Lo importante nunca es el fin, sino como lo logres, a mi parecer.
Hay veces en las que hacemos algo con toda la buena intención del mundo y resulta ser un fracaso total. Pero entonces nos queda el buen sabor de boca de haberlo hecho bien aunque no hagamos logrado el propósito.
En cambio, si yo hiciera algo utilizando un método inadecuado, luego no podría disfrutar del resultado, no me sentaría bien. No sé si me termino de explicar...