Autor Tema: [FanFic] Yago MataMagikarps  (Leído 1136 veces)

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Shruikan

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[FanFic] Yago MataMagikarps
« en: 09 de Diciembre de 2012, 05:55:51 am »
Bueno pues estoy escribiendo un fanfic de pokemon, espero que os guste! Llevo unos pocos capitulos hechos asique iré subiendo uno por semana o dos, depende del tiempo que tenga. Y comentar en este mismo tema.

Este primer post lo guardo para en el futuro recopilar los caps en spoilers...




Shruikan

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Re:[FanFic] Yago MataMagikarps
« Respuesta #1 en: 09 de Diciembre de 2012, 05:59:06 am »
Introducción

Ayer, 24 de marzo, fue mi cumpleaños, finalmente ya tengo 10 años. Estoy deseando que llegue el verano para ir de aventuras con mis pokemon, ya que estamos en pleno curso escolar y no me puedo saltar las las clases. Las notas me van bien, asique no repetiré curso, con lo cual habré terminado la educación primaria. Despues de eso tenemos la opción de seguir estudiando, por lo tanto solo tener las vacaciones para irse de viaje, o dedicarnos exclusivamente a los pokemon.

Yo estoy decidido a irme a ver mundo, pero mi mama no me deja, dice que soy muy pequeño y que debo estudiar unos años más. Muy pocos son los padres que permiten a sus hijos irse con 10 años, y los niños que lo consiguieron son ahora famosos entrenadores y lideres de gimnasio, como Ahs, Erika, Lance...

Cuando cumplimos 15 años, ya sí que acabamos la educación básica, es entonces cuando realmente decidimos a qué nos queremos dedicar de mayores, y depende de lo que sea, se realizan diferentes cursos superiores. Esto significa que tengo que esperar 5 años más si quiero dedicarme a ser entrenador, pero yo no puedo esperar tanto tiempo...


Cap 1- ¡Hazte con todos!

”Voy a capturar un dratini, y lo hare evolucionar a dragonite!!, no, mejor un kangaskan, o... un tauros, y así podre montarlo y participar en las carreras, voy a capturarlos a todos!”-  Yago acaba de cumplir 10 años, y como todo niño, su sueño es ser maestro pokemon, pero para ello primero tiene que capturar a su primer pokemon.

El pequeño soñador caminaba ensimismado por la ruta, mas pendiente de lo que hará con su posible futuro pidgeot, que de lo que ocurre a su alrededor. Acompañado únicamente por su travieso, pero fiel mankey se internan en la hierva alta, a lo lejos han divisado una manada de tauros -”mierda, son enormes, ¿estás seguro de que podras con alguno de ellos mankey?- el mono asiente excitado, le brillan los ojos, no puede evitar dar saltitos.

La pareja se acerca sigilosamente a la manada, evitando ser descubiertos, arrastrandose por la hierva, y se esconden detras de una gran roca. - “Bien mankey, este es el plan, esperaremos a que se vallan, y cuando empiezen a moverse, le tiramos una piedra a uno, y así, pues se vendrá hacia aquí mientras los demas se alejan, y entonces tu le das una paliza”- mankey sonrie felizmente y los dos se acomodan detrás de la roca, al acecho de su presa.

El tiempo pasa y los tauros siguen pastando, un nidoran macho aparece de entre la hierva delante de Yago, se miran fijamente, nidoran macho huye. Yago no le da importancia, su objetivo es tauros.

Más adelante observan como se agita la hierva, y se va acercando cada vez más a ellos, mankey está alerta, se mantienen en silencio. Aparece ekans, y este se sobresalta, no esperaba encontrarse con nadie, mankey esta dispuesto a pelear, pero Yago piensa que no es el momento, llamarían la atención y los tauros huirían, por lo que dejan pasar a ekans.

Mientras esperan detras de la roca ven a una bandada de pidgeys volar sobre ellos, y a pesar de su fuerte deseo de tirarles piedras, Yago se controla, “todo esto lo hago por tauros..” piensa el chico. A lo lejos ven varios exeggcute rodando por el campo, montones de nidorans e incluso a un distraido chansey que canturreaba alegremente por la pradera.

Ya llevan toda la tarde fuera, y  el sol empieza a ponerse por el horizonte, mankey ha llegado a tal punto de aburrimiento que reclama a su dueño meterse en la pokeball, pero Yago no le hace caso, a visto algo un poco más allá.

- Bien, iremos a por eso, sea lo que sea, no pienso volver con las manos vacías...- Yago se asoma una vez más por la roca, se asegura de que los tauros siguen ahí, y se aleja hacia su nuevo objetivo.
 
A medida que se acercan aprecían como la hierva se agita intensamente, la pareja ilusionada corre hacia el lugar. -”Mierda es un nidoran, va, da igual! Vamos mankey!”- el nidoran se da cuenta de sus perseguidores y sale corriendo. Yago se apresura - “Mankey patada baja!!”- Mankey se adelanta y golpea a nidoran, éste consigue esquivar por poco el ataque, pero tropieza y rueda por el suelo.-” Mira Mankey. ¡es azul!, es un nidoran azul!, Vamos, usa arañazo! “- Mankey ataca, pero nidoran consigue esquivarlo, y sale corriendo en dirección contraria, Yago se da la vuelta para perseguirle, y entonces se da cuenta de que los tauros se están desplazando -“no, no, no.. Tauros...”- Tras la distracción Yago ha perdido de vista a nidoran, por un momento se queda quieto de pie, impotente, pero vuelve la mirada a los tauros y sale corriendo hacia ellos. Los Tauros se alejan, pero Yago no se para, y deja escapar un grito de rabia.

Decide cambiar de estrategia, mira al suelo y busca piedras, coje todas las que puede y las lanza con furia hacia la manada, mankey le imita, contento de tener algo que hacer. Cuando antes habían sido todo lo silenciosos que pudieron, ahora no se preocupaban de nada y gritaban maldiciones a la vez que lanzaban las piedras, más por diversión que por otra cosa. Algunas piedras alcanzan a la manada y los tauros se enfurecen y deciden perseguirlos.

Yago sale corriendo en cuanto ve que algo va mal con los tauros, consciente del peligro que corren, pero tuvo que volver atrás ya que mankey seguía tirandoles piedras -” Mankey!!”- mankey se da la vuelta, se le borra la sonrisa de la cara al ver la preocupación de Yago, y salta a sus brazos, ahora sí, corren juntos, perseguidos por una gran manada de tauros.

La luz del sol se ha ido, no pueden ver con claridad lo que tienen delante, pero eso no supone un obstáculo para correr como nunca han corrido. Yago se lanza a un lado, cambiando el rumbo, y pareze que funciona, porque los tauros pasan corriendo delante de él. Aliviado se tira al suelo, respira entrecortadamente, y suelta una carcajada- Por poco e, mankey? Casi nos matamos,... Mankey? Mankey!!!- Yago se incorpora, ahora comprende porque los tauros han pasado de largo de él, Mankey no cambió de sentido como su amo.

Corre en la dirección por la que fueron los tauros, parece que ya se han calmando porque los ve dispersos por la zona. Grita el nombre de mankey, buscándolo entre la oscuridad. Finalmente lo encuentra, yaciendo en el suelo, lleno de heridas- “mierda Mankey, te has debilitado...”- Yago coje a mankey en brazos, y este se queja con un gritito debil- “te has roto un brazo..., ven vuelve a tu pokeball”- antes de eso mankey señala con la mirada hacia un lado, allí donde yace un tauros-” Mankey... lo has derrotado, para mi, gracias... mira lo capturaré, y sereis amigos, cuando te pongas bien montaras encima suya...”- Yago, sin soltar a mankey, saca una pokeball de su bolsillo, apreta el botón, y ésta se hace grande- “esto va por ti mankey”- no puede evitar que se le escapen unas lagrimas, y tiene que secárselas con la manga.

Yago se dispone a lanzar la pokeball, pero un instante antes algo sale volando hacia ellos, y choca contra el tauros que tan dificil había sido de debilitar, por el cual mankey se había incluso roto un brazo al haber sido embestido por toda un manada de tauros, e inmediatamente después un resplendor rojo ilumina la zona, y tauros desaparece, estando en su lugar, una pokeball.

- ¿Qué..? ¿De dónde demonios?

- Bien, Tauros capturado!! - una figura humana aparece de entre la oscridad, no se le aprecia el rostro.
-Eh! Ese Tauros era mío, lo debilitó mi mankey, dámelo ladrón

- Calla niño, bueno... ya he capturado a tauros, es el que más me ha costado, uno más para mi colección.
 
- Eh! Que me lo des...- las lagrimas invaden el rostro de Yago
 
- A mi no me llores mocoso que no te he echo nada, valla con el criajo este...- la figura se marcha en la oscuridad.
 
Yago quiere seguirlo, pero se acuerda de mankey y de todo lo ocurrido, mete a su compañero en la ball, y se desploma incapaz de sostener las lágrimas.

Shruikan

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Re:[FanFic] Yago MataMagikarps
« Respuesta #2 en: 17 de Diciembre de 2012, 12:51:16 am »

Capítulo 2 - Lustig


La luna brillaba intensamente tratando de imponerse sobre un cielo nublado que por el momento le estaba ganando la partida. La poca luz que llegaba servía de guía para Yago, que trataba de orientarse en el vasto territorio, el mismo territorio que tan bien conocía y que parecía haberse transformado durante la noche.

La conmoción del momento le impedía pensar con claridad, “¿Quién era ese tipo? ¿Se me morirá Mankey? ¿Qué le diré a mi padre?, Seguro que ya no me deja entrenar pokemon, despues de todo no he sabido cuidar ni siquiera al mankey que me prestó”, estas eran algunas de las muchas ideas que le invadían. A duras penas consiguió subir una colina, desde donde podía divisiar la brillante ciudad. Debía de haberse alejado bastante mientras buscaba a mankey porque no recordaba haber llegado tan lejos. Yago se animó y se puso en marcha.

Cuando esperaba un viaje de vuelta tranquilo, se encontró con los molestos zubat que aparecían en pequeñas bandadas constantes rodeándole y dejándole algún que otro mordisco. Tropezaba continuamente con los inevitables hoyos de diglet casi invisibles por la ausencia de luz, y siempre  era vigilado bajo la atenta mirada de unos pocos fearows que volaban en círculos a la caza de algún ratata desprevenido. Yago caminaba intranquilo y un poco asustadizo, el sentimiento de culpa le había invadido el alma y se desanimó rápidamente, perdiendo las fuerzas de seguir adelante, planteandose dejarse caer al suelo y no hacer nada. Soltó una maldición en cuanto notó las primeras gotas de lluvia, que en cuestión de segundos le obligaron a salir corriendo tratando de huir de la fuerte lluvia con la misma desesperación que tendría un charmander tratando de mantener la llama viva.

Llegó a la estación de tren, a las afueras de la ciudad, totalmente calado y embarronado. La estación era una instalación cubierta de manera que pudo refugiarse de la lluvia. No tenía dinero para un ticket asi que tuvo que colarse sin pagar.

Se sentó en un banco a esperar el próximo tren y pudo descansar un poco. Presentaba una imagen lamentable, tenía la ropa y el pelo totalmente mojados, encharcaba el suelo allí por donde pasaba, las ropas le pesaban el doble y se le pegaban al cuerpo y lo peor era el airecillo que le helaba hasta los huesos.

-Por Dios, niño que te ha pasado – Un hombre de mediana estatura se había acercado a Yago – estas empapado, toma mi abrigo, pero antes quitate la ropa mojada- Yago hizo lo que le mandaba quitandose la sudadera y despues la camisa, y se puso el enorme abrigo encima, ya se sentía un poco mejor pero no paraba de tiritar – sal charmeleon.

Un charmeleon apareció tras el resplandor rojo que emitía la superball que sostenía aquel amable hombre.  Avivó la llama de su cola y se acercaron a ella a modo de hogera. Se quedaron un rato en silencio, disfrutando del calor que emanaba de la hipnótica llama.

-Me llamo Lustig, quién eres tú pequeño?

-Soy Yago – Tuvo que aclararse la voz antes de hablar, y aun asi le salió débil

-¿Eres de por aqui?- Yago asintió con la cabeza – Ya veo, yo vengo de viaje, ya sabes, a visitar la Zona Safari. ¿Eres entrenador?, entonces tendrás algún pokemon, mira este es mi pequeño charmeleon, nos mantendrá calientes por un rato.

-Tengo un mankey... – La grave y profunda voz del hombre le inspiraba tranquilidad y confianza

- ¿Un mankey? Siempre me han gustado los mankeys, es tuyo?
 
-No, es de mi padre...

-¿Me lo enseñas?

- No puedo... está débil, y se ha roto un brazo- Yago hablaba débilmente con semblante caido, apunto de soltar una lagrimilla.

- Vaya... debe de haber librado un duro combate, ¿o se ha caído de un árbol?, sea lo que sea, mejor que permanezca en su pokeball hasta que lo atiendan en un centro pokemon. ¿Sabes? Me se una magnífica historia acerca de un mankey ¿quieres oirla?

Yago asintió, y escuchó atentamente la historia que el tal Lustig le contaba, ambos acurrucados en torno a charmeleon, que también escuchaba, en medio de aquella estación de tren donde la poca gente que había, estaba dispersa, también esperando al tren, cada uno con sus cosas, en su mundo.

-Nuestra historia tiene lugar en las tierras más allá de las islas espuma, en el continente perdido, donde no habitan humanos y los pokemon no conocen la existencia de éstos, y viven libres en armonía con la naturaleza.

Hace mucho tiempo, cuando el mundo aun era joven y Arceus creó a los pokemon, éstos vivían en comunidades aisladas de su misma especie, es decir, los pikachu convivían con otros pikachu, los pidgies con pidgies, kabutops con kabutops, etc. Evitaban el contacto con otras especies, los consideraban extraños y enemigos. De esta manera, las primeras generaciones se expandieron por el mundo, y pelearon por establecerse en su territorio, desarrollando características y habilidades propias, ya sabes unos escupían fuego, agua, o desarrollaban su fuerza fisica.... Algunos prosperaron y otros pedecieron, desapareciendo para siempre.

Pasó un largo tiempo y todo permanecía mas o menos igual. Pero dentro de la comundad Gengar, descubrieron que tenían habilidades únicas, tales como poseer el cuerpo de otras especies, hacer su cuerpo incorporeo, o dormirles, causándoles terribles pesadillas e ilusiones.

Lo que empezó por simple curiosidad, lo de probar en los demás pokemon sus poderes, acabo en un sentimiento de grandeza y superioridad, que floreció en el deseo de dominar sobre los demas.

– Mira está llegando el tren, vuelve charmeleon, ¿que tal Yago, te sientes mejor?
 
– Si, muchas gracias.
 
– Te está gustando la historia?

– Si, mi padre siempre me contaba muchas historias acerca del continente perdido, siempre me han gustado - Permanecieron en silencio mientras el tren terminaba de parar, y se abrieron las puertas, haciendo el característico sonido de éstas. 
 
-Vamos chico- entraron en el vacío tren, junto con toda la jente que había estado esperando. El tren se puso de nuevo en marcha, en su vagón había dos personas más además de ellos, un jovén que se sentó al fondo, y una mujer bien abrigada con su abrigo de piel y con un gorro que le tapaba toda la cabeza hasta las orejas, se sentó cerca de Yago y Lustig – pues como te iba contando, en los Gengar despertó un interés por someter a los demás...

La mujer se quitó el gorro y dejó al descubierto su larga cabellera azúl, chateaba con el móvil, pero dejo su tarea y permaneció tranquila escuchando la historia.

Shruikan

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Re:[FanFic] Yago MataMagikarps
« Respuesta #3 en: 24 de Diciembre de 2012, 04:52:53 am »
Capitulo 3- Sombras, monos, mentalistas

“El territorio de los Gengar crecía exponencialmente, las tierras por las que pasaban se convertían en tenebrosos bosques de los cuales los pokemon huían, dejándolos inhabitados, a merced de los espectros.

Las distintas especies trataban de defenderse, pero entraban en pánico al ver que sus embistes eran esquivados con tanta facilidad, como si los traspasasen. Este miedo se expandía rapidamente, llenando de terror a los pokemon incluso antes de haberse enfrentado a los Gengar.
Solo unos pocos trataban de hacerles frente, luchando con sus habilidades especiales, lanzando llamaradas o burbujas, pero siempre acababan derrotados, bien porque les invadía el miedo o terminaban confundidos, bien porque la superioridad numérica de los fantasmas era mayor.

Al igual que numerosas especies, la comunidad de los Primeape tuvo que abandonar su territorio, esto les enfurecía enormemente y debido a su naturaleza nerviosa, perdian constantemente el control cegados por su rabia. Y debido a este odio hacia los fantasmas, siempre trataban de enfrentarse a ellos, aun sabiendo que sus ataques no hacían efecto.

Un mankey de la tribu,veía que no tenía sentido la persistente lucha de su pueblo, que su destino era la derrota. Pero su espíritu de lucha le impedía abandonar la misión. Nuestro mankey llegó a la conclusión de que solos nunca lograrían la victoria, y sintió en su interior la necesidad de entablar relación con otras especies pokemon. Nunca antes había surgido este sentimiento en ninguna de las distintas comunidades, siempre había existido un claro distanciamiento entre ellos.

De esta forma fue como tuvo lugar la primera alianza pokemon, que se dio entre premeapes y los kadabra, que eran los únicos que habían resistido el ataque gengar. Sus ataques síquicos eran muy eficaces contra éstos, y también podían recurrir a la teletransportación cuando estaban en problemas.

Fue entonces cuando empezó la verdadera guerra. – No se si sabrás que antiguamente los pokemon eran más poderosos que ahora, más grandes y salvajes. – La guerra destrozaba todo a su paso, allí donde se producía un enfrentamiento el ambiente se volvía raro, los ataques síquicos y espectrales eran más potentes de lo que pue puedas imaginar, distorsionaban la realidad, y aquellos lugares se volvían inhabitables por largos periodos de tiempo.

El poder entre ambos bandos estaba muy igualado. Pronto llegaría la batalla decisiva. Los kadabra habían ido cojiendo confianza y ya no veían a los primeape con los mismos ojos, les parecían inservivles, un estorbo. Pero lo cierto es que necesitaban a los primeape más de lo que pensaban, ha ellos no les afectaba el sueño.

Extraños sueños eran sufridos por los kadabra, veían a gengars riendo malevolamente, enseñando su gran sonrisa en medio de la oscuridad. Esta imagen perturbaba su mente y de alguna manera influía en su comportamiento.

Finalmente ocurió la tragedia, se produjo un motín por parte de los mentalistas y sometieron a los monos a sus poderes síquicos. Primeapes y mankeys cayeron derrotados no pudiendo hacer nada ante ese poder y fueron apartados de la guerra.

Pero aún había esperanza, porque aunque la enemistad había vuelto entre las dos especies, había un grupo, formado por mankeys y kadabras, que no habían dejado de colaborar, todo ello en secreto. Nuestro mankey lideraba el grupo de los suyos, aun no lo daba todo por perdido. Tenían un plan para participar en la esperada batalla final.

El momento llegó. Un gran ejército de kadabras se había reunido, habían llegado de todas partes para participar en el enfrentamiento. Se internaron en los bosques tenebrosos en busca de los gengars, gastlys y haunter. Ya en lo más profundo del bosque, estalló la batalla. Los espectros emitían extraños ruidos mientras peleaban, como si rieran, los kadabra emitían auras de colores dando muestra de su poder. El campo de batalla era un lugar lleno de sombras y luces en movimiento, reinaba el caos. La fortaleza mental kadabra parecía resquebrajarse, estaban ansiosos por destruir todo lo que pareciese un fantasma, y los escurridizos gengar no hacían mas que escabullirse con sus sonrisas, en tono de burla.

Los espectros empezaron a tomar ventaja, los primeros sintomas de confusión se manifestaban en los kadabras, perdiendo el control atacando a los de su especie. Pero lo peor aun estaba por llegar, el ambiente se oscureció de repente, y se volvió muy pesado, algo llegaba de las tinieblas. Un Gengar gigante, el triple de grande que sus hermanos, tan gordo que parecía apunto de estallar, se presentó en mitad de la batalla trayendo la decadencia de sus rivales.

Ni el mismísimo Darkcray podría haber traido tanto horror. Los kadabra caían perturbados por la sonrisa del rey, caían dormidos hipnotizados por sus terribles ojos, produciendoles pesadillas horribles. Grandes ondas expansivas arrasaban con todo, causando el debilitamiento de los kadabra.

Parecía el fin. Pero aún persistía un grupo de kadabras, que avanzaban velozmente hacia el gengar gigante. Lo más extraño es que no caían dormidos, gengar parecía confuso. Los extraños kadabra se transformaron en mankeys y primeapes, la ilusión que los cubría se deshizo, descubriendo su verdadera identidad, esto significaba que los kadabra que les ayudaron estaban siendo debilitados, solo tenían un oportunidad.

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Re:[FanFic] Yago MataMagikarps
« Respuesta #4 en: 12 de Enero de 2013, 01:31:09 am »
Capitulo 4 – Sangre de rey

- Proxima estación, “El zoo”
 
El tren paró, y se abrieron de nuevo las puertas. Entraron tres personas en su vagón, hablaban entre ellos sobre su estancia en el zoo y se sentaron en los asietos libres.

-¿Dónde vas a bajar chico?

-En “Fuerte Geodude”

-Ah, eso es en dos paradas, ¿quieres conocer el final de la historia?

-Si, claro

-Pues vamos a ello...- Lustig se aclaro la gargante y continuo con la historia – Cuando los gengar se dieron cuenta de que solo eran unos insignificantes mankeys se echaron a reir, no se lo podían creer, los persistentes monos se habían metido a la batalla para morir, ¡hasta tal punto les había cegado su rabia...!

Se lanzaron contra el gengar gigante, alzando sus puños y piernas. El rey se quedó mirandolos, riendo a carcajadas, sin moverse del sitio esperando a que llegaran los monos y que traspasaran su incorporeo cuerpo. Mankey, el lider, fue el primero en llegar, y con todas sus fuerzas efectuó un golpe crítico contra el monstruo. Para sorpresa de todos surtió efecto, la risa del rey cesó y aturdido por lo sucedido, vio como llegaban los demas monos, propiciandole sendos ataques, acribillandole por todos lados.Un aura extraña rodeaba a los Mankeys, un “Poder Oculto” los embargaba, un poder que parecía afectar a los fantasmas, un poder con el cual podían derrotarles.

La batalla cambió su curso, ahora los mankeys tambien podían participar directamente y junto a los kadabra restantes hicieron frente a los espectros. El gordo rey, perdió el control, su inmenso poder se manifestaba en grandes explosiones, que detruían el terreno y provocaba incendios a su alrededos. La situación era insostenible, todos iban a morir aquel día.

Mankey buscaba a un kadabra en concreto, este kadabra era el primero que le ofreció su ayuda cuando buscaba aliados, fue el que mantuvo la paz cuando se produjo el conflicto Primeape-Kadabra y permitió una alianza secreta entre ellos, el que le había llevado a la batalla, disfrazando a los suyos con sus ilusiones.

Lo encontró luchando contra un haunter, cuando se deshizo de este se volvió hacia Mankey. Hablaron etre ellos y se dijeron en el idioma pokemon algo asi: “A pesar de nuestras diferencias, de ser pokemon distintos, ha sido bueno haberte conocido y doy por seguro que los pokemon podemos convivr juntos. No me arrepiento de haberte conocido y te considero como un hermano, uno de los míos”

Algo en kadabra surgió de su interior, una extraña sensación placentera que le recorrio todo el cuerpo. Y emitió una luz que iluminó aquel lugar perdido en las tinieblas. Kadabra evolucionó en Alakazam, y más poderoso que nunca se dirigió al incontrolable Gengar.

Mantuvieron un gran enfrentamiento, en el que finalmente Alakazam derrotó a Gengar, que se descompuso en mil sombras y se desvaneció para siempre. Pero esto no fue tarea fácil, Alazazam tuvo que hacer un gran sacrificio, y dio su vida por proteger a los suyos.

Los gengar se dispersaron, los kadabra y mankey regresaron a su hogar, y dieron testimonio de los sucedido. A partir de entonces los pokemon empezaron a tener curiosidad por relacionarse entre ellos y una nueva era empezó, con Mankey como rey pokemon.

Yago estaba asombrado por la historia que acaba de escuchar, pensaba que su mankey podría ser descendiente de aquel gran pokemon. ¡Descendiente de un rey! Pensar que su pequeño mono tenía sangre real... Aunque lo que no podía dudar es que su mankey era realmente valiente, enfrentarse a todos esos tauros era todo un mérito, e incluso derroto a uno. ¡Pobrecito! Lo malherido que había quedado, y lo cruél que fue aquel hombre, robándole su premio. ¿Quien sería? Ojala lo supiera porque desde luego se merece que lo encarcelen, si lo tuviera delante una vez más no dudaría en maltratarlo... Aprovecharse del esfuerzo de su mankey, que descendía de familia real, no tiene perdón.

- ¿Esa historia ocurrió de verdad? - Preguntó Yago, ilusionado por aquella idea, de la supuesta nobleza de su pokemon.

- Por supuesto que ocurrió chico – le contestó sonriendole – Aunque no te lo creas, los cuentos e historias populares, como ésta, esconden muchas verdades. Aunque poco sabemos de aquellos tiempos en los que el hombre no había descubierto gran parte del mundo, cuando los pokemon vivían salvajes, podemos aprender mucho de las leyendas. 
 
- Tonterías – habló la mujer de pelo azul, que había estado escuchando la historia- es solo un cuento para niños, una leyenda inventada.

Yago se desanimó un poco

- Bueno, fuera real o solo un cuento podemos aprender muchas cosas de la historia ¿verdad Yago?
 
- Em... no se...

- Proxima parada, “Zafiro” - sonaba por todo el vagón.

- Pues claro que sí, Mankey nunca se rindió y siempre creyó en si mismo cuando parecía imposible hacer nada contra gengar, hasta el punto que desarrolló un nuevo ataque.
 
La mujer de pelo azul mostraba su disconformidad haciendo gestos con la cara.

Entraban nuevos pasajeros al vagón, y salieron otros.

- Siempre tienes que confiar en tus amigos y en tus pokemon – continuaba Lustig – ¿Te das cuenta de por qué evolucionó Kadabra? Fuen un gesto de total confianza y amistad. Por eso actualmente solo evolucionan cuando un entrenador lo intercambia con otro, entregándole a su pokemon que tanto ha entrenado para que otro pueda disfrutar de él ya evolucionado. ¿Verdad señorita?
 
- Ha ha – reía la mujer, a la que le hacía gracia todo lo que escuchaba – nunca había escuchado eso antes, me parece una tontería eso de la amistad entre los pokemon y humanos.
 
– Bueno, todos tenemos opiniones distintas...- opinaba Lustig, molesto por los comentarios de la mujer.
 
El resto del trayecto continuó en silencio, Yago reflexionaba sobre las palabras de Lustig y se imaginaba sus propias historias con sus pokemon.

Llegaron a “Fuerte Geodude”, Lustig se bajó también, aunque no era su parada y acompañó a Yago al centro pokemon, donde ingresaron a Mankey. Luego fueron a casa de Yago, donde le devolvió a su acompañante su abrigo y se despidieron. Le contó todo lo ocurrido a sus padres, que estaban muy preocupados por la tardanza de su hijo. Se disculpó con su padre por haber permitido que mankey se debilitara y éste le perdonó. Se fue a dormir, pensando en que al día siguiene correría una gran aventura.