Autor Tema: Las Hurdes, tierra sin pan  (Leído 900 veces)

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Grim

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Las Hurdes, tierra sin pan
« en: 04 de Diciembre de 2016, 05:11:49 am »

Os dejó aquí una película-documental del año 1933 de Luis Buñuel. Aunque en algunos aspectos se exagera la realidad para causar más impacto en el espectador, bajo líneas generales en la mayor parte del medio rural español la situación no distaba mucho de la expuesta en este film en las Hurdes. Es chocante el atraso y la pobreza que sufría gran parte de la población española hace apenas 80 años, visto el nivel de desarrollo que hemos alcanzado.

Sobre las Hurdes, en Octubre de 1921, una Real Orden del Ministerio del Interior exponía al rey Alfonso XIII la situación de la región en estos términos:

«Señor, la angustiosa situación de todos los habitantes […] pertenecientes a los municipios y alquerías de la región de las Hurdes, situación que se traduce en una terrible degeneración física e intelectual de la raza, obliga a este ministerio a buscar la solución de este problema desde sus dos perspectivas distintas, la médica y la social. En primer lugar necesitamos tener un conocimiento exacto de las causas que determinan efectos tan funestos sobre el desarrollo físico, intelectual y moral de los habitantes de toda esta región, y que hacen de estos individuos unos seres degenerados, incapaces de llevar una vida socialmente civilizada. Es igualmente indispensable conseguir una organización de la asistencia médica y farmacéutica, preventiva y constante, ya que en la actualidad en estos municipios existe una absoluta carencia de dichos servicios. Esta región está tan absolutamente abandonada, que en las estadísticas demográficas solamente figuran como causas de fallecimiento, la muerte natural o una «enfermedad desconocida»; la tasa de mortalidad sobrepasa, sin duda alguna, las tasas más elevadas que hayan podido registrarse en nuestro país…»

El mundo de la infancia de nuestros abuelos rurales no fue muy acogedor. Moraleja, por si hay algún nostálgico de otra época por aquí: tiempo pasado no siempre fue mejor.