Lo somos.
Somos marcas, y quien se niegue a creerlo tiene un problema, todos nos promocionamos de una manera u otra, todos contamos con una carcasa para personalizarla a nuestro gusto, todos tenemos una masa dentro, unos componentes que la conforman, y son esos ingredientes los que definen quién eres, cómo, y por qué. Una vez que las carcasas se rompen (porque lo acaban haciendo) lo único con lo que podrás contar es con esa masa única e irremplazable.
Es sencillo, tú mismo puedes decidir si comprarme o no comprarme, puedes intentar cambiar mis ingredientes, y puedes ser un comprador asiduo o uno ocasional. Si sólo cuentas con tu carcasa para venderte, entonces estarás vendiendo aire y tus compradores, por muy fan de ti que sean, se acabarán dando cuenta de quién eres y dejarán de ser un cliente. Si cambias tu composición puede que no a todos les guste y tengas que dirigirte a otro tipo de público. Amplíate.
Más o menos el concepto del texto lo he sacado de un vídeo de la vlogger sarablanc0