctima de aquel extraño ser. Pero nuestro joven actor no sabía que aquel extraño ser femenino estaba enamorada de él, y que ella lo quería para ella sola y si que tenía que matar , lo hacía. El joven se volvió loco y tampoco pudo cumplir su sueño como actor. Desde que se topó con ese ser de sexo femenino, alargado y con un camisón blanco y transparente son todo desgracias para él.
~8~
Voy a contar una cosa que me pasó hace muchísimos años. Los hechos son reales, aunque pueda no parecerlo, un tanto subrealistas, y terroríficos.
Los hechos ocurrieron una tarde entre semana de verano, o al menos creo recordar que fue en esa fecha, en casa, yo estaba viendo la televisión y quizás haciendo otras cosas que no recuerde y no son importantes para contar la historia.
Volviendo al tema, estaba viendo la televisión sentado cerca de ella, en la cual emitían un magazine, creo que era Sabor a ti que emitían por las tardes, el cual se puede encontrar más información de él por Internet.
De hecho apenas veía el programa, sólo de pasada, en ese momento lo estaba viendo porque tenía que perder tiempo mientras llegaba el momento de salir a atender a unos asuntos.
Vamos a lo interesante de la historia.
En el programa se solían realizar entrevistas y contar testimonios, entre otros, desconozco si se estaba haciendo un especial sobre casos paranormales, de muertes extrañas o cosas así. Esa tarde en el programa salieron una mujer y la presentadora.
La mujer contó un relato de lo más escalofriante.
Contaba que su hijo de corta edad, sobre unos 6 a 9 años, me imagino, no lo recuerdo, era muy extravagante, creo también recordar que su hijo era muy introvertido y que no hablaba apenas ni se relacionaba con nadie.
Ahora viene lo terrorífico.
La mujer contó que su hijo dibujaba unas cosas extrañas. Sus dibujos, los cuales trajo al programa y mostró a cámara, por tanto se podían ver por la televisión y es una lástima que en este relato no se puedan esquematizar fácilmente, aunque no los recuerde bien, los dibujos que dibujaba su hijo consistían en un cementerio en el cual, en una lápida, aparecía el nombre de su hijo con una fecha(la fecha de cuándo se ha muerto que aparece en las lápidas).
Todos los dibujos eran iguales y el niño solamente dibujaba eso. No recuerdo si mostró un solo dibujo o si mostró más, pero si recuerdo que dijo que eran varios dibujos. En todos los dibujos aparecía la misma fecha.
La mujer contaba que en la fecha que indicaban los dibujos, su hijo murió, como dando a entender o que su hijo sabía que se moriría en esa fecha o que quería morirse y por tanto dibujaba muchas veces eso para lograr morirse.
La presentadora preguntaba con interés, no parecía muy asustada por preguntar estas cosas.
Debido a que justamente después de eso me tenía que ir, no pude saber más de la historia. Obviamente, al volver, ya había acabado el programa.
Fue un hecho que me impactó tanto, que a pesar de haber pasado tantos años y aunque no lo recuerde perfectamente, recuerdo las partes más relevantes del hecho.
Estos hechos nunca se los he contado a nadie, quizás porque no me creerían, o que no se me ha ocurrido contarlo hasta ahora.
Después de eso, viví unos días un poco con miedo y veía cosas escalofriantes donde no las había, seguramente por la sugestión de ese hecho. Días después, apareció un trozo de un periódico unos cuantos años atrás como de la nada, pero por casa solía haber algún que otro periódico viejo.
Ese miedo se me fue yendo con los días.
Sin embargo, tengo unas cuantas preguntas que nunca tendrán respuesta. ¿Sería un montaje? ¿Será de verdad cierto? ¿Porque haría el niño una cosa así? ¿Tan mal lo estaba pasando que quería morirse?
Incluso ahora al terminar de escribir sobre este suceso, me siento algo intimidado y con algo de miedo.
~9~
Miedo
"La noche ha llegado, la temperatura disminuye rápidamente como la luz de la luna se asoma por la ventana, el cuarto es una clásica oficina, librerías de temas varios y un escritorio con distintos objetos esenciales para un escritor, la habitación se encuentra vacía, pero eso está a punto de cambiar."
"Se escucha el sonido crujiente de la puerta de madera abriéndose lenta pero elegantemente, un joven cuya edad no supera los 16 años entra por la puerta, sus ojos grises y fríos lucen ante la pobre luz de luna que entra por la ventana, el joven camina unos pasos hacia el escritorio y procede a sentarse mientras rasca la parte trasera de su cabeza cubierta de cabello rojizo, toma un chocolate amargo de un cajón y con la otra mano sostiene una hoja de papel del escritorio, mientras disfruta de su postre tira el papelillo al bote de basura y se prepara para hablar.
El miedo…tema muy tocado durante esta época."
“El narrador aclara su garganta un poco y convierte la hoja de papel que había tomado anteriormente para lanzarla al bote de basura, anotando unos sorprendentes 2 puntos por la canasta.”
Durante siglos la humanidad ha tenido miedo a diversas cosas, algunas naturalmente encontradas en el mundo y otras creadas por la enferma imaginación del hombre… Hombres lobo, vampiros, fantasmas, Zombies, etc.…
Todas estas criaturas llevan al miedo, a esa sensación de inseguridad y desesperación.
¿Pero por qué? ¿Acaso porque sean atemorizantes por su aspecto? ¿o simplemente porque todas al encontrarte te lleven a lo que en realidad causa el temor hacia ellas?
La muerte… Es la verdadera razón por la que tenemos miedo.
¿Pero por qué? ¿Por qué tenemos miedo al final de nuestras vidas?
La respuesta es simple, pero increíblemente poderosa.
Porque no sabemos con exactitud que hay después…
Desde el inicio de los tiempos los seres humanos hemos tratado de responder a la recurrente pregunta. Si se pregunta actualmente que hay después de la muerte la respuesta varia dependiendo de la religión de la persona o de sus creencias personales.
Muchos dirán el cielo o el infierno, otros la reencarnación, otros lo llaman limbo.
Pero la respuesta verdadera nunca se sabrá a ciencia cierta durante la vida, tal vez vayamos a un paraíso de descanso eterno, a un pozo de calor y sufrimiento eterno, tal vez mudemos nuestras almas a otro cuerpo, O simplemente os perdamos para siempre en un vacio eterno y dejemos de existir.
En todo caso nunca se sabrá hasta que nos toque el momento, pero por ahora solo nos queda vivir la vida y disfrutarla lo más posible, pero no hay duda de que todos en el fondo lo tenemos, el miedo y terror absoluto a eso, a la máxima duda y temor de la humanidad… a la muerte.
“El narrador, ya terminada su tarea se levanta del asiento y camina hacia la puerta, toca la perilla con intención de girarla. Pero antes de hacerlo gira la cabeza y dedica unas últimas palabras al lector.”
Todos compartimos miedos, le tememos a la oscuridad, a las criaturas de la noche, hombres de malos principios y hasta a criaturas imaginarias que amenazan con enviarnos a las frías manos de la muerte, aunque nos refugiemos en la fe, gocemos de la vida y nos aferremos de esta todos llegaremos al final del camino, a la puerta que divide a este mundo de lo que sea que se encuentre después…pero aun así debemos dejar a nuestro paso un camino de rosas… y tu
¿Le temes a la muerte?
“El narrador pasa por la puerta y desaparece”
Esto no es parte del relato si no que es un agradecimiento a todo lector que tomara su tiempo de leerlo incluyendo al organizador del concurso y espero fuera de su agrado.
~10~
"-Corre. Corre y no mires atrás Pablo.
Echamos a correr por el camino. Aquel ser nos perseguía. Pensábamos que nos habíamos librado de él, pero al mirar atrás nos dimos cuenta de que aún nos pisaba los talones.
-¡Pablo, no puedo más! ¡Me duele todo!- me gritó Adrián en medio de la oscuridad.
Llevábamos más de media hora corriendo. ¿Por qué nos habríamos metido en aquella casa con aquel libro de hechizos? Adrián tiene cada locura… pensé que sería como las tonterías que hacíamos siempre, pasarlo mal un rato y después relajarse. Pero no. El juego era real esta vez.
Por si fuera poco, mientras estábamos escondidos, esa “persona” le había apuñalado el brazo a Adrián. Lo tenía completamente lleno de sangre. No podíamos más.
-Metámonos por allí- le indiqué a Adri.
Torcimos la esquina y nos quedamos allí, aguantando la respiración. Vimos pasar a esa cosa delante de nosotros, pero no giró en la esquina. En la oscuridad no le llegamos a ver la cara en ninguna ocasión, pero parecía no tenerla. No llegamos a apreciar sus rasgos. No sabíamos si tenía ojos, o boca. No sabíamos lo que era.
-Asomémonos a mirar si se ha ido.- dijo Adri.
-De acuerdo.
Me asomé a la esquina y se me paró el corazón. Sentí una punzada de dolor en la pierna. El ser que parecía sacado de Slender me había apuñalado la pierna.
Adrián me sacó de allí a sus hombros. El era muy fuerte y me sacaba dos cabezas de altura. Empezó a correr como pudo, con el brazo malherido y conmigo a cuestas. Salió del pueblo y empezó a correr hacia una zona sin farolas, campo a través.
-¿Qué haces? Así nos podrá ver fácilmente.- pregunté a mi compañero.
-En esta zona no hay iluminación. A menos que tenga muy buena vista, no nos podrá ver.- aseguró.
-No estaría tan seguro, mira.- dije mientras me volteaba para ver si nos seguía; y en efecto, allí estaba.
Entonces, me di cuenta de lo que de verdad pretendía Adri. Se me helaron las venas.
-Adri, no querrás…
-Exacto.
Increíble. No sé que tiene este en la cabeza. Se dirigía hacia el caserón abandonado que hay a las afueras del pueblo. Nadie ha entrado allí en cincuenta años. Nadie se atreve. Dicen que es un lugar de mal agüero y nuestros abuelos nos contaron que el último propietario desapareció misteriosamente.
Pero Adri siguió corriendo como pudo, y llegó hasta la entrada del caserón. Me bajó y la desgastada puerta, que consiguió abrir con esfuerzo. En cuanto estuvimos dentro, nos dimos la vuelta para ver si esa cosa seguí allí. Allí seguía. Pensé que estábamos acabados, que no podríamos huir de allí…
Pero en cuanto la criatura puso un pie en la casa se evaporó. Así, sin más, desapareció.
-Pero que…
-¡Pablo, mira!
Miré hacia atrás y vi a lo que se refería Pablo. La puerta se había cerrado de golpe, sin que nadie la hubiese empujado. Estábamos solos en esa casa. Intenté abrirla, pero nada. Estaba cerrada a cal y canto.
Entramos en la primera habitación que vimos. Era una especie de dormitorio. No nos atrevíamos a mediar palabra. Silencio. Ni siquiera cuando vimos aquel esqueleto envuelto en una túnica, nos atrevimos a gritar. Miramos en todas direcciones. Nada. No vimos nada anormal… en un primer vistazo. El polvo de la habitación se empezó a arremolinar, envolviéndonos, mientras una leve música nos dormía. Lo último que vi fue aquel esqueleto, levantándose… y envolviéndonos en su túnica."
Nada se supo de ellos, ni del caserón, que a la mañana siguiente… desapareció…
~11~
~~//La maldición de la niebla\\~~
Era una fría noche de Invierno, la niebla asomaba por todo el lugar. Los árboles estaban gélidos y la hierba de su alrededor parecía estar recubierta de una extraña escarcha rojiza,.. Ésto comenzó un buen día en el que una chica, cuyo cabello era largo y castaño, decidió salir a su jardín para grabar un vídeo, un vídeo que le habían encargado unos amigos de Skype.. En el momento que salió por la puerta de su casa y bajó sus escaleras dio comienzo ésta historia...
- Woo, que raro está el cielo, y.. Parece que hay niebla, creo que será un mal día para grabar, pero me arriesgaré.
Dijo la chica, terminando de bajar las escaleras de su casa. Giró su mirada hacia la derecha, pudiendo contemplar el paisaje nuboso que, como quien no quiere, parecía tener un aura misteriosa dentro del mismo. La chica suspiró una vez lentamente, cogió su cámara y se dirigió a las entrañas de su jardín, para poder comenzar a grabar el vídeo...
- ¿Qué es ésto?
Dijo la chica tocando uno de los árboles, parecía estar completamente congelado, bajó la cabeza para mirar si los hierbajos estaban igual y..
- ¡Oh! ¿Escarcha roja? Parece sangre..
Ella se asustó, nunca había visto que la escarcha pudiese ser de color rojo, lo más normal es que fuera blanca o como mucho con tonos azulados.. No le dio muchas vueltas al asunto y comenzó a grabar.
- Voy a grabar un poco ésto y luego sigo.
Se dijo a sí misma comenzando a grabar esos detalles tan extraños, mientras ello, siguió caminando por su jardín, grabando todo lo que veía a su paso... De vez en cuando, la chica giraba su cámara hacia el cielo, por alguna extraña razón se estaba volviendo todo de un color amarillento. Ella no le daba importancia hasta que...
- ¡Ah! ¿Qué? Parece que me he tropezado con algo..
Miró al suelo y, para su sorpresa, había un cadáver de un humano con alas justo enfrente de ella.. La chica se asustó mucho, se puso a chillar de una manera incontrolable y entonces vio que había un palo en el suelo, no se le ocurrió otra cosa que cogerlo y tocar a aquel extraño ser.. Entonces aquel ser se levantó del suelo, su mirada era lúgubre y tenebrosa, la chica no podía moverse del miedo que tenía, ''¿qué sería eso?'' se dijo a sí misma ya que no podía ni mover los labios para hablar..
A la mañana siguiente, sus padres bajaron al jardín, era extraño que su hija se pegase toda la noche en vela grabando el terreno... Para su información, la chica estaba tirada en el suelo, recubierta de una escarcha roja y envuelta en una sábana amarilla que decía ''La maldición de la niebla ha regresado''... Sus padres llamaron a la policía, creían que un asesino rondaba por su jardín,.. Pasaron meses, años, pero no se supo nunca nada hasta que..
- ¡Mamá, papá!
La chica apareció en casa, sus padres estaban sorprendidos y cuando fueron a abrazarla después de haberla creído muerta, no pudieron, sus brazos atravesaron su cuerpo entonces ella dijo...
- Nunca os adentréis en la niebla... La maldición ha regresado...
~¡Suerte a todos!~