No puedo dejar pasar la oportunidad de responder a
@Pretzel en sus impresiones sobre la primera generación. He hecho público mi desprecio por el Team Rocket, considero que son lo peor de la primera generación y que un equipo hecho de otra manera y con más peligro real habría dejado mucho más alto el pabellón de esta generación. Me refiero a mi muy enriquecedora discusión con
@Darkizard en los post anteriores.
Comparar a dos juegos que distan 15 años entre sí y juzgarlos con la misma vara de medir me parece poco menos que una frivolidad. Si hoy alguien sacara un juego con los gráficos y las mecánicas de Pokémon Rojo, no encontraría quien se lo comprara, mayormente porque esto está bastante superado hoy en 2016. Pero, ¿qué supuso el juego en el momento que salió? ¿Qué significó en las vidas de quienes lo disfrutamos en ese momento? ¿Qué aportó a los videojuegos y a Pokémon?
Ahora bien, ¿la historia? Es de lo mejor de esta generación. No tanto por la historia en sí misma, ya que Historia (history), no tiene. Las conductas ruines están muy extendidas, cada uno va a lo suyo, y aquí todo va de ganar, ganar y ganar. Pero la historia (story) del juego, esas cosas que haces mientras vas de A a B, a mí me cautivaron. Las cuevas no son triviales, puedes llegar a perderte. Es cierto que los combates están muy lejos de estar pulidos, que las dinámicas no son nada óptimas ni equilibradas, pero en el transcurso de la partida puedes verte en serios problemas si no tomas las buenas decisiones. Te puedes perder y dar vueltas de aquí para allá, sabiendo que cada paso que das te acerca más al traslado forzoso al último Centro Pokémon. Es la historia que más he disfrutado, no tanto por salvar al mundo de las ansias de dominación galáctica de unos que quieren despertar al creador de la región sino por los desafíos que he encontrado en el camino.
Hablando de retos, no recuerdo una liga pokémon tan difícil como la de la primera generación. Siempre he sido fiel a mi doctrina de jugar sin legendarios, y en esta generación las pasaba canutas. Lorelei no era un peligro pero ya te avisaba de que puedes tener problemas. Bruno solía ser fácil. Llegábamos a Ágata y era fácil tener alguna baja. Lance podía mandarte de vuelta a casa si tenías un desliz. Por último, Azul nos hacía sacar lo mejor de nosotros mismos para derrotarlo.
Aprovecho también para recordar que es una generación en la que escaseaba el dinero. No es como ahora, que puedes comprar todo lo que quieras cada vez que pasas por una ciudad y llevar siempre 20 hiperpociones y 10 revivir. No, aquí sacas cuatro perras de cada combate, tienes suerte si no te gastas un antídoto en el camino, y hasta que no te has pasado una vez la liga (que puedes volver a retar y esperar volver a ganar), no hay manera de llenar la bolsa de monedas. Parece una tontería, pero creo que todos nos acordamos bien...
Personalmente, tengo la sensación de que Nintendo, que persigue llegar a un gran público y huye de todo lo que huela a hardcore, ha ido pidiendo a Game Freak que las historias se hagan fáciles, de manera que cualquiera por encima de 10 años pueda llegar hasta el final. Sinceramente, creo que en la primera generación se les fue la mano con la dificultad que querían darle y les convencieron para hacerlo más fácil.