Autor Tema: La canción de Meloetta [Fan Fic]  (Leído 5701 veces)

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Alpha Shelea

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La canción de Meloetta [Fan Fic]
« en: 02 de Noviembre de 2013, 10:55:30 am »
Prólogo

Hace miles de años, cuando se crearon los espíritus de la Sabiduría, el Valor y las Emociones los humanos empezaron a expresarse. Esa energía empezó a manar por el mundo haciéndose cada vez mayor, la gente bailaba, escribía, cantaba, soñaba. . . las formas de trasmitir lo que esos tres espíritus habían traído consigo eran casi infinitas tanto que se empezaron a acumular.

Todos eses pensamientos y acciones fueron uniéndose creando a una bella ninfa, en un principio similar a los espíritus, pero que tenía capacidades humanas. Era distinto a ellos, esa ninfa no daba capacidades a los humanos, lo que hacía era orientarlos y ayudar a sacarla a la luz. Con el tiempo ese ser tuvo dos facetas; la del pensamiento, en la que poseía la virtudes de los espíritus y ayudaba a los humanos a sacarlas a la luz y otra en la que usaba esas virtudes, ayudando así directamente a los humanos, para poder alternar libremente entre esas formas se le concedió una canción.

Todo fue bien, la ninfa usaba esa canción para ayudar a los humanos. Era la representación de los tres espíritus y usaba muy bien sus capacidades, pero con el paso de los siglos la influencia de los espíritus era menor y la gente quiso robar la estrofa la ninfa, asustada, pidió ayuda a los tres espíritus; estes le concedieron el poder de crear un templo para defenderse.

La ninfa huyó acompañada de dos jóvenes y creo su templo en un río ocultoen le región de Silfidy bañada por el mar, con infintos ríos y llena de bosques.

Junto al templo se creo un pueblo, pero nadie podía entrar en el hogar de la ninfa. Con el paso de los años el pueblo creció y con el la leyenda de la ninfa, que pasó a llamarse Meloetta y de su estrofa, ahora conocida por Canto Arcaico debido a su antigüedad.

Se dice que un día nacerá un héroe que llevará a Meloetta junto a los espíritus y así comenzará una época dorada.

Comentarios: http://www.pokexperto.net/foros/index.php?topic=43544.msg1892533#msg1892533
« Última modificación: 27 de Febrero de 2014, 04:49:04 am por DRACON »


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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #1 en: 03 de Noviembre de 2013, 01:15:14 am »
Capítulo 1 ~ Clave de Sol

Era un día tranquilo y despejado, pero caluroso, al fin y al cabo era el primer día del mes de julio.
En el pueblo que se formo cerca del templo de Meloetta se respiraba un aire inquieto. En el profundo río; lugar donde se decía que se hallaba el misterioso monumento, se veían extrañas luces y se oía un dulce susurro.

Algunos decían que era el fin del mundo, la ninfa volvía para vengarse; otros, en cambio, de comentaban que era causa del cambio climático, mientras, la gente con dos dedos de frente, decía que era una simple broma.

Al mediodía se empezaron a distinguir unas letras entre las misteriosas luces, se podía distinguir algo similar a esto:

"Todos lo que este día nacieron,
en este mismo pueblo,
años atrás,
aquí deben llegar."

Solo había cinco personas que hubiesen nacido ese día, fueron llamados y acudieron rápidamente.

Había dos gemelos, eran altos delgados y tenían pecas, su pelo era de un tono marrón grisáceo, solo se diferencian en el color de los ojos, uno los tiene de un tono ambarino, mientras, el otro, presenta colores grisáceos.

Había una joven alta que destacaba por su ondulada cabellera rubia, atada con lazo rojo, formando así una coleta. Tenía la tez bronceada y sus ojos eran negros y profundos.

También estaba un joven alto, que parecía muy interesado por el tema de las luces. Tenía la piel más clara aún que la propia nieve. Su pelo rubio era largo para ser un chico, mientras sus ojos, verdes, desencajaban en la imagen de chico de zonas frías.

Destacaba la presencia de un anciano, que no parecía para nada sorprendido por el tema de las luces. Era de estatura media y tenía una larga barba.

Se acercaron al lago, permanecían callados, se cernía sobre ellos un silencio sepulcral. Hasta que el joven rubio empezó a cantar una misteriosa canción para acompañar las notas que entonaba la ninfa debió decidir levantar el templo, porque del profundo río surgió una misterios monumento y allí estaba, la ninfa. . . Meloetta.

Cuando esa criatura apareció en la mente del chico, y posiblemente en la de alguien más empezó, a escucharse lo que parecía la voz de la ninfa:

-Yo, Meloetta, fruto de la unión del poder de los tres espíritus me declaro compañera tuya, Dracon, elegido.

Spoiler: Ficha de Dracon • mostrar

Nombre del personaje:Dracon
Profesión: (?)
Pokémon inicial: La ninfa Meloetta.
Descripción física: Alto y delgado. Su tez es blanca cual copo de nieve y su pelo, largo, es tan o más rubio que el propio Astro Rey.
Personalidad: Len encanta aprender, pero es algo distraído. También demuestra tal cantidad de amor propio que podría considerarse narcisista.
No soporta que discriminen a alguien por trivialidades o tonterías. Cree que es necesario perseguir los sueños sin dejar de lado la realidad.
Capacidades sobrehumanas (estas capacidades son introducidas a gusto del autor): Capacidad para comunicarse con Meloetta.


Tras esto Meloetta empezó a entonar una canción, ¡no; una canción no! La Canción. Las notas se distinguían en el aire, su voz de convertía en un pentagrama, y lugar al que llegaba dicho pentagrama, lugar que parecía quedarse apartado del espacio-tiempo y pasaba a tomar tonos oscuros. Al terminar La Canción tomo su forma física, en la que parecía una bailarina. Tras esto me dijo:

- Yo te confío La Canción, también conocida como Canto Arcaico.

Al decir esas palabras una clave de sol dorada apareció en el pecho el joven, atada a su cuello por uno fino hilos dorados. Con esto su camiseta se volvió blanca con los bordes y detalles como la cremallera dorados, sus pantalones se volvieron negros y cortos, mientras, sus zapatos se volvieron sandalias doradas. Por último otra clave de sol dorada apareció en su pelo, volviendo un mechón de este marrón.

Tras esto Meloetta volvió a la Forma del Pensamiento y ese mechón de pelo se volvió verde.

Por la cabeza de Dracon pasaban mil dudas, ¿que debía hacer?, ¿a qué se debía esto?, ¿por qué era él el elegido?. . .
« Última modificación: 16 de Noviembre de 2013, 07:40:28 am por DRACON »
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #2 en: 09 de Noviembre de 2013, 07:56:28 am »
Capítulo 2 ~ Conociendo el mundo

 Meloetta toco el colgante de Dracon y todo volvió a la normalidad. Tras esto la ninfa lo dirigió al interior del templo, que se cerró tras la entrada de estos.

 Las paredes del templo estaban decorados con infinitos pentagramas dorados, que destacaban en las paredes verdes y marrones.
 En las habitaciones verdes se observaba el flujo del río a través de sus ventanas de cristal, debido a que el templo estaba totalmente sumergido, a excepción de la entrada. Además había bastantes plantas y se oían suaves melodías.
 En cambio, en las habitaciones marrones no había ventanas. El agua solo se veía a través de los círculos de cristal que decoraban los suelos, y de las preciosas bóvedas de cristal que decoraban los techos. Se podían observar cuadros e instrumentos musicales entre otros tipos de instrumentos para representar tipos de arte.

La ninfa y el joven llegaron a una habitación azul donde se combinaban los elementos decorativos los otros tipos de salas. Meloetta le dijo al joven que su misión era ayudarla a recordar todo lo que pasó en una época a la que se refirió como Etapa de la Salvación, también le entregó un cuaderno verde con una clave de sol dorada; le dijo que ahí debería escribir ciertas cosas que descubriría, pero no añadió nada más. Tras ayudarle a recuperar sus recuerdos debería hacer todo lo posible para evitar muchos desastres que ocurrieron en esa época. Meloetta negó con la cabeza y dijo:

 - Perdón, es lo único que recuerdo.

 -No pasa nada, ahora soy tú compañero y te ayudaré en todo lo que esté en mi mano y un poco más- afirmó Dracon en un suave tono.


Tras esto ambos se fueron al hogar de Dracon, una gran mansión. Tras contarle lo ocurrido a los progenitores del joven, que no estaban al tanto de esto, y usar las capacidades de Meloetta para calmarlos y dejar que el misterioso Pokémon pudiera permanecer al lado del joven, ambos se dirigieron a los aposentos de este. Al llegar el niño se hechó en su cama y, acompañado de Meloetta, se empezó a sumergir en un profundo sueño.

 A la mañana siguiente, ambos se despertaron casi al unísono y se dirigieron al invernadero.  Allí rodeados de preciosas paredes de cistal y bellas plantas, encontraron, en la mesa de tomar el té, donde el joven solía desayunar, a una preciosa dama, vestida con preciosos ropajes rosados. Al verla Dracon sonrió dulcemente y dijo:

 - Hola hermanita.

 - Perdón, estás hablando con Catleya princesa del Castillo Batalla y miembro del Alto Mando de Teselia- respondió rápidamente la señorita.

 - Y tú estás hablando con Dracon, elegido por Meloetta para ayudarla a recuperar sus recuerdos.

 - ¡Ah, sí, toma!- dijo la joven riéndose de si misma.

 Tras esto Catleya le enseñó una especie de sobre a Dracon, que la miró sorprendido.
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #3 en: 17 de Noviembre de 2013, 01:05:07 am »

Capítulo 3 ~ Vientos venideros


El sobre estaba sobre la mesa, Dracon miraba sorprendido a su hermana, que  seguía tomando un dulce té de hibisco con leche. Se notaba en ese ambiente, antes relajado y tranquilo, en parte por la gran cantidad de plantas que aromatizaban el lugar, el paso de cada segundo, que se hundía en en el corazón del joven elegido y de la pequeña ninfa. Estos esperaban que la princesa entonase, al menos, un pequeño sonido entre un sorbo y otro. Pero permanecía callada, no parecía inmutarse por el tenso ambiente, parecía, como de costumbre, ajena a la realidad. Los minutos pasaban y Catleya solo dejaba su té para comer una pequeña pasta o rellenar su pocillo. No se digno a hablar hasta que se acabó el té, entonces dijo suavemente, sin prisa, relajada:

- Hermanito, ¿desde cuando eres tan paciente? 

Dracon permanecía callado, le temblaban las manos y respiraba fuertemente, cada vez que su corazón latía sentía un fuerte estruendo, como si de un terremoto se tratase cada vez que esto pasaba todo parecía destruirse en su interior, hasta que la vista de Dracon empezó a nublarse Catleya seguía en su soñada realidad, pero entonces su expresión se volvió mucho mas seria de lo normal.

- Parece que has madurado bastante, pero aún así creo que Meloetta te ha influenciado en este corto periodo de tiempo en el que habéis estado juntos- Catleya respiró profundamente a la vez que que se quitaba el pelo de la cara y continuó-. Debes seguir siendo tú mismo a la vez que creces como persona gracias a la influencia de Meloetta. . .
Ahora, abre el sobre.

Dracon asintió firmemente y pese a que le seguía temblando el pulso cogió el sobre. Lo miraba, no sabía si estaba preparado para abrir el sobre y ver lo que se hallaba en su interior, pero, al fin, se decidió y lentamente abrió el sobre, en el se encontraba un misterioso papel, el joven comenzó a leerlo en voz baja.

"¡Bienvenido al Mundo de los Pokémon!
Soy. . . por ahora llámame Señor B. Te espero en la zona norte de Pueblo Brisa, cerca de la antena de radio.
Espero con impaciencia tu llegada, pero, por favor, ven solo

Firmado:
Señor B"

Al acabar de leer la carta, Dracon la guardó. Pidió explicaciones a Catleya, pero permaneció en silencio y salió del invernadero, dejando, de nuevo, alterado a Dracon, pero parecía no importarle.

Sabía que debía partir cuanto antes, pero quería hablar con sus amigos, compañeros de su infancia, lo conocidos hace poco, con todos un poco.
Fue al lugar donde se reunían todos los jóvenes de Pueblo Corchea, su hogar, el Campo Sinfonía, una zona cercana a al Templo por la que también pasaba el río, pero en esta zona se había desplazado su cauce para mayor comodidad.

Allí estaban todos, esos amigos con los que tantos recuerdos compartía, de entre esa multitud salió una niña que parecía pequeña para su edad, miró a Dracon sus sentimientos se transmitían por los ojos, sin necesidad de palabras, la niña le enseñó un lazo amarillo, amarillo de amistad y se lo dio al joven, tras esto se dieron un abrazo que provocó las lágrimas de más de uno, pero cerca de ellos dos parecía formarse un nuevo río.

El sol ya llevaba un tiempo descendiendo, el joven ya había dejado de sollozar; entonces partió a Pueblo Brisa, por un camino rodeado de árboles; iba acompañado por el canto de los Fletching que amenizaba el viaje y lo animaban a buscar un parecido a las sombras que formaban las copas de los árboles; que cubrían el camino, con objetos o animales, cuando comenzó a atardecer observó, como de costumbre, los tonos rojizos que tomaba el cielo.

Cuando el cielo se había vuelto rosado y la noche se acercaba el joven ya había llegado al final del camino de árboles; Pueblo Brisa estaba cerca. . . entonces vio, ya en una zona sin árboles, una fuerte explosión ígnea. Al ver esto tanto él como Meloetta se alertaron y corrieron hacia allí.
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #4 en: 30 de Noviembre de 2013, 06:38:10 am »
Capítulo 4 ~ Complicaciones en un ocaso veraniego

Tanto el joven como la pequeña ninfa corrían veloces, acompañados por los bellos tonos del ocaso, sentían la necesidad de correr veloces como el viento, pero, al la vez, profanaba en ellos el miedo mezclado con la incertidumbre, se miraban sin mirarse, sentían las pulsaciones del otro en sus carnes, querían llegar cuanto antes al final del camino, pro también alejarse todo lo que les fuese posible.

Pero al final llegaron a ese claro, allí se hallaba un joven, de larga cabellera rubia y ojos rojos como la propia sangre; vestía una chaqueta de un tono negro azabache en la que destacaban dos rayas blancas, con un ligero toque de azul, en su cintura se podía observar lo que parecía ser parte de una camisa. También llevaba unos pantalones ajustados de un tono oscuro, pero no tanto como la chaqueta. Sus zapatos eran de un color similar al azul marino y, pese a estar en buen estado, parecían antiguos.

Spoiler: Ficha de Pokeshark • mostrar
Nombre del personaje:
Yuri.
Profesión:
Aparentemente Entrenador.
Pokémon inicial:
Arcanine.
Descripción física:
Alto, de pelo rubio y largo con ojos rojos como la sangre.
Personalidad:
Egocéntrico y autoritario,también algo arrogante e intolerante.Trata a los demás como si fueran seres inferiores, incluyendo a los Pokémons, excepto Arcanine que sería la única excepción,ya que lo ha reconocido combatiendo con él.
Vestuario:
Chaqueta negra de motorista con dos rayas blancas a cada lado,y debajo una camisa blanca.Los pantalones también son negros y va a juego con la chaqueta.



Estaba dando ordenes a un poderoso Arcanine, de llameante melena. El poder del Pokémon era sentido por Meloetta, llegando asustarla, asustar a uno de lo seres más poderosos del mundo, ese ser de fuego era superior al resto de su especie, seguramente podría hacerle frente a la propia Meloetta.

Cuando el misterioso joven advirtió la presenta de Meloetta, ordenó al Arcanine que parase su ataque y miró a la ninfa:

- Meloetta, ¿me equivoco? Soy Yuri de la familia real de. . . ese dato no es necesario. Por favor coméntame como has llegado acompañada de este mocoso.

- ¿Perdón?- Dracon elevaba cada vez más su tono de voz- ¡Rectifícate inmediatamente!

Yuri, si en realidad era ese su nombre, siguió despreciando al niño y concentrándose única y exclusivamente en la ninfa, la miraba curiosamente, pero a la vez sin miedo o preocupación como si fuese normal ver a tan extraño ser, esta situación irritaba a Dracon, llego un punto en que su ira, mezclada ligeramente con el odio estalló llevándolo así a hablar claramente:

- ¡Me cago en tus muertos! ¡Vas a aprender con quien meterte!

El misterioso joven bajo la mirada, se respiraba la tensión, no se apreciaban sus ojos, la penúmbra se acercaba a la vez que se alejaba el ocaso, haciendo cada vez más tétrica y peliaguda la situación. Entonces, cortando ese silencio sepulcral levanto rápidamente el brazo para señalar a Dracon y exclamó:

- ¿¡Y tú quien eres, el elegido!?

Estaba seguro de que esa frase iba a dejar completamente cortado al crío, pero nada más lejos de la realidad, Dracon, como de costumbre, se peinó y con una mirada de satisfacción exclamó a la vez que enseñaba el pequeño libro que había recibido en le templo:

- Pues sí~

Yuri no podía más, hizo un gesto al Arcanine y desapareció en la misma explosión de fuego que había llamado la atención del crío.
Una vez habían desaparecido el joven y la ninfa pudieron observar a un pequeño Zorua, que  se encontraba en un estado bastante grave, tenía rozaduras en las rodillas y estaba quemado en el cuello, su estado, posiblemente, fuese producto del Arcanine.

Al ver su estado Dracon cogió una Baya Aranja de su bolsa y le ordenó a Meloetta que se la acercara lentamente con Psíquico a la vez que le animase a comerla, por suerte el zorrito aunque con dificultades la comió, al menos en su mayor parte. Después hizo lo mismo con una Baya Safre, para frenar el avance de las quemaduras, tras comer esta amarga baya decidió acabar la primera que se le había ofrecido.

Agradeció la curativa comida a ambos con una dulce sonrisa y se escondió en la maleza, huyendo del claro, que tan indefenso lo dejaba.

Tras esto cruzaron un pequeño tramo de bosque y llegaron a Pueblo Brisa, allí se dirigieron al Mirador de la Torre Radio, un lugar abierto y rodeado de vallas donde se puede observar las ondulaciones del terreno típicas de Silfidy  además de la característica del pueblo Torre Radio.
En el mirador se encontraba, observando tranquilamente el paisaje. . .
« Última modificación: 21 de Diciembre de 2013, 09:33:08 pm por DRACON »
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #5 en: 22 de Diciembre de 2013, 04:12:07 am »
Capítulo 5 ~ Llamas de alegría

Tranquilamente, como si el tiempo no pasase; estaba allí, sonriendo. Era una joven rubia, con gafas y con un curioso sombrero verde, Dracon se acercaba, pero ella seguía absorta en sus pensamientos. . . alejada de la realidad, observando como los Ilumise atraían a los Vobeat a la torre radio con sus bellos aromas, danzando en un ininterrumpido baile, bello como la propia luz, que a todo da vida.

Maloetta se hizo visible y, emocionada por el bello espectáculo de luces y olores, empezó a entonar las notas, de lo que parecía ser una canción antigua. Al oír la bella voz de la ninfa la joven se dio cuenta de la presencia de los dos visitantes, se giró rápidamente y aún sorprendida dijo:
-Tú eres. . . Dracon, ¿no?
El joven asintió y rápidamente sacó y le entregó el sobre. Ella le hizo un suave gesto y tranquilamente empezó a andar, bajó las escaleras que conducían al mirador y siguió por un camino adornado por la luz de las farolas que atraían a muchos insectos. Rodearon un pequeño, pero aparente nuevo, parque infantil, ahora, en la noche, vacío.
El silencio rodeaba el ambiente la calma se sentía,  no era una falta de sonido, como de costumbre, molesta, sino un momento calmado donde pensar en lo que ha pasado y pasará. Comenzaron a descender por una larga cuesta abajo, se acercaban unas pequeñas nubes, posiblemente cirros, que nunca podrían parar el calor de los sofocantes días de verano.

Bel se paró frente a una casa, grande y pintoresca y le ofreció entrar a Dracon, este se adentró en la rústica casita y vio que en ella había montones de libros, el hall parecía una enorme biblioteca. Bel se dirigió a un pasillo decorado con fotos, había muchas de Pokémon, unos raros especímenes jamás vistos por el joven y, que posiblemente, nunca habían llegado a la Región de Silfidy.
Bel invitó a Dracon a comer una tortilla de patatas y huevos de Farfetch′d, estuvieron hablando sobre Pokémon, pero en general nada fue importante.
Una vez habían acabado de comer la anfitriona invitó al joven a una habitación, donde predominaba el color azul. Era posible que Bel tuviese un hijo, tal vez varón, pero, curiosamente, ninguna de estas preguntas acechó la mente del joven, ya tenía un pie puesto en el reino de Morfeo. . .

A la mañana siguiente,  o más bien a a la tarde siguiente, Dracon comenzó a abandonar el reino de los sueños. Entonces comenzó a vestirse, pero tenía un gran problema no sabía si ponerse la fedora roja o la azul. . .  tras solucionar su gravísimo problema, eligió la roja que le quedaba mejor con los vaqueros, se dirigió a la cocina, pero no encontró nada solo unas piezas de fruta puestas en un plato, había pera, y bueno. . . algo fresco en el mes de julio siempre viene bien.
Se dirigió entonces al jardín, la puerta que llevaba a este estaba elegantemente decorada con verdes estampados, allí encontró a Bel jugando con tres raros Pokemons, esta, al verle, exclamó:
-¡Hola, ya te has despertado! Mira estos tres Pokémons son de la lejana Región de Kalos, el Profesor Ciprés para que los investigue. . . ahora que lo pienso. . . no te he comentado que, actualmente, soy la profesor Pokémon con más relevancia de Silfidy.
Pero he de decirte que quiero que te lleves uno de estos.

Dracon observó a los tres Pokémons que allí se hallaban uno era de tipo planta, este era de tonos marrones y en su cabeza, parecía tener una castaña, era muy activo. Otro era de tipo agua, de tonos azules y bastante tímido. Por último estaba un ardiente ser, de tonos amarillos, elegante y mono.
-¡Este!- afirmó Dracon decidido, señalando al dulce Fennekin.
-¡Pues decidido, Fennekin es tuyo!- dijo emocionada Bel.

Bel le recomendó a Dracon que pusiese camino a La Liga Pokémon, este consideró que sería útil, para estrechar lazos con Meloetta y el recién obtenido Fennekin. Entonces tomó rumo a Ciudad Marimina, así que tras apuntar el número de Bel, tomo rumbo al Bosque de las Ilusiones, primer y único obstáculo entre Pueble Brisa y Ciudad Marimina.
« Última modificación: 31 de Diciembre de 2013, 07:36:58 am por DRACON »
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #6 en: 31 de Diciembre de 2013, 09:59:38 am »
Capítulo 6 ~ Danza de ilusiones

Spoiler: mostrar
Este capítulo se lo dedicoa una persona por su cumpleaños, para amenizar su lectura os expongo aquí la melodía que escucho mientras lo escribo. . .


Era hora de partir, Pueblo Brisa ya pertenecía al pasado, era otro objeto que se hallaba en la caja de los recuerdo, había que partir, camino al mar, pero para llegar a él había que soportar el sofocante calor de ese día de verano, ese calor que hacía parecer al fuego refrescante. . .
Pero a Dracon le bastaba con ver la felicidad en los ojos de su nuevo amigo, de dorado pelaje y dulce mirada, para alejarse del infinito calor, del sudor que corría por su frente, del que se acumulaba en su larga cabellera rubia. . . este no le llegaba a molestar, lo único que podía hacer que posase su mente eran los largos cabellos del sol, que a esa hora se encontraba en lo alto de la cúpula celeste.

De pronto, la ninfa intentó sacarlo de sus pensamientos. Había entonado una nota tan sumamente aguda que ella, que podía hablar, cantar o susurrar en cualquier nota, de cualquier escala, tuvo que permanecer callada casi medio segundo. Inmediatamente el aire se cortó, era imposible que cualquier otro ser diese una nota semejante, y muy pocos podrían haberla escuchado, pero era tal su sonoridad que cortaba los vientos. Fue esto lo que sacó al joven de sus cavilaciones. Tras esto se acercaron a uno de los muchos y  iejos árboles que bordeaban el largo camino, la ninfa aprovechó esto para recordarle a Dracon que debían dirigirse a Ciudad Marimina, pero entonces el joven se quedó mirando los bellos ojos de Meloetta, mientras observaba su dulce mirada cogió de su bandolera el misterioso cuaderno que había cogido en el templo y comenzó a decir:
- Meloetta, mi objetivo primordial en este viaje es ayudarte a recordar y descubrir todo lo posible de esa época, la que, según tú, recibe el nombre Etapa de la Salvación.
La ninfa, inmediatamente, asintió, pero en sus ojos se observaba la tristeza, pero a la vez la alegría, sentimientos difusos se albergaban en su interior, y no podía separarlos. . . ni mucho menos organizarlos; ni tan siquiera de la forma más cutre que llegue a imaginar un trise ser humano.

El camino se perdía en un pequeño, pero a la vez, frondoso bosque. Hacía demasiado calor como para rodearlo, sería mejor adentrarse en él. . . ¿no? Independientemente de la respuesta que diese una larga y profunda cavilación el calor les empujo a adentrarse enre los árboles y matorrales que allí se hallaban.
Fue grande su sorpresa cuando observaron una gran mansión sujetada por un frondoso árbol, cual típica cabaña de niños. Arrojados por la curiosidad se adentraron en ella. . . craso error. Tan pronto habían entrado en la cabaña las puertas y ventanas se cerraron, llevadas por el viento, o por algo con un poder superior.
Decidieron subir por una escalera de caracol, deteriorada por los años; con al esperanza de encontrar una ventana o chimenea, cualquier medio para poder salir de aquel extraño e inquietante lugar, pero cual fue su decepción al encontrar únicamente una habitación con una puerta, ninguno de los. . . ¿tres?, presentes sabía a donde podría llegar a conducir.

A Dracon le temblaba el pulso al abrir la puerta; estaba nervioso, tanto, que se tropezó con la alfombra al entrar. Levantó la cabeza y se puso pálido, blanco cual copo de nieve. Frente a sí se hallaba un cuerpo inerte, sin vida corroído por los insectos que habitaban en esa vieja mansión. El joven se levantó tan rápido como le permitió su conmoción y dio un gran berrido. Entonces se oyeron risas, que procedían. . . del cuerpo, todo el entrono, excepto Dracon y sus Pokémon, tomó un brillante tono dorado. Los presentes se vieron obligados a cerrar rápidamente los ojos. Allí estaba. . .

¿Seguro que quieres continuar leyendo?


Allí estaba, ¡Zorua! En un bosque situado cuesta abajo y atravesado por una vieja carretera, por la que posiblemente había pasado un coche hace o mucho. Desde el pequeño bosque  se podía observar un pequeño pueblo, de este venía corriendo un joven, que decía poseer el curioso nombre de Graveyard. Este guió a Dracon, Zorua y compañía al pueblo. Concretamente a un pequeño parque floral, allí les dijo que ese Zorua era amigo suyo, pero que no le pertenecía, esto junto al carácter del infantil Pokémon le causaba más de un dolor de cabeza. Entonces le ofreció que combatiese con el curioso Pokémon para ver si podía llegar a manejarlo.  . .

Espero que os haya gustado, te deseo un feliz cumpleaños Cementerio, aunque ya te podía desear un feliz año nuevo, ¿no?
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #7 en: 02 de Febrero de 2014, 02:47:22 am »
7 ~ ¡Manos a la obra!

Dracon y Graveyard se dirigieron a un jardín, en él había infinitas rosas, protegidas por bellos setos de un verde profundo; propio de los primeros días veraniegos en los que se encontraban. En el centro se erguía una bella fuente de plata de la que surgía una cristalina agua; cuando esta descansaba de la caída se acumulaba creando un perfecto estanque para carpas koi, que se relajaban bajo las pequeñas cascadas.

Graveyard chasqueó los dedos y la fuente se hundió en el suelo con un lento giro, tras él se hundió el suelo adyacente. De esa grieta surgió un amplio campo de batalla. El Zorua cogió impulso y con un elegante giro se colocó en el campo de batalla.

Spoiler: OST de Combate • mostrar


El pulso del joven se aceleraba, al igual que su respiración, el pulso, el corazón parecía ir a salírsele del pecho, su primer combate era inminente.
Fue Meloetta quien salió al campo, no poseía ventaja de tipo, pero el pequeño zorrillo ígneo no estaba preparado para la lucha.
Comenzó la ninfa con un relajante Canto, el sombrío Pokémon intentó contraatacar con Cuchillada, pero las dulces notas que Meloetta emitía lo sumieron en un profundo sueño.
La ninfa recurrió entonces al poderoso movimiento, perdido en antiguas tablas, tan poderoso que solo la que dominaba el arte de la danza y el baile podía realizar. . .
Cantoarcaico, al usarlo se escucharon las más armoniosas notas que acabaron dibujando los más bellos pentagramas en el aire, hasta que se dejaron llevar por el viento. Tras usarlo la ninfa comenzó a brillar; su pelo se rizó y elevó formando una curiosa onda, su largo vestido se transformó en una divertida falda, por último, sus tonalidades verde lima, de comienzos de primavera se transformaron en tonos marrones, de un dulce otoño. Se notaba también que ahora poseía una fuerza física mucho mayor, pero un poder  y defensa mental no tan elevado.
Para rematar al, sumido en las oníricas notas de la ninfa sueños, Zorua usó Espabila , este le causó un gran daño, pero también le despertó.
Era el momento de lanzar la Pokéball, fue acompañada de una suave brisa, toco al Zorua, cayó en el suelo, y el zorrillo entró en ella. Se agitó una vez, después otra, está vez más rápido, una tercera también, pero se quedó ahí, no se movía, esta. . .
Saltaron unas estrellas y la Pokéball se cerró firmemente, el Pokémon había sido capturado.

Por favor, apaguen la OST de combate, gracias.

Dracon no podía contener su alegría, y tenía razones para hacerlo, había capturado a su primer Pokémon. Oyó entonces unos aplausos, Graveyard había observado todo el combate mientras tomaba un té negro, había estado sentado en una silla azul oscuro, construida aparentemente de metal y muy detallada. En la mesa en la que había apollado el té estaba esculpido un tablero de ajedrez. Sobre ella también había una especie de mariposa, de un amarillo brillante.

Graveyard se acercó a Dracon y le observo detenidamente, miro al cielo, dejando de mirar al niño y susurró:
-Sí, sin lugar a duda eres tú el que debe guiar a Meloetta.
Entró en su casa y, pasado un tiempo, volvió con una pequeña clave de sol dorada en las manos, entonces; en la bandolera de Dracon, se vio una luz dorada y el cuaderno que había hallado floto en el aire hasta colocarse a la altura de sus codos. Entonces, en la primera página, blanca hasta ahora; había aparecido un índice. En el se podía leer:
"Canción de la Verdad".
« Última modificación: 06 de Febrero de 2014, 12:23:33 am por DRACON »
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #8 en: 22 de Febrero de 2014, 08:39:05 am »
Más Allá del Tiempo y el Espacio: Índice

El joven miró a Meloetta, no entendía a que se debía lo ocurrido, pero esta, al observar los nuevos textos aparecidos en el cuaderno, se asombro aún más que el propio joven. De nuevo, se miraron, aún más sorprendidos. A ninguno de los dos le había llegado a pasar algo, pero al observar su entorno, descubrieron atónitos que no había nadie a su alrededor; nadie, ni un Pokémon, ni un humano; ¡ni un simple insecto!
La situación se volvió más extraña incluso, ya no soplaba el viento, no se llegaba a oír un murmullo. . . hasta parecía, que todo color se empezaba a difuminar. Era, muy extraño, demasiado; ¿era tal el poder que albergaba ese pequeño cuaderno? ¿Se debería al poder de la clave de sol, o al efecto que causaba esta sobre el nombrado objeto?

Cuando ya todo era de un blanco uniforme, y reinaba la más absoluta de las paces, de la nada en la que se encontraban, surgieron dos luces, una de un tono añil y otra de un rojo apagado. Giraban al rededor del joven y de la ninfa, lentamente; como si los observaran. Ambas luces se pararon en frente de ambos, un poco más cerca de la ninfa siendo sincero. Y empezaron a aumentar de tamaño, muy rápidamente. Parecían tomar forma humana, la de tono añil parecía imitar la constitución de un hombre, mientras que la rosada la de una mujer, la estatura de estos no era muy superior a la de Dracon, si no más bien igual.

Sus rostros ya empezaban a ser visibles el añil poseía las fracciones de un joven de unos quince años, no mucho mayor; de los ojos de éste partían dulzura y alegría. En cambio de los de la joven, de unos catorce años, surgían bondad y serenidad.
Dracon y Meloetta no sabían como reaccionar, es más; no imaginaban siquiera tal posibilidad. Observaban impotentes como se había consolidado los rasgos humanos de ambos seres.

Pestañearon por primera vez, entonces, la la azul se abalanzó sobre la inmóvil Meloetta. Pero no le estaba causando daños, ni siquiera la apretaba fuertemente, sólo la abrazaba. La luz rojiza elvó la voz, y dijo mientras se llevaba una mano al rostro:
- P-P. . . perdona a mi hermano, p-por favor.
Le tendió la mano a la luz añil, y sin mirarlo directamente lo levantó.
Aumentando, aún más, el asombro de la ninfa y el joven la luz rosada comenzó a decir:
- Te preguntaras quien somos, ¿no? Entiendo que te propongas tal cuestión y el por qué de esta, pero te pediré que se lo preguntes a tu pequeña acompañante - Meloetta miró extrañada a la joven, que al ver su rostro, sonrió y retomó o que se encontraba diciendo-. ¿Por dónde empezar? 
- ¡Que somos tus antepasados y yatá!- interrumpió bruscamente y sollozando el joven.
Dracon miró exaltado a la joven que tras cerrar lo ojos, transmitiendo así la vergüenza ajena que sentía, continuó:
- Si conoces la Leyenda de la Estrofa de Meloetta (Prólogo) sabrás que dos jóvenes acompañaron a la ninfa hasta esta región, Silfidy, y ayudaron a construir el templo, vale, eses somos nosotros, más bien somos los recuerdos de Meloetta, que fueron transformados en Claves de Sol para ser guardados por separado y que hubiese mayor seguridad, pero en esta historia nosotros solo actuaremos como almas traídas del "Más allá"  para narrar esta historia, somos simples marionetas - dijo con una sonrisa por la tristeza inundada.

-Adiós Meloetta - dijeron ambos entre lágrimas y desapareciendo formando infinitos puntos de luz.
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #9 en: 02 de Marzo de 2014, 12:06:16 pm »
8 ~ Y ahora, ¿qué?

Dracon y Meloetta abrieron los ojos, ¿lo que habían observado era una ilusión, un sueño, la más pura de las realidades? Estas, y muchas otras preguntas atacaban cual misiles la mente del joven, ¿por qué debía acompañar él a Meloetta si se veía que cualquiera de los dos jóvenes  la necesitaba y la quería mucho más que él?
La ninfa también estaba preocupada, ¿quiénes eran esas "personas"? ¿Qué había hecho antes de perder la memoria? ¿A qué se debía su amnesia?

Se miraron, sonriendo, pero no realmente, si no, ocultando bajo sus dulces rostros la incertidumbre. Entonces, Dracon, intuyendo que la ninfa pensaba buscó el cuaderno, lo encontró, el misterioso cuaderno que tan raras sensaciones le producía a ambos. Busco nuevo escritos, pero solo llegó a encontrar lo que anteriormente había visto, El Índice, en el se hallaba escrito, al igual que antes, "Canción de la Verdad". Pero no indicaba ninguna página, ni el cuaderno llegaba a estar numerado, habría podido resultar extraño, pero en esa situación, dicha palabra tenía un confuso significado.

Dracon, se agarró fuertemente los pelos, pero sin tirar de ellos; intentando relajar la gran tensión que sobre él, no, sobre ellos se cernía. A la vez cerró los ojos, quería alejarse de la realidad, o lo que quisiese que fuese en lo que había estado sumido de su nacimiento, ahora ya nada era seguro, nada era fiable, ¿qué era real? ¿Qué era una ilusión? ¿Legaba a existir su existencia? Su respiración se volvió profunda, no se aceleró, solo se hizo mayor; más profunda; esto se debía a que la tensión era elevada, insoportable; infinita. Estuvo así un buen rato, mucho, demasiado. . . hasta que una idea consiguió brillar entre las demás; cogió a Meloetta por debajo de los brazos, y sin romper el de sus ojos sello, la elevó a la vez que él se levantaba; inclinó la cabeza y sonrió a la vez que abría las de su cara ventanas. Permaneció así unos instantes, observando a la ninfa, que estaba sollozando, a poco de romper a llorar; amplió su sonrisa y le susurró dulcemente, sin prisa, con amor:
- No pasa nada, estoy aquí. Estamos unidos, es así, no hay forma de cambiarlo, formamos parte de un puzzle de infinitas piezas - miró al cielo, y tras un suspiro, prosigió-, en la que solo reconocemos dos, pero estas deben mantenerse unidas pese a eso, ¿no?
La ninfa le transmitió a Dracon la aceptación de sus palabras devolviéndole todas sus bellas sonrisas con la más bella que el joven había, ha, habrá llegado a ver.
Dracon se acercó a la ninfa y le susurró:
-Por favor, prométeme que no llorará jamás, prométemelo, no quiero soportar nunca más tal cantidad de sufrimiento.
Meloetta sonrió en señal de afirmación, esa sería la promesa que durante toda su existencia debería cumplir.
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #10 en: 15 de Marzo de 2014, 11:39:38 am »
9 ~ Pensamientos celestes. . .

La Ninfa se lo había jurado, no volvería a llorar, sería el primero de los Mandamientos entre los dos establecidos.
Dracon estaba pasando a tener un sentimiento familiar con la ninfa la cuidaba como si fuese su hermana, quería protegerla, la idea de que le hiciesen daño le era imposible de aceptar, le rompía el corazón.
¿Pero era buena esa sobreprotección, no era esa dulce solista un Pokémon? No, eso era inconcebible para Dracon, al  fin y al cabo, si algunos animales de bellota son más inteligentes que algunos seres de la raza humana bajo efecto hormonal, y fuera de éste, ¿porque no iba a poseer tan bello ser una inteligencia superior a la de algunos de la raza del joven?
Era curioso, ese amor fraternal que se había forjado entre ambos no era lógico, carecía de razón, pero como todo sentimiento, no tiene por que tenerla.


Si volvemos al desarrollo de la historia oleremos el mar, cierta ciudad ya se hallaba cerca.
Meloetta estaba cantando mientras Dracon silbaba ayudado de una hoja de roble, dulces melodías salían de la de ambos fusión; mientras, los zorrillos jugaban (XD), mezclando ilusiones y llamas en una dulce danza.
Pero todo esto fue interrumpido por un imponente ruido, un avión se disponía a aterrizar; los cuatro se sentaron en la hierba y vieron la descarga, de la voladora estructura, salían centenares de objetos de otras regiones traídos de diversas y lejanas regiones. También había Pokémon, el que parecía ser el capitán, poseía un imponente Swanna. Tanto el Pokémon como el entrenador miraron al joven, que estaba comiendo un bocadillo de chorizo y queso, y a sus Pokémon, sobre todo a al ígneo zorro que intentaba quitarle el bocata el muy capullo.
- Aquí lo de que si se cruza la mirada de dos entrenadores hay que combatir se lo pasan por el conejo, ¿no?- dijo el joven tras haber cedido una parte de su suculento manjar al fenec.
Una vez el entrenador del bello cisne fue hacia el aeropuerto acompañado de su Pokémon, salieron dos personas del avión, una era azafata, rubia de ojos azules, con el pelo suelo y una fina trenza cayéndole de lado; la verdad, es que era bastante agradable para la vista. Había un joven, parecía ser copiloto, era alto y esbelto, tenía el pelo corto, de una tonalidad castaña; llevaba una gorra de aviación, su piel era clara.

Éstos, si prestaron atención al joven y a sus compañero, es más le retaron a un combate doble.
La  joven lanzo al combate a una dulce Togekiss, mientras que el joven optó por un fiero Honchkrow. Dracon decidió que combatirían los dos zorrillos e iba a dejar descansar a la Ninfa, por no abusar, más que nada.
Las ganas de luchar se sentían, el combate inminente. . .
Ambos rivales e elevaron casi sin dar tiempo a comenzar el combate, pensando que obtendría así ventaja, pero estaban muy equivocados. Una vez habían ascendido, Zorua usó Malicioso, disminuyendo la defensa de ambos. Por miedo a ver sus defensivas estadísticas demasiado bajas como para continuar, atacaron velozmente, casi a la desesperada. . . craso error. Fennekin detuvo su ataque usando aullido, lo que no solo frenó el ataque de las aves, si no que aumentó su propio ataque. Aprovechando la incertidumbre, el ígneo zorro atacó con una veloz Nitrocarga que remató al imponente cuervo. Mientras tanto, Zorua sorprendió a Togekiss con Finta, no bastó para debilitarle, solo para que cayese al suelo y pudiese sufrir una, aún más, veloz Nitrocarga.

« Última modificación: 26 de Abril de 2014, 10:04:05 am por Alpha Dracon »
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #11 en: 17 de Abril de 2014, 03:17:59 am »
Me gustaría pedir disculpas por no haber escrito en un mes entero, si aún hay alguien que lea ésto, espero que lo disfrute du^_^ub



10~Adentrándose en la ciudad del agua

Dracon volvía a estar sumido en los confines de la imaginación humana, estaba observando las bellas piedras que le habían otorgado los tripulantes de la nave por su victoria, eran muy bonitas, una brillaba a la luz del sol, aumentando, aún más, la claridad que este producía. En cambio, la otra, proyectaba una sombra casi opaca, negra como la noche más oscura del invierno.
Eran polos opuestos, pero se complementaban entre si, en el instante que este pensamiento rozó la amente del joven, miró a los zorrillos, que seguían en su dulce e infinito juego. Siguió observándolos, viendo como jugaban, sin darse cuenta de que ya se encontraba en Ciudad Marimina, concretamente, en el amplio puerto deportivo. Se agachó y colocó la Piedra Día en el cuello de Zorua y la Piedra Noche en el de Fennekin, de forma que cada uno llevase la piedra que concordaría con la del otro, simbolizando la unión de su amistad.

Pero cuando el joven levantó la cabeza, sintió algo frío caer sobre su brillante cabellera rubia, sin duda era esa substancia, ese olor, ese tono blanquecino, lo asqueroso que era sobre el cuerpo y lo sabroso que podía llegar a ser. . . era helado de vainilla.
El joven resopló, una vez, dos, otra, también una tercera manteniendo los ojos cerrados relajarse, pero no aguantaba más, los abrió. Allí sólo había otra persona además de él, un joven de pelo blanquecino con las manos en posición de rezo y los ojos cerrados, intentando pedirle perdón. . . pero de poco le sirvió. Dracon se abalanzó  sobre él y empezó a arañarle cual león hambriento hacia una indefensa gacela con una pata rota. Cuando recobró la razón, vio que el niño estaba sangrando e inconsciente, se había pasado.

Lo subió a su espalda y lo llevó al centro de salud, era poco probable que pudiese desplazarse sólo. Una vez llegaron al recinto, Dracon informó a la chica de que "había encontrado" al niño inconsciente y sangrando en medio de la acera.
Mientras esperaba, Dracon, observó al niño, estaba preocupado, ¿y si le había fracturado algún hueso? ¿Se le habría infectado el corte? . . . debería haber superado su obsesión por su pelo. . .
Pero mientras él se desesperaba pensando en que le podía haber causado al joven, éste empezaba a recuperar la consciencia.
- Ehm. . . ¿dónde estoy?
Dracon le contó lo sucedido después de que su herida fuese desinfectada y cubierta con algo parecido al esparadrapo.
- Y me has pegado por lo de la vainilla o es que me odias por algo que desconozco.
- La vainilla, no soporto que me toquen el pelo y menos aún que me lo manchen.
- ¿Por?
Dracon negó con la cabeza, indicando que deseaba cambiar de tema.

El joven lo llevó a un cabo donde se erguía una gran torre de aspecto antiguo.  Dracon se quedo observando la construcción y sacó a Meloetta para que la viese. Una vez el trío llegó a la entrada el chico de pelo blanquecino comenzó a hablar:
- Está es la torre de las mareas, hecha única y exclusivamente por piedras marinas en la Etapa de la Salvación, y según antiguas escrituras, para guiar a los barcos amigos y hacer que los enemigos chocasen contra las rocas.
Se dice que para tal causa se usaba un arcaico poder infinito. Pero actualmente se desconoce su paradero, parece que hubiese estado durmiendo los últimos siglos - cuando el joven dijo esto, Dracon y Meloetta se miraron era posible que estuviesen a punto de descubrir algo importante acerca de la ninfa. . .
« Última modificación: 26 de Abril de 2014, 10:04:56 am por Alpha Dracon »
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #12 en: 14 de Julio de 2014, 12:39:49 pm »
11 ~ Cristal de Sal

Era mediodía, el sol se reflejaba en la punta de la torre, que ejercía de prisma y llevaba a sus alrededores unos bellos tonos azules que creaban una preciosa aura submarina, Dracon sonrió y dejó nadar sus pensamientos entre esos tonos azulizos.
Entonces miró fijamente al niño de pelo blanquecino y le preguntó su nombre.
- ¿El mío? Puedes llamarme TotoMon.
- Vale, TotoMon, ¿dónde está la entrada a la torre?
Estuvo unos instantes en silencio, mirando el cielo despejado de julio, pensativo.
- No existe, no en este instante. Sólo es accesible mediante el uso de la Piedra de Sal.
- Mmm - el chico se quedó pensativo, mirando al suelo con car de indecisión, estuvo así un rato, pero, luego; levantó la mirada y decidido, se dirigió al joven-. . . Te lo diré si me ganas es un combate.

Dracon, en silencio, miró hacia Meloetta y afirmó con la cabeza. La ninfa lo entendió y se colocó delante de él, dispuesta a combatir.
-Combatir contra Meloetta ah, ah - el chico comenzó a mover fuertemente las piernas, llegando a un punto en el que parecía patear el suelo. Permaneció así un instante y dió un gran salto en el que extendió completamente brazos y piernas a la vez que decía -. ¡Cómo mola! - y llevándose las manos a la riñonera, exclamó- ¡Adelante Totodile!

-Meloetta, free style.

Meloetta, pese a poder actuar de la manera que quisiese, decidió ir a lo seguro, comenzó a cantar, suave y armónicamente, durmiendo con sus tan cálidos tonos al rival, había usado Canto. Totomon vociferaba, impotente, esperando que su Pokémon respondiese a alguno de sus gritos, pero no surtió efecto. Meloetta, al ver la desfavorable situación de su rival sonrió, a la vez que sus ojos comenzaban a tomar un tono marrón, una vez estos cambiaron completamente de color cantó de nuevo con gran potencia. Sus notas tomaban forma al entrar en contacto con el aire y se iban agrupando en un bello pentagrama cuando este rozó al dormido Totodile lo lanzó con una potencia inconmensurable hacia la torre, esta, en definitiva, debilitado, es más la suerte se hallaba de su lado si no se había fracturado ningún hueso.

-Meloetta. . . ¿no te habrás pasado un poquito? - dijo Dracon a la vez que meneaba la cabeza y sonreía – Ayúdale a levantarse, venga.

Ambos se acercaron al Pokémon, que ya estaba en los brezos de Totomon que no paraba de preguntar a Dracon como había conseguido que la ninfa obtuviese tal poder, era en verdad un gran misterio. Pero Dracon no oía los, cada vez más altos, gritos de Totomon, si no que toda su atención recaía en la torre, la potente explosión que había lanzado al pequeño cocodrilo hacia ella no parecía haber causado desperfectos, ni una grieta, la obtención del Cristal de Sal, posiblemente le resultara bastante útil.
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Re:La canción de Meloetta [Fan Fic]
« Respuesta #13 en: 15 de Agosto de 2014, 06:20:42 am »
12 ~ Adentrándose en el Hogar del Mar

Dracon apresuraba su paso, TotoMon, su único guía en la ciudad corría demasiado y dado el tamaño de la metrópolis, sin él se perdería rápidamente. TotoMon había girado a la derecha Dracon ya no lo veía, podría ser un problema, pero no, no lo fue. Frente a él se erguía el Hogar del Mar, acuario y Gimnasio de Ciudad Mirimina (a partir de ahora pondré nombres pronunciables, disculpen las molestias; pueden seguir leyendo).
TotoMon se encontraba en la entrada del edificio, Dracon supuso que lo esperaba, así que fue a su encuentro, luego pasaron a dentro.

Lo primero que vieron fue un largo corredor curvo, amano derecha había una enorme pared, tras la que se encontraban las salas de exposición; además estaban decoradas por imágenes relacionadas con el mar, una de las que más llamó la atención fue la de un Beartic nadando hacia a un Chubcho aislado en un pequeño bloque de hielo a la deriva. Pero la más bella, fue, sin lugar a dudas la sacada por debajo a un Lumineon en los lechos abisales, que hacía que el Pokémon desprendiese luces con brillos similares al del Arco Iris, inundando la oscuridad que le rodeaba.

La otra pared tenía forma de arco y de un tono azul marino que daba a un jardín exterior, TotoMon guió a Dracon hasta ese jardín.
- Dracon, Meloetta; este jardín reúne una gran cantidad de especies del Mare Tempestate, nuestro mar, aquí habitan numerosos Pokémon de Tipo Planta y Bicho - dijo TotoMon.
En verdad, había muchos Pokémon, a Dracon le sorprendió un grupo de Ledians, que se aprupaban en círculo con uno de los sullos en el centro, ¿qué estarían haciendo? Se oían gritos, tanto del que estaba en el centro como lo de los otros, caía hacia el suelo mucho líquido, pese a que el que se encontraba en el centro intentaba que no fuese así. . . TotoMon se acercó, quería asegurarse de que era lo que pensaba. . .en efecto, un Ledian se estaba desangrando, tenía restos de telarañas y heridas infectadas, un Ariados lo había atacado. El joven de pelo blanco llamó a uno de los cuidadores del jardín, este se lo llevó, TotoMon lo acompañó, se había preocupado; mientras, Dracon se quedó pensativo.
- ¿Son en verdad los Pokémon violentos? ¿Siguen su instinto como los animales o tienen capacidad de razonamiento como los humanos? ¿Tienen sentimientos? ¿Comparten todos unas características mentales similares? - las preguntas no paraban de asolar su mente, ¿sería Meloetta como el resto?

TotoMon regresó pasado un rato, habían dejado al Ledian vigilado en el centro de cuidados de Pokémon, se dirigieron a unas escaleras de caracol que llevaban a un lugar subterráneo, la expectación que causó la sala en Dracon fue mayúscula.
- ¡El Gabinete del Capitán Nemo! - exclamó al instante el joven.
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