-La nieve ha caído, el viento inundado las calles y el hielo construido este, el emplazamiento de nuestro concurso, sed todos bienvenidos.
*Click*
Se oyó un chasquido y un conjunto de copos crearon un objeto verde, que destacaba entre los reflejos del hielo, era nada más y nada menos que el objeto por el cual todos se reunían, la Cinta Historia.
Relato I:
Calor. Hace calor. ¿Por qué tengo que salir a la calle con el calor que hace? ¡Ni siquiera ha salido un juego que merezca la pena comprar!
No. Esa frase está mal. Para empezar, esto no es la calle. Y no estoy andando porque quiera comprar un juego. Estoy andando porque compré uno. Ahora mismo me encuentro en medio de un desierto.
¿Cómo he llegado yo, una chica normal y corriente llamada Marta, a un desierto en medio de la nada? La respuesta es tan sencilla como irracional.
Yo soy más una chica de interiores, centrada más en el anime y los videojuegos que otra cosa, cuya vida social se resume en Twitter, Skype y algún que otro foro. Vamos, una NEET. Sin embargo, hace una semana salí a comprar un juego. Y lo compré sin problemas, nada de terroristas, gente con capuchas y ojos rojos ni nada, esto no es un anime.
El problema vino al empezar a jugar. Vete a saber cómo, acabé metida dentro del juego. ¿Qué problema tiene este mundo? ¡Nunca pedí ser la protagonista de S*O o L*g Hor*zon! Y encima están esos pitidos de censura cada vez que digo el nombre de un anime.
El caso es que entré en el mundo del juego. Es un RPG de toda la vida, nada de MMOs ni esas cosas. Esto sería mi sueño. Si no fuera por 2 problemas:
1- Me echaron de la aldea inicial por cargarme al hada que se supone que me acompaña. Mala suerte, no haber dicho "Hey" nada más verme.
2- ESTE JUEGO NO TE DEJA ESCOGER GÉNERO. Y se reían cuando el Profesor O*k te preguntaba si eras un chico o una chica. Y encima le puse el nombre al protagonista antes de que me tragara el juego, así que ahora todo el mundo me conoce como Lord VergaOscura. Yo y mis problemas.
Y aquí ando, en un desierto muriéndome de calor. Por suerte, ahí delante hay un oasis. Y sin suerte, sabía que estaba ahí, ya me he visto gameplays de esto en Youtube.
Jefe: ¡Bienvenido a nuestro oasis! ¿Podría preguntarle su nombre, forastero? Oh, Lord VergaOscura, bonito nombre.
Y este es otro problema. El prota de este juego no dice ni una palabra hasta después de los créditos, durante la historia sólo puedes contestar "Sí" o "No".
Jefe: Le veo con cara de cansancio. Podría descansar aquí con nosotros, ¿qué le parece?
Lord VergaOscura: Sí.
Pues claro que sí. ¿Qué clase de idiota diría que no? Porque ahora debería venir...
Jefe: Me gustaría enseñarle el oasis, pero estoy ya mayor. Si no le importa, delegaré esa tarea en mi nieta.
Y con la precisión de un NPC, nada más decir eso, de la caravana sale una niña. SÍ. Para esto me he pateado todo el desierto.
Jefe: Esta es mi nieta, Rena-chan. Ella te guiará.
Rena-chan: ¡Encantada de conocerte, Onii-chan!
Altura: 133cm. Peso: 33kg. Talla de pecho: 61. Veredicto: Loli con predisposición a Imouto.
WOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAAA SÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. PARA ESTO ME COMPRÉ ESTE JUEGO. YEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEESSSSSSSS SSSSS.
RENA-CHAN. MI QUERIDA Y ADORADA RENA-CHAN. TENGO TU CARA EMPAPELANDO LA PARED DE MI CUARTO.
RENA-CHAAAAAAAN IIIIIIIISSSSSS MAAAAAAIIIIIIIIII WAIIIIIIIFUUUUUUUUU!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
No. Tranquilízate. ¡Tranquilízate Marta, maldita sea! ¡Que no se noten tus instintos yuri!
Rena-chan: Y aquí es donde- ¿Te encuentras bien, Onii-chan? Tienes mala cara.
GAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH. Mi corazón se muere. Y mi alma. Mi podrida alma está muriendo ahora mismo. ¡Aguanta Marta!
Lord VergaOscura: Sí.
Maldito juego, no quería decir eso. Quería pedirle matrimonio a Rena-chan. Aunque no sé si este juego lo permite. Si lo hace, espero que no haya ningún C*rom suelto...
Rena-chan: Y bueno, Onii-chan, esta es tu tienda. ¡Te dejo tranquilo ya! ¡Hasta luego!
Espera. Qué. ¿¡Ya se ha acabado el paseo!? ¿¡Cómo y cuando!? ¡Vuelve, Rena-chaaaaaaaaan!
Y se fue. En fin, aprovecharé para descansar... Espera. Hay alguien dentro de la tiend-
¿¡El Jefe del Oasis!? ¿¡Y está desnudo!?
Jefe: Eh, forastero... ¿Te apetece conocerme más... "a fondo"?
Espera. ESPERA. ¿¡QUÉ!? ¿¡Y POR QUÉ EL JUEGO SÓLO ME DEJA DECIR QUE SÍ!?
Marta: ¿¡PERO QUÉ LE PASA A ESTE JUEGOOOOOOO!?
Tremendo grito acabo de soltar, incluso me he caído de la cama...
Marta: ¿Eh? ¿Estoy en mi cuarto? Parece que era sólo un sueño, jo.
Jefe: ¿Seguro, Marta?
Marta: ¿¡El tipo del oasis!? ¿¡Qué hace en mi cama!? ¿¡Y sigue desnudo!?
Jefe: Puedo responderte. O podemos seguir donde lo dejamos. ¿Qué prefieres?
Marta: ... Oh, qué demonios, hazme sitio en esa cama.
Y así, continuó una noche muuuuuy larga y alocada.
Relato II:
¡Ah, es el timbre! ¡Ya está aquí! ¡Es ella! ¡María! ¡Qué guapa estás! Yo diría que ese vestido escarlata te sienta de maravilla, es como si brotara de tu cuerpo. Sí, estás preciosa, como siempre. ¿Te has hecho algo en el pelo? Me gusta ese perfume por cierto. ¿No traes equipaje? Bueno, da igual. Siéntate, siéntate… ¿Quieres un café? Ah, claro, con leche. Y dos cucharillas de azúcar, ya sé, ya sé… Es maravilloso tenerte de nuevo en casa, María. No sé qué haría sin ti. Esta semana que no has estado me he sentido confuso, perdido, triste, y apenas he comido. Te lo digo en serio, cuando te llamo “vida mía”, no exagero ni un ápice. ¿Quieres bañarte? Ah, bien, es una buena idea. Ahora te llevo toallas limpias, o un albornoz si así lo prefieres. Hay sales perfumadas en la estantería de esas que te solían gustar tanto María. ¿Las ves? Aquí dejo las toallas, no encontré tu albornoz… No te quedes dormida en la bañera, que nos conocemos. Mientras, voy a preparar algo para celebrar tu vuelta… Oh, vaya, el teléfono. ¿Sí? ¿Quién es?. […] Oh, no está usted en lo cierto, señor. Debe de tratarse de una pequeña confusión. Con toda seguridad que esa mujer no puede tratarse de mi esposa, señor, porque en estos momentos está aquí, en nuestra casa, tomando un baño… Es un error, señor. Pase usted una buena noche. María, acaban de llamar de, una funeraria creo… ¡Qué confusión tan horrible…! Decían que estabas… ¿Puedo entrar, María? María. María. ¿Estás ahí, María…?
Relato III:
Naturaleza, que modesta es,
Que cuando la veo,
Empieza mi hermoso canto,
Tan poderoso como un verdadero rayo,
O de un barco perdido en el mar,
Encontrando el camino hacia su libertad,
Y felicidad.
La naturaleza, da que pensar,
Desde el canto de unos pajaritos, como hasta un bello lugar,
Como una multitud de gente, ante un gran altar,
Este se manifiesta, es de verdad.
Los hermosos lagos, presentes en este mundo,
Las geniales colinas y montañas,
El mar, como el cielo,
Es un hermoso arte al que admirar.
Todas estas cosas maravillosas, ¿Cómo el ser humano la piensa destruir?
Cada día de nuestras vidas, es un mayor mal para estos paisajes,
Toda esta contaminación, no es para nada tolerable.
¡Hay que hacer algo!
¡Hay que cuidar al medioambiente!
Estas cumbres, estos lugares,
Desaparecerán después de un cierto tiempo,
Y cuando llegue este momento, te preguntarás,
¿Qué es lo que hemos hecho?
El daño ya está hecho, no se reparará.
La degradación del mundo, ya está comenzando,
Está en tu poder,
Ayudar a este hermoso planeta, en el que hemos nacido,
Para que nuestros futuros hijos, conozcan lo mejor de este mundo,
Y que puedan sentir, lo que nunca pudimos haber sentido.
Relato IV:
Un día cualquiera...
Suena el despertador, como todas las mañanas desde que empecé la universidad. Las 07:10. Llevo tantos años levantándome a la misma hora que mi cuerpo se ha acostumbrado y, aunque sienta que la pereza me invade, él mismo se levanta como por reflejo. Así que salgo de la cama. Tengo el cronograma de la mañana calculado tan al minuto que mis gestos deben parecer robóticos vistos desde fuera. La rutina es agotadora.
Tomo una ducha, un tísico desayuno consistente en café y unas tostadas y me lavo los dientes. Miro el reloj: las 07:36, como todas las mañanas. Mi cabeza parece un reloj suizo, lo cuál no sé si es bueno o malo. Simplemente es. Me permite no llegar tarde al trabajo y con eso me conformo.
07:38. Ya estoy en la calle, enfilando la boca de metro. Saco el abono y los torniquetes se abren a mi paso previo descuento en la tarjeta. Un chaval justo a mi lado salta los torniquetes con la impunidad que le da la falta de seguridad de la estación y la ineficacia de las cámaras que apuntan hacia las barreras metálicas que separan el andén de la calle. La megafonía avisa de lo peligroso de los carteristas.
07:42. Subo al metro, que se ha retrasado un minuto quién sabe por qué razón. Como todas las mañanas, está lleno a reventar, por lo cuál tengo que cuidarme especialmente bien de que no me robe uno de esos carteristas que denuncia la megafonía del metro: lo que llevo en mi maletín es especialmente valioso y no puedo permitir que nadie eche mano. Por fortuna me apeo dentro de tres paradas.
07:55. Salgo del metro. Me queda un corto trecho hasta llegar al trabajo, que tendré que superar andando. Nada que no pase cada día. Camino y camino hasta llegar a la puerta de mi lugar de trabajo: un edificio de oficinas de una conocida empresa de la que no hablaré por no hacer publicidad. La chica de la recepción, una treintañera morena que me hace ojitos desde que llegué a la empresa, me sonríe desde detrás del mostrador. Yo le devuelvo el gesto de cortesía y me dirijo a mi puesto de trabajo. Son las ocho en punto y el día de trabajo puede empezar.
11:00. Han pasado unas horas de trabajo, rindiendo como cada día. Ni siquiera me he levantado para el almuerzo. No tengo demasiada hambre, pero un compañero de trabajo me trae un vaso de café de máquina. Sonrío educadamente, aceptándolo por cortesía. Este agua manchada no me gusta nada. Aun así, bebo. Y sigo trabajando. No tengo pensado moverme de aquí hasta la hora de comer.
13.00. Hora de comer. Nadie parece dispuesto a salir de la oficina hoy; fuera está cayendo el diluvio universal. Necesito ir al baño antes de comer, y me llevo mi maletín conmigo.
Miro el reloj. Son las 13.03. Puedo pensar en irme a comer. Un compañero de trabajo está en uno de los inodoros. Espero a que salga y que empiece a lavarse las manos.
¡Bang!
Tiro en la nuca. Su sangre se desparrama por los espejos.
El disparo parece alertar a alguien. No tiene tiempo a analizar la situación.
¡Bang!
Disparo a la frente. Cae redondo con una expresión mezcla de impresionado y confuso.
Salgo a la planta. Hay gente mirando a los servicios de los que acabo de salir. De hecho, toda la planta está mirando hacia aquí. No digo nada.
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Tres disparos limpios que atraviesan pecho, cuello y ojo derecho de los tres primeros que tengo a tiro. El pánico cunde.
Cuatro balas. Debo seleccionar bien a mi próxima víctima, pues será la última. El hombre del café de máquina. Nadie se atreve a moverse delante de un hombre armado, pero la policía debe estar al llegar, así que debo darme prisa.
¡Bang!
El tiro le ha reventado literalmente la boca. Trayectoria de entrada y salida, simplemente perfecto.
Última bala. Apunto a mi sien...
¡Bang!
Despierto abruptamente. Parece que ese último disparo me ha traído de vuelta a la realidad, y empiezo a temblar. Estoy bañado en sudor frío. Este es uno de los sueños más lúcidos y aterradores que he tenido en años. No creo que pueda dormirme en lo que queda de noche, así que miro el reloj. 07:05. Echo una breve mirada a la pistola que hay en mi mesilla. Hora de ir a trabajar.
Relato V:
¿Qué tal? Al parecer has visto la nota, ¿te extrañas de no haberme encontrado? Sigue sudando mientras les con voz temblorosa bajo la luz de la lámpara, sí; cálzate rápido y coge tu manta mientras sigues leyendo. Ahora estarás sudando, ¿me equivoco? Claro que no, nunca lo hago. ¿En verdad te atreves a salir al pasillo y clamar mi nombre? ¿Después de todo lo que me has hecho? Esto es irrisorio a más no poder, ve al baño y sigue soñando que esto no es más que una pesadilla. Agh, por mucho que te odie no puedo reprimir lo que tu belleza evoca en mí... tu cabellera rubia como el sol, fina como la más perfecta tela de Arcné, tan inmensa como el mar; tu tez blanca como la fría nieve; las ventanas de tu cara, de puro ámbar hechas; tus finos labios; con el perfume de las rosas trenzados...pero eso no es lo que nos concierne, acabas de llegar al baño, tus manos tiemblan, ¿estaré ahí?
No, no lo estoy, en mi lugar se encuentra otra nota, sí, es mía, haces bien en cogerla.
No manches este papel con tus sucias lágrimas, no tienes derecho a llorar, nadie te obligó a creer que me encontrarías, te diriges ahora hacia el segundo piso, donde tantas veces me hiciste sufrir; no solo corrompiendo mi cuerpo, si no también mi psique, que dulce es la ironía que hace que ese mental daño te juegue ahora tan mala pasada. Me has enseñado muy bien a controlar a los demás, te lo agradezco. ¿Es bonito el rastro de sangre que he dejado para ti? ¡Oh, estás vomitando! Es verdad, tienes pavor a la sangre, espero que puedas perdonarme por TAN craso error, jijiji... Pese a eso sigues corriendo, la sangre mancha tus pies, ¡cuán bella visión!
Sigues buscándome, jadeando y sudando, aún con la triste esperanza de encontrarme mientras lees estas notas, respetándome, sin leer el final sentada en una esquina; asumiendo tu posición de ínfima pieza en mi juego mental. Me alegra esto, no te haré sufrir más de lo necesario.
Y al fin llegas a la sala de juegos, donde mi infancia pasé, soñando y riendo sin de mi onírico mundo salir. Intentas, de nuevo, buscarme; ¡NO! No te permito que desordenes mis peluches; que alteres lo único que ha sido puro en mi vida, los únicos que me han llegado a querer, ¡no toques a mis amigos! ¿Quieres saber la ubicación de la siguiente nota? Estás intentando amenazar al jugador poniendo en peligro a su pieza predilecta; buena jugada. Haces bien en estar mirando a la estantería hecha de legos. En esta caja, con figuras de plástico hecha, está la nota que dará paso al final de esta velada; al clímax de mi capacidad de predicción.
Y con esta nota en mano y aún sin haberme visto te diriges al último piso, esperando encontrarme tomando el té.
Corres más, luchando cara a cara con la fatiga, tu amor te impulsa más allá del infinito; es una lástima que no te hubiese impedido tratarme como lo hiciste, de haber sucedido eso ahora estaríamos durmiendo abrazados, pero la historia no se puede cambiar e igual que no podemos saber que hubiese pasado de no haberse dado la Revolución Francesa; tampoco veremos nunca un mundo en el que tu amor llegase a superar tu avaricia.
Esas escaleras de caracol que ahora empapas con el sudor de la agonía eran antes subidas por mí mientras corría con ilusión con el objetivo de poder observar los bellos parajes que la azotea rodeaban.
Y, al fin, alcanzas el último escalón. Me ves degustando, como de costumbre, un té en el balcón. Y con un gesto, te indico que mires hacia abajo, la última nota.
No estás sorprendida en absoluto de que haya predicho todo, que haya leído tus pensamiento antes de que se llegasen a formular, pero ahora te pido que me respondas, mírame y dime lo que haré. Tss, demasiado fácil, te he mirado con una sonrisa mientras negaba con la cabeza, ¿no? No voy a volver por mucho que me lo pidas, tu corazón empieza a latir cada vez más fuerte. Me ves dejar el pocillo y llevarme la mano a los labios mientras me apoyo en la barandilla. Esprintas contra la cristalera rompiéndola en mil pedazos y yo salto. Infinitamente bella es la escena, intentas agarrarme sumida en una nube de cristales mientras yo te lanzo un beso.
Hasta siempre, mi amor ♥.
Relato VI:
Caían gotas del grifo a cuentagotas, como suele pasar en escenas de las series en las cuales suceden secuestros que suelen emitir en las televisiones. Quizás series de serie B, B, o no quizás, tampoco es que importe.
Hacía ya tiempo que me escocían los ojos de tanto llorar y ser incapaz de tocarlos, sentía que mis manos estaban enterradas en el oscuro suelo de la oscura habitación de la oscura noche con la oscura buenaventura.
En esta fría habitación me sentía muy abandonada. Sabía que nadie iba a venir a rescatarme, absolutamente NADIE. Estaba perdida en el mundo dominada frente a un loco, un burdo que se creía mejor que yo. Buenaventurado de día, maldito farsante de noche. En la capucha de la negra chaqueta que le caracteriza tiene la careta bien escondida. Escondida, como me ha dejado a mi.
Pensé en lo que tenia, lo que había ganado, la Jessica, la Anabel, no las volveré a ver, ay el Leo no lo volveré a ver, la pared sonó como si crujiera, o como si una termita se la comiera, acercate aquí bonita, termina mi agonía
Mientras esperaba a no se que, me venían escenas completamente aleatorias a la mente, muerte, mientras tenía frío, luego hambre, luego frío, luego vivo, luego existo, luego se acabó todo. Pensé en el 9,4 de Matemáticas del Martes, el día anterior a que desapareciera, quizás en mi entierro mencionen que era una chica excelente, una chica excelente, y siempre lo será, mientras el examen sinsentido permanece cogiendo polvo, gris polvo, en un estante del despacho de la entrañable profesora.
Pensé en la felicitación de la coordinadora de fútbol que me felicitó diciendome que no había otra como yo. Desde luego ella si que sabe.
El día que aprendí a ir en bicicleta, el día que el Joni se metió conmigo llamandome fea, la vez esa de quien tiraba la piedra más lejos, en el descampado, mientras evitabamos pisar las botellas rotas del botellón que se organizaba cada finde.
Y miradme ahora, en serio miradme, miradme bien, aquí tirada como una colilla, aquí tirada en el suelo maniatada de arriba y de abajo sin poder moverme, obvio que no, porque sino si pudiera porque iba a estar aquí contando este rollo, mejor dicho, que no me habría sucedido esta desgracia, en gracia no he caido y la vieja suerte la exhausté.
Al cabo de unos... instantes, escuché pasos que se aproximaban a mi, pasos agonizantes que me cortaban la respiración por sentir lo que se acercaba. Se que no se atreve a mirarme a los ojos, ni mediar palabra, solamente balbucear y gritar, sin dudar, me expresó unos cuantos insultos que prefiero no replicar, para no escandalizar ni al más atrevido y conociendo este secuestrador quizás, que como ya sabe, el desprecio es mutuo, lo es, querido. Me pegó unas cuantas bofetadas recordándome que no queda mucho para que todo acabe por la parte que me toca y se largó.
Al pasar un tiempo y caer otras gotas, se escucharon voces y unos tipos alejaron al demente de mi y me envolvieron una manta, afortunadamente el tipo apenas me hizo nada... de momento, pero su presencia cohibía mi libertad.
Salí, salí de la mugrienta habitación escoltada por aquellos mader...polis que por cierto, que majos son, que labor hacen por la comuni.... perdón, prosigo. Y ... no hay nada más que contar, es por ello que estoy aquí, para denunciar a esta persona y que no debe vivir en sociedad, y dije esto quedándome sin aliento.
El juez escuchó este relato sin perderse ni una coma, que tío, y la verdad es que es joven, que ojazos tiene.
Finalmente como podría concluir esta … lo diría... historia, jaja me encanta mi retórica, viva este pringado, pues chirona pa' ti. Miré a mis dos amigas, os quiero tías, sin vosotras no hubiera llegado hasta aquí, creo que incluso telepáticamente me leyeron la mente, desde luego o es el Whatsapp o una de estas tecnologías prácticamente futuristas como el vestido y peinado de la mujer del anuncio, si esa, que viene del futuro a traer una.. lejía, podría ya que está esmerarse y traer otra cosa, entradas de Pacha, no se, algo o la lejía que estará tan devaluada en el futuro, o no me aclaro ni yo, o quien sabe, pero a veces es como si, nos leyeramos la mente ¿sabes? Me encanta que las cosas salgan como yo quiera. Sin más, sa ípra, chavales.
Relato VII:
....................................
*Grabación encriptada*
--- Defensa de Boras Ultra, Segmentum Ultima ---
--- Diario de guerra: guardia Argus Bronte ---
--- Entrada: XXX ---
Hace semanas que mi regimiento llegó a este planeta y las cosas no paran de empeorar, la invasión orka fue mal analizada por el mando, tras la primera semana de combates las fuerzas enemigas aumentaron exponencialmente en número, por cada uno que matamos, diez ocupan su lugar. Hemos salvaguardado a los civiles de la cruel matanza que realizan estas bestias... al menos hasta ahora.
Por si fuera poco hemos perdido la comunicación con varios puestos e instalaciones lejos de la línea del frente, mi unidad va a ser reasignada para investigar lo ocurrido, será agradable cambiar de aires y no ver a los pieles verdes en una buena temporada.
--- Entrada: XXX---
Es desolador, cuando llegamos a la zona asignada nos encontramos con que no había un alma y numerosos daños en los sistemas, el sargento dice que probablemente se usó armamento pesado, tecnología avanzada... está claro que esto no fue hecho por orkos...
*Explosión*
¿Qué demonios? ¿Qué fue eso?
*Sonido de disparos*
Mierda, volveré a transmitir cuando pueda, corto.
--- Entrada: XXX---
El teniente murió en el ataque... nos sorprendieron, sufrimos muchas bajas... era una fuerza de choque Eldar, salieron de la nada, gracias al Emperador que logramos repelerlos.
Tom y el sargento dicen que no me preocupe, que podremos rechazar a esta amenaza y que Alexander se recuperara de su herida, pero son muchos frentes, mucha muerte...
El mando dice que debemos exterminar a estos xenos, que no es posible negociar con ellos... ¿en verdad la única solución es matar?
--- Entrada: XXX---
Ya han pasado 5 días del ataque, todo permanece tranquilo. El segundo teniente dice que han detectado una fuente de energía, mañana seremos enviados a investigarla, muy posiblemente sea el campamento de nuestros enemigos, he de prepararme, no pienso morir aquí, sobreviviré y volveremos a vernos.
--- Entrada: XXX---
Tal y como temíamos, los edificios al sureste de la fabrica... esa fuente de energía no sabemos aún lo que es, pero el enemigo la defiende. Mas, el sargento nos ha comunicado que no es la fuerza de choque contra la que tuvimos el primer contacto, nos han informado que han atacado en el sector delta 6, el séptimo regimiento mecanizado los está conteniendo. Que el emperador les guarde.
Por nuestra parte, atacaremos en unas horas, a la noche, espero que él me siga protegiendo.
--- Entrada: XXX---
No siento alegría por la victoria como mis compañeros de unidad... anoche... lo que ocurrió... ¿en verdad no había otra salida?
El enemigo no nos detectó hasta que estuvimos encima de ellos, he de decir que el plan del mando funcionó casi a la perfección... aunque por otra parte es normal que no nos detectaran, aunque soldados, estos no eran los enemigos que nos atacaron con una precisión de cirujano... casi se la podría calificar de arte.
No... estos eran lo que el mando llama guardianes, civiles con entrenamiento militar, pero su preparación dista mucho de la de ellos o de una unidad de veteranos como la nuestra... aunque mejor que la del guardia medio (espero que esto nunca lo escuche el sargento).
Como decía, sorprendimos al enemigo y sus defensas perimetrales cayeron rápidamente, les rodeamos y fuimos ganando terreno por los pasillos del complejo, los fusiles laser y las granadas entonaban un canto de muerte. Varios de mi grupo cayeron en el avance, lo que hizo que muchos de mis compañeros se ensañan con el enemigo.
Unos pocos guardianes vigilaban el patio, al vernos llegar, viéndose superados en número intentaron en principio replegarse, mas el sargento nos dio rápidamente ordenes y les rodeamos.
Estaban vencidos... se rindieron, depusieron las armas... en ese momento me llamó la atención que dos de ellos estrechaban fuertemente sus manos y portaban una especie de muñequeras de oro...
Pero algo me sacó de mis pensamientos, el sargento dió la orden de fuego a discreción, en unos segundos... estaban todos muertos... me acerqué a los que me llamaron la atención y retiré sus cascos, eran un hombre y una mujer... entonces me di cuenta, eran una pareja... seguramente con su propia vida... me quede absorto en mis pensamientos, hasta que Tom, llegó me dio una palmada y gritó fuertemente:
¡POR EL EMPERADOR!
Todos celebraban... y yo... solo podía pensar en las vidas segadas, en que podíamos haber sido nosotros... no nos podríamos ver nunca más...
Débilmente, solo pude mascullar un... por el emperador.
Relato VIII:
"Todo ocurrió muy deprisa. Os pondré al corriente de mi situación. Me llamo Olivia y ahora mismo debo llevar… un año y poco más con mi actual novio, Guillermo. Es una persona con la que me gusta estar, siempre está conmigo sea cual sea la situación, me ayuda en lo que puede, sabe confortarme, me hace reír… Podría seguir, pero es que entonces no acabaría. Sin embargo, tampoco es alguien perfecto, en temas mayores, él no es nada sensual y apenas sabe excitarme. Además de que no estoy locamente enamorada de él, no siento esas mariposas en el estómago, que dicen, cuando estoy con él. Pero es un encanto y realmente no quiero dejarle.
El caso es, que hace unos días decidí salir de fiesta por la noche, pero sin mi Guillermo. Me apetecía experimentar algo diferente, recordar lo que sentía estando sin pareja, esa sensación que tienes cuando flirteas con otra gente. Por ello me fui a una discoteca que hay cerca de mi barrio.
Seré sincera, es cierto que por un lado me sentía algo dolida por lo que estaba haciendo, pero en el fondo eso no afectaba a la hora de ponerme a bailar si quiera de coquetear con otra gente. Ya había empezado con esto y ya que estaba, no iba a dejarlo a medias. Qué le voy a hacer, soy así.
Fue entonces cuando le conocí. Veréis al poco rato conocí a un chico, comenzamos a hablar y ya nos fuimos afuera de la discoteca donde siguió la charla. De verdad, tendríais que verle, tiene un don de palabra de lo más increíble que he visto, aunque ahora sería incapaz de repetir lo que él me dijo, en su momento me dejó completamente prendada. Se llamaba Alberto, por cierto, un chico venezolano de lo más encantador.
Bueno, estuvimos hablando de todo tipo de cosas, como nos iba en la vida, nuestros intereses y mucho más. Entonces al poco rato cuando ya se iba haciendo más tarde y demás, fue cuando le propuse que se viniera a mi casa. Mis padres estaban de viaje, así que tendríamos la casa para nosotros dos. Naturalmente, Alberto aceptó venir.
Antes de nada, debo decir que en mi casa no pasó absolutamente nada. Allí continuamos con la velada, pero sin pasar a nada más. Le pedí venir, no sé, quizá para estar un ambiente más íntimo, pero nunca tuve intención de acostarme con él. O sea, tengo novio y realmente no quiero serle infiel. Así que al final, pues eso, tuve que decirle que se fuera que no iba a haber nada más.
Pero lo gracioso, es que ahí no acabó la cosa. Ya al día siguiente empezamos a hablar por el móvil y en nada volvimos a quedar más veces. Es que Alberto sabe lo que realmente me gusta, hacemos todo tipo de actividades que sacan mi lado más dinámico por así decirlo. En ese sentido somos iguales, tratamos de vivir como si mañana el mundo se fuera a acabar. Él me llena verdaderamente en ese sentido.
Es un chico fantástico, pero es que noto que en ocasiones no es del todo sincero conmigo. Por ejemplo el día que vino a mi casa, pues resulta que al día siguiente me desapareció la bici, increíble. Y estoy segura de que sólo pudo ser él, encima es de Venezuela, donde los robos es algo más habitual. Él me sigue diciendo que no lo hizo, pero es que no pudo ser nadie más, cuando los dos subimos seguía estando y luego, ¿de repente desaparece? No sé, me huele a chamusquina por ahí. O también esa vez que me fui a su casa y me encontré con una tarjeta publicitaria en la que se veía una chica desnuda y él me dijo que era de un amigo suyo que las coleccionaba como protesta porque estaba en contra de eso. Y más cosas, pero supongo que ya veis por dónde voy.
Y ese es mi problema ahora, no sé qué hacer. No quiero dejar de verme con Alberto, no sé quizá al final resulte ser verdaderamente un hombre encantador. Ya sé que muchos pensarán que lo nuestro no va a ninguna parte, yo tengo 18 y el 39. ¿No dije esto antes? Porque es algo a tener en cuenta.
Guillermo, mi novio, no sabe nada ni de esa noche ni de Alberto ni nada. Y prefiero que siga así. De momento, no sé, esperaré lo que pase con el venezolano y entonces ya veré."
Relato IX:
Hola. Yo me llamo Federico. Y desde siempre quise estar en lo mas alto y quedarme colgado durante horas. Ya sea en un acantilado o... En las barras del parque :D
Por ello me llamaban el niño mono. Que me esté rascando la cabeza y comiendo un plátano mientras os narro esto, no tiene nada que ver
Como la gran mayoría de los niños, tenía un ídolo, alguien de quien tomar ejemplo y, algún día, querer ser como él. El mío era nada mas y nada menos que:
¡Una percha!
Por eso un dia me pillaron colgado dentro de un armario con un vestido de estos de "fruta" ya sabeís lo que quiero decir puesto. Cuando me preguntaron que hacía allí les dije "Puedo explicarlo"
Y cuando lo conté no entiendo por qué no me creyeron
No sé que le ven de raro a ser un amante de las perchas. Enseñan una gran lección al ser humano. La de no judgar por el aspecto. Las hay negras, blancas, azules, rojas, amarillas, de plástico, grandes, pequeñas, de los chinos... Y sin embargo todas están juntas en los armarios y las tiendas :D
Así que me da igual lo que digan ¡Seguiré con mi sueño hasta que se cumpla!
Federico vio que mañana se celebraba la pasarela más grande de su cuidad. Él, por supuesto, no quería desfilar, sino ser la percha de la ropa de alguna de las modelos más importantes. Es lo más alto a lo que podía aspirar
Se coló dentro del lugar y esperó colgado de una barra como los perezosos toda la noche.
A la mañana siguiente, una de las que se iba a poner la ropa abrió la puerta para cojer la barra, vió a Federico ahí puesto como si nada.
-Wtf??? O.o
*La chica le pegó un bofetón*
-¡¡¡Pervertido!!! ><
Federico salió volando por la ventana y cayó en un camión de la basura que se dirigía a un sitio donde quemaban todo lo que no querían.
Se despertó en una cinta transportadora. Abrió los ojos y miró a su alrededor. Había bolsas y bolsas con todo tipo de basura. Entre ellas, un montón de ¡¡¡¡PERCHAS!!!!
Pero no todo era tan bonito como parecía. Si no se movía de allí, estaba a punto de morir calcinado D:
Entonces pensó:
-Yo merezco vivir para cumplir mi sueño. Pero ya lo he cumplido, ya soy una percha y me tratan como tal. Me siento orgulloso de haber logrado mi objetivo en la vida.
Vivimos para crecer, alcanzar nuestras metas y morir. Morir, esa palabra tan triste, pero que también significa oportunidad. Al morir dejas una oportunidad a otro ser de vivir y disfrutar de este mundo. Todas las perchas merecen eso. Por lo que he tomado una decisión:
Yo ya tengo lo que quería, por lo que es hora de que otra percha lo disfrute. Adiós, y espero que se me recuerde como un héroe en vuestro mundo percheril :D
Federico murió abrasado por las llamas del lugar después de ese pensamiento tan...
ESTÚPIDO (por no decir otra cosa
)
Epílogo:
30 de febrero de 2069
Se ha encontrado el cadáver de un hombre en el basurero de Villa Arriba. Según fuentes cercanas a la víctima, esta persona era esquizofrénica, y se suicidó porque oyó las voces de los Teletubies.
*Se oye una voz desde el cielo*
Espera... Uno de los Teletubies tenía una percha en la cabeza. Lo que significa que...
PERCHA CONFIRMED!!! LO CONSEGUÍ O.O
*Toc toc*
Federico, deje de pegar esas voces. Seguramente habrá vuelto a soñar con mapaches abogados jupiteños. Tómese la medicación :)
Pe pe pero yo es que...
*Y Federico cayó en un profundo sueño* Fin :D
Nunca sabreís lo que le pasó. MUAJAJAJA
Relato X:
Sentimiento Rojo
Gritos, Horribles gritos…Rojo, solo rojo, no veo nada…hace calor, mucho, escucho un llanto…mis manos… arden…el llanto…el llanto ha cesado…mis manos están mojadas y mi cara…Frio…solo frio.
Silencio…otro llanto, un llanto diferente…tristeza, dolor…mucho dolor. Negro…veo negro…blanco, solo blanco… y frio.
-¿Blanco?... ¿No azul?...-
Estoy mirando el cielo, o al menos creo, es blanco, un blanco muy extraño, incluso el sol se ve más grande y blanco de lo normal.
-¿Dónde estoy? ¿Esto es…Arena?-
Me levanto y veo el cielo, casi no se distingue una cosa de otra, si no fuera por los patrones de la arena estaría en una especie de espejo gigante.
-¿Qué es este lugar? ¿Cómo coño llegue acá? …Debe ser un sueño... ¡Sí! una especie de sueño lucido.-
He tratado de volar…pero me he caído de la duna sobre la que estaba parado…mas no ha dolido.
Es un sueño extraño, estoy en él y estoy consciente de ello…mas no lo controlo, empiezo a caminar…y camino….camino…camino…camino…
Empiezo a gritar
-¡¿Qué es esto?! ¡Este puto desierto es infinito y aun no despierto! ¿Estoy Muerto, en coma?-
Grito y empiezo a patear la estúpida arena blanca, el maldito desierto se come mis palabras y desaparecen en el aire, nadie las oye…no hay nadie…solo yo.
Pateo una y otra vez la estúpida arena blanca, me agacho y empiezo a golpearla una y otra y otra vez, tengo demasiada tensión que liberar. Mis puños se hunden al golpear como si golpeara una almohada sobre la cama…
-¡¿Por qué sigo aquí?! ¡Déjame salir!-
Cierro los ojos mientras grito, tal vez así me despierte, sigo golpeando y abro los ojos… Rojo…
-¡¿ROJO?!-
Me levanto de golpe y miro a mí alrededor, rojo…ahora todo es puto rojo, miro al cielo e incluso este está rojo, hasta el sol parece una cereza gigante incendiándose, el cambio me deja atónito y despeja mi mente, siento una presión horrible en el pecho y caigo al suelo…esto es horrible… cierro los ojos, prefiero el blanco…vuelve por favor.
-…Vuelve…-
Abro los ojos…Blanco, ha vuelto, todo volvió a ser blanco…Que extraño.
Abro los ojos, blanco…solo blanco, esto es rarísimo ¿Cómo pudo cambiar a rojo y luego a blanco tan de repente? Tal vez alucinaba por el calor…Espera… ¿Calor? Esto es un desierto… ¿Por qué no hace calor?, ni si quiera he sudado…Casi olvido que es un sueño, un puto sueño raro.
Me levante y doy un paso hacia enfrente…Mojado ¿Por qué mi pies se ha mojado? Miro al suelo, un charco…un charco de sangre y en el centro de este…una bola de pelo.
Del susto me he tropezado y he caído sobre mi trasero ¿Qué hace eso aquí? ¿Qué demonios es? La bola…está girando… ¡Un rostro! Es el rostro de una mujer, pero esta deformado e hinchado.
-¿Qué quieres?-
-¡AAAAAAH!-
Me ha hablado.
-¡¿Qué eres?!
-Tú has hecho esto, no me reconoces siquiera-
-¿T-Te conozco?-
-Nunca me escuchaste, siempre te guiabas por la corriente del rio rojo, cualquier chispa encendía tu fuego y por ello has pecado.-
-¿Q-Que quieres decir con eso?-
-Debes disculparte con el…al menos con el…si quieres una oportunidad…Busca la semilla-
-¿Q-Que?-
La cabeza fue tragada por el charco y este fue absorbido por la arena… ¿Qué era esa cosa? ¿A qué se refería con lo del rio y la semilla?
Seguí caminando otro rato… ¿Dónde estoy? Ya llevo mucho caminando…estoy harto.
Me tumbo al suelo del cansancio…quiero ir a casa…por favor…Vuelvo a estallar, la ira me invade y empiezo a golpear a ciegas la arena de nuevo, abro los ojos y veo rojo, mucho rojo, pero no me importa…desquito toda mi ira y vuelvo a tumbarme.
Siento algo suave y rasposo en mi mano me levanto y miro lo que es, una planta, parece una flor que apenas crece…o crecía, está casi destrozada…la he golpeado en mi ataque… y esta manchada de rojo…pero todo ha vuelto a ser blanco… ¿Cómo?...ya revise…la sangre no es mía.
Escarbo un poco en la arena… esta plantada en un trozo de tierra…tierra… ¿roja?
¿Cómo? La saco y sostengo con mis manos como si fueran una maceta…me siento…horrible…la he matado ¡LA HE MATADO!...La he…matado…
-…Perdón….Perdóname planta… ¡PERDONAME SEMILLA!-
Grito…pero de tristeza mi voz parece un chillido más que un llanto… abro los ojos y… negro…
Despierto en mi apartamento, no veo colores, todo es normal ¿Por qué estoy en la sala? Me levanto y giro a la pared…Rojo…solo rojo…Manchas rojas…de sangre…pero
¿De quién?
Miro al suelo y veo un cuerpo, cabello largo y con vientre hinchado…con un cuchillo perforándole el corazón.
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