Todo era negro, un negro tan oscuro y sumamente aterrador como la noche misma. No era capaz de ver nada. Pero de pronto una luz apareció frente a mi, y de ella se formó el cuerpo de Lea.
Ella estaba muy seria, no mostró sentimientos.
-¿L-lea?, ¿eres tu?, ¿donde estamos?, ¿por que está todo negro?
-Jijiji...-Lea sonrió de una manera macabra y aterradora. Su risa se perdió en el frío de la oscuridad, como un canto mortal.
Lea se acercó más hasta tocarme con su mano izquierda la cara. Inclinó mi cabeza para así poder besarme. Yo estaba sumamente confuso y sorprendido, pero cuando pensé que no podían sorprenderme más Lea me clavó un cuchillo con la mano derecha en el corazón.
Yo escupí sangre, y luego caí apoyado en el cuerpo de Lea. Mis ojos estaban abiertos como platos, el dolor era tan terrible como el sonido de la risa de Lea. No sólo que me hubiese apuñalado me sentía mal... si no el hecho de que era Lea... mi amor...
-¡AAAAAHHHH!-Eis se despertó de súbito y empapado en sudor, aún temblando temeroso.
-Oh vamos... sólo un poco más mami...-Edgar se despertó debido al grito de Eis, el cual estaba durmiendo en una cama cerca de la suya.
-No sé que pensar de este tipo
Se levantó de la cama y se vistió con la ropa de viaje con la que había venido a este mundo. Rápidamente observó su pecho con curiosidad, y si, allí seguía aquella misteriosa llama que siempre llevaba consigo desde que llegó a estas dimensiones.
Cogió su colgante y lo abrió con tristeza. Al ver el rostro de su amada su cara se tornó preocupada.
-Por favor... que no le pase nada a ella...eso es todo lo que pido-Después de su rezo se colgó el brillante sobre su cuello y caminó hacia el piso de abajo.
Allí pudo ver a la anciana recogiendo unos vasos y limpiando la vajilla. Eis se paró un momento para observar la casa. Ésta estaba construida de una simple madera que difícilmente había sobrevivido en aquel desierto.
La casa tenía un aspecto ruinoso. Poseía unos cuadros muy singulares de lo que parecían sus hijos. Una pequeña mesa adornaba el centro del piso bajo, en ella se registraban 4 sillas bajo la mesa.
No tenía ninguna ventana, sólo la puerta que ya estaba apolillada y agujereada por el paso del tiempo. La anciana estaba colocando cosas en las estanterías de madera, mientras que el anciano estaba sentado en una silla de madera también (Eis empezaba a preguntarse de que época eran estos ancianos, ¡Todo era de madera!) fumando un cigarrillo.
-¡Ey chico!-Gritó el anciano desde su silla cómodamente-Acércate
-S-si-Se acercó al anciano
-¿Como te llamas chaval?
-Me llamo Eisce
-Escucha Eisce, por lo que puedo ver esta llama es sin duda una marca clara de que vienes de la dimensión prohibida
-¿Se refiere usted a la tierra?
-Tch... a saber que será la Tierra
Eis se desanimó, -El anciano tiene pinta de bruto-Pensaba.
-Bien, pues te daré un consejo, para los desgraciados de vuestra dimensión que caen en la nuestra. Existe una sustancia que os puede dejar al punto de la muerte con sólo tocarla. Es como esta.-Entonces el anciano sacó de su bolsillo un líquido que más bien parecía gelatina. Tenía un color rosado con tonos lilas.
Eis tragó saliva de miedo.
-¿Quieres probar a tocarlo?-El anciano sonrió
-¡C-claro que no!-Eis retrocedió un paso asustado
-Jajajajkaja, que muchacho-El anciano se quedó mirando un par de segundos a Eis-Querida, ¿no te recuerda a "él"?
-Uh?-La anciana se fijó en él y recorrió su cuerpo con la mirada-Tienes razón se parece bastante-Entonces tanto el anciano como la anciana sonrieron felices.
-Ehmmmm...-Cuando Eis iba a decir algo una especie de mariposa blanca y fucsia se posó sobre su mano. Pero también era distinta a una mariposa, sus alas eran el doble que las de una mariposa, y tenía un brillo como angelical y muy relajante.
-Antes de que preguntes... eso es una Xan-Xan. Son criaturas que poseen magia en su interior y que viven en este desierto y sólo en éste desierto. Se dice que pueden hacer milagros...
-Guau, este mundo si es increíble
-Yo no diría eso...-El rostro del anciano se volvió sombrío a la par del de la anciana
Un silencio incómodo invadió la casa.
-B-bueno... y... por cierto, ¿me podrían decir que es lo que puede hacer esta llama?-Comentó Eis para calmar la tensión.
-Pues... yo no se mucho, pero te puedo explicar lo básico. Lo que es sabido sobre estas llamas en estas dimensiones; es que sus fuegos aumentan en intensidad acorde a tu fuerza de voluntad, una gran fuerza de voluntad puede causar moverse hasta a el más dolorido cuerpo, aún excediendo los límites humanos.
Estas flamas vienen representadas por los anillos del material conocido como "Jureal", este material confiere el poder de mostrar tu voluntad en forma de una llama, pero no se mostrarán si tu corazón no está preparado para ello. Y debido a esto casi sólo militares y asesinos utilizan estos anillos para pelear.
El fuego que emiten estos anillos pueden imbuír cualquier objeto convirtiéndolo en un arma de fuego abrasador, además lo hacen más resistente y dependiendo del uso de la llama pueden mostrarse muchas características nuevas, tanto como aumentar su tamaño, aumentar el daño por corte etc... Y también pueden llegar a imbuír el cuerpo del usuario o muchas otras cosas...
Además hay muchos tipos de fuegos, que tienen distintos colores que van acordes con la voluntad de su poseedor. Pero... esa llama que tu posees es única de un humano de la tierra que ha sido elegido por el sabio, no existe nadie en esta dimensión que posea una de esas.
-Ohmmm...-Eis trató de asimilar toda la información del anciano.
-Eso es correcto-Edgar había bajado las escaleras vestido y se sentó en una de las sillas de la mesa apoyando sus codos en ella-Parece que estas bien informado
-Bueno... no es para tanto, ya soy viejo, es normal que sepa algo sobre este mundo
La Xan-Xan se posó sobre la cabeza de Eis sin que éste se diese cuenta.
-¡E-edgar!, ¿n-no quieres matarme ya?-Dijo algo tembloroso el joven
-Jajajaja, no, usted me perdonó la vida, además me ha mostrado su verdadera fuerza. Así que decidí acompañarle por este mundo y ayudarle a realizar su hazaña.
Eis tragó saliva
-E-está bien-Soltó una sonrisilla algo falsa-Pero no sé que es lo que debería hacer al salir de aquí...
-Bueno... no estoy seguro, pero un libro muy antiguo decía que los dos que posean las dos partes de la llave del corazón y las unan tendrán oportunidad de encontrar el tan buscado poder
-¡SIIII! ¡Entonces ya sabemos que hacer!-Gritó Edgar entusiasmado
-Jeje, si, gracias por la información-Comentó Eis-Por cierto Edgar, me llamo Eisce, encantado... supongo...
-Ok-Edgar alzó su pulgar-¡Vamos a hacerlo!
Después de esto los dos jóvenes cogieron suministros que les dieron los ancianos en unas mochilas (una cada uno) y partieron por el basto desierto.
Mientras iban caminando...
-Bueno... pararemos en la primera ciudad que encontremos para unirnos a un gremio de especialistas
-Eh?, ¿que es eso?
-Eh...verás... es la unión de un conjunto de personas en uno sólo llamado "Gremio". Estos gremios se dedican desde a cazar animales y monstruos hasta derrotar fuertes enemigos o cuidar de la paz de la ciudad en la que esté el edificio del gremio.
Hay muchos tipos de gremios, los hay que son gremios malignos y oscuros que realizan encargos maléficos asesinando personas o robando a ciudadanos. En estos hay información valiosa sobre este mundo y noticias novedosas, gracias a esto podremos enterarnos de algo relacionado con las dos partes de la llave del corazón.
Pero...-Edgar se quedó en silencio un segundo-Con nuestro nivel actual de batalla no será imposible llegar a conseguir esas llaves.
-¿P-por qué?
-Es evidente,¡ hay muchos enemigos en este mundo que acechan por la simple sed de sangre!
Eisce tragó saliva tembloroso
-¿Y-y que haremos?
-¡Es evidente!, ¡nos entrenaremos en el gremio y llevaremos a cabo misiones peligrosas!-Edgar se mostró sonriente y entusiasmado, colgó su brazo sobre Eis feliz.
-S-si...-Al ver tan feliz a Edgar, no pudo evitar esbozar una sincera sonrisa.
De repente Eis se dió cuenta de que la Xan-Xan seguía posada en su cabeza, la vio dormida así que decidió dejarla descansar por el tiempo que fuese.
Después de caminar durante una hora llegaron al fin a la entrada de una ciudad. En la entrada se podía distinguir un cartel grande que ponía el nombre de la ciudad: "Genubia"
El aspecto era... rural. No había casi hierba en la ciudad pues estaba estrictamente cerca de un desierto. Las casas eran de baja altura, con un estilo parecido al de la tierra, no había edificios altos ni pisos, sólo un gran campanario en el centro de toda la ciudad (que sería probablemente la plaza).
El suelo estaba asfaltado, y si seguías todo recto desde la entrada llegarías al puerto de la ciudad, porque extrañamente un mar de aguas cristalinas se podían distinguir a lo lejos, detrás del campanario.
Se veían unos barcos más bien de la época medieval o algo parecido... atados al puerto de Genubia.
La ciudad era grande, se extendía majestuosa adornada con un edificio muy singular de color marrón (construido con madera...)
-Eis, ¿Ves ese edificio marrón?
-Si
-Bien, ese es el majestuoso Gremio de especialistas al que yo estoy unido, ¡Bird Winds!-Entonces Edgar mostró en su brazo una marca de lo que parecía una Xan-Xan, de colores parecidos a los de la Xan-Xan que yacía en la cabeza de Eis.
-¡WoW! no sabía que estuvieses en un gremio, además... esa marca es muy parecida a esta Xan-Xan-Entonces Eis señaló lo que tenía sobre su cabeza.
Edgar sonrió, y sin decir una palabra se dirigió por las calles llenas de gente en la dirección al gremio.
Una vez llegaron al gremio Edgar pegó una patada a la gigantesca puerta. Esta se abrió y Edgar entró por ella.
-¡ESTOY EN CASA!-Gritó fuertemente Edgar.
-¡BIENVENIDO!-Todos en la sala respondieron felices.
Eis se sorprendió de la emoción de toda aquella gente.
Al entrar por la puerta, pudo observar a todos los miembros del gremio comiendo, bebiendo y hablando felices. Se fijo en la apariencia de los miembros. Había desde guerreros curtidos hasta peligrosas damiselas, pero todos ellos tenían un anillo en sus manos.
Eis siguió a Edgar sonriente. Edgar se acercó a un hombre que estaba sentado en la barra (38 años...) bastante alto, algo más que los dos jóvenes. Su cabello era plateado y caí a cascadas por su espalda, sus ojos despedían brillos azules muy intensos, y se distinguía algo de verde en ellos también.
Tenía una increíble cicatriz en el ojo, que por suerte no parecía tocar el ojo. Llevaba una armadura blanca que cubría su torso y piernas recubriendo su cuerpo execpto su cabeza y pies. Llevaba unas botas de combate que parecían bastante antiguas. En una de sus manos adornaba un anillo con incripciones como el de Eis; pero este tenía un brillo amarillo distintivo.
-Buenos días jefe-Edgar habló sonriente con aquel misterioso hombre.
-Buenos días-Su voz era áspera y su cara se mantuvo seria sin mostrar emociones.
-Jefe, este es un nuevo especialista, y le gustaría unirse al gremio
El jefe miró fijamente de una manera aterradora a Eis, éste se quedó en el sitio como un poste.
-Y... dime, ¿sabe invocar su voluntad?
-Si, de hecho me venció en combate
-Bueno, eso no es ningún logro jajajakja-Soprendentemente el jefe hizo una broma y se rió.
-¡Maldito!-Edgar se abalanzó sobre el hombre y comenzó a hacerle consquillas.
-Jajaja, v-vale ya paro
-Jump, eso espero...
El rostro del jefe se mostró serio e imperturvable otra vez.
-Bueno... lo primero... yo me llamo Athor, soy el lider del gremio Bird Winds. Y... bueno, creo que Edgar ya te ha dicho que es un especialista. Pero, antes de poder entrar debes mostrarnos tu voluntad.
-Entiendo-Eis confirmó y comenzó a concetrarse.
Sacó la cadena del bolsillo y la sujeto con las dos manos por sus dos extremos. Cerró los ojos y los abrió al mismo tiempo que las llamas naranjas aparecieron en la cadena envolviendo ésta.
Athor mostró su rostro sorprendido.
-Ya veo... tu no necesitas el anillo para invocar tu voluntad debido a la llama en tu pecho-Athor señaló con su dedo la llama en el pecho de Eis.
-Si, eso había pensado cuando luché con el, nunca le vi tocar su anillo
-Y... ¿eso es bueno?-Eis estaba algo confuso
-Si-Añadió Athor-Eso significa que además de poder usar tu cadena como un arma en combate, podrás incendiar otra arma, o alguna parte de tu cuerpo para usarla como un arma. Un buen ejemplo sería probar a incendiar tus puños
-¡Viejo!, ¡Deja de decir locuras!, nunca antes se ha intentado eso, ¡sería muy peligroso!
-No... l-lo intentaré
-Jajajaja, el chico tiene agallas, me gustaría que sobrevivieras en este mundo-Y entonces Athor le guiñó un ojo, aunque Eisce no lo comprendiera...
-Hasta entonces Eis, tendrás que practicar en el combate con tu cadena
-S-si
-No hables como si fueras su superior, que el te ha derrotado a ti *cof* *cof*. Por cierto Eisce, ven aquí.-Dijo serio Athor
Se acercó y Athor le imprimió un sello igual que el de Edgar en el brazo, pero este era de color blanco.
-Esa marca nunca desaparecerá, es eterna, ni aunque mueras desaparecerá...
Eis sonrió y se retiró junto con Edgar
-Tch... ese viejo
-Por cierto Edgar, y... ¿donde nos alojaremos?
-No te preocupes, tengo una casa alquilada cerca del gremio
-Bien~
Los dos jovenes se dirigieron a descansar en la casa que tenía alquilada Edgar.
Pero... mientras esto sucedía, en otra dimensión del Reino de corazones.
En un bosque frondoso...
Lea había sido transportada a una dimensión diferente que la de Eis, y ahora corría por su vida sin rumbo, perseguida por un comandante del ejercito de la dimensión de Aurion
-Ah, uh...-Lea corría por el bosque sin lugar al que ir y ya fatigada tuvo que detenerse para coger aire.
-¡No huirás de mi pequeña!-Se escuchó ese grito amenazador por todo el bosque.
De repente un hombre apareció frente a Lea y la noqueó con un golpe en la cabeza dejándola inconsciente en el suelo
-Jajaja, de seguro que el jefe le sabrá dar uso a tu linda llama morada-Así es, Lea al igual que Eis tienen el poder de la voluntad independientemente de usar un anillo o no.
El hombre se llevó a Lea sobre sus hombros en dirección al castillo principal de Aurion.
Mientras tanto Eis y Edgar, en la dimensión de Irion, en la ciudad de Genubia.
Edgar abrió su casa y entró por la puerta principal. Eis entró de seguido.
El interior era una sóla habitación cual suelo era adornado con una alformbra rústica. Había dos camas, en una de ellas reposaba un gato blanco muy peculiar. una estantería a junto a la cama del gato sobre la que reposaban varios libros muy gruesos.
-Bueno, no es nada extraordinario, pero algo es algo-Comentó Edgar
-Si. Por cierto, ¿quien es el gato?
-Ah...-Se acercó al gato y lo cogió en brazos mientras éste dormía-Esta es Mimí, aunque no lo parezca es una tranforsmista, y tiene forma humana.
-¡¿Q-qué!?
-Jaja es verdad, en vuestra dimensión no hay estas cosas. Pero no sé si sabrás que la Xan-Xan sigue en tu cabeza-Edgar señaló la cabeza de Eis.
-¡AHHH!
-Shhh, calla o la despertarás-La Xan-Xan se despertó-Ves, ya la despertaste ¬¬
-P-perdon...-La Xan-Xan voló hacia la nariz de Eis-Hola~, mira que bonita es Edgar-Entonces la Xan-Xan mordió la nariz de Eis enfadada-¡Ahhh!, ¡me ha mordido!
-Jajajajaja
-¡P-pero no te rías!-La Xan-Xan volvió enfadada a dormirse en la cabeza de Eis.
-Parece que te tiene cariño
-Callate...
De repente un terremoto sacudió la tierra bajo los pies de nuestros héroes.
-¡Que ha sido eso!-Dijo exaltado Eis
-Tch... no era un terremoto, lo he notado antes... salgamos afuera, ¡Rápido!
Los dos jóvenes salieron rápido a la calle para observar anonadados a un gigantesco Golem de piedra que medía como 4 casas juntas y era proporcionalmente igual de ancho que de alto.
Tenía dos ojos inexpresivos sin color, una boca gigante. Y todo su cuerpo estaba formado por rocas (extrañamente unidas). Poseía dos portentosos brazos al igual que sus piernas.
El Golem se hallaba pisando varias casas, estaba enrabiado destruyendo varias casas con sus poderosos brazos que aplastaban las casas como si de papel se tratase.
-¡¿Qué es eso?!-Gritó con terror Eis
-Como me imaginaba... Eso es un Golem de piedra, son criaturas que estan formadas con el mismo material del que estan formados los anillos. Pero por suerte para nosotros no poseen voluntad y no pueden usarse así mismos como anillos. Lo extraño, es que estas criaturas no son naturales, alguien con mucho poder de voluntad y una gran masa de anillos debe haberlo formado.
Eis tragó saliva aterrado.
-¿Y-y que hacemos?
-¡Detenerlo por supuesto!, como especialistas que somos, nos dedicamos a solucionar estos temas y proteger nuestra bella ciudad.
Edgar echó a correr a una gran velocidad y en apenas un segundo ya había sacado sus dagas y a incendiar estas con sus llamas.
En poco tiempo Edgar se halló sobre los pies del gigante de roca. Empezó a subir corriendo por la pierna del gigante a gran velocidad sujentando sus dos armas con fiereza. Su capa ondeaba con el viento de su propia velocidad.
Eis no perdió el tiempo y empezó a correr hacia el Gigante que se hallaba a unos 10 metros de el, solo tenía que tomar un camino recto para llegar hacia el Golem.
Mientras tanto Edgar seguía subiendo por el gigante a gran velocidad, cuando llegó a su cintura, pegó un gran salto impulsándose en el cuerpo de éste y así llegó hacia el hombro del Golem. Cruzó sus dagas en llamas y atravesó el hombro del gigante haciendo volar muchas piedras dejó una gran brecha en el hombro. El brazo le colgaba a duras penas.
Edgar se posó sobre el suelo sosteniendo sus dagas de espaldas al Golem y sonrió al saber de los daños que había logrado causar. El gigante regeneró su hombro y quedó como nuevo. Se dio la vuelta mirando a Edgar fijamente.
-¡Maldito!, ¡Muereeee!
Se abalanzó con un gran salto en dirección al pecho del gigante, pero antes de que pudiera entrar en contacto con éste, el golem sacudió un manotazo a Edgar que lo mandó a gran velocidad lejos de allí.
Edgar vio el movimiento del gigante y cruzó sus brazos a modo de defensa, aún así salió lejos e impactó contra el muro de una casa causando un gran boquete en el muro.
-Agh...-Los brazos de Edgar estaba ensangrentados y muy dañados.
Mientras tanto Eis se hallaba de frente al Golem, el cual le estaba dando la espalda.
-¡Bien!, ¡Ahora me toca a mi!-Eis sacó su cadena y la incendió al instante sin siquiera usar su anillo.
-¡Alto Joven!
-¿Eh?-Se dio la vuelta y distinguió a Athor portando con él su brillante armadura blanca.
-Bien, este es un buen momento para que pruebes a incendiar tus manos, estoy seguro que te serán más útiles si lo que quieres es atacar y no defender
-Ehmmm... pero nunca lo he probado, y este es un momento demasiado crítico para probar eso
-Tu sólo intentalo, en estas situaciones es cuando más viva puede estar tu voluntad
-V-vale...
Eis mostró su anillo. De el anillo brotó una llama tan grande como el anillo mismo, su color era de un naranja apasionado.
Probó a incendiar sus manos con este fuego, primero lo intentó en la mano en la que no tenía el anillo.
-¡Aaaauuuahhauuauu! ¡Quemaaa! ¡Quemaaa!
-Jajaja, ya veo... deberás concentrarte y concienciarte a ti mismo de que esas llamas no te pueden dañar
-¿Eh?
-¡De momento intenta pelear al Golem solo con tu cadena!
-¡Está bien!, pero... ¿ni usted ni los demás del gremio van a pelear?
-Es tradición en nuestro gremio dejar a los novatos lidiar con problemas así si estan recién llegados-Athor sonrió.
-V-vale...
Eis agarró su cadena con la mano en la que tenía su anillo dejando el resto de la cadena flotando en el aire mientras esta seguía en llamas.
Dio un gran salto impulsando en las llamas de la cadena para saltar aún más alto, llegó al Golem a la cintura y soltó un latigazo sobre la de este. Esto desprendió varias rocas y causó grandes quemaduras al Golem en la parte del golpe. Pero no fue capaz de atravesar la cadera del gigante entera dejando un gran hueco donde había golpeado.
-¡GAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!-El golem soltó un gran grito de dolor y se dio la vuelta para mirar enojado a Eis.
Eisce se posó en el suelo mirando aún desafiante al Golem.
-Tch, eso no lo matará
La zona en el que había golpeado se regeneró con facilidad.
El Golem precedió rápidamente a aplastar a Eis con su puño.
Antes de que el puño lo rozase las cadenas formaron un escudo circular ardiente que recibió el impacto del Golem. El gigante seguía manteniendo el puño en tensión con intención de hacer ceder a las cadenas, esto hizo retroceder al escudo cada vez más.
-Esto es malo, no podré soportar su peso...
Las cadenas cedieron y el escudo se rompió para dejar pasar el puño del gigante. Eis esquivó el puño a duras penas. Las cadenas incendiarias se quedaron flotando cerca del puño del gigante.
-Te tengo
Las cadenas se enrollaron sobre el brazo del gigante y apretaron éste con una gran fuerza.
-¡Ahora!
El fuego surgió más fuerte aún de las cadenas creando una hoguera sobre el brazo del golem con aún más intensidad que con las que había derrotado a Edgar.
Esto hizo que el brazo derecho del gigante se derritiese y no quedase nada de el.
-Bien... ya no se regenerará más-Comentó Athor mientras observaba insensible
Y así fue, el brazo no se volvió a regenerar.
-¡GIAAAAAAAAAAAAHHHH!
El Golem estalló en furia e hizo temblar el suelo con sus gritos. El gigante habrió la boca enfurecido en dirección a Eis.
-¿Eh?, ¿que hace?
-No, imposible, ¿no podrá ser...?-Athor quedó pensando por un segundo-¡Eis!, ¡Evita eso o estarás muerto!-Gritó rápidamente Athor.
Pero por desgracia fue demasiado tarde para esquivarlo. Un gran rayo de luz oscura salió de la boca del gigante a gran velocidad impactando contra el cuerpo de Eis causando una gran explosión.
La noche era fría y la luna brillaba con fuerza. En el aire se sentía una sensación de muerte angustiosa.
La explosión había generado mucho humo en el lugar del impacto. El humo se desvaneció y se pudo observar el cuerpo de Eisce que yacía en el suelo quemado y malherido, tenía la cabeza ensangrentada, así como sus brazos. Sus cadenas estaban tiradas en el suelo cerca de él sin nigún tipo de poder.
-Tch...-Edgar y Athor bajaron la cabeza apenados. De los ojos de Edgar unas lágrimas brotaron.
Mientras tanto, en la mente de Eisce...
Todo lo que podía ver Eis era negra oscuridad, negra y fría oscuridad.
-¿E-estoy muerto? ¿¡D-donde estoy!?
-Efectivamente estás muerto
-¿¡Que!?
-Si, eso es, has muerto debido al disparo del Golem de piedra
-Y-ya veo...-Su voz se mostró apenada y Eis comenzó a llorar
-¿De que te arrepientes joven?
-De haber muerto sin poder haberle dicho nada... *snif*
-No hace falta que digas más, sé cual es tu pesar. Pero... no basta con que lo desees, deberías entrenarte como te han dicho, esta no es la primera vez que has sufrido de este estado.
-C-cierto...
-No debes recurrir tanto a esto o tu cuerpo se desintegrará por exceso de esfuerzo
-Lo sé...
-¡No me sirve que lo sepas!, ¡Tienes que entrenar tu cuerpo o si no perderás tu voluntad!
Eisce sonrió.
-¿Pensamos igual verdad?
-Cierto
Entre tanto en Genubia, en el lugar donde el cuerpo de Eisce yacía inerte.
El Golem seguía mirando el cuerpo de Eisce inquieto por su llama en el pecho que poco a poco estaba creciendo más y más.
De súbito el cuerpo de Eis se movió y se levantó, su cara no mostraba sentimientos una vez más.
-Debes morir-Su voz sonó penetrante y amenazadora. Esto molestó al gigante.
Eis activó su anillo e incendió sus dos puños con éxito. Estos estaban llenos de agresivas llamas naranjas. Eisce retiró sus manos hacia atrás y estas comenzaron a despedir grandes flamas que le permitieron volar en dirección al gigante. Puso su mano derecha adelante y su mano generó flamas más grandes aún que antes. A gran velocidad atravesó el pecho del gigante creando un boquete. Se posó en el suelo y el gigante explotó.
Se iba a caer al suelo cuando Athor lo cogió en brazos. Las llamas de Eis cesaron por completo (excepto la de su pecho).
Athor llevó a Edgar y a Eisce al gremio para sanar sus heridas; pero en cuanto los dos llegaron al gremio ellos cayeron dormidos.
Se les preparó dos camas para que pasasen allí la noche.
Éste estaba desierto, sólo quedaban allí los dos combatientes y Athor.
-¿Que crees que este ataque puede significar?-Athor hablaba con un hombre que permaneció en sombras.
-Creo que un ataque proveniente de la dimensión de Aurion se acerca...
-Eso pensaba...
-Por cierto... ese chico me ha sorprendido, no creía que ningún novato fuese capaz de vencerlo
-Yo también estoy sorprendido, tiene mucho potencial
-Si, pero esa marca en el pecho significa que viene de la dimensión prohibida
-Ya me fije... pero eso no es lo que en realidad me preocupa...
-Cuéntamelo amigo
-Está bien... te lo contaré...