Me he leído solo alguna parte de las reglas, así que si me equivoco en algo avisadme, pero quería dar mi opinión con respecto a un par de detalles, fundamentalmente acerca de los individualistas.
Lo primero es: que las alianzas se puedan romper está bien, pero espérate a la coña de que uno se alíe con un bando, hagan toda la partida en base a eso, y justo en el turno previo a la victoria el graciosete de turno rompa la alianza con el individualista, dejándolo sin victoria.
Lo segundo: ¿qué pasa si Pedrito, del bando Infantería, presenta una alianza con Juanito, individualista, pero Pepito, también Infantería, no está de acuerdo y quiere romperla?
Lo tercero: me gusta la idea de que puedan formarse alianzas, aún con sus riesgos, pero le veo un buen fleco: solo pueden hacerlo los individualistas. Y procedo a explicarme. Si tenemos cuatro bandos, y cada uno es excluyente del otro, pero no de los demás, pueden formarse alianzas y traiciones varias, pero el juego acabará tendiendo a un 2 vs 2, buscando alguna victoria doble.
Pero en este caso es diferente. Solo los individualistas pueden formar alianzas, y ahí es donde veo el fallo. Los individualistas son quienes determinan al ganador, porque solo tienen que escoger un bando, apuntarse a él, y ya está. Se tenderá a un 1 vs 1 vs 2. Y sí, los otros dos podrían aliarse para tratar de vencer al bando con los individualistas, pero la alianza es, cuanto menos, frágil, dado que su victoria es excluyente con la del otro. Y aún en caso de que tuviesen éxito... entonces los individualistas solo tendrían que pasarse al nuevo bando ganador, causando un 1 vs 2.
Y sí, los individualistas pueden diseminarse entre bandos, pero lo más probable es que con el objetivo de maximizar sus posibilidades de victoria, acaben aglutinándose en un único bando, bien sea con una alianza formal, o bien trabajando como agentes dobles para dicho bando mientras, técnicamente, están en una alianza con otro bando. Y si tuviera que jugármela del todo, diría que lo más probable es que derivase en una de estas dos situaciones:
-Los individualistas se agrupan en torno al Anfitrión, porque es figura conocida desde el primer turno y lo tienen así de sencillo.
-Un jugador que haya destacado en partidas anteriores, como gooses, extiende un poco su influencia, y ante su reputación, los individualistas se agrupan en torno a él para maximizar sus oportunidades de victoria.
En cualquiera de los dos casos, la tendencia no es halagüeña. Principalmente porque la estrategia acabaría supeditada a, simplemente, convencer a los individualistas de que en tu bando hay más posibilidades de que les toque la piruleta. Pero ellos estaría cortando el bacalao. Tienen opciones, y las opciones son poder.
Also, en cuanto a los objetos secretos, aconsejaría prudencia en como se administran. No por parte de los jugadores, si no del GM. Porque si por ejemplo un bando va genial pero de un turno para otro todos sus esfuerzos se van al garete por culpa de un objeto del que no se sabía nada, y por tanto, no podían prever, va a sentar como una patada en la boca del estómago. Cuanta más claridad, mejor, imo.