- Plataformas: PC/Xbox360/PS3
- Género: Hack n´Slash
- Desarrolladora: Platinum Games
- Distribuidora: Konami
- PEGI 18
- Voces en Inglés, multilenguaje
- Fecha de salida: 2013(Xbox360/PS3), 2014 (PC)
RULES OF NATURE
Al César lo que es del César. Platinum sabe hacer este tipo de juegos mejor que nadie, porque, como acaba ocurriendo siempre, el hábito hace al monje. MGR: Revengeance es ante todo un juego propio y que toma lo mejor y lo peor que esta empresa japonesa aporta a sus juegos.
Y con esto quiero decir que un fan acérrimo de Metal Gear (porque RULES OF NATURE) quizás debiera darle espacio al producto antes de condenarlo por una línea argumental vacía o por el hecho de que Raiden sea un jodío con katana eléctrica. Aunque, siendo sinceros, el guión es un instrumento de ensamblaje más que un hilo conductor en los Hack´n Slash, aquello que hace que pasar de apalizar enemigos del punto A a B tenga cierta coherencia.
Porque el sistema de combate funciona. Y como funciona, todas esas secuencias de video anormalmente largas para el género al que pertenece se convierten en un descanso ameno. Igual también debería recalcar que no suelo tomarme descansos de 4 minutos, pero como la mano de Konami (más o menos negra según el prisma desde el que lo miremos) ha dejado su imprenta, todo se vuelve una película de acción entretenida. Por eso se perdonan todos esos momentos de “Raiden mola. Por favor, queredle.” y de “Esto es profundo y reflexivo. Creo.”
Aclarados los puntos argumentales sobre los que (no) gira el juego, paso a comentar el método de exterminación que suele seguir Sr. Ninjacyborg.
Dejando de lado sistemas de combos largos, el combate se fundamenta en el uso de la espada, de lo cual deriva que no exista un sistema real para esquivar ataques, sino que Raiden los bloquea con un sistema de parry sencillo y bastante satisfactorio. Cada vez que esto ocurre el juego se ralentiza para recalcar el momento pero, sorprendentemente, y para ser un juego japonés en PC, el efecto es suave y agradable a la vista.
El resto del combate se divide en cuatro opciones: ataque fuerte, ataque estándar, ciertas combinaciones de dos botones que permiten reposicionarte rápidamente y la fase Kill Bill Meets MGS o modo espada. Todo esto varía y se enriquece con el uso del movimiento, ya que podemos realizar estas secuencias en el aire, en movimiento o en estático. El mayor exponente de esto es el modo espada, que nos permite manejar nuestra katana en cualquier momento con libertad para esgrimirla en cualquier dirección. Si activamos este modo en ciertos momentos o cuando nuestra energía está alta -porque hay barra de energía como recurso aislado de la salud del personaje- se nos dará la opción de cortar áreas específicas de los enemigos para debilitarlos o para arrancarles la espina dorsal. Esta última disyuntiva hace desaparecer al objetivo y restaura casi al completo todos nuestros recursos-vida y energía en este caso-.
Todo el batiburrillo ya mencionado da lugar a un sistema de combate sencillo y francamente divertido, aunque salpicado de QTE porque, si no lo había mencionado, los momentos de ejecución pueden ser activados pulsando el botón que se indique en la pantalla.
No soy un gran fan de este tipo de iniciativas. A todas luces pegarse de leches es divertido y más o menos orgánico, y lo único que consiguen estas secuencias es un sentimiento de “Ojalá yo pudiese hacer DE VERDAD eso. Sin B+Córtalo en juliana.” Al final del día, supongo que son algo inherente al género.
También existe la opción de utilizar cajas o bidones para recorrer una zona de zona sigilosa sin ser detectado, si bien es probablemente lo único que no querrías hacer, dejando de lado que no está nada claro el campo de visión de los enemigos o si ni siquiera es posible completar una parte más o menos grande de una misión de este modo, porque claramente nada está preparado para ello. No sé si fue una decisión de desarrollo para dar una alternativa o como simple guiño, pero no cumple como elemento “funcional”.
Por lo demás, el juego no es obtuso en casi ningún momento y la solución está siempre al alcance. Tengo que decir también que no me di cuenta que podía bloquear ataques hasta, más o menos, mis primeras 5 horas de juego. En un principio pensé que lo mío era de imbécil profundo. Luego descubrí que algunos de mis amigos también eran de mente lenta y habían sudado para darse cuenta de esto. Uno llegó a pasárselo entero en YOLOMODE, cosa que a día de hoy sigo sin comprender. Esto viene como consecuencia de que el juego no te exija usar el mecanismo hasta pasadas algunas horas. Y de ser un genio, BTW.
En general es una experiencia divertida que no os durará mucho (yo lo terminé en 9 horas en dificultad normal) y que os dejará con buen sabor de boca. El DLC que era de pago en la salida del juego es gratis desde comienzos del 2014, contiene dos episodios extra que se desbloquean al terminar la historia o introduciendo el código Konami, y alargan un poco la cosa.
Para cerrar el tocho os dejo con una parte de la OST, que puede ser musicalmente más o menos terrible, pero da un tono al juego que le va genial. RULES OF NATURE.