Autor Tema: [Relato] La vida de Shenna  (Leído 1129 veces)

0 Usuarios y 1 Visitante están viendo este tema.

DJ-Xigu

  • Pokéxperto Alpha
  • ***
  • Mensajes: 7644
  • Karma: +41/-11
  • XiguDJ ♥ Like y Fav's en Youtube
    • Ver Perfil
    • datebest.net - visit website and win smartphone!
    • Email
  • FC - 3DS: 4597-0130-4666

  • Total Badges: 48
    Badges: (View All)
    Décimo aniversario Noveno aniversario Octavo aniversario
[Relato] La vida de Shenna
« en: 15 de Noviembre de 2012, 04:16:07 am »
Mi entrada en ese lugar fue algo indescriptible, había más como yo dentro de jaulas llorando, todos hablaban de mi al llegar, era algo insoportable.. Muchos estaban llorando, otros felices y alguno que otro se había vuelto loco por estar tanto tiempo enjaulado, y por fin mi suerte estaba echada, fui abandonada en aquel lugar, cuyo nombre le pusieron los humanos, o eso creo, 'perrera'.

Caminé lentamente con dos humanos a mi lado, por unos pasillos muy estrechos, las luces de aquel lugar lo hacían un sitio escalofriante.. Mientras iba caminando sentí que me pasarían cosas realmente malas, pero no quise pensar en ellas y de pronto.. Las puertas se abrieron, me senté en el suelo porque no quería avanzar más y uno de los humanos me pegó una patada para que siguiera caminando... Con la cola entre las patas, me levanté aullando de dolor y sufrimiento para seguir caminando, fue entonces cuando comprendí que ese temible lugar sería mi nueva casa.

Más tarde, me llevaron dentro de una jaula, me moví bastante para que no me metieran allí, pero todo cuanto hice, fue en vano.. Cuando pensaba que todo estaba perdido, vi a mi ama, que llegó por la puerta central. Moví mi cola de emoción y ladré un poco, pensando que me sacaría de ese lugar, donde antes ella misma me había metido, no entendía por qué había ido a parar allí, no era tan vieja o al menos eso creía...

Poco a poco trató mi ama de tranquilizarme, asomando sus dedos de la mano por los barrotes de la jaula, y lo logró, porque era quien podía calmar a éste pobre animal de cualquier angustia. Entonces fue cuando se marchó, y me dije a mi misma 'no te preocupes Shenna, sabes que tu amo volverá a por ti'.. Recuerdo que antes cuando estuve adentro, vi a muchos de mis hermanos perros, muy angustiados, y a otros que indiferentes solo miraban y entre ellos se decían: Mira, uno más que vienen a abandona", Te equivocas, a mí no me van a abandonar. Mi ama volverá por mí, el así me lo prometió y nunca me ha fallado, y para que vean que los quiere ayudar, le voy a pedir que saque de aquí también a muchos de ustedes para que vean lo buena y noble que es ella.'

Entonces fue, cuando interrumpieron esa conversación los humanos, abriendo mi jaula, sacándome a patadas de ella y atándome una soga en el cuello con mucha presión.. Apenas podía respirar, estaba confusa, '¿qué pasaba ahora?', los demás perros del lugar me miraban riéndose y diciendo, '¿ves? Ahora te van a sacrificar, no vale nada un perro tan viejo como tú'. Cayeron lágrimas de mis ojos, '¿éste es mi final?, ¿dónde está mi ama?', no entendía nada de lo que estaba pasando..

Mientras me llevaban a un lugar que yo desconocía, aullaba con el fin de que mi ama me escuchara, había estado hace tan poco tiempo mirándome que no creía que se hubiese ido para siempre.. 'Te busqué ama, ¡te busqué! Pero no viniste jamás de nuevo.' Pasaron los minutos, las horas, los días, como una lenta agonía que poco a poco me hacía perder la esperanza de volver contigo, pero necesitaba verte, aunque solamente fuera una vez más, y eso, me mantenía con vida.

En esos días miles de recuerdos se agolparon en mi mente, me vi desde cachorro, cuando tú, mi querida ama, me rescataste de ese lugar frío y sucio en donde por ultima vez vi a mi madre, a la que casi no recuerdo. Me llevaste a tu casa, donde todos me recibieron con mucho cariño, ¡hasta me subían a las camas! Y así fui creciendo rodeado de mi familia, y conocí contigo la lealtad y la felicidad de tu compañía.

Recuerdo que después, cuando crecí un poco, no me permitían ya la entrada a la casa, seguro que tenían miedo de darme una patada sin darse cuenta, hasta con eso demostraban el gran amor que me tenían, y que siempre guardaré en mi corazón. Recuerdo también una noche, todo el mundo gritaba mi nombre, yo no entendía muy bien lo que pasaba, pero entonces llegaste tú y me dijiste: 'Tranquila Shenna, nunca te voy a abandonar, pase lo que pase te lo prometo.' Y yo, con meneos de cola, agradecí tus palabras, aunque no lograba comprender que era eso que ustedes los amos llaman 'abandono', cuando lo supe, amo, sufrí intensamente sin verte, sin percibir tu presencia que me hacía tan feliz, sin sentir tus caricias sobre mi cabeza, ahora tan dolida por tantas mordidas que he recibido de mis hermanos, que al igual que yo, están tan angustiados porque nadie viene por ellos.

De pronto, mis pensamientos fueron interrumpidos, un señor, al que todos los demás le temían, llegó al lugar donde me encontraba, con un extraño aparato en la mano, sonriendo mirándonos a todos lentamente... Después, todo se quedó en silencio, todos nos mirábamos atemorizados, sin saber cual sería el siguiente pero seguros de que a cada uno de nosotros le llegaría el turno..

En aquel momento, el señor, sacó a unos cuantos perros del lugar, nunca volvíamos a ver a todos aquellos que salían... '¿Qué pasaba con ellos?' No lo sabíamos, pero mi instinto me decía que no era nada bueno y me aterraba que llegara ese momento.

De repente, aquel señor me señaló, era mi turno, fui arrastrada a un cuarto frío y oscuro, cando me metieron, había muchos hermanos míos, y aullando, unos trataban de salir por esa pequeña puerta que fue bruscamente cerrada cuando yo entré. De pronto, de mi cuerpo se apodero un pánico que nunca antes había sentido y comencé a aullar, el pánico se apoderó de mi cuerpo sin saber por qué..

Me empezó a faltar el aire, mi corazón latía rápidamente, la orina se escurría entre mis piernas sin que yo pudiera evitarlo. De mi hocico, salía una gran cantidad de espuma, mis piernas se quedaban sin fuerzas y yo caí al suelo, notaba como si me mareara y, poco a poco fui sintiendo como dejaba éste mundo, donde había compartido tan buenas cosas con mi amo.. Y entonces fue cuando, pude levantarme, salí como pude, lentamente caminando por la sala, no había salida alguna, pero sí un pequeño hueco donde me pareció que estaría más segura, me metí allí,.. Todo era dolor, dolor y sufrimiento, los demás perros, estaban ya muertos.. Pero yo me encerré en aquel agujero con la esperanza de que tú, mi preciada ama, volvieras a por mi..

Al final, vi mi cuerpo, tirado en el suelo, '¿he muerto?', pensé.. Todo cuanto veía estaba frío, sin vida, yo.. Desde aquí arriba pensé que mi ama estaría sufriendo por mi y que no sabía de verdad donde me había llevado..

Hoy en día, desde un lugar donde, aún no comprendo muy bien cual es.. Mando un mensaje a todos los amos y a sus respectivos animales, 'nunca debéis abandonarlos, llevarlos a una perrera o no hacerles más caso porque se hagan mayores. Y a ti, mi querida ama, yo siempre te seguiré queriendo como el primer día...'

Basada en hechos reales.